-Hank, necesito hablar contigo un momento
-Claro, acompáñeme –asintió levitándose de la mesa

Adoptando una postura más seria, Matt se levantó de la mesa, pero no sin antes besar la mejilla de Victoria, quien los observó extrañada desaparecer por un pasillo.

Hank lo guió hasta su oficina en casa, en donde tomando asiento aguardó hasta que Matt hablara.

-Me considero un hombre muy tradicional, Hank, me gustan las cosas en una sola línea, y quiero ser muy claro contigo –dijo rompiendo el silencio
-Finalmente vamos a hablar de mi hija –suspiró resignado, y algo nervioso
-Así es –asintió un tranquilo Matt
-Lo escucho
-He venido aquí con un claro objetivo, pedir la mano de Victoria, es muy importante tu consentimiento, eres básicamente su única figura paterna, y me gustaría contar con tu apoyo –expresó tan serio como de costumbre
-Señor Rothschild, lo que acaba de decir suena como si estuviera negociando... solo quiero que mi hija haga lo que ella quiera, lo que la haga feliz, si acepta o no es decisión suya

-Lo entiendo perfectamente, Hank

-Me alegro, pero necesito saber que no es otra de sus "manías", con todo respeto, la última vez que hablamos de ella fue para firmar un contrato en el que debía vivir bajo su techo, siendo sincero, si hubiera sabido que esto pasaría no hubiera firmado nada, la conozco, ella tiene sentimientos hacia usted, pero a usted no, necesito que me convenza de cuan seguro esta de contraer matrimonio con mi hija, no quiero que la use, ni que le haga daño, no quiero que sufra, ya ha tenido una cuota bastante alta de eso en su vida –termina Hank con un largo suspiro
-Concuerdo –asiente Matt, consiente que todo lo que ha escuchado es cierto
-Entonces lo escucho –insistió Hank
-Es muy simple... estoy enamorado de Victoria, me conoces lo suficiente como para tener en cuenta que no soy un hombre de caprichos, ella en estos momentos es todo en lo que pienso, espero que se convierta a mi todo, en todo lo que necesito –confiesa con tranquilidad
-Siendo así, la decisión que ella tome será la que cuenta, me encantaría que lo tuviera en su vida permanentemente
-Es lo que quería escuchar, Hank

-Muy bien señor, ahora es mi turno

Dejando a un lado la tensión en sus hombros, Hank se acercó hasta el sofá, tomando asiento junto al señor Rothschild adoptó una postura mucho más seria.

-¿Has averiguado algo? –preguntó Matt, al notarlo tan serio

-Sí, quien quiera que sea la persona que le está pidiendo ese tipo de información tan especifica a Miller, es del extranjero, hace ya dos meses que la cuenta privada de Miller ha tenido movimiento, dos sumas bastante generosas provenientes de un banco italiano, más información no pude obtener –explica muy serio Hank

-¿Tienes la fecha exacta y la ubicación de este banco? –preguntó Rothschild sonado mucho más calmado de lo que realmente estaba

-Todo lo que pude obtener está en el informe del que le hablé

-Gracias, Hank, pero quiero que te alejes de este asunto, ya has hecho suficiente

-No dude en pedir ayuda si la necesita, se que fue mi error lo que me llevó a perder mi empleo, no estoy para nada molesto o resentido, señor

-Me alegra escuchar eso

-Bueno señor, le recomiendo que regresemos, Victoria es algo enojona -ríe Hank

-Y eso la hace adorable –confiesa soltando un suspiro

-Paciencia es lo que necesitará si la quiere a su lado permanentemente

-Lo sé, Hank, y estoy dispuesto a intentarlo

Con una sonrisa de satisfacción Hank le hizo entrega del informe, y juntos regresaron a la sala, en donde solo se encontraba Victoria

-¿Tu hermana le hace un tour a Adam?

-Papá ¿Qué otra cosa podría estar haciendo? –responde divertida

-Esa niña me traerá problemas, ¿Por qué no podía salir como tú?

-Tiene demasiada personalidad, creo que eso es culpa de su mamá –suelta Victoria con amargura

-Ya lo creo, bueno, creo que iré a ver donde se encuentran, los dejo

A penas estuvieron a solas, Matt tomó asiento junto a Victoria en el sofá, mostrándose cariñoso la atrajo hacia su pecho y la besó con ternura

-¿Ustedes ya se llevan bien? –preguntó una sonríete Victoria

-Nunca nos hemos llevado mal

-¿Cómo le llamas a lo que sucedía?

