—¡No puedes enojarte conmigo!

—Si puedo.

—¡No puedes!

—Te defendí de tu ex y tu te has molestado conmigo, ¿tiene lógica?

—¡¿Te pedí que me defendieras?! ¡No! Solo metiste tu narizota.

—¡Bien! A la próxima solo me hago a un lado viendo como te quería llevar a la fuerza.

Y dicho eso último cierra la puerta de su departamento enojado.

Gruño molesta y dando un golpe con mi pie al suelo camino a las escaleras.

Estoy molesta con él y mucho, no le dije que se metiera, lo tenia controlado. Bueno tal vez no por completo pero igual no es nadie para meterse, bueno es mi amigo.

No, es un idiota.

—Lo siento.

—¿Son flores?

—Dijiste que son tus favoritas.

Ashton recibe las flores y sonriendo me deja pasar.

Pensando mejor las cosas no debí enojarme, él solo estaba ayudándome en algo que obviamente no tenía bajo control y yo solo me enojé por orgullosa.

—¿Me perdonas? —Pregunto en mi lugar balanceándome a los lados y haciendo puchero.

Él se acerca y da un tierno beso en mi frente.

—Por supuesto linda. 

No es buena idea.

No es buena idea.

Quiero hacerlo.

Ya que.

Antes de que Ashton pueda irse paso mis manos por su cuello y lo beso.

Esto se siente bien, me sigue el beso al segundo de forma lenta y tierna. Posa la mano que no tiene el ramo en mi cintura y me acerca más a él.

Sus labios son tan suaves y la forma en que me devuelve el beso es tan tranquila y dulce.