— ¡MA.MAMÁ!— la vi tirada en el suelo entrecogida, temblando y sudando frío, soportando un profundo dolor que hace tiempo lo estaba pasando por alto —Mi estómago, me duele mucho— dice entre dientes, la ayudé a que fuera al baño pero el dolor no cedía y comienza a vomitar.

Asustado corrí a la casa del señor Francisco el vecino con camioneta más cercano que teníamos, le supliqué para que nos llevara al hospital y él buen señor acepta con amabilidad.

En el hospital andaba esperando a que saliera, la revisión duró toda la mañana y se acercaba la hora de recoger a Esperanza Mabel del preescolar. Enseguida sale mi madre con mejor semblante de la oficina del doctor pero con una mirada de sumo pesar, me acerco a ella y noto que su expresión cambia como si simulara ignorar un asunto— ¿Qué.que te.te dijeron?— inquirí muy a la expectativa.

—Me van a seguir haciendo unos exámenes pero ya me siento mejor— estira de sus comisuras muy relajada pero percibo que le tiembla el izquierdo, cada vez que ella miente lo delata ese nervio, espero que sea solo un tic nervioso y no me esté ocultando alguna otra cosa.

—Pe.pero— dije— ¿Qué.qué ti.tienes?

¡Oh mira qué hora son!— ve el reloj de la pared esbozando profunda sorpresa—Debemos buscar a tu hermana— me agarra de las manos y camina de forma apurada.

La noté muy extraña, seguíamos caminando y caminando pero no hablábamos, siempre mi madre tiene algún tema de conversación pero esta vez andaba muy pensativa y misteriosa. Trato de ver sus ojos pero ella los esconde de mí, no sé si preguntarle, indagando en el tema o tal vez seguir callado, tenía un mal presentimiento.

—Ma.mamá

—Dime corazón— atiende sin verme a los ojos

—Di.dime la.la verdad ¿Qué te.te dijo el doc.doctor?

Por unos segundos se mantiene callada, mientras transcurría ese silencio siento una fuerte brisa que movía su cabello, pasa una mano sobre sus ojos como si se los limpiara, estaba profundamente preocupado y por fin dijo —Mi amor—vuelve hacia mí— solo espera hasta mañana. No te preocupes ¿Si?— me acaricia la cabeza con su cálida expresión.

—Pe.pe.pero ¿Es algo ma.ma.malo?

—Nini por favor, no le sigas dando vuelta a esa cabeza, que si fuera algo muy malo no estaría aquí contigo ¿Verdad?

—Si— suspiro más aliviado

—Hazme un favor. Ve a buscar a tu hermana ¿Si Mi corazón?— sonríe

—Pe.pero... ¿A.a do.do.dónde vas?

—Tengo que ir a la oficina de correos a averiguar unas cosas

— ¿A.a la.la oficina de.de correos?—fruncí extrañado — ¿Vas a.a.a en.enviar una car.car.carta?

— ¿A caso te es raro que envié una carta?— sonríe pellizcado mi nariz —No— respondo —Creo que.que.que no—me quedé pensativo

—Por favor no te tardes... Adiós— se despide agitando su palma derecha

La última vez que envió una carta fue para los trámites legales de su divorcio de ahí entonces no la vi más en la oficina de correos.

Al día siguiente regresando de mis ventas de café veo que ella no está en la casa, en la puerta conseguí una nota "Mi corazón salí al médico para los otros exámenes, por favor lleva a tu hermana al colegio, el desayuno está tapado cerca de la hoya"

¿Porque no me esperó? ¡Es tan extraño! Pero preferí no seguir pensando en eso y mantenerme positivo.

A la semana después, al mediodía, trayendo a Mabel del preescolar con mi uniforme de colegio preparado para ir a mis clases la veo a ella a lo lejos restregándose los ojos detrás de las ventanas, aquello me dejó nervioso, cuando Esperanza por fin vio a su madre saliendo al jardín se despegó corriendo para abrazarla —¡MAMI... MAMI!— ella la recibe cargándola y arcaizando su cabeza — ¿Cómo te fue mi pequeña caramelo?— sonríe con soltura como si no pasara nada.

