capitulo 41
En sus miradas solo podías ver incredulidad, pálidos, sin ningún color en ninguna parte de su cuerpo. Sosteniendo sus agotados y muy adoloridos corazones. A pesar de que habían leído tal contenido seguían sin poder creerlo, aceptarlo.
¿Como podrían hacerlo? Si lo que habían leído es una barbaridad, desconocían a la persona que hizo todo eso. Ese no era su pequeño y amable Vadim. No podían creer que ese joven que siempre les sonreía y les llama mamá, papá, haya echo tal acto imperdonable.
¿Cómo aceptarlo? No podían, se suponía que es su pequeño hijo, alguien que siempre ha sido bueno con todos. Sin embargo al darse cuenta que toda esa amabilidad y su lado ingenuo era solo una fachada destruyó a esas dos personas. Que fallaron como padres no una, si no qué en dos veces.
Permitieron que su primer hijo fuera llevado lejos de ellos dos, para luego enterarse que todo esté tiempo su segundo sabía dónde estaba y nunca les quiso decir sin importarle cuando sufrieran por no poder encontrarlo. "¿Por qué tanto odió hacia Valentín?" Se preguntaron con impotencia. Impotencia por no ver sido capaz de criar bien a sus dos hijos.
Los señores Kant se preguntaban y se reprochan en qué habían fallado, en que momento dejaron de prestarle atención a Vadim para que actuará de esa manera. ¿que si ellos dos habían echo algo tan desagradable que orilló a Vadim hacer cosas como esas? Sí es así, que se los digan porque ellos no tienen y no encuentran ese motivo.
Había encontrado a Valentín pero estaban por perderlo nuevamente y en está ocasión también a su segundo hijo. Preguntándose si ese era su castigo por no haber podido protegido a Valentín y por ver permitido que Vadim llegará hasta ese punto sin retorno. Si su karma por ser malos padres es perder todo derecho a ser llamados una vez mas, papá, mamá.
—¿Qué veamos hacer?—Preguntó ella, sosteniendo dos marcos con fotos de sus hijos.—¿Dónde nos equivocamos, esposo?—Presiona sus labios con agonía.—¿Por qué Vadim le hizo eso a su hermano mayor?—Las gotas de agua caen en su regazo, su vestido se encuentra muy húmedo en esa parte.—No tenía por qué hacerle algo así.
Nunca se habían conocido como para que Vadim le tenga tanto odio y siempre le he mostrado, le hecho saber cuando lo amo. Que es mi pequeño hijo al cuál adoro mucho.
Cuando estaba con Vadim nunca mencionaba a Valentín. No podía hacer eso porque sabía que mi pequeño podía tomarlo a mal, por eso siempre procuraba no estar triste mientras jugaba con él. No quería que viviera con resentimiento hacía su hermano mayor, fui tan cautelosa pero al final falle como madre y persona.
—Tenemos que evaluar la condición mental de nuestro hijo.—Sus manos se vuelven un puño.—Cuando se expresa de Valentín es como si estuviera hablando de una persona completamente diferente, como sí Valentín le hubiese quitado el protagonico.—Su mirada se estruja al igual que si corazón.
‹Me dí cuenta ese día, en su mirada había un tremendo odio, resentimiento por su hermano mayor. ¿Por qué? Eso es lo que no entiendo, ¿por qué dice ser el protagonista si esto no es una novela o película? Somos pésimos padres que ni siquiera nos dimos cuentas de tales señales, ¿cómo pudimos no darnos cuenta? No merecemos llámanos padres cuando no hemos podido cuidar, proteger, a nuestros hijos.› El señor Kant, aprieta con más fuerza ese puño.
Cada vez que ejercer presión la palidez en sus nudillos es alarmante, buscando una manera con la cual ayuda a Vadim y poder pedir una vez más el perdón de Valentín. No quieren perder a nigún de sus dos hijos.
Pero sabe bien que lo que hizo Vadim es irreparable y tenía que pagar con la justicia, lo aman pero tampoco podían dejar impune el que haya enviado a desahcerse de los padres adoptivos de Valentín.
Eso es lo que mas les duele y les rompe el corazón a los señores Kant, de como Vadim pudo atravesar a eso. Esas dos personas eran inocentes, no tenía la necesidad ni el derecho de hacerles algo como así y todo para hacer sufrir a Valentín.