-¿Conflicto de intereses? –le sonríe divertido

-Matt... ya dime

-Nada de lo que debas preocuparte, solo... cosas de trabajo, ambos estamos de acuerdo en que esta fuera de la empresa por motivos personales y no profesionales

-Por mi culpa –afirma Victoria con pesar

-No

-Vamos Matt, sabes que es cierto, yo era la que lo odiaba por obligarme a vivir contigo –le recuerda de malhumor

-¿Puedo decir que te ves hermosa cuando haces esa mueca de disgusto?

-Eso no fue una pregunta, ya lo has dicho –lo acusa dejando de lado su enojo temporal

-Vic, odio que nos peleemos, ¿podemos hacer el intento de evitarlo al máximo? Quiero disfrutarte –susurra seductoramente

-"Disfrutarme" mmm, me gusta cómo suena eso –sonríe con picardía

-¿Podemos? –volvió a insistir Matt

-Podemos, señor –suelta robándole un pequeño beso

-No me provoques, estamos en la casa de tu padre

-Es solo una palabra –finge inocencia

-Que dicha con esos labios tan deliciosamente tentadores, no hace más que excitarme

-No digas esa palabra aquí –soltó alarmada, observando en todas direcciones para asegurarse que no hubiera nadie cerca

-Están en la otra habitación –intentó calmarla divertido

-Matt, ¿Dónde estuviste? –preguntó volviendo a centrar su mirada en el, había contenido las ganas de hacer esa pregunta hace mucho

-... fuera –dijo incómodo

-Rothschild –insistió Victoria

-Canadá y... Washington

-Nunca he ido a Canadá

-Preciosa, pronto no habrá lugar en el que no hayamos estado

-Arrogante, acabas de hablar como Adam, ya no me sorprende que el a veces suene a ti

-Ustedes han pasado mucho tiempo juntos

-Estaba sola, estabas desaparecido –se excusa haciendo un puchero

-Lo sé, lo siento nuevamente

Se inclina y la besa lentamente, ignorando la incomodidad que eso le provocaba a Victoria, al estar en la casa de su padre, las demostraciones de cariño en público no son lo suyo.

-Ustedes querían fingir que se detestaban solo por tu papá y la bruja? ¿O hay alguna otra retorcida razón? –pregunta Victoria, recordando como fuero las cosas cuando Adam llegó a la casa

-Solo una, ya lo has dicho –asiente tranquilamente

-¿Qué pasó con ellos? –volvió a preguntar Victoria

-Regresaron a Los Ángeles hace dos semanas

-¿Y qué hay de tu abuelita? No la veo desde que te marchaste

-Está de viaje, pero regresa mañana, insiste en ti, quiere "conectar" contigo a como dé lugar

-No necesito una amiga, ya hablé con ella, era eso lo que quería

-Es importante para ella que no solo la perdones, sino que confíes en ella, toda la vida se la ha pasado sintiéndose culpable por no haberse hecho cargo de mí, supongo que la culpa por haberme mandado con Michael no la deja.

Pensativa lo observó por unos silenciosos minutos.

-¿Tu la has perdonado?

-Sí, Victoria

-¿Entonces a que viene toda esta insistencia?

-Está decidida a ser incluida en tu vida, dijo que tú eres la mujer que me ha dado un propósito, y está en lo correcto, creo que lo notó incluso antes que nosotros

-No sé como mierda alguien puede notar eso, creo que son mentiras

-Preciosa, vio como me defendiste, siempre estabas defendiéndome, a tu manera... -le sonríe con ternura

-Esa maldita cena... -gruñe recordando lo mal que puso a Matt esa pelea con su padre

-Nunca te agradecí por haberte quedado conmigo esa noche, estabas furiosa por lo que pasó en el club con tus amigos, y aun así te quedaste conmigo

-Necesitabas a alguien, no te iba a dejar solo después de haberle dicho a tu papá que se fuera a la mierda

-Te necesitaba a ti, y me recibiste con los brazos abiertos

-Supongo que ya estaba haciendo efecto tu "encanto" –confiesa fingiendo una mueca de desagrado

-No me dejabas ni siquiera tocar tu mano, y ahora no puedo mantener las mías alejadas de toda... tú

-Señor Rothschild, para ser tan estirado y estar lleno de buenos modales es usted un pervertido de primera

-Tú y tu boca insolente... sabes ¿Por qué no nos vamos a dar un paseo?

-¿Un paseo? ¿Así nada más? –pregunta sorprendida, ser espontáneo no era algo normal en el

-Sí, quiero tenerte solo para mí, te lo dije, me privé de verte por dos semanas

-Está bien, ¿Qué hay de Adam? Se marcha hoy

-Lo sé, estoy seguro que en cuanto le ofrezca mi avión, no tendrá problemas en esperar un par de horas

-¡¿Tienes un avión?! ... claro que lo tienes –se responde a si misma

-Victoria –ríe divertido ante su reacción

20 minutos más tarde está caminando por la calle sin rumbo alguno, felices, hablado de todo lo que los llevó a estar juntos.

-Tengo que confesar que lo que más me enojaba cuando llegué a tu castillo fue que seas tan atractivo

-A mi también me enojaba que fueras tan hermosa, y no me coquetearas, me ignorabas, es hería mi ego, no entendía por que ocultabas tu cuerpo, moría por saber que había debajo de esas gigantescas camisetas que usas, ahora me hago la idea

-Soy pudorosa, eso no va a cambiar

-No va a cambiar pronto, pero algún día podré tener el placer de verte caminar semidesnuda o si tengo suerte, completamente desnuda por la casa... por mi oficina... por la cocina

-¿Solo piensas en sexo?

-Es lo que había llenado el vacío todos estos años, pero ahora que lo llenas tu, no consigo saciar mi hambre

-Lo dices porque tengo más carne que las princesitas anoréxicas a las que te fo... ya sabes –termina rápidamente la frase, completamente ruborizada

-¿Segura que no es porque tengo la novia más sexy? Porque tu cuerpo habla por sí mismo –le sonríe mientras la atrapa en un cariñoso abrazo en medio de la calle

-¿Me quieres solo porque mis pechos son... grandes? –pregunta haciendo un puchero

-¿Qué hay de ese precioso culito? ¿Y esos labios que siempre me gritan que los bese?

-Pero...

-¿Y qué hay de tu cabello? ¿Y de tu perfume? –la corta

-Per...

-¿Y tu hermosa piel de porcelana? ¿Y los tatuajes? –nuevamente la interrumpe

-No es justo, no puedo ver tus ojos con esos sexys lentes de sol

-Victoria, eres preciosa y toda mía

-Ya he escuchado eso, no es necesario que lo repitas

-Quiero escucharte decir lo que te gusta de mi –pide un cariñoso Matt

-¿En la calle? Sería un poco inapropiado

-Mente sucia

-¿YO? Pero si no he dicho nada, mi pervertido –ríe sonrojada

-¿Qué quieres hacer?

-Luego que me beses, me gustaría ir al cine, hace exactamente 8 meses que no voy

-8 meses, yo diría que más

-Cierto, siempre olvido esas odiosas vacaciones en tu isla

-Nunca olvidaré como tus ojos me comieron cuando nos encontramos en la playa

-¡Yo no hice eso!

-¿Entonces?

-Solo me impresionó, no creí que bajo ese caro traje hubiera un... sexy macho

Riendo Matt la guió hasta un taxi, y tuvieron una normal y muy tranquila cita.

-Me encantan las películas de "La Roca" –comenta una alegre Victoria

-Dwayne Johnson... Vic –la corrige Matt

-Da igual, es todo rudo y grandote

-Es una película

-¡Y canta cómo Elvis!

-¿Te gusta Elvis? –sonríe burlón ante esta nueva información

-Sí, sí, lo sé yo la depresiva escucha al rey, que puedo decir, su voz seductora me encanta

-Bueno volviendo a "L roca" lloraste media película –ríe Matt

-No es cierto, era de un terremoto –protesta cruzando sus brazos sobre su pecho

-Ah cariño, te recomendaría no hacer eso

-¿Hacer qué? –gruñe con el ceño fruncido

-Prácticamente me ofreces eso... -señala su generoso pecho levantado

-¡No me di cuenta! –chilla al notarlo

-Ahora que ya aclaramos que eres una lloroncita preciosa, iremos a mi oficina

-¿Al edificio? ¿O a tu castillo? –pregunta confundida

-Al edificio, hay algo que quiero enseñarte

-Uy, eso sonó misterioso

-Me encanta verte así de alegre

-Solo no la cagues con tus órdenes

Suelta una sonriente Victoria, cosa que o hace más que aumentar el buen humor de Matt. Tomado la mano de su novia, suben al auto que los esperaba, con el habitual chofer de Matt.

30 minutos más tarde, estaba ingresando al estacionamiento subterráneo de Rothschild Industries Inc. Desde que bajaron del auto, hasta que llegaron al último piso del gran edificio, Matt fue narrando cada paso que dieron, haciendo un pequeño tour por las instalaciones, hasta finalmente llegar a su gran oficina.

-Necesito que me des un minuto –pide Matt antes de abrir la puerta

-¿Por qué?

-No me hagas pucheros, esta recepción está llena de cámaras de seguridad

-Siempre amenazando con sexo –sonríe Victoria mientras se aleja hacia el gran sofá

-Cinco minutos y entras, ni uno más

-Sí, sí, don "no me gusta esperar"

Cinco minutos exactos más tarde Victoria entró por la gran puerta de roble, llevándose una gran sorpresa, encontró toda la habitación rodeada de velas, hermosos candelabros, pétalos de rosas rojas y blancas, y una suave melodía, la cual reconoció como la seductora voz de Elvis.

-¿Matt? –pregunta dando varios pasos hacia el centro de la habitación

-Aquí preciosa –suena su voz desde el gran ventanal

-¿Qué es todo esto? –pregunta dirigiéndose a el

-¿Esto? -dice señalando todo el lugar con ambos brazos- Es el modo correcto de hacer las cosas

-¿De qué hablas? ¿Y cómo es posible que escuchemos a Elvis? Acabo de contarte eso

Sonriendo al verla tan nerviosa, decide hacerlo de una vez, lentamente se acerca a ella, quien no pudiendo evitar ese gesto que tanto le gusta a él, se humedece los labios. Cuando finalmente están frente a frente, Matt se inclina, besando suave y castamente sus labios, luego da un paso atrás, observado cada reacción de su cuerpo, entonces lo hace, planta una rodilla en el reluciente piso de su oficina, y desde el interior del bolsillo de su pantalón extrae una pequeña caja negra de piel, sin hacerse esperar la abre y se la ofrece.

-Victoria, sé que es una locura, pero mi vida lo es desde que entraste en ella

-¿Estas... tu vas...? –estaba entrando en pánico, o consiguiendo formular una sola frase

-No voy a darte un "discursito" como dices tú, háblame, quiero saber lo que está pasando por tu cabeza en este momento, dime

-Que... que, tu... ¿por qué, yo... porque yo...? ¡Mierda! –soltó frustrada, por o poder hablar, seguía en shock

-Tranquila preciosa, no te pongas nerviosa

-¿Por qué de... debe..ría a..aceptar? –consiguió tartamudear Victoria

-Esa es fácil, aun que digas "no", voy a seguir ahí, no me vas a perder nunca, pase lo que pase, hoy, mañana, en un año, en diez, siempre voy a estar contigo, no importa cuántas veces me mandes a la mierda, no importa que ya no quieras estar conmigo, seré peor que tu conciencia, y nunca, nunca te voy a obligar a hacer algo que no quieras, si no es hoy... será para la próxima, pero tienes que entender que, por más que diga que lo vas a hacer, que te vas a casar conmigo, lo digo porque te conozco...

-Está bien

-Victoria, ¿quieres casarte conmigo?

Finalmente hizo la pregunta, pero esta vez la reacción de Victoria fue otra, se echó a llorar y se lanzó sobre este hombre que le pedía unir sus vidas con tanta determinación, que no pudo más que darle la razón

-¿Por qué lloras? Mi amor, no llores por favor...

-Eres un tonto, tonto... tonto –dice entre lágrimas, con el rostro enterrado en su cuello

-¿Qué pasa?

-¿Qué pasa? ACABAS DE DAR UN DISCURCITO, eso pasa

-¿Lo he conseguido? –pregunta emocionado

-¡¡SI!! –grita sin salir de su escondite

-Dilo –pide con la más gigantesca de las sonrisas

-Matt, si me quiero casar contigo, y eres un tonto

-Soy un tonto comprometido

Feliz, Matt estaba rebosante de felicidad, no dejaba de abrazarla y besar su cabeza, susurrando promesas de una vida juntos, Victoria estaba sin palabras, no conseguía explicarse como un simple título podía llenarte tanto de felicidad, si bien había aceptado casarse con Matt, era solo un trámite, ella prácticamente ya lo está, viven juntos, duermen juntos, dependen del otro...

Una hora abrazados en el piso, antes que ella se quejara de dolor de espalda, entonces Matt la levantó en sus brazos, llevándola al borde de su escritorio volvió a arrodillarse ante ella, esta vez no hubo pregunta, sacó el extravagante anillo de la caja de piel y suavemente lo deslizó en su mano izquierda. Solo entonces regresaron a casa, debían despedirse de Adam.

Dos meses más tarde...

*******************

¡Hola chicas!

Les tengo una pregunta ¿cómo se imaginan a Adam? Yo ya tengo a mi Adam, pero ¿que hay de ustedes? Comenten como quien se lo imaginan, les digo, es alto, cabello castaño, ojos azules, sonrisa perfecta... (suena un poco a príncipe azul). 

En fin, aquí el nuevo capítulo, espero sus comentarios, criticas y sugerencias, como siempre, son muy bien recibidas, se responden preguntas, siempre y cuando no tengan que ver con próximos capítulos, no quiero ser spoiler ;)

Cariños

X O -Verónica