~38~ "Amigos"

La mañana siguiente Mephiles se levantaba temprano para preparar un desayuno a Silver, el erizo plata seguía  dormido y aprovecharía su reciente inspiración para tratar de impresionarlo.

Salió al comedor donde encontró a Nine sentada y taciturna, podía haberla ignorado pero, era amante del chisme, además de que la tetera en la estufa hace tiempo que ya se le había  evaporado el agua.

—Hey la tetera.

Nine no hizo caso, tenía  la mirada perdida en algún lado.

—¡Ah Tails! ¿Ya te levantaste?

Nine reaccionó levantándose de golpe y buscando al susodicho, grande fue su sorpresa en ver la sonrisa maliciosa del pequeño demonio que alguna vez tuvo de hijastro.

—Mephiles...— Le nombro con furia.

—No hacías caso— El erizo apagó el fuego dejando por fin descansar a la tetera— Y si por tu mente de anciana fuera, ya nos hubieras matado.

Nine se cruzó de brazos, tratando de disimular que el comentario no le afectó, había  olvidado que quería hacerse un café, después de todo en la noche no pegó el ojo.

—¿Qué  quieres?— Preguntó a la defensiva.

—Venía a hacerle unos hotcakes de chocolate a mi copo de nieve, pero no me esperaba encontrarme contigo, aún  faltan unas horas para que entren a clases ¿no?

Nine suspiró, rindiéndose, necesitaba hablar y Mephiles era su única opción.

—Ahh— se dejó  caer a la silla desesperada— ¿Qué  voy hacer Mephiles? Ayer hice algo que no debía...

—Mmm anoche los noté raros cuando Silver y yo vinimos a cenar, ¡no me digas! ¿Ya se aparearon?

Mephiles tuvo que hacerse sombras pues la zorro atacó con todo usando sus colas mecánicas y una silla.

—¡NO! ¡Arg!— Nine soltaba un grito ahogado entre sus colas que uso de silenciador.

—Calma— Volvió a materializarse—A ver, cuéntame, ¿Qué te aflige?

Nine respiró hondo disipando su ira lo más  que pudo.

—No entiendo que me pasa... ayer me la pasé tan bien a su lado que estuve dispuesta a... a...

—¿A relacionarte con él íntimamente? Te lo digo así para que no te enojes, sensible.

—Sí...

Nine aceptó su atracción extraña hacia su otro Yo.

—Así  que te gusta tu versión masculina, segura de sí misma, protectora, comprensiva y que te presta tooodaaa esa atención que nadie te ha dado en este lugar, un Tails varonil que tú misma has forjado gracias a todo lo que le hiciste vivir, jajaja que irónico jajaja

—... No sé si me gusta... creo solo es porque... ambos de alguna forma somos la misma persona.

—¿Narcisismo? ¿Y lo malo? Ya te lo dije— El erizo sonríe  malicioso, desplazándose hasta la mesa donde se recostó y como un gato jugó con los bigotes de la hembra.— Ahora eres Nine, y además una preciosa zorrita que... ... —Mephiles guardó  silencio, sopesando la situación— ¿Oye pero que no Tails es gay?

Nine se ocultó entre sus colas.

—Ah... guerra perdida desde la toma de armas amiga, ni modo, mejor vuélvete a tu línea.

Las insensibles palabras de Mephiles le hicieron pensar en si había  algo por lo cual regresar, recordó entonces la sorpresiva aparición de Shadow, el Shadow de su línea original.

—... Por cierto... ¿Y Shadow? El Shadow que te llevó de la oreja y te puso en su lugar ayer.

Mephiles se giró sobre la mesa recargando su cabeza sobre sus brazos, su semblante burlón cambio a uno de seriedad.

—Ese padre no es mi padre original, y lo sabes ¿cierto? Te habló con tanta familiaridad  que diría yo que es tu Shadow.

—Exacto, y me sorprende que esté aquí... después  de todo fue el primero en alegar que no se debe viajar por mero capricho.

Nine azotó las colas sobre sus rodillas las cuales tenía abrazadas con sus brazos apoyadas en la silla. Mephiles la analizó con cuidado, de verdad podía ver molestia pero también preocupación, aunque la zorro no lo aceptase, estimaba a ese erizo inmortal.

—Me dijo que no me metiera entre ustedes, es decir entre Tails y tú,  que te dejase de meter ideas en la cabeza y te dejara hacer lo que tengas que hacer.

—Je, como si fuera tan fácil,  me dijo que le fuera a ver pero ¡no pienso ir! Que se vaya por donde vino.

El sonido de una puerta los hizo callar, era Tails saliendo de su habitación y al mirarles se detuvo a analizar la situación.

—¿Tan pronto se levantaron a desayunar?— Preguntó buscando indicios de comida.

—Nah— responde Mephiles deslizándose por la mesa para al fin terminar de pie sobre el suelo— Vine a hacer unos hotcakes de chocolate, te vi los ingredientes anoche, en la alacena, pero ya me dio hueva, ¿Y si los haces por mí? Prometo recompensarte madrecita linda.

Tails sonrió negando con la cabeza.

—Aún no me acostumbro a tu forma de hablarme, pero bueno, lo haré.

Mephiles no pensó que realmente aceptara pero feliz se deshizo en sombras y se dispuso a regresar a dormir bajo la cama de Silver.

—Solo dile a Silver que yo los hice, sino no hay trato.

—Je, sabía que había  gato encerrado, claro, así lo haré, ¿Qué  tal la habitación de huéspedes?

El erizo ya se había esfumado.

—Durmieron bien—Respondió Nine levantándose de la silla, trato de no ver a la cara a su contraparte.

—¿Y tú?

La conversación parecía fluir normal.

—Muy bien también— mintió— Gracias.

—Insisto que no debiste dormir aquí en la sala, debiste dormir en mi cama.

Las palabras sonrojaron a la zorro que mal pensó el contexto, realmente estaba asustada por esa traición de su mente.

—... Estoy bien, en serio.— nerviosa se acomodó los mechones rebeldes de entre su cuello y trato de fisgar un poco notando que el zorro llevaba puesta una pijama que dejaba ver   un poco de su cuerpo el cual se preguntó si alguna vez tuvo así de bien formado su cuerpo masculino, ella cuando era él— ¡Y-yo me-me voy a-a asear al baño!

Trato de pasar a un lado del zorro pero este se interpuso haciéndola gritar internamente mientras luchaba por mantener una mirada neutral, ¿dónde  había  quedado toda esa máscara de chica mala y decidida? Ese zorro la destruye con tan solo su presencia.

—Antes de eso... debo disculparme.

—¿Eh?

Tails bajó la mirada apenado.

—Anoche fui grosero contigo y... lamento que hayamos hablado tan poco... debí ser más atento pues eres mi invitada y... puse una barrera estúpida entre nosotros... todo porque... tuve miedo...

—... ...

—Yo empecé  siendo el cariñoso, no debí de rechazarte así... suelo tocarte con confianza tratando de reconfortar tu pesado viaje mimando tu espíritu... lo hago porque quiero que seas feliz y... anoche mal interpreté tu gesto que realmente me disculpo.

《Entonces,  considera imposible la atracción física o romántica, viéndome más como un otro Yo que le gustaría tratar con cariño y atención, pero... el hecho de que me mal "interpretara"... significa que reconoce lo que pasó entre líneas y puede que, no sea sólo su "contraparte"》

—No tienes que disculparte— Respondió tras ese breve análisis mental mostrando una despreocupada sonrisa—, fui yo quién no supe... expresarme claramente.

Tails por fin la miró a los ojos sonriendo aliviado.

—Por favor acepta esto como disculpa.

—¿uh?

Entre sus manos le fue entregado un precioso pasador haciendo juego con el diseño de sus colas mecánicas.

—Tienen la capacidad de ser un arma blanca para apuros y... un bolígrafo de tinta y digital, no sabes cuantas veces he odiado estar buscando uno a la mano y no encontrarlo.

Nine lo guardó entre sus manos y no dejaría pasar esa oportunidad.

—Gracias.

Impulsó un poco sus pies poniéndose de puntitas para alcanzar al zorro y darle un beso en la mejilla, cerró  los ojos prolongando el beso silencioso un poco más  de lo que es habitual; el zorro macho no dijo ni hizo nada, era inesperado, era inexplicable, era su primer beso en la mejilla que no pudo evitar sentir vergüenza, la cual disimuló con una calmada sonrisa.

—Por nada Nine, empezaré a hacer los hotcakes.

Tails caminó hasta la nevera y Nine hasta el baño, el corazón de la zorro palpitaba tan rápido que la sensación la hizo sentir tan bien como no recordaba haberse sentido hace tiempo, se miró en el espejo y noto una sonrisa de felicidad que no hizo más  que ponerla más  feliz, llevó sus manos a su pecho y sintió su corazón danzar, fuese lo que fuese que sintiese por Tails le estaba gustando, no importa si era sólo atracción por la extraña relación genética que mantienen o algo más, estaba siendo genuinamente feliz y eso nadie, absolutamente nadie podría impedirselo disfrutar.

Una hora y pico más  tarde salía del baño con una ducha y su ropa de ayer limpia gracias a la secadora, Nine no se olvidaba de colocar su reciente regalo de disculpa en su cabello el cual ha mantenido corto pero esponjado,  caminó hasta el comedor donde ya había dos niños comiendo felices y platicando con a quién seguían diciendo madre y Tails les servía más  leche calentita para acompañar los ricos hotcakes que ya le deshacían la boca con el olor.

Ver ese momento que parecía el de una familia le recordó la familia que dejó atrás,  un sentimiento de añoranza y culpa la embargó por un momento preguntándose como pudo ser tan distante con las personas que le acompañaron en su vejez.

—Ven Nine, a ti te dejé el hotcake más  grande, a mi me encanta con leche condensada y fresas encima.

Tails le devolvía el animo haciéndola correr hasta su silla para recibir su antojable postre. Noto que los hotcakes tenían varias formas y los de los erizos tenían figuras infantiles que a ellos les estaba encantando, seguían  siendo unos niños en esencia que eso la hizo reír y burlarse; su hotcake tenía la forma de la cara de un zorro, y la que se servía Tails era en forma de corazón, había  hecho algunos más con ese molde pero seguían en reposo, fue entonces que nuevamente atraída por la emoción de ver que pasaba, se atrevió a decir:

—Oye Tails, dame tu corazón.

Los erizos dejaron de comer dejándo caer el pedazo restante de pan que su boca no pudo sostener, Tails parpadeó un segundo para luego reírse y deslizar su plato hasta la hembra.

—Aquí  lo tienes.

Nine sonrió lanzándole una mirada coqueta al zorro que con normalidad sólo tomó otro hotcake y se lo sirvió en un nuevo plato, se sentó en su silla y siguió como sin nada retomando la conversación con los niños.

Disfrutó de su desayuno como nunca, disfrutó la conversación amena y disfrutó de mantener sus ojos sobre Tails.

♡◇♡◇♡

—Bien, no vayan a hacer nada raro en nuestra ausencia— Tails tomaba las llaves de su departamento y junto con Nine se disponía a ir a sus clases.

—Sí sí, sólo váyanse ya.

—¡Que tengan un excelente día madre!

Los zorro emprendieron camino hasta la universidad, donde Nine a cada paso que daba se acercaba a una realidad que, será su mente de anciana o tal vez su felicidad momentánea que le ciega y no le dejó pensar, calcular, preveer, que si su Sonic no está, el de Tails sí.

—Debemos ir a ver a Eggma-

—¡Nine!

Un grito desde la lejanía interrumpe al zorro, que esperadamente ve venir a Sonic, sonríe al verlo llegar pero el erizo totalmente confundido se detiene en seco a unos pasos de los zorros.

No dice nada, pues la lengua se le a entumecido de la sorpresa, esos dos estaban juntos y además parecían haberse acompañado en el camino a la universidad  sosteniendo una conversación amena.

Nine siente un balde de agua fría  sobre ella, un peso muerto caer dentro suyo a su estómago, había olvidado por completo que, era más  que obvio que Sonic los vería  juntos, 《Eh estado tan ocupada pensando en qué diablos me sucede con Tails que... olvidé  a Sonic》 pensó aterrada tratando de forzar una sonrisa.

—Hola Sonic, buenos días.— Tails fue el primero en saludar, se apartaba de Nine y como si le diera paso libre a Sonic sonreía feliz— oh cierto, creo quieres hablar con ella.

Sonic no respondió de inmediato, Tails actuaba raro, y Nine ni siquiera se comportaba como de costumbre tampoco.

—Eh... sí... buenos días...¡un momento!— se armó de valor para preguntar— ¿Qué  hacen ustedes juntos? ¿Se venían  acompañando?

Tails fue el primero, no, el único en responder:

—Sí,  ahora somos amigos, nos hemos tomado el tiempo de conocernos este fin de semana limando las asperezas de nuestra relación, pensamos que es lo mejor para el equipo, además de que hemos descubierto que tenemos mucho en común y algunas buenas cosas de las cuales hablar forjando una amistad.

Ni a Sonic y mucho menos a Nine, les dio gracia la palabra "Amigos"

—Ah...— solto sin saber qué  decir, no entendía porqué esa noticia era desgracia para él— Es bueno saberlo, todos estarán  contentos.

—Gracias Sonic, también hablará Nine con los demás, bueno— Tails cortó la conversación rápidamente, tomando del hombro a cada uno y dándoles una palmada— Les dejo, yo me adelanto.

—¡Eh!

Nine intentó hablar,  detener a ese zorro pero todo lo que ha hecho y destruído se levantaba ante ella como un muro impenetrable, Tails se alejaba, Tails se apartaba del camino como justo prometió, Tails renunciaba a Sonic. Miró justamente al erizo quien la miraba seriamente y esa sensación que antes añoraba ver, ahora era una cadena: Es la novia de Sonic, es su chica y es también la heroína que todos ahora conocen como la pareja y ¿porqué no? Para bien o para mal, la posible futura esposa del héroe azul.


Continuará...


¡Y por fin he llegado a esta parte! Sonic haciendo acto de aparición recordándole a Nine que sus actos tienen consecuencias una vez más, Tails desistiendo de su amor por Sonic y dedicando su atención a lograr la felicidad de su otro Yo, cosa que ha hecho que Nine ahora confusa por todas esas emociones nuevas se encuentre encerrada en un laberinto mental y circunstancial donde Sonic es la espada y Tails la pared.

Gracias por leer.

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