Culpa
La tierra, Nuevo Mobius
Casa de Amy Rose
Cerré la puerta de mi habitación, caminé hasta llegar a mi cama y me dejé caer en ella, inmediatamente sentí el aroma a rosas y a cereza entrar a mi nariz cuando mi rostro hizo contacto con las sábanas.
Pasé mis brazos a los lados, acariciando lo suave que son, giré mi rostro y le ordené a mis pies deshacerse de mis tenis. Escuché cuando el par cayó a la alfombra que rodea mi cama, y tras aquel sonido, todo el resto fue un oscuro silencio que comenzó a perturbarme.
Siento en mi estómago como se revuelve el chocolate caliente que hace minutos había bebido con Mephiles y Evan, abajo en el comedor.
Cierro mis ojos para intentar calmarme y, fugazmente aparece la escena en la que golpeo al guardia, sus ojos se oscurecen y su sangre brota mientras lo veo caer y siento la humedad en mi puño.
Sobresaltada comienzo a buscar el rastro de sangre y lo recuerdo, ¡aún tengo puesto este mugroso traje!. Las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos y soy incapaz de controlar estas emociones, ¿por qué estoy tan sensible?.
Me levanto rápidamente y entro al baño de mi habitación, me siento completamente sucia, la sangre de ese pobre guardia inocente corre por la tela negra del traje ninja. ¡Nunca más lo usaré!.
Cuando me quito el traje de las mangas, veo la sangre esparcida por mi mano, trato de hacerlo lo más rápido posible hasta quitarme la parte de los pantalones. Lo hago con desagrado y cuando termino de quitarlo de mi pie izquierdo, lo dejo botado en una esquina del baño.
— Maldita licra... - siento que mi cuerpo se tambalea cuando el olor a metal surge del traje, comienzo a sentirme un tanto mareada y repito que no entiendo por qué estoy siendo tan sensible, no es la primera vez que veo sangre. Pero si es la primera donde mis manos están manchadas de ella.
Quiero lavarme.
Es lo único que pude pensar con claridad, abrí la llave del grifo de mi bañera y esperé a que se llenara a la mitad, agarré un jabón nuevo y mi esponja, metí mis pies y el agua está caliente, es perfecta.
Me agacho para poder sentarme y al sentir el agua en mis muslos, me apresuro a mojar la esponja con agua, tallarla sobre el jabón y comenzar a tallar mi piel. Un proceso que apresuro, odio ver como el agua se pinta un poco del tono rojizo. Tuve que quitar el protector de la bañera para que el agua sucia pudiera irse.
No comprendo por qué mi cuerpo actúa de esta forma, sé que soy muy sentimental y que a veces mis emociones logran ser mi peor debilidad, sin embargo..., siento que mi pecho se oprime.
¿Quizás es por lo que Mephiles dijo en la vieja cabaña?, mientras Evan y yo estemos cerca, nuestros sentidos cambian, nos volvemos sensibles, nos atraemos por alguna extraña razón y no puedo dejar de pensar que es un idiota, pero que me oculta cosas y que tengo derecho a conocerlas.
Abrazo mis rodillas mientras recargo mi barbilla sobre ellas, me arden los brazos y las manos por haberme tallado con fuerza, por suerte la sangre ya se ha ido pero, sigo creyendo que algún rastro de ella se esconde en ellas.
No es la primera vez que Mephiles o Evan acaban con la vida de alguien, aparentemente. Yo no creo poder tener el valor de hacerlo a menos que se trate de alguna situación realmente peligrosa pero, ¿en verdad puedo hacerlo?.
¿Puedo matar a alguien con tanta facilidad?, físicamente puedo, pero no tengo una mente fría como la de Shadow, Mephiles o Evan. Me pregunto qué fue lo que ese par tuvo que vivir para ser quienes son ahora.
Ellos están en un mundo distinto, una realidad tan diferente a la suya que hasta pueden perderse.
Creo que ahora estoy poniéndome en sus zapatos. Pero es difícil razonar mientras me siento triste y abatida. Vete ya, tremendo dolor.
Al salir de la bañera me sequé con una toalla gris, me puse una bata rosa que cubre hasta mis rodillas mientras la toalla la usé para las púas. Utilizo mis pantuflas para dormir y salgo del baño, veo de reojo el traje en el suelo y me limito a seguir haciéndolo.
Mañana lo voy a quemar. No dejaré ningún rastro de la noche de hoy.
Abrí las puertas del armario y busqué mi ropa interior, decidí usar un viejo sostén, no tengo intención de que mis senos se caigan tan rápido, pero tampoco quiero lucir con un conjunto provocativo estando rodeada de dos erizos. ¿O debería decir tres?.
A Shadow seguramente le pondría celoso el hecho de que estoy durmiendo en el mismo techo que dos atractivos erizos. Algo queme gusta, que me apasiona, es ver sus ojos brillar de lo furioso que está cuando alguien intenta sobrepasarse conmigo mientras él está presente.
Aún en estos momentos recordar su presencia me satisface bastante.
Me agacho a tomar las prendas de mi conjunto de pijama, un short y un camisón corto que terminé usando como blusa. ¡Mala idea!, siguiente. Sigo buscando hasta encontrar mi pantalón de algodón con estampado de ositos, incluso la camisa que elegí es morada con el logotipo de Disneyland, ese viaje fue maravilloso. Conocer al ratón fue una experiencia poco agradable, pero sus atracciones son divertidas.
No toda celebridad es una buena persona, él fue más arrogante de lo que me pude imaginar.
Me acomodé la pijama y volví a tumbarme sobre la cama. estaba lista para apagar las luces hasta que mi móvil sobre la mesa de noche vibró y la pantalla se iluminó.
Dice...
Sombrita ha enviado un mensaje
Me molesta que dejamos algo pendiente esta tarde.
Respondo:
¿No has podido descansar?, te tomaste tu tiempo para meditarlo.
Sombrita:
Tenías mucha prisa, te mereces la espera.
¿Merezco esperar su llamado?, una ligera risa escapa de mis labios y me acomodo en la cama mientras continuo escribiendo.
Un poco más y nos hubieran visto. Sé que tienes problema con eso y no quiero que la incomodidad crezca entre ustedes.
Sombrita:
No me interesa en lo más mínimo todo el odio que puedan tenerme.
Respondo:
¿Entonces está bien si dejamos que nos vean?.
No recibo respuesta, veo su estado y parece que se ha desconectado... siento que no me sorprende, ¿en qué estaba pensando al preguntarle algo así?. Dejo el celular de vuelta en su lugar mientras cierro los ojos y comienzo a recordar lo que pasó cuando estuvimos juntos.
— ¿Amy? - escucho la voz de Mephiles y un pequeño pitido molesto, ¿es mi comunicador? — esta cosa ha estado sonando, la dejaste en la sala. Estaba por romperla pero Evan dijo que podría ser importante.
¿Qué, cómo se le ocurre romperlo?. inmediatamente me levanto, bastante tengo ya para responder y creo que Tails y el resto sabe que pueden hablarme desde el celular.
Al abrir la puerta, Mephiles mira la pantalla y la luz que emana, parpadea y me lo extiende antes de desaparecer como humo. Supongo que ya se está acostumbrando, lo tomo y vuelvo a cerrar la puerta.
Respondo al llamado y puedo ver un mensaje de Tails.
"Robo, esmeralda, ¡ya!"
— Diablos... - necesito enviar una respuesta pero, carajo, me duele todo y estoy segura que si regreso a ese lugar, seguramente termine disculpándome con el guardia en cuanto lo vea. Es más, supongo que estaría nerviosa y claramente comenzarían las sospechas.
"Amy, ¿vienes conmigo?"
Veo el mensaje reciente de Sonic en de la pequeña pantalla del comunicador, ¡no!, es lo último que faltaba. Nerviosa apago el comunicador, dejándolo en silencio mientras regreso a la cama y me cubro hasta las orejas con una manta peludita.
Mi única salida es dormir, mañana seguramente tendré problemas con los chicos pero no puedo volver al museo, no por ahora.
Mucho menos dejando a Evan o Mephiles solos con una de las esmeraldas, alguien necesita cuidar de la esmeralda y mantener a ese par vigilado.
O podrían cometer cualquier barbaridad, peor aún, ser descubiertos y que yo... también quede expuesta.
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