—¿Lo vamos a mandar a prisión?—Abraza con fuerza a su esposo.
—Sí.—Le corresponde el abrazo a su esposa.—Tiene que pagar sus crímenes.—Sollozan.—Pero no por eso lo vamos abandonar, no. Tenemos que estár con él y hacerle ver qué sin importar que lo seguimos amado. Sin embargo tiene que hacerse responsable de sus acciones.
Ella se suelta en un mar de llantos aferradose con fuerza de su esposo, sentía que su corazón está siendo aplastado de la manera mas dolorosa posible.
—Que cuando cumpla su condena estaremos esperando por él, que este lugar siempre es y será su hogar...sin embargo sobre Valentín.—Sus ojos se cubren de lágrimas.—A él nos tocará dejarlo ir.—Aprieta sus dientes con fuerza.—No podemos obligarlo a perdonar a su hermano menor, él le quitó lo que mas quería.—Las gotas de agua caen sobre la cabeza de su esposa.—Tampoco podemos suplicarle, Valentín está en su derecho a tenernos rencor..
Escuchar eso fue todavía peor para la señora Kant, tenía que separarse de sus dos hijos al mismo tiempo. Había encontrado a Valentín pero lo perdió una vez más. "¿Cómo se supone que superé esto?" Se preguntaba ella. Ya de por sí sentía a morir.
—No podemos obligarle pero tampoco puedo dejarlo ir, es nuestro hijo. No importa si no vive con nosotros pero por lo menos le suplicare que me deje verlo aunque sea una vez al mes... seamos pacientes.
—Sí.—Besa el cabello de ella.—Seamos pacientes.
—Hablemos con Vadim antes de llamar que vengan por él.—Muerde su labio.
Esto quizás me haga ver cómo una madre sin corazón que envía a su hijo a presión, sin embargo sería peor si permito que Vadim se salga con la suya. Él tiene que darse cuenta que sus acciones no fueron ni serán las correctas sin importar el motivo por el cual lo hizo.
Si una madre o padre permití que su hijo haga algo como eso [enviar eliminar a una persona] y vez de castigarlo lo premia, esos mismos padres le están haciendo un mal a su hijo y a todas las personas que los rodean. Duele, te falta el aire, te sientes a morir, pero es mejor eso a que tú hijo no tenga salvación y se siga hundiendo en la oscuridad.
—Si, tenemos que explicarle las cosas para que no las malinterprete.
De igual manera se que nos va a mirar con resentimiento por hacerle algo como esto, pero podemos soportarlo. Es por su bien, entre más luego sea enjuiciado mas pronto podrá salir.
—Esposa.—Sostiene la mano de ella.—Todo estará bien, duele sí. Pero con el tiempo todo esto ya estará superado.—Espero que sí.—Vadim estará reformado y cabe la posibilidad de que Valentín nos vea con ojos cariñosos.
—Voy a creer en ti, esposo.—Esconde su rostro en el pecho de él.—Nuestros hijos estarán viviendo felices luego de superar está situación.—Espero estar viva para en ese momento.
—Solo confiemos...
—¡¡Señora, señor...!!—El mayordomo entró corriendo, su expresión no es nada buena.—Estamos en problemas.—A penas y pudo hablar por la falta de air acusa de subir las escaleras corriendo.
—¿Q-Qué pasó?—Un mal presentimiento invadió a los señores kant.——¡¿No nos digas qué...?!—El mayordomo asintió.
—¡El joven maestro Vadim, logró escapar!—Informó.
Los padres se desvanecen al darse cuenta que, Vadim podría ir detrás de Valentín. Es por ese momento que lo encerraron para que no se hicieran mas daño pero no lo lograron del todo, y ahora Vadim se encuentra suelto.
—¡Envía a todos a buscarlo!—Ordenó el señor Kant.
—Ya lo hice señor.
—¡Esposo, tenemos que avisarle a Valentín!
—Ve a preparar el auto.—Le pidió al mayordomo.—Tenemos que ir a su habitación de hotel.
—Sí.—Salio rumbo a la cochera.
Los señores Kant lo siguieron mientras buscaban un número en su celular, le pedirían ayuda al señor Arce, padre de Kaisér. Qué les ayude en la búsqueda, es en el único amigo y socio al que le tienen confianza.
También es alguien que tenía tremendos recursos con los cuáles podría encontrar a Vadim, evitando así una tragedia.
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