Sans era un esqueleto risueño.

Amaba dormir, comer, las bromas y siempre tenía una sonrisa en la cara.

Claro que esto último no era porque fuera feliz...

Según él, su vida era un chiste, y no se equivocaba.

Solo era una pieza de un juego, siguiendo la misma programación y viviendo la misma historia una y otra y otra Y OTRA Y OTRA Y OTRA Y OTRA Y OTRA Y OTRA Y OTRA Y OTRA VEZ...

Solo quería ser feliz...

El humano que cayó al subsuelo, Frisk, mató a todos sus amigos y a su hermano. Y por supuesto aquello se repitió más, ya que el niño, aquel pequeño bastardo tenía el poder de la determinación. Lo cual dejaba que pudiera repetir aquel genocidio todas la veces que quisiera.

Sans solo pudo quedarse atrás y observar, porque, ¿Qué podía hacer el contra todo su mundo? ¿Qué podía hacer, él solo?

Nada.

Llegó un momento en el que decidió dejar sus problemas marchar. Comenzó a dormir más, para olvidarlos. La realidad y el sueño se juntaron.

Ahora vivía en uno.

Vio a su hermano morir, de nuevo frente a sus ojos. Soltó una pequeña risa. No sintió nada.

¿Dolor? No.

¿Tristeza? Tampoco.

¿Soledad? Ni un poquito.

Pero... No sentir nada era aburrido, muy muy muuuuuuuy aburrido...

Y entonces ocurrió.

Chara era un espectro del primer humano que cayó al subsuelo, también poseía el poder de la determinación y era así como aún estando sin vida, lograba permanecer en el mundo, como una sombra que perseguía a Frisk siempre, porque quería castigarla.

Castigarla por haber hecho sufrir a tantos monstruos.

Para aquello, tras hacer su primera ruta genocida, le dio su alma a Chara tras borrar la línea temporal, para combinando sus poderes de determinación pudieran restaurarla, lo cual le dio el poder de tomar una forma más allá de una consciencia y se convirtió en un espectro.

Al ver que Frisk no cambiaba y seguía disfrutando de matar monstruos, pensó en algo para cambiar la "rutina de cada día".

Las dos humanas negociaron sobre el futuro de aquel que sabía y más sufría por las líneas temporales, Sans y a la genocida se le ocurrió una idea.

Convertirlo en un asesino.

Así pues, la humana le ofreció al esqueleto un destino diferente.

Se negó.

Y murió, de nuevo.

La oferta llegó nuevamente hasta el pequeño juez.

Tras dudar unos instantes se volvió a negar.

Pero dicen que a la tercera va la vencida.

Esta vez, aceptó.

Una oportunidad para probar algo nuevo y recuperar sus sentimientos ya perdidos, matando a sus amigos y a su única familia...

El odio consumía su alma, culpaba a todos los monstruos de su miseria.

Mató y mató y mató, pero lo que de verdad le dolió fue matar a su hermano, cuyas últimas palabras fueron:

"HERMANO, NO SÉ QUE TE HE HECHO, PERO AÚN SI ME ODIAS, YO TE QUIERO MUCHO, ESPERO QUE MATARME TE HAYA DADO LO QUE SEA QUE ESTABAS BUSCANDO...

...LO SIENTO MUCHO, HERMANO"

Aquellas palabras cayeron como una piedra sobre su alma ya vacía.

Pero tan pronto como llegó ese sentimiento, se fue y ahora recordaba aquello entre risas de pura locura, aunque tal vez le siga doliendo, se reía de lo ingenuo que podía ser su hermano.

Su tonto, imprudente, inocente, feliz y cool hermanito pequeño.

Lágrimas negras se escapaban de sus cuencas, era su inmenso odio que buscaba una salida.

Retorciéndose en el suelo a causa de el gran dolor que invadía su alma y es que esta estaba cambiando.
Su determinación creció, modificando su esencia, dándole forma de diana carmesí que sobresalía de su cuerpo.

En el vacío de su mente sólo quedaba el inevitable deseo de

MATAR

Mató a Frisk y encontró la forma de anular sus poderes.
Chara, quién se alimentaba de la fuerza vital del humano, despareció sin dejar rastro.

Ya no quedaba más que polvo en el subsuelo.

Hasta que alguien apareció de la nada, alguien muy parecido a él.

—Killer Sans, te ofrezco algo muy especial...— Una voz grave se apoderó del ambiente, el llamado se dio la vuelta, sobresaltado.

Pensaba que había matado a todos.

—¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me llamas Killer? ¿Por qué te pareces tanto a mí? ¿Eres un monstruo? ¿Por qué estas recubierto de petróleo? ¿Por qué pareces un pulpo? ¿Por qué hueles a manzana? ¿Estás muerto? ¿Eres uno de esos emos? ¿Cómo has llegado aquí? ¿Tu también eres un esqueleto? Pensaba que era el único... ¿Y por qué eres negro? ¿Hay más razas de esqueletos? ¿QUÉ eres? — De una frase, muchas preguntas surgieron.

El contrario era una figura del mismo tamaño de "Sans", cubierto por una sustancia negra parecida al petróleo y varios tentáculos salían de su espalda, recubiertos por el mismo líquido oscuro. «Un pulpo petrolero», pensó él.

Se sentaron los dos juntos a la orilla de un lago, estaban en waterfall, rodeados de flores eco que revivían memorias de cuando él era feliz.

Y entonces el contrario habló. Le habló de miles de mundos y universos más que había, versiones de él diferentes y le puso un nombre, un nuevo nombre.

—Killer... Me gusta, puesto que ya no me siento como "Sans". Ahora soy Killer, jeje. Tal vez me cueste acostumbrarme, es mucho de golpe. — Sonrió ligeramente.

—A donde iba, quería proponerte unirte a un grupo llamado "bad guys", formado por asesinos locos como tú y como yo, vamos destruyendo universos, y causando desesperación, es muy divertido, deberías probarlo.

"Es muy divertido, deberías probarlo"

"Es muy divertido, deberías probarlo"

"Es muy divertido, deberías probarlo"

Aquellas palabras como eco resonaban en la cabeza de Killer como las campanadas en un campanario, vibraban contra las paredes y volvían chocando y rebotando en su cráneo.

Eran las palabras que Chara le dijo, las que lo convencieron, cosa que no le inspiraba confianza. NADA de confianza.

Pero sin embargo era irse con él o quedarse solo para siempre, nada quedaba para él. No tenía nada que perder, porque no tenía nada.

Aceptó otra propuesta que supondría un cambio enorme en su vida, de nuevo.

Así empieza esta historia, quién sabe si terminará bien, mal o si tal vez no llegue a terminar.

Pero es solo una historia entre muchas.

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HOLA PRROS >:D

¿Terminaré esta historia?

Probablemente no XD

PERO EY lo voy a intentar uwu

Ahora me despido

Ciao~

<3

1065 palabras.