Capítulo 23


—Es que— me coloca la mano detrás de mí nuca escabullendo mi mirada—Yo, Tengo que.que.que buscar a mi hermana— señalo hacia el vacío —Enseguida ella me agarra la mano y con sus ojos lleno de un brillo de anhelo me suplica diciendo —Por favor Cody, si lo hacemos juntos podemos hasta encontrar a tu hermana ¿Si?— lo último lo dijo tan cerca que sentía el rose de sus risos como si recibiera una acaricia en mi rostro —Está bi.bien— accedo muy acalorado y pensaba que hacía frío.

—Genial— exclama con más brillo en sus verdosos ojos—Toma— me entrega una bolsa—Ábrela— obedezco y suelta la mitad de sus asquerosas municiones —Listo ¿En dónde las esconderás?

—Pensaba en.en.en mi bolsillo— meto la mano sobre ellos y descubro que tienen varios hoyos—Pero creo que.que.que no se podrá

— ¿Y porque no lo metes adentro de tu ropa interior?

— ¡QUEEEEEEEE!— me estremezco ante aquella idea—Tranquilo Cody—dice— no te pasara nada. La bolsa es resistente

— ¿Segura?

Asiente con simpatía

—O.okEy—digo tragando saliva de mi garganta, no me simpatizaba para nada la idea. Estiro la cintura de mi pantalón y calzoncillo, ahora observo el destino de mi escondite, veo la bolsa transparente con sus patas peludas que puyaban el plástico, los bellos de mi brazos se erizaban del miedo y sentía un sabor amargo en lo más profundo de mi interior, veía en donde meterlas pero siento que a donde van, la horrible sensación será igual.

—Vamos Cody ¿Qué esperas?— insiste ella con impaciencia. Cierro mis ojos y meto aquella bolsa tan rápido antes de que me den ganas de vomitar o salir corriendo, cuando por fin lo logro, la sensación no era tan incómoda pero si se sentía el tumulto de esos insectos moverse unos contra otros, rosando la parte más blanda de mi cuerpo.

—Listo vamos— dice ella jalando de mi mano pero cuando comencé a caminar aquello se sentía mucho más fuerte.

Adentro, siendo iluminados por aquellos candeleros victorianos del techo que le daba un aire lujoso al interior de aquella tienda, Venecia no pierde la concentración por todas las seducciones de la Duquesa, observa con aire meditativo cada entrada, salida, mesas. Planificando aquel acto de terrorismo infantil. Tal vez sea porque anda acostumbrada a vivir rodeadas de olores tan dulces como los de ahora, en cuanto a mí, el estómago me seguía martirizando, si afuera olía delicioso, adentro era un mangar exquisito de aromas.

Si lo pudiera traducir en sabores, seria todo un banquete de ellos hasta zacearme y quedar más gordo que los Vitales, pero seguidamente al mover una pierna la horrible sensación de esos bichos en mi parte blanda, hacía que ese delicioso banquete se vuelva en un mangar de suma ansiedad. En mi mente repetía las palabras "aguanta" pero creo que mi cuerpo las ignoraba, negándose rotundamente antes a las órdenes de mi mente, aquello era un espanto hacia la nobleza de mis partes íntimas, en vez de caminar como todo los demás lo hacía como si me estuviera agachando, cualquiera pensaría que ya me hice de los pantalones y aquello cuelga como una bolsa cargada.

— ¿Qué haces Cody?— inquiere Venecia con desagrado

—No me.me.me siento muy bien— dije con el temor de dar el siguiente paso, como si me fuera a quemar o algo peor.

—Sigue aguantando. Mira—señala la mesa de galletas—ve allá y espárcelas de apoco, yo iré al área de pasteles de boda— cuando se va me deja solo con mi insoportable cesación. Sigo caminando como si me dolieran las bolas y cuando por fin llego, allí estaba — ¡MABEL!—exclamo con amargura—Cody— dice ella con un viaje de galletas de coco en sus molares. Traga tan rápido como puede y con la boca llena de migajas añade — ¿Esta es de vainilla?— me ofrece una ya mordida.

Gruño con toda mi furia y apunto de agarrarla para darle la tunda que se merecía, sentí un fuerte cosquilleo de varias patitas descendiendo en medio de mis muslos, tanto así que se me erizaba la piel y un fuerte escalofrió me invadió por todo el cuerpo, como si sonara una alarma en mi interior. Veo mis zapatos y allí estaban las cucarachas caminando desde mis tobillos. Bien, ya se imaginaran mi reacción —HAAAAAAAAAAAAAAAAA...—grite voz al cielo—CUCARACHAS, CUCARACHAS... CUCARACHAS— brincaba de un lado al otro sacudiendo mi pantalón como quitándomelo de una, estaba en ropa interior en medio de todas esas personas que me miraban indignados pero nada de eso me importaba porque aquellos bichos también estaban subiendo hacia mi pecho — ¡CUCARACHAS!— seguí gritando y Mabel se impresiona mucho. Buscaba algo con que espantarlas.

Consiguió una bandeja de aluminio vacía y comienza a golpearme con ella pero en vez de atinarle a las cucarachas, solo me golpeaba la cabeza. No sé si lo hacía apropósito o es que es mala ayudándome — ¡BASTA!— exclamé cubriéndome con los codos— ¡Basta allí no!— extiendo mis brazos pero ella seguía insistiendo. Cuando uno de esos bichitos logra tocar su pie aquella niña chillo del susto, sin vacilar se sube a una silla, arrugando la cara —HIU... HIU ... HIU...—brincaba

Todas las personas huían en estampidas como si aquellos insectos fueran incendiarios y algunos más delicados solo vomitaron, por ultimo fuimos sorprendidos por un enorme sujeto de piel negra y traje negro con una mirada sombría, me agarró de los brazos y me retuvo hasta la llegada de Budy.

Más tarde, aquel colorado señor me miraba de tal manera que si fuera fuego ya sería ceniza a la primera vista. Detrás de mí se encontraba el señor Francisco y a su lado Venecia con dos enormes sujetos atrás, como si llevaran a una peligrosa delincuente (Que exagerados)

—Bien Budy. Me decepcionas—dice el señor Salvatore con indignación —No pensaba que estabas tan desesperado, jamás imaginé que los Vítales se rebajarían a actos tan deplorables y más aún cuando se utilizan niños ¡Que desagradable!

Budy lo observa con vergüenza y suspira diciendo —En nombre de los Vitales pedimos disculpas, estamos tan avergonzados que nos cuesta levantar con orgullos nuestras narices. No volverá a pasar, créeme que esto no fue idea mía, lo juro por mi honor.

— ¿Cuál honor?—gime de la burla aquel desagradable sujeto—Perdiste tu honor el día en que decidiste romper nuestro trato. Por tu culpa los Vitales viven al borde de la quiebra y más aún cuando decida formalizar mi demanda

—No—exclama Venecia— ¡Por favor no!— se para al frente de él— ¡Todo fue mi idea! mi padre no tuvo que ver en esto.

— ¡Ja! Y ¿piensas que con eso no procederé hacerlo?— sonríe con malicia —Muchas gracias pequeña, has logrado en rematar mi trabajo— le acaricia la cabeza con acida ternura. Venecia esconde su mirada llena de pesar y dolor, estaba destrozada de la vergüenza.

—Pero hay una salida—Propone Francisco en tono alegre—Quiero que trabajes para mí, eso significa que todas tus nuevas recetas estarán a la orden de la Duquesa. Es el precio por salvarte de la demanda, pues soy capaz de dejarlos en la calle, tú decides.

Enseguida Budy se queda pensando y toda la familia Vítale lo observa con intriga y suma preocupación en sus ojos, esperando su rotunda respuesta, la que definiría el destino de la pastelería. Al final asiente con una mirada de pesada derrota—Acepto—Venecia amargamente impresionada intercede diciendo —Pero padre no lo haga, yo...

— ¡Suficiente!—interrumpe Budy con ápices de profundo dolor — ¡Ya hiciste demasiado!— la mira de una manera represiva con una sombra de decepción. Ella no lo soportaba más y salió corriendo goteando en lágrimas.

Me sentía culpable por la situación, aunque mi menester era buscar a mi hermana pero si no fuera por la bolsa o la incómoda sensación de esos bichos, el final sería distinto. Tal vez el destino de esta operación era un rotundo fracaso, un fracaso que conllevaría a la familia a lo más profundo del abismo y no sé si el trato con el tal Salvatore sería la solución de sus problemas o simplemente es hacer un trato con el diablo. El final nadie lo sabe pero quizás el destino de su situación caería en ese resultado, en cualquier momento y en otra circunstancia.

Pobre Budy, ahora la familia estaba obligada hacer sometida por Francisco o la cárcel, tal vez ira a una cárcel diferente a como pinta el resultado. Pero lo hace por el simple hecho de resguardar a su familia, de conservar lo que les queda, si trabajar como perro lo conllevaría a ese resultado, estaba dispuesto a hacer ese sacrificio.

Ahora la que llevará toda cagar de culpa es la pobre Venencia, aquella chica imprudente e inexperta quería brindarle la salida a su familia sin medir las consecuencias de sus actos, ahora ¿Cómo vera a los ojos de su padre? ¿Cómo vera los rostro de sus tíos que tanto la aman? Es horrible sufrir la sensación de ser una profunda decepción, pero es un precio bajo de lo que le espera a su padre.

Al día siguiente en el almuerzo todos andaban callados, ese ambiente cálido y lleno de conversaciones que tanto animaba a la familia, tan solo era un suspiro de nostalgia, era como estar en un velorio o quizás peor. La señora Bianca que tanto charlaba, hasta los gatos se cansaba de escuchar sus conversaciones sin sentidos, no emitía ni una palabra, salvo las necesarias para continuar con el día. Todos andaba muy pensativos, cabizbajos, una sombra de pesar en sus ojos y la ausencia de Venencia que era el brillo que faltaba yacía con su dolor.

En su cuarto, tan solo lloraba y lloraba, le daba tanta vergüenza bajar a la sala que ni el hambre la persuadía, se sentía como una indeseable, la piedra que destruyó la estabilidad de la familia. Cuando pasaba por su cuarto escuchaba sus quejidos y llantos, quería avisarle que su comida espera por ella y que su padre deseaba verla como siempre pero no respondía, tan solo se hundía en la cama cubriéndose con su dolor.

La señora Bianca que prácticamente era como su madre no soportaba escuchar sus llantos y lloraba por el simple hecho de oír su sufrimiento. La amaba tanto como a ella mismas o quizás hasta más pues la cuido desde que murió su madre, casi su vida entera como bien me relató. Se recostaba en un rincón oscuro a desahogar toda su escondida frustración pero cuando por fin estaba decidida en animarla, solo recibía su indiferencia, cosa que la volvía a destrozar y se marcha antes de romper en lágrimas.

El señor Budy en cambio solo caminaba y le daba las buenas noches detrás de la puerta, el andaba muy decepcionado pero le daba más dolor verla destruida de esa manera, era su pequeña, su amor y encanto, la gema más valiosa que la pastelería misma, según los ojos de su corazón, por ultimo le dice antes de marcharse —Todavía te sigo queriendo mi pequeña— ella no da respuesta solo se esconde entre las cobijas.

Al día siguiente, era mi último día para trabajar en la pastelería, el señor Budy me dijo que hoy se cumple el final de mi deuda que después de eso puedo irme a donde quiera pero solo como un último trabajo me dio un sobre para llevarlo a la oficina de correo y enviarlo. Observo el sobre y Mabel andaba emocionada porque quería irse para por fin ver a su mamá (Pobre niña) asiento y me despego a mi trabajo con Roble a mi lado y sin ¡MABEL! por si ocurre otra cosa.

Adentro, envió la carta y por mera curiosidad le digo al señor del correo —Oye ¿llego un.un.una carta para Ni.niconi Jiménez?

—Déjame revisar jovencito— dice el señor de piel pálida, enorme bigote y cabeza más brillante que la cascara de una sandía con unos anteojos redondo que le hacía ver los ojos mas grande como si fueran un par de lupas. Desistido a escuchar el tan esperado "No ha llegado nada" a un paso de despegarme de la mesa escucho —Si llego una carta— dice

— ¿UNA CARTA?—inquiero aun incrédulo como si se tratara de una broma

—Si es para un Niconi Cody Castillo Jimenez— dice leyendo otra vez a quien va dirigido

Puede a ver la casualidad que haya el mismo nombre o el mismo apellido pero no lo mismos dos nombres y apellidos ¿O acaso este será el caso de semejanza de identidad más exacta en el mundo? ¿O estaré exagerando? Todo eso lo sabré cuando lea esa carta

Lo recibo y si veía con claridad mi nombre y la dirección a donde fue enviada ¿A caso mi padre por fin dio respuesta? ¡OH... ESTABA EMOCIONADO! La Abrí y leía letra por letra una y otra vez para estar claro de su mansaje y descifrar su corrida caligrafía pero andaba tan emocionada que podía descifrarlas todas al primer vistazo, la volví a leer de nuevo y si eran sus palabras.

—Es él— dije exaltado — ¡ES EL!— grite de la emoción —ES EEEEL— le grite al cielo y algunas personas me veían extrañados como si mirara a un lunático religiosos gritándole a Dios—Debo avisarle a mi hermana—pienso. Desamarro a Roble mientras iba leyendo la carta "Estimado hijo, me da gusto saber de ustedes, han pasado tantos años y siento que todavía fueses aquel pequeño que quería salir de su cuna..."

De repente siento que Roble jala de mi mano y aquella carta es mordida por un nudo de la correa, enseguida aquel perro persigue a un gato huyendo con mi carta que se arrastraba en el suelo. —Roble— grité pero no me paraba y fui tras él, aquel perro desobediente se metía entre los pies de las personas para morder al gato, entrando a un callejón. Cuando por fin piensa que lo ha acorralado, aquel desesperado animal se entremete en una ventanilla, Roble entra también y yo andaba abajo viendo cómo lo hacía con mi pobre carta siendo maltratada.

No tenía otra opción, debía entrar a buscarlo pero cuando empiezo a saltar para entrar a hurtadillas en aquel escondido local, no me había dado cuenta que era la pequeña fábrica de la Duquesa.

Adentro me escondo entre las cajas y mientras Roble le gruñía al gato que estaba a punto de arañarle el hocico si le era necesario, estiro de la correa antes de que sufra su primera lección de modales —¡Basta Roble!— digo molesto tensando de la tela gruesa que le amarraba y aquel felino aprovecha en huir hasta desaparecer en la oscuridad de las sombras y cuando por fin desamarro mi maltratada carta, mayor sorpresa se descubre al frente de mis ojos, una que quizás salve a la familia Vítale...


Continuará...

Hola mis estimados lectores, espero que hayanpodido disfrutar este inquietante capitulo. Pobre Cody, aunque fue gracioso enlo personal (Que malvado) pero ahora la mala suerte pesa más en Venecia, pobreniña. La buena noticia es que por fin respondió el padre de Cody pero como siempre Roble haciendo de lassuyas. Ahora viene la siguiente intriga: ¿Qué estará escondiendo la Duquesa? ¿Acaso hay algo más de lo que aparenta? ¿Habrá alguna esperanza para la familiaVítale? Todo eso lo sabrán en el próximo capítulo. Saludos! 


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