17. Aquí vamos

Por fin había llegado el sábado y debo admitir que estoy bastante nervioso, no suelo ir a fiestas, así que se puede decir que esta es mi primera vez, una gran salida.

Mi padre ha estado actuando un poco raro, no sólo me dejó irme de fiesta, sino que también me dio dinero para hacer compras e hizo lo que nunca... dejarme quedar a dormir en casa de Gulf.

Tal vez aún siente un poco de culpa por lo que paso después de aquella pelea afuera del restaurante, porque después de ese día no he vuelto a poner un pie en el CARP.

Si tan sólo supiera el verdadero motivo de mi aislamiento.

La tarde que fuimos de compras Flukie, Gulf y yo, fue épica, admito que me divertí mucho, no pensaba que ir de compras podía ser divertido y aún no puedo creer que mis tontos amigos me convencieran de comprarme aquellas prendas.

Estoy seguro de que en cuanto mi padre vea lo que llevo puesto, pegará un grito en el cielo y de seguro me revoca el permiso.

Después de la agitada sesión de compras, fuimos a una cafetería dentro del mismo centro comercial, donde nos encontramos con los amigos de Flukie.

De inmediato Oab y Ice se unieron a nosotros pasando un rato agradable, lo incómodo fue al final... Donde mis amigos "accidentalmente" me dejaron solo con Oab quién amablemente se ofreció a llevarme a casa.

En ocasiones, me hace alguno que otro halago, y yo sólo puedo reír ante sus ocurrentes comentarios, no puedo negar que él es divertido y cuando nos hemos visto en el campus siempre se muestra demasiado amable.

Flukie siempre me pide que le dé una oportunidad a su amigo, dice que es un buen chico y que le gusto en serio, que quiere andar conmigo bien. No sé si deba creerle, con toda la fama que tengo, no puedo evitar pensar que sólo me quieren para pasar el rato.

Oab, supo gracias a Flukie que iría a la dichosa fiesta, está demás decir que quería venir a recogerme, pero me negué. No quiero darle motivos a mi padre para que me recite sus diez mil consejos y le lea la cartilla a Oab para que éste salga huyendo.

—Baby... —mi padre toca la puerta— hijo, Gulf acaba de llegar.

—Voy Pa.

Una vez más me miró al espejo y por primera vez no me reconozco, la ropa que llevo puesta es todo lo contrario a lo que estoy acostumbrado a usar, pero si ya que he decidido salir y tener una noche loca... Porque no hacerlo como se debe.

Antes de salir reviso una vez más mi maquillaje —que no es capaz de ocultar mis pecas— y para terminar me unto un poco de bálsamo con sabor a fresa en los labios y por fin salgo de mi habitación.

—¿Quién rayos eres y dónde está mi hijo? —mi padre pregunta con un duro semblante.

—Tranquilo papá, es sólo ropa, sigo siendo yo. —veo que mi padre está serio y no se le ve muy convencido.

—Toma... —me da un spray pimienta— sé que no lo necesitas, sé que te sabes defender y que eres mejor peleador que todos los tipos a los que entrenó, pero esto nunca está de más. Que lleves protección extra, me hará sentir mejor. Si te sientes en peligro no dudes en usarlo y por favor defiéndete tal y como te he enseñado.

Si él supiera...

—Lo haré papá. No te preocupes.

Mi padre repasa lo que llevo puesto y sólo frunce el ceño en señal de desaprobación, pero como es todo un hombre de palabra me da una sonrisa fingida y no dice nada más.

Doy un largo suspiro y salgo de la casa.

—¡Madre Santa! —dice Gulf con cara de asombro, mientras Mew da un curioso silbido.

—Diablos Baby... ¿Acaso quieres volver loco a más de uno? —dice el novio de mi mejor amigo y aquello me hace reír por lo ridículo que se escucha.

Seguramente alguien va a voltear a verme. ¡Sí cómo no!

Durante el camino, Gulf y Mew continúan con su pesado jueguito sobre mi apariencia y empiezo a creer que fue una mala idea haber salido de casa. Y al llegar a la fiesta no puedo evitar sentirme nervioso y emocionado a la vez, sólo espero divertirme y disfrutar como lo haría cualquier chico de mi edad... Pero vaya sorpresa que me he llevado al entrar y ver como varios pares de ojos miran hacía mi dirección dándome un descarado escaneo de pies a cabeza.

De pronto mi corazón empieza a latir excesivamente y temