Capítulo 15.-

¿Por qué wattpad no notifica que actualicé? :'( (intento no. 2)

El capítulo especial de hoy ha sido patrocinado por Jeon Jungkook y su angelical existencia. 

Porque ESE COVER representa todo lo que es esta historia, de verdad. 

Así que vamos a escucharlo antes de leer. :3 

https://youtu.be/N_apnycAKsk

Ella le había parecido la chica más bonita de todas.

En el pasado, cuando sólo tenía quince años y la vio por primera vez, ella le había dedicado una sonrisa amable mientras su hermano la invitaba a pasar a casa. El uniforme del instituto le quedaba a la medida y resaltaba con delicadeza la figura de niña que comenzaba a dejar atrás. Él sólo había podido quedarse quieto, casi congelado, mientras su hermano le revolvía el cabello y murmuraba su nombre.

Ella no le revolvió el cabello, sino que dejó un pequeño beso en su mejilla y luego subió las escaleras tras su hermano.

Ahora, en cambio, no quedaba ningún rastro de aquella sonrisa deslumbrante ni de ese largo cabello negro que le llegaba casi hasta la cintura y siempre llevaba suelto como si fuese un manto tan negro como el universo y en el que, en cualquier momento, podría contemplar las estrellas. Ya no entraba a casa como si destilara luz a cada paso, ni le saludaba con un beso en la mejilla y su cuerpo, ahora el de una mujer, no se dejaba entrever por las ropas holgadas que vestía.

Era increíble el cambio que había tenido en tan sólo unos años, tan sólo por el doloroso amor que su hermano le regaló.

Y no es cómo sí Jungkook pudiese hacer algo al respecto, no podía amarla como J-Hope lo había hecho ni era lo suficientemente fuerte como para brindarle una sonrisa que no fuese de consuelo cada mañana. Lo único que podía hacer era sostenerla y tratar de que las fisuras emocionales que su hermano había dejado en ella, no se hicieran más grandes.

No quedaba rastro de la niña más bonita de todas, sólo una mirada vacía en un cuerpo herido.

Eso fue lo que vio mientras corría calle arriba, sintiendo el frío calar un poco más en su cuerpo a medida que se acercaba a la entrada descolorida de su casa, donde ella permanecía de pie con las manos escondidas en los bolsillos de una chaqueta casi dos veces más grande que ella y mirando al suelo.

Tan triste como podía lucir una chica enfundada en la sudadera de su novio muerto.

.- L-lo siento tanto, nonna – fue lo primero que pudo decir mientras se apoyaba en sus rodillas y recuperaba un poco del aire que producto de la carrera había perdido – No fui consciente del tiempo y...

Ella alzó los ojos, mirándole con una sonrisa rota: .- No te preocupes, Jungkookie. El trabajo hoy fue... productivo, acabo de llegar.

La pausa en su frase le heló aún más la piel mientras se enderezaba, queriendo omitir cualquier significado tras ella. La primera vez que se habían visto, ella le llevaba varios centímetros de diferencia, pero era él quien ahora casi le sacaba una cabeza en estatura. Haciéndola lucir aún más desamparada bajo su mirada.

.- Debiste haberme llamado, Ji Soo – su tono era duro, pero su expresión era más de preocupación ante la chica frente a él, que lucía esa noche más frágil que nunca – No sólo dejar que la vecina lo hiciese para decirme que has estado aquí afuera desde hace rato.

.- Debí hacerlo, ¿no? – murmuró ella con cansancio antes de encogerse de hombros – Tu madre no me hubiese dejado entrar, Kookie. Perdí las llaves y sabes que se vuelve loca por cosas como esas.

Jungkook sacudió su cabeza, mirando de reojo la puerta cerrada de la pequeña casa de una sola planta con las ventanas completamente cerradas y tapadas con cortinas oscuras. La pintura se caía en las esquinas, dejando entrever el gris de la pared original, el intento de jardín que un día su madre inició había muerto semanas atrás por falta de cuidado y sólo quedaba la tierra adornada por plantas arrugadas y sin color. Era, en conjunto, una imagen triste la que proyectaba aquel lugar.

El lugar en el que había crecido.

.- Vamos, tienes que dormir – dijo luego de un momento de silencio, caminando hacia la puerta para abrir la cerradura con extremo cuidado, sin querer hacer un solo ruido – Puedo prepararte algo de desayunar antes de que vayas a la cama, ¿qué dices?

Ella suspiró, casi pegándose a su espalda: .- Tú también estás cansado, Jungkook. ¿No debería de ser yo como la mayor quien cocine algo?

Jungkook no dijo nada y abriendo levemente la puerta se hizo a un lado para que ella entrara. Un suspiro volvió a escapar de sus labios mientras se adentraba en la casa, todo el lugar permanecía a oscuras incluso aunque estuviese tomando color un nuevo día. El olor a guardado y podrido les golpeó la nariz a los dos, pero ninguno hizo ninguna mueca o pronunció alguna palabra. Ya estaban acostumbrados.

Ji Soo se agachó para quitarse las largas botas que le llegaban poco más arriba de la rodilla y poder caminar descalza sin temor a hacer ningún ruido. Jungkook dejó caer sus zapatos junto a los de ella, el desorden del calzado en toda la entrada le provocaba malestar, pero no tenía ánimos en ese momento de agacharse y acomodar par a par los zapatos.

.- ¿Crees que esté en su habitación? – le preguntó ella mientras se adentraba en el pasillo principal, caminando con suavidad por el lugar y sin girarse a mirarlo, ella sabía que la observaba con atención, en búsqueda de cualquier signo de malestar – No quiero tener que cargarla otra vez hasta su cama.

Él nuevamente no dijo nada, porque no hizo falta nada más que entrar en la pequeña sala de la casa para ver la luz del televisor en mute iluminar la imagen de su madre sobre el sofá con dos botellas de soju vacías a su lado. El cabello le cubría el rostro por completo y la bata que vestía estaba desordenada, dejando ver la desnudez bajo ella. El olor al cigarrillo inundaba toda la instancia y consiguió de arrugase la nariz con molestia.

.- Ah... ¿cuándo aprenderá? – preguntó con cansancio la chica, ladeando su cabeza y mirando con lástima a la mujer frente a ellos – Deberíamos de llevarla con ayuda, Kookie.

Jungkook negó con la cabeza antes de hablar: .- Los tratamientos son costosos y tenemos otras cosas en las que pensar.

.- Es tu madre, Jungkook. También debería de ser una prioridad – el tono utilizado por ella fue amable y sabía que ella sólo buscaba darle su opinión sin iniciar una discusión, por lo que volvió a callar como respuesta – Necesita ayuda.

.- Todos necesitamos ayuda, Ji Soo – corrigió mirándola y queriendo borrar de su mente la imagen desastrosa de su madre – Ella no fue la única a la que dejaron en una situación de mierda, ¿vale? Creo que sabes eso mejor que nadie y yo no voy a permitir que el poco dinero con el que sobrevivimos sea malgastado aún más por ella.

No había querido sonar brusco, pero ya habían hablado de ello en el pasado y no quería tener que volver a repetir aquel momento. Sabía que su madre necesitaba ayuda, sin embargo, era consciente que tenían otro tipo de prioridades y que era ella quien necesitaba ayudarse a sí misma. No podía ser arrastrado por esa espiral de destrucción que había creado la mujer.

Con la muerte de Hoseok se le había derrumbado toda su vida, Jungkook era consciente que esa era la idea que su madre tenía. Su hermano mayor había sido desde el principio lo más amado por ella, había sido producto de la única relación basada en amor que tuvo y desde pequeño había mostrado su gran talento para el baile mezclado con una personalidad burbujeante.

Jungkook en cambio, sólo había vivido en un rincón del corazón de su madre.

.- ¿La llevamos a la cama? – rompió el silencio Ji Soo, su cuerpo delgado se encogió aún más en la gruesa sudadera mientras apartaba también la vista.

.- Déjala ahí, despertara más tarde y se arrastrara por su cuenta hasta la cama.

No esperó respuesta de su parte y dándose media vuelta se encaminó hacia el final del pasillo, donde las puertas de las habitaciones tomaban forma. Escucho sus suaves pasos tras él, pero no le prestó atención, acostumbrado ya a esa rutina cada mañana. Ambos llegaban a casa y la encontraban en algún lugar tan borracha que no sería capaz de ponerse de pie, a lo mejor la llevarían hasta la cama y luego cada uno buscaría como vivir un día más con el vacío de sus interiores.

Su habitación era la última del pasillo.

Y entrar en ella le provocaba una sensación extraña en la boca del estómago. A pesar de todos los meses que habían transcurrido desde la muerte de J-Hope, no dejaba de ser extraño entrar a la habitación que habían compartido toda una vida y ver la cama de su hermano al lado derecho todavía con ropa sobre ella, los posters de diferentes cantantes decorar su pared al igual que los trofeos de sus competencias de baile en las repisas.

Ni siquiera era capaz de ver la foto de J-Hope abrazando a Ji Soo que adornaba la mesa de noche que había sido de su hermano.

Después de toda una vida juntos, durmiendo uno al lado del otro en la que había considerado una habitación asfixiante y reducida, Jungkook tenía la habitación para él solo y lucía tan gigante que parecía cernirse sobre él para aplastarlo. Aplastarlo con la soledad, el frío y los demonios que se ocultaban en ella, en cada rincón y cada sombra.

Los demonios con los que se vestía cada vez que entraba ahí y que trataba de encerrar cuando debía salir a la calle y fingir que no existían.

.- Egoísta... - chasqueó la lengua con molestia y comenzó a desvestirse, queriendo enterrar su cara en la almohada tan sólo unas horas y olvidarse de todo.

Soñar a lo mejor con el castaño que esa noche le había abrazado y le había hecho sentir, por un instante, que también existía luz en ese infierno en el que vivía.

Sin embargo, el llanto retumbó por todo el pasillo y le obligó a salir de la habitación con el torso desnudo y el cabello revuelto. Había tenido miedo de ese llanto desde siempre, temeroso de que significase algo que no pudiesen controlar, algo que no estuviese en sus manos y que, como el inexperto adolescente que seguía siendo, le resultara incomprensible.

La diminuta habitación en la que Ji Soo dormía estaba al frente de la suya. Una especie de cuarto de aseo que habían acondicionado con una cama plegable y un cesto para su ropa; una medida rápida cuando ella se negó a entrar a la habitación en la que J-Hope y ella compartieron tantos momentos. Se había derrumbado aquella tarde frente a la puerta, todavía débil emocional y físicamente.

Ningún doctor en aquel hospital había podido sanarla y él sabía que nadie nunca podría hacerlo.

Pensó inevitablemente en lo que le había dicho aquella primera noche a Taehyung. Aquella sentencia a la que había sido condenado por culpa del egoísmo de J-Hope. "Atrapado para siempre con esto... con cuidarla a ella y reparar las heridas que él le hizo." No había hablado de su madre, como seguramente había pensado el castaño.

Había hablado de Ji Soo.

La chica que conoció cuando ella tenía quince años y le dio un beso en la mejilla. Quien había acompañado a su hermano por largos años, reído y llorado a su lado. Quien había celebrado con J-Hope tantos cumpleaños que las fechas de sus nacimientos se desdibujaron. El 11 y el 18 de febrero dejaron de marcarse individualmente para convertirse en uno solo, como ellos dos.

Había hablado de la mujer que había sido echada de su casa sin ninguna consideración y a quien le arrebataron todo su futuro.

El futuro que ella había imaginado como una profesional, como la esposa y madre de los hijos de su hermano. Al final, había sido reducida a una chica de 22 años, triste y delgada que no había tenido otra opción que pararse en una esquina y montarse en automóviles de desconocidos, por las últimas semanas para poder ayudarle con los gastos.

Hoseok la abandonó como lo había hecho con él, pero había sido tan cruel con ella. Porque lo único que ella consiguió de ese futuro junto a Jung Hoseok fue ser la madre de su hijo.

El bebé que había nacido la noche en que decidió tirarse de aquel puente y que no llevaba su apellido sino el de Jungkook porque nunca había llegado a verlo.

Jeon Ji Seok...

Una muestra de amor de parte de los dos hacia el egoísta y cobarde de J-Hope. Un hermano que reconocía a su hijo y una mujer que lo nombraba en honor a su amor.

.- Shh... Shh, amor – le escuchó que susurraba cuando él entró en el pequeño espacio, su pierna golpeándose de inmediato con el borde de la cama plegable donde ella permanecía sentada y cargando a un pequeño y diminutos bebé de cabello negruzco – Mami está aquí, nada va a pasar.

Jungkook suspiró y se dejó caer a su lado, pasándose la mano por el cabello mientras ella alzaba la mirada hacia él, su mano sosteniendo la cabeza del bebé contra su pecho y meciéndose delicadamente, incluso con todo el cansancio que pesaba sobre su cuerpo.

.- ¿Necesitas algo...?

Ella negó, sonriéndole suavemente antes de regresar su atención al bebé que seguía llorando en sus brazos: .- Mi amor, mi príncipe... aquí está tu tío también – le susurró, sus labios contra la cabeza del bebé – No dejaremos que nada pase, estamos aquí... los dos.

Jungkook sonrió y estiró su mano para acariciar la espalda desnuda del bebé. Después de aquella tarde en la que Ji Soo le llamó porque Ji Seok no estaba respirando bien y debieron ir a urgencias, los dos asustados y llorosos; había comenzado a temer por cada llanto que saliese de aquel pequeño cuerpo.

Pronto el llanto se calmó del pequeño, sintiendo el tacto cálido de los dos y los dejó a los dos sumidos en un silencio rotundo y demoledor.

Ji Soo volvió a mirarlo, sonriendo: .- Pronto será tu cumpleaños, Jungkookie – comentó como si fuese una ocasión especial - ¿Quieres que hagamos una fiesta? Puedo limpiar toda la casa e invitamos a alguno de tus amigos... no sé.

.- No necesito una fiesta, Ji Soo – negó sin mirarla, su mirada todavía fija en la espalda del pequeño contra el cuerpo de ella - Contigo y Ji Seok es más que suficiente.

.- Pero... me hablaste de ese chico, Taehyung, ¿no? – inquirió ella - ¿No quieres compartir con él algo como tu cumpleaños?

Jungkook suspiró, sintiendo que había dejado de vivir hace tanto: .- La verdad es que no.

.- ¿Es por nosotros? – se mordió el labio ella, su tono era triste – A lo mejor no quieres que se asuste por nosotros, ¿cierto? Un bebé y una prostituta...

.- Claro que no – respondió con seguridad, ahora sí mirándola con tanta dureza que ella se encogió ligeramente - No vuelvas a decir algo como eso nunca más.

Ji Soo guardó silencio, pero asintió dejando que el silencio volviera a instalarse entre ellos y sólo los pequeños sonidos que Ji Seok soltaba entre sueños inundara el diminuto cuarto. Jungkook quiso abrazarla, pero nunca lo había hecho. Quiso ver en ella a la chica tan bonita que había conocido, pero ya no existía.

Hoseok había destruido todo eso.

No quería que Taehyung la conociese nunca porque no quería que, así como con él, la mirara con lástima por el trágico destino que tenía debido a las decisiones de alguien más. No tenía por qué saber nunca de la chica frágil y desamparada que J-Hope dejo atrás como un vil cobarde. No tenía que saber nunca del pequeño bebé que se había quedado sin padre.

Taehyung nunca debía saberlo.

Era mejor que viviera con la mentira que J-Hope le dijo sobre ese puente, que sólo él iba a extrañarlo.

Así como nunca tendría que saber que aquella noche, Jungkook estaba al otro lado.

Mirando.

Buenas noches... 

Admito que este capítulo es para mí, uno de los mejores capítulos de toda la historia y que escribirlo me removió todo en el corazón. No sólo es el primer capítulo centrado en Jungkook sino que podemos ver realmente cómo es su vida y qué fue aquello que Hoseok dejo detrás de él y por lo que Kook está tan enojado con él. 

Una muestra de los destinos que se tejen por las decisiones que se toman y que, así no se piense, afectarán siempre a otros. No sé, creo que es una de las cosas más importantes de toda esta historia: nunca vivimos en soledad, ni siquiera sentimos en soledad. 

En fin, ¿qué les pareció? ¿Se imaginaban algo así cuando Jungkook hablaba de lo egoísta que había sido Hoseok o de la condena que cargaba? Incluso podemos ver por qué aquella tarde Jungkook no atendió a Tae y Jimin en el restaurante. 

Pero más que nada... ¿Qué creen que hay detrás de la mentira de Jungkook, del haber estado esa noche en el puente? 

¿Muchas preguntas? :P

Pasemos entonces a otro asunto: Ji Soo está basada en Seo Ji Soo del grupo Loveliz; creo que la fuerza real de esa chica es de admirar y es por ello que está en esta historia. 

Ahora, respecto a la increíble canción que añadiremos a esta historia... (Por cierto, déjenme decirles que 4 O'clock es la otra canción OST de esta historia. Así que ya tenemos la pareja, una de Kook y otra de Tae). Creo que la letra de ese cover expresa todo lo que es el personaje de Jungkook, toda la transición que hemos ido viendo en él. Así que para mí, tanto como 4 O'clock hablando de la historia de Tae, creo que le queda como anillo al dedo. 

Pero hablando del vídeo... ¿No les parece que Kook canta con mucho sentimiento y sus ojos se llenan de lágrimas? Admito que escucharlo y verlo me producen una mezcla de emociones complicada. Me encanta la letra y su voz, pero la nostalgia que transmite me produce un hueco en el estómago. ¿No les pasó? Es una interpretación hermosa. 

Y cómo luce... tan etéreo. Una especie de ángel triste. (Uhh, acabo de tener una idea con esa frase).

Aunque vi por ahí que hay muchas fans preocupadas por cómo se ve. Incluso algunas estaban hablando de que nuestro maknae estaba deprimido o pasando por malos momentos. No sé, yo sólo veo al Jungkook de siempre disfrutando la música desde lo más profundo de su ser. Por supuesto, él siempre ha dicho que canta lo que le gusta y le identifica, así que esperemos que los pensamientos preocupados de las fans no lleguen a él. :P 

No siendo más... creo que me voy ya a dormir porque mañana (o más bien en unas horas) tengo una importante exposición sobre mi tesis de grado. Jajaja 

Gracias, gracias. 

PD. MooniexWindMind espero que este capítulo especial te haya gustado. ♥️

(No sé porque no me deja poner tu perfil en la dedicatoria :( )

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