Capítulo 8

Tengo que encaminarme hacia Zirka para intentar convencer a Black de que deje libre a mi hermano. Estoy consciente de que no será nada fácil hacerlo, pero algo se me va a ocurrir.

—Señor —me saludan los guardias.

—Déjenme pasar —exijo con voz grave —. Vengo a ver a un prisionero y a hablar con el Capitán Black —los guardias comparten miradas. En este preciso momento, todo lo que tenga que ver con este lugar y esta situación me irrita.

—Déjenlo pasar —anuncia Black, apareciendo detrás de los guardias.

Por un breve instante permanecemos mirándonos, yo con desagrado y él con una sonrisa victoriosa hasta que los guardias me abren camino para pasar.

Estar cerca de Black siempre me ha producido mala espina, como si mi bestia necesitara salir cada vez que lo ve. Es una sensación de siempre estar en peligro. Pero hace tiempo que aprendí a ocultarlo.

—Celda 9 —comenta sin dejar de sonreír —. Supongo que ahí está lo que buscas.

—Mucho cuidado, Black —advierto.

—Mucho cuidado, Inu. Recuerda que estás en mi territorio y no eres más que un forastero. Cuando termines ve a mi despacho. Sé perfectamente a qué haz venido —me deja solo en el pasillo.

Sigo la indicación de Black y vago por el pasillo de su carcel hasta dar con la "Celda 9". Y ahí está, sentado en una de las banca, con la cabeza reposando en el muro mientras mantiene la vista en el cielo del lugar, esperando quién sabe qué cosa.

—¿Mamá te rogó que vinieras? —pregunta sin dejar de mirar no sé qué.

—No, vine por mi cuenta, para ver cómo mierda puedo sacar a mi hermano menor de este lugar —permanece en silencio y sigue sin mirarme. Su actitud me irrita mucho más de lo que ya estoy y acabo pateando la reja al tiempo que me transformo —. ¡Mírame de una puta vez! ¡¿Quieres que te traten como un adulto? ¡Pues compórtate como uno, James!

—¡¿Y qué esperabas que hiciera?! ¡¿Dejar que nos echaran de nuestra propia casa por las deudas que dejó nuestro padre?! ¡¿Que nuestra madre tuviera que vivir en la calle?! ¡¿Que Dalia terminara quién sabe dónde?!

—¡Pudiste buscar una mejor opción!

—¡¿Como ir contigo a pedirte ayuda?! ¡Porque dudo mucho que en tu perfecta vida te hayas acordado que tenías una familia en este lugar!

—¡Siempre los tuve presente, James! ¡Pero me aterraba la idea de ser rechazado por ustedes también! ¡Me aterraba la idea de tener que volver a ver al hombre que me trató como si fuera un pedazo de mierda y que me echóde casa sin mirar atrás! ¡Tú...!

—Bien, suficiente —aparece Black —. Su discusión familiar se escucha hasta mi despacho y comienza a parecerme molesto.

—Vamos a negociar —le digo, pero su expresión me hace creer que ya tiene algo en mente. Como me gustaría borrarle esa maldita sonrisa del rostro.

—Ya está decidido el precio para salvar a este idiota de la cárcel —me mira fijamente y se cruza de brazos —. ¿Aceptas o prefieres dejarlo aquí con tu dignidad intacta? —río por lo bajo mientras niego con la cabeza.

—Eres un asco, Black. —James me mira confundido claramente no sabe lo que está pidiendo por su libertad —. Escoge otra cosa. ¿Cuánto quieres?

—Hasta que acabe.

—Hablo de dinero. No voy a hacer lo que pides.

—Bueno, entonces despídete de tu hermano, se los llevarán en quince minutos.

Miro a James, ahora muestra una expresión asustada. ¡Mierda!

—Bien... —digo antes de que se aleje —Lo haré...

—Perfecto. Sígueme entonces.

—Inu —James se aproxima a la reja y me sujeta del brazo —. Inu, ¿qué...? — todo queda claro con mi expresión —. No lo hagas, no es necesario, no tienes que...

—Cállate, James. No digas una palabra más —hago que me suelte y me alejo.

—¡Inu!

Sigo a Black hasta su despacho. Cierro la puerta detrás de mí, y lo veo con seriedad mientras se acomoda en su silla con las piernas abiertas.

—Bien, capitán Inu, empecemos de una vez —dice sonriente —. El tiempo se te acaba... —sabía que solo quería humillarme.

—Espero Riku me perdone por esto... —musito antes de acercarme.

》------------【🐺 ♡ 🐺】------------《


Abro la reja de la celda en completo silencio y James me mira sorprendido.