—Bien— sonríe con ternura —Hoy la profesora nos contó la historia de los tres cerditos y nos dijo que los dibujemos ¡Mira mi dibujo!— le muestra el garabato infantil que formaba tres cerdos agarrados de manos

—Oh... es muy hermoso ¡Vamos a pegarlo en la nevera!

—Siiiiiiiiii...— exclama la niña en aplausos de felicidad entre sus brazos

Entro a la casa y veo que al lado de su mesa de cocer había sobres nuevos y hojas para escribir varias cartas más cinco estampillas, al parecer su visita a la oficina de correo es más constante de lo que imaginaba.

De curioso las reviso y estaban en blanco pero hubo un sobre que estaba abierto, no era cualquiera, esta venía del hospital pues eran los resultados de sus exámenes, la abro y entre tantos datos que solo un medico puede interpretar vi la carta del doctor

"Estimada Astrid Camila Jiménez hemos revisados los exámenes y me temo que los resultados tiran a un peor diagnósticos de lo que esperábamos, al parecer el tumor que tiene su estómago es maligno y está muy avanzado, ocupando casi el 70% de su órgano. Dando como resultado que debamos operarla lo más pronto posible pero no le garantizamos una mayor posibilidad de que sobreviva, además nuestros equipos se hayan dañados, por ende la hemos remitido a una clínica privada, sus equipos son de primera, garantizándole mejores probabilidades. Lamentamos mucho su predicamento pero confiamos que la operación sea todo un éxito, tan solo necesitamos saber su pronta respuesta. Cordiales saludos...

Hospital de Gardenia"

Mientras terminé de leer esa trágica carta, mis manos comienzan a temblar y mis ojos se ahogaron de la espantosa sorpresa, Esperanza me agarra de la muñeca derecha —Nini ven a ver mi dibujo— llego a la cocina y veo en la nevera el dibujo de los cerditos pero luego otro haciendo que no contenga más mis lágrimas, pues era el dibujo de nosotros más mi difunto abuelo — ¿Qué tienes?— inquiere Mabel con suma preocupación — ¿No te gustó?—añade con tristeza

Enseguida mi madre se percata de la carta que cargo en mi mano y ella con un gesto me suplica que no le dé la noticia a la pequeña y digo — ¡Me.me.me en.encanta!—exclamo—Es mu.mu.muy hermo.mo.moso— me echo al suelo y me cubro la cara llorando.

Mabel se conmueve y acaricia mi cabeza—Me alegra que te guste hermano

— ¿Por qué no lo abrazamos?— propone mi madre con una sonrisa tierna y ella asiente con firmeza, echándose encima de mí con un profundo abrazo —Los quiero mis amores— dice con una lagrima que rosaba de sus mejillas —Ustedes son lo más valioso que me ha dado Dios y los ¡AMO MUCHO!— por fin rompe a llorar cosa que alarma a Esperanza y dijo —Por favor no lloren por mi dibujo, si los hace llorar lo voy a quitar.

Al unísono la vemos y nos echamos a reír haciendo que ella ría con nosotros...

A los tres días llegó la respuesta de la clínica, aceptaron la operación, eso era una buena noticia, la mala es que es costosa y no tenemos ningún seguro médico. No sé cómo contarle lo que siento y me conformo con ilustrárselo; es como si estas en una profunda cueva y no ves salida alguna, hasta que por fin, entrando en alguna parte ves que accede la luz en un orificio, cuando logras abrir ese camino observas la salida, sientes que ya no hay más angustias hasta que te das cuenta que esa libertad está arriba de ti y para acceder a ella necesitas una cuerda y alguien en la superficie que la sostenga, en pocas palabras está la salida pero no tienes los recursos para llegar a ella, así es como me sentía yo por mi madre.

Si usamos nuestros ahorros no tendríamos para la comida ¿Por qué una operación es tan cara? Andaba angustiado pero vendría lo más difícil, la decisión de mi madre. A pesar de todo, ella no se veía tan preocupada a simple vista, enserio lo sabe disimular, tal vez aguantaba debido a que no quiere ver a la pequeña Mabel Esperanza sufrir por su madre, ella la ama mucho.

En esa tarde cuando la pequeña andaba durmiendo, la vi que escribía y escribía varias cartas como si fuera una maquina con plumilla ¿A quién se las está enviando?

—Ma.mamá— dije — ¿Pa.pa.para quién son to.to.todas esas ca.ca.cartas?

Ella se mantiene callada, aparta con pesar su rostro y dice — ¿Puedes traerme un poco de agua? por favor

Hago lo que me pide y vuelvo a preguntar — ¿Y.y.y vas a.a.aceptar la.la.la operación?

Respira profundamente y declara —Cody en la vida a veces se tiene que hacer sacrificios para proteger a quienes más amas. Quisiera que lo comprendas

— ¿De.de.de que.que estas ha.ha.hablando?

Ella se queda callada apartando su rostro en la oscuridad — ¿No.no.no vas a.a.a operarte?— seguí indagando

—Cody quiero que me hagas una promesa ¡Por favor!

— ¿Cu.cu.cuál pro.me.mesa?

Se destapa del velo oscuro y muestra por fin su angustiado rostro en el toque luminoso acariciando mis mejillas —No importa con quienes estés, no importa a donde vayas prométeme que protegerás a tu hermana como también se mantendrán unidos pase lo que pase, ¡Prometemelo!

— ¿Qué.que.que pa.pa.pasa ma.mamá?— mi corazón se prensa del desconcierto— ¿Por qué.que.que me.me.me pides e.e.eso?— ella me abraza acariciando mi cabeza mientras voy descargando mi dolor en sus hombros—Ya mi pequeño, solo quiero que me lo prometas ¡Por favor!— siento que ella desea llorar como yo pero hace un sumo esfuerzo en no hacerlo.

Asiento restregándome los ojos —Necesito que me escuches atentamente— advierte ella —Hay un hospital que dicen que puede operarme pero las garantías son muy bajas pues no tienen los equipos especializados ¿Entiendes?....

—Pe.pero... ¿y.y la.la.la clínica? ¡E.e.e.ellos ace.ace.aceptaron!— digo con los ojos arrebatados de lagrimas

—Hijo no puedo usar nuestros ahorros en pagar algo que no me dan todas las garantías, exponiéndolos a ustedes de que se queden sin nada

—Pe.pe.pero ma.ma.mamá yo trabajando pu.pu.puedo pa.pa.pagarlo ¡pu.pu.puedo ha.ha.hacerlo!

—No mi pequeño, no es así de fácil pues es tan caro que tendrías que pagar la deuda más los gastos de la comida. No puedo hacerles eso, no es fácil.

—Claro que.que.que sí, SI.SI PO.PO.PODEMOS, SI.SI.SI PO.PO.PODEMOS MA.MAMÁ ¡PORFAVOR!

—Lo siento mucho, ¡ENSERIO LO SIENTO!— por fin desahoga todo su profundo dolor que tenía días que no lo descargaba en mis hombros, la sostuve en mi pecho abrazándola y lloré junto a ella.

A la otra semana debía acompañarla en aquel hospital que quedaba muy lejos y se llegaba en tren, a Esperanza la dejamos al cuidado de una vecina y por fin partimos a ese viaje. Le rogué mucho a Dios a que ella se pudiera salvar, cada rato pedía y pedía en una oración mientras viajábamos.

Durante la operación, estando en el pasillo sentado en un banco viejo y gastado me puse a pensar de lo que hablamos ayer antes de viajar:

— ¿Y.Y.Y pa.papá? Él puede pagarlo

—Le he enviado varias cartas de la situación pero no me ha llegado respuestas

—Tal vez no.no.no le han lle.lle.llegado, si.si.si vamos a.a.a buscarlo y.y.y se.se lo pe.pe.pedimos

— ¡Cody él vive muy lejos! y tal vez no puede pagarlo

—Pe.pero ¡Por.por.porque di.di.dices que no pu.pu.puede si no ha ma.ma.mandado respuesta!

—Quisiera que me entendieras pero han pasado tantos años, él no es lo que tu...—se muerde la lengua y exhala un suspiro— olvídalo

— ¿De.de.de qué ha.ha.hablas?

—No hay tiempo en irlo a buscar, solo ¡hazme caso por favor!

—Pe.pero es tu.tu vida

—Lo sé pero tú no eres madre para que me entiendas

— ¿Vas a.a.a sa.cri.cri.ficar tu.tu.tu vida so.so.solo pa.para que no.nosotros po.podamos co.comer unos me.meses más? ¡NO.NO TI.TIENE SENTIDOOOO!...

Seguía pensando en esa reñida discusión que tuvimos, mi padre es piloto, debe tener mucho dinero y nos quiere mucho ¿Por qué ella insistió en no irlo a buscar? ¿Por qué? AHSS... ¡A veces no entiendo a los adultos! hacen que decisiones tan fáciles se vuelva en un mar de obstáculos.

Saco de mi bolsillo la foto de mi padre observándolo con suma nostalgia ¡como lo extraño! un día antes de que se fuera me regaló su boina negra; —Creo que te queda muy grande— dijo entre risas —No la pierdas que pronto te quedará ¿Oíste campeón?

—Si Pa.papi— Desde ese día no me importaba si me quedaba o no, siempre la cargaba conmigo. Cuando vuelvo de mis recuerdos agarro la boina y la abrazo como si él estuviera presente, aun sentía la fragancia de su cabello...

***********

A los dos días estaba en el entierro, no sobrevivió, fue tan repentino que era el único que estaba presente, era la primera vez que veía un ataúd siendo enterrado, cuando por fin tapan el hueco, en un pedazo de madera graban el nombre de mi madre y la fecha de su defunción.

No lloré tanto como la primera vez que leí la noticia, tal vez muy en el fondo sabía que no iba a sobrevivir, tal vez imaginaba ver su nombre grabado en esa lapida de madera, quizás ese fue mi error ¿A caso será por eso que Dios no escucho mis plegaria? ¿A caso me faltó un poco de fe?

Si ese es el caso la muerte de mi madre es mi castigo, ¡Lo siento mucho! No quería que te fuera, es que andaba tan dolido por todas mis perdidas que pensar en alguna esperanza era algo inalcanzable para mí. No entiendo porque las personas buenas mueren pronto y las malas duran toda una vida ¡NO ES JUSTO! ¡PORQUE MI MADRE! ¡PORQUE MI ABUELO! ¡PORQUE!

Escuche a un padre decir que era porque Dios los necesitaba en el cielo ¿Pero porque? Si yo los necesito más que él ¡No es justo! Dijo que a veces hace cosas más allá de nuestra compresión, pero ESO NO TIENE SENTIDO. Amaba a mi madre, era lo más valioso que tenía ¿Por qué me lo quitó? Si así es Dios no me interesa seguir creyendo en él, es un mísero monstruo que se disfraza como alguien bondadoso. Andaba tan molesto que le grité al cielo

— ¡PO.PO.PORQUEEE! ¡PO.PORQUE TE.TE LA LLE.LLEVASTES! PO.PORQUEEE...— no escuché ninguna respuesta si no una fuerte corriente de brisa— ¡TE.TE.TE ODIOOOO...!— no soporté más y caí de lágrimas a la tierra que sobresalía de la tumba. A partir de ese día deje de creer en Dios pero muy en el fondo tal vez estaba equivocado...

Continuará...

Hola mis estimados lectores, espero que hayan podido disfrutar estos capítulos fuertes de esta semana. Pobre Cody tan duro a sido los golpes de la vida, primero su amigo, luego su abuelo y ahora su madre ¿Qué otra perdida vendrá en su vida? Pobre muchacho. Siguiente intriga; ahora ¿que pasara con él y su hermana? ¿Cómo hará Cody para darle la noticia a Esperanza? ¿Cómo hará ahora si anda solo? ¿A caso su madre le buscó alguna salida en el caso de que muriera? O ¿No hay nada que pueda hacer ese muchacho? ¿A caso ser adoptado y posiblemente separado de su hermana sea la opción para ellos?. Todo eso lo sabrán en los próximos capítulos, Saludos...