Capítulo 18
-Gracias por todo-Dije con una enorme sonrisa, estaba agradecida por ver una vez más a mi familia-Regresare pronto- Mi madre estaba a nada de echarse a llorar, igual que Ceci, sí, las entendía a la perfección. No quería irme. Todos me dieron un efusivo abrazo, observe con atención los rasgos de todos, grabando en mi memoria sus sonrisas, sus ojos, todo.
Lío, el ultimo en abrazarme, me abrazo con tanta fuerza que me sorprendió- Lamento decepcionarte de esta forma-susurro en mi oído- Soy una basura- El tono de su voz, me permitía darme cuenta de cuan arrepentido estaba, ayer por la noche me contó todo lo que paso con Abigail, no sabia que decirle, como consolarlo, solo lo escuche en silenció, ofreciendo mi hombro para que llorara si era lo que quería.
Suspire, agobiada por no tener las palabras correctas para decir, sin embargo, quedarse callada tampoco era una opción- Escucha- lo tome de los hombros y lo aparte- deja de ser un llorón. Deja de sentir lastima por ti mismo. Es hora de que vayas y arregles tu mierda, nadie va hacerlo por ti. - Lio me miro directamente a los ojos y asintió para si mismo. -Adiós.
Me voy. -me despedí por ultima vez con un movimiento de mano y me monte al auto, conteniendo mis ganas de llorar.
Después de unos segundos Axel decidió entrar, paso su mano por mis hombros y me atrajo hacía él -Ya puedes llorar.
Lo aleje bruscamente y pestañee lo más rápido que pude- ¿Quién dijo que quiero llorar? - Axel me dio una mirada llena de mera diversión, y de la nada, estampo sus labios con los míos. Su mano se poso entre mis piernas y comenzó a subirla lentamente, justo cuando pensé que sus dedos me rosarían, me dio un apretón y retiro su mano. Entre cerré mis ojos hacía el y lo único que obtuve fue una sonrisa pícara. -Dormirás en la habitación de huéspedes. -sentencie, este solo se rió y comenzó a conducir. En realidad, la casa de mis padres no estaba a mas de una hora de la casa de mi suegro, no obstante, el visitar a mi familia era algo que habíamos decidido posponer debido a la universidad y claro, por el trabajo. Las cosas dieron un giro completamente inesperado pero aun así estaba feliz a pesar de todo.
Recargue mi cabeza en la ventana y en un dos por tres, me dormí. No sé como, pero durante todo el viaje estuve dormida, a pesar de qué el trasero me dolía, me sentía renovada. No podía decir lo mismo de Axel, estaba completamente de mal humor, ansioso por llegar de una buena vez y tirarse en su cómoda cama.
Automáticamente la puerta del Garaje se abrió, justo cuando estaba por sacar las maletas, Axel tomo mi mano y tiro de ella, llevándome hacía nuestra habitación
-Pero las cosas-señale con mi pulgar tras de mi
-Mañana podemos sacarlas, lo único que quiero hacer es dormir. -Comenzó a quitarse su ropa hasta quedar en bóxer luego entro al baño para cepillar sus dientes y cuando por fin estuvo cómodo, se tiro sobre la cama, lo miraba con curiosidad y este desesperado porque estuviera a su lado, se levanto nuevamente, me llevo al baño y espero pacientemente hasta que termine de cepillar mis dientes, tomo de mi mano nuevamente y me guió a la cama, me saco la ropa con cuidado hasta dejarme en bragas, ambos nos acostamos de frente, Axel acariciaba mi mejilla con ternura, sus ojos no se apartaban de los míos y era como tener una profunda conversación. De repente, las palabras abandonaron sus labios- Mi mamá fue asesinada cuando yo tenía 18 - mis ojos se abrieron tanto como pudieron debido a la sorpresa, sabia que le estaba costando hablar de ella al respecto, sus ojos se cristalizaron y pasaba su lengua una y otra vez por sus labios- Jorge asesino al hijo de un narcotraficante, por Rosa.- cerro los ojos y respiro profundo- Este la violo. -Mordí mis labios, imaginando el dolor de Rosa, el de Axel- Jorge estaba lleno de ira, estaban en la mejor etapa de su relación y un día de la nada, ella estaba parada frente a nuestra puerta, llorando sin consuelo alguno, llena de sangre, y con la ropa rasgada. Recuerdo como se aferraba a mi, sus uñas penetraron mi piel por el miedo y el dolor en el que se ahogaba.
-Pobre Rosa...
-Jorge salio hecho una fiera cuando se entero de quien había sido el culpable, su mejor amigo. Sabíamos a que se dedicaba su familia pero creímos que si no nos involucrábamos en sus asuntos, no pasaría nada. Grave error. -negó con la cabeza- Jorge estrello la cabeza del chico contra el suelo una y otra vez, hasta que este dejo de respirar. Quise entenderlo, apoyarlo, pero, cuando mire el cuerpo de mi madre, sin vida, mi rencor por él se hizo presente. No entendía como es que su familia le había importando tan poco, como no había pensado en las consecuencias. Sabía que ninguna mujer merecía pasar por eso, pero no pude frenar mi odio hacia él, a lo que había provocado. No sabia como vivir con tanto dolor, con tanto odio. -su voz se quebro, y al verlo tan lleno de coraje mi corazon se estrujo de dolor. En el fondo sabia que todo lo que dijera no serviria de nada. -Mi padre lo envío fuera del país unos cuantos años y utilizo todos sus recursos para meter al padre de Conor a la cárcel, hasta que lo logro.
-Lo siento...-ahora era yo la que acariciaba su rostro, acercándome más hacia él para abrazarlo. -Aun después de haber perdido a su amada, tu padre nunca lo culpo.
-Mi padre dice que lo entiende, y ahora, también comienzo a entenderlo un poco. Destruiría a cualquier bastardo que se atreviera a dañarte. -guardo silencio unos minutos, esperando a que preguntara algo pero nada, nada salia de mis labios- Sé que la duda esta matándote, así que te lo diré. Rosa y yo fuimos novios a los 16, estuvimos juntos como, no lo sé, un año. Yo termine con ella y meses después, se volvió novia de jorge, ella pasaba bastante tiempo con mi familia y estaba acostumbrado, la conozco desde que eramos niños.
-Aun le gustas...
-A mi me gustas tú.
Nos quedamos abrazados y en silenció hasta que ambos nos quedamos dormidos.
Por fin me había contado y a pesar de que teníamos nuestros lazos, sentía que este era como un nuevo comienzo, un nuevo lazo. Me alegraba tanto saber que se estaba abriendo por completo a mi. El ya no tendría que soportar tantas cargas solo, ahora ya eramos un verdadero equipo.
5:30 am
La alarma comenzaba a sonar, la apague y cuando estaba a punto de levantarme, Axel enrollo sus brazos al rededor de mi estomago, haciendo que me acostara de nuevo.
-Se me hará tarde- me queje
-Al diablo, pasemos el día juntos, mi amor. Hagamos un bebé. -Me reí ante su propuesta, pues sonaba bastante tentadora.
-Fecundame, bebé.-me monte encima de él y comencé a llenarle la cara de besos.
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NOTA: Sé que querían una escena bien candente y todo, pero esta vez no, nenas. Mi trasero y mis ojos ya me duelen, les prometo que la próxima van a mojar sus bragas.
Espero les haya gustado, les mando todo mi amor.
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