CAPÍTULO 4

Llegó a su casa después de un largo día de trabajo, sus pies dolían al igual que su cabeza, ser mesero parecía una tarea fácil, pero no era tan sencillo como lo pintan.

Tenía que atender clientes con una inexistente educación básica, insultos iban y venían día con día, tenía que entregar órdenes a más de 100 mesas, todos los malditos días. Sin dudas, no era el trabajo soñado.

Pero era lo que tenía, para poder sobrevivir.
Después de ingresar a la universidad, pensó que su vida cambiaría, tal sería menos infeliz. Sin embargo, las cosas se volvieron más irritantes.
Hizo una mueca al ver las botellas de alcohol tiradas por todo el piso de la casa, sintió un terrible olor a vómito que lo hizo asquearse de inmediato.

Esto tenía que ser una desgraciada broma.
Caminó en silencio directo hacía su cuarto, no quería llamar la atención. Por una vez en su vida quería salir ileso.

Al llegar a la puerta de su habitación, sintió que todo su esfuerzo por pasar desapercibido, fue en vano.

- ¿A dónde crees que vas Jiminie? - No sabía cómo reaccionar cuando aquel hombre lo había agarrado del brazo.

-Esta es la tercera vez en la semana que intentas escapar de mi - Cuando logró ver los ojos del hombre, se dio cuenta que estaba ebrio.

"Por dios Jimin ¿por qué te sorprendes? Siempre está ebrio" Habló una voz en su cabeza, una que nunca en su vida había escuchado.

-¿Sabes? Creo que la muerte de tu padre me trajo buenas cosas, como tú, por ejemplo - Jimin sintió como una mano se posaba en su trasero, haciéndolo sentir más asqueado que antes.

-Tú no tienes el derecho de hablar sobre mi padre - El hombre sonrió y observó sus labios por uno segundos.

-¿No quieres complacer a tu dueño Jiminie? - El menor trató de zafarse del fuerte agarre que tenía su muñeca, pero sintió sus piernas temblar cuando la lengua del hombre se había posado sobre su cuello, dejando un largo rastro de saliva hasta su barbilla.

-T-tú no eres mi dueño - Su voz quería temblar y sentía sus ojitos picar.

-Soy tu tutor legal hasta que cumplas los 21 años, técnicamente sí lo soy - Jimin ya no quería seguir luchando más para que el hombre le soltara, sabía muy bien que las cosas se pondrían peor si lo hacía.

Dejó que el hombre mordiera su cuello con fuerza, haciéndolo soltar un grito de dolor.

-Por favor, d-dejame ir- Dijo en un susurro, tenía los ojos cerrados y una pequeña pizca de esperanza de que el hombre se apiadara de él. Sin embargo, no pasó, nunca pasa.

-Hoy voy a disfrutar contigo y esta vez no te me vas a escapar- Ya no existía resistencia de su parte, se dejó hacer, mientras su vista estaba en blanco y pegado con fuerza hacía la pared.

Se sintió desvanecer cuando el hombre comenzó a penetrarlo de una manera violenta, mientras el mayor dejaba salir jadeos cerca de su oído, metiendo su lengua en este.

Decía palabras vulgares y sucias, el miembro del hombre entraba una y otra vez con más fuerza cada vez, haciendo que su interior se desgarrara de una manera violenta.

Bajó la mirada y pudo ver la sangre que salía de su lastimada entrada. De sus ojos salían lágrimas, pero nunca dejó salir alguna queja por el intenso dolor.

-¿No es como te gusta? Maldita zorra barata, no creas que no me llegan los comentarios que dicen de ti en la universidad, todos esos hombres te desean, todos te quieren comer el culo de barata que tienes - Jimin lo miró con asco y sin pensarlo mucho, le escupió en la cara.

-Hijo de perra, eso es lo que eres, solo te gusta violar al hijo de tu mejor amigo, a quien mataste- Su voz salió como un susurro, no tenía las fuerzas, pero había muchas cosas que quería decir.

-Si dices algo de esto, juro que no me cansaré de buscarte hasta ver colgada tu cabeza como un trofeo-

Fue lo último que escuchó Jimin antes de que el hombre le proporcionara un golpe en la mejilla, haciéndolo caer al piso.

Una voz en su cabeza comenzó a atormentarlo.

"Es un desgraciado ¿no lo crees? Su rostro se vería bonito siendo aplastado por un martillo"
Mátalo...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top