—Muévete —camina con paso inseguro y yo lo sujeto del brazo cuando queda a mi alcance.

Antes de salir del lugar, veo a Black mirándonos desde su despacho.

—Oye, Inu —me habla con tono de burla —. Vuelve cuando necesites otro favor —gruño de rabia.

—No quiero ver que pones un solo pie en Sulen. Mucho cuidado, Black —digo antes de seguir caminando con James.

Ya fuera de Zirka, camino en completo silencio mientras sujeto las riendas del caballo. Estoy tan distraído que ni siquiera estoy consciente de que James me ha estado mirando todo este tiempo.

—Inu...

—James —lo interrumpo —. Piensa bien en lo que haces con tu vida. Y más si lo haces por otros —escupo al suelo, como lo he estado haciendo durante todo el camino —. Quiero que te quede claro, que no lo hice por ti. Lo hice para ahorrarle más malos sabores de boca a mamá.

—Yo...

—Para que Dalia no tenga que hacer una estupidez peor que la tuya. Y para que esos niños que acogiste no terminen en otro lugar por tus errores.

De pronto me siento enfermo, mi estomago da un vuelco y solo quiero vomitar. Veo una zanja en el camino y corro hasta meterme en ella para expulsar lo que me mantiene en ese estado. Maldigo cada arcada hasta que logro tranquilizarme.

James se acerca a mí para ayudarme, pero se paraliza al ver la escena.

—James, ni una palabra de esto a nadie. Ni a mamá, ni a Dalia... Ni a Riku. En especial a Riku, ¿comprendes?

—Comprendo —responde con la cabeza gacha.

Me siento en el borde de la zanja para verificar que no volveré a vomitar. Siento que James sujeta mis hombros y apoya la frente en mi espalda.

—Perdóname, Inu. —solloza —Lo siento, lo siento mucho. No tenías que...

—Sí tenía —lo interrumpo sin voltear —. Mi deber es cuidar de ustedes, James. Sé perfectamente que no son niños como para decirles qué hacer. Pero sí puedo ayudarlos cuando toman la decisión equivocada.

—Gracias... Sé que es muy hipócrita de mi parte, pero...

—Solo no vuelvas a hacer algo tan estúpido como eso y cuida de esos niños... —lo siento asentir con la cabeza —. Volvamos a casa. Todos están preocupados.

Realmente no me siento muy bien. En verdad me siento enfermo. Para cuando llegamos a casa, mi cabeza parece dar vueltas y siento mucho sueño. Solo quiero ir a dormir.

Me doy cuenta de que ya estamos en casa porque siento el inconfundible tacto de las manos de Riku en mis mejillas.

—Estás ardiendo —toca mi frente —. Ven fortachón, necesitas descansar.

Camino por inercia mientras él camina frente a mí y me guía sujetando mi mano hasta llegar a la habitación.

—Recuéstate —me quita la camisa y las botas para luego ayudar a recostarme —. Te traeré algo de... —lo detengo. Apenas puedo mirarlo a través de mis lágrimas, y el nudo en mi grganta duele.

Riku vuelve a sentarse. Yo hago lo mismo y apoyo mi cabeza en su pecho.

—Lo siento. Perdón —sé que lo hice por mi hermano, pero aun así me siento miserable por Riku. Sé lo que hice pero él no. Estoy siendo tan egoista con él —Yo...

—Shh... —me abraza y acaricia mi cabeza —. Tranquilo fortachón... —dice con voz suave —. Te perdono. Sea lo que sea que hayas hecho, Inu —eso me calma en parte, pero aun así me siento mal —. El mundo es bastante cruel con todos. Pero, ¿sabes algo? Tú vuelves mi mundo un lugar bastante alegre. Y te amo por eso y más. Te conozco bastante bien. Sé que no harías nada sin una buena razón. Por eso te perdono sin necesidad de que me lo digas. Lo abrazo con fuerza.

—Gracias —digo entre sollozos mientras me aferro a él —. Gracias, Riku.

Riku acaba por recostarse junto a mí mientras me abraza. Me siento un poco más calmado. Por la fiebre, tengo mucho calor, pero no quiero separarme de él.

—Inu, quiero ir al baño. ¿En serio tendré que esperar a que te duermas para poder levantarme?

—Sí —ríe por lo bajo.

—Eres tan infantil... —besa mi cabeza —. Pues, ni modo. Pero si me orino aquí mismo será tu culpa.

—Está bien, puedo vivir con eso —ambos reímos.

Me resulta tan maravilloso que me haga sentir bien con su sola presencia y sus palabras, que hay veces en las que pienso que realmente no merezco a alguien como él.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top