4🍵

Decir que estaba con el mejor humor, era mentira. Ni siquiera quería estar allí.
Lo único bueno parecía ser que su acompañante, era bastante callado y tranquilo. En todo el trayecto no había dicho ni una sola palabra innecesaria, revisando los horarios y actividades a realizarse esa noche. Parecía muy enfocado en su tarea.

Cuando llegaron al hotel donde se llevaría a cabo la reunión con los socios y los inversionistas, bajanron del vehículo y entraron a la recepción, mostrando su identificación para dicho evento. La chica que se encontraba allí les indicó el salón donde se llevaba a cabo la fiesta.

- Tendremos una reunión, usted debe anotar todo lo que le sea posible, no quiero ni una falla- le dijo el peligris antes de entrar al salón. Acomodando su saco de manera que su porte se viera mas elegante.

- Sí, señor- respondió el pelimorado, con rostro serio. JiMin sabía muy bien como fingir, desde una sonrisa hasta desinteres, esos dos años de matrimonio le enseñaron muy bien. Se casó siendo joven y tonto y privandose de mucho. Olvidando lo que era vivir.

Y aunque se encontraba nervioso, su posible jefe no tenía por qué saberlo.

Entraron y se encontró con personas muy bien vestidas, hombres con trajes hechos a la medida, mujeres con vestidos de diseñador. Pero a su vista solo reflejaban apariencia, podría asegurar que muchos de ellos solo estaban allí por compromiso y llevaban una vida llena de infidelidades. Él fue parte del grupo donde solo escuchas y debes guardar silencio.

Siguió al peligris sin dejar de analizar todo a su alrededor, rogaba no encontrarse con nadie que lo conociera, de ser así, debía considerar la opción de la cirugía plástica y un cambio de nombre.

El peligris hablaba con diferentes invitados y él aparentaba no prestar atención cuando realmente estaba atento a cada palabra que salía de las bocas de las personas que le rodeaban. Aunque usaban palabras un poco complejas, aprendió a parecer interesado y que lo entendía todo.

Luego de las primeras dos horas. Su posible jefe le dijo que podía ir al area bufet pero que no lo perdiera de vista. Memorizó el traje que el peligris llevaba y asintió con disimulo, moviendose entre los diferentes socios e inversionistas invitados, dejando al peligris en el area de bar y coctelería junto a otros hombres que portaban caros trajes. Su traje quizás era de los mas sencillos, a pesar de tener ayuda de su padre, y los bienes repartidos que le correspondían por derecho, su aparecia era muy sencilla aunque ya era parte de su personalidad su actitud refinada y delicada.

Al llegar a la mesa donde se encontraban los diferentes platillos su vista se perdió en el mantel blanco, sin realmente la intención de tomar algún alimento. Su estómago se encontraba cerrado en ese momento, reconocía tener unos hábitos pésimos, desarrolló muchas inseguridades con su antigua pareja.

- ¿Gustas?- una voz que conocía le hizo volver la vista. El rubio le tendía un vaso de agua. Vaya que lo conocía. Aceptó el vaso tomandolo con ambas manos- Hacía mucho que no te veía, es bueno verte después de tanto...

- Gracias...- le dijo con una muy diminuta sonrisa, pero sincera. El rubio le sonrió y colocó su mano en su hombro de manera fraternal.

- ¿Quieres tomar un poco de aire?- le preguntó. El pelimorado no se rehusó.
Aunque lo negara, había extrañado la sensación de hogar. Se dirigieron a la azotea, JiMin con una rápida mirada notó que el peligris seguía en el mismo lugar.

- Veo que te casaste...- le dijo con una pequeña sonrisa, ahora ya siendo visible para el rubio quien asintió emocionado.

- Le propuse matrimonio, no te sientas mal, ahora que ya te volví a ver, estarás presente en la ceremonia... ah~- suspiró el rubio- Le dará gusto verte... y mas en ese día...

- ¿Estoy invitado?- le preguntó con cierto brillo de emoción en sus orbes pero sin reflejar la emoción en su voz.

- Claro- le dió una sonrisa que a JiMin le recordó la calidez de sus amigos por un breve instante- Con ese tinte te ves diferente, mas adulto...- le dijo con una sonrisa divertida. Y aunque JiMin no quisiera se sonrojó ante dicho comentario.- Oh, ¿con quien vienes?

- Aún no sé su nombre, estoy aprueba para el empleo de asistente, solo será mientras termine de costear mi carrera... ya que la dejé...- dijo y en ese momento, el rubio notó cierto tono de reproche así mismo. Colocó una mano sobre el hombro del pelimorado tratando de mostrale apoyo y compresión.

- Bueno, por si te interesa, yo estoy aquí por mi padre, y no le digas pero será abuelo...- dijo de manera cómplice- Tampoco es que este enterado de mi matrimonio...- dijo riendo al final. JiMin asintió con una sonrisa.

- Vaya, parece que alguien se llevará algo esta noche- dijo uno de los hombres junto al peligris. Desde su posición se podía observar tanto al rubio como al pelimorado teniendo una conversación amena.

El peligris miró hacian donde señalaban los otros hombres. Y miró a su asistente, desenvolviendose muy fluído con el rubio a su lado. Ni siquiera sabía quien era el rubio.

- Eso no es de nuestro interes- dijo de manera despectiva. Los otros hombres rieron y él los miró sin entender que era lo gracioso. Él no tenía tiempo para eso. Por un momento su mente lo traicionó. Recordó a su ex pareja, que en cada fiesta buscaba a un amante nuevo.
Esa sensación de saber que cada noche era engañado y aún así le pedía que permanecieran juntos. Fue un idiota...

La impotencia lo llenó, y vió al pelimorado que para su suerte y para su propio orgullo ya se encontraba solo de nuevo, con su mirada neutra y sin emociones...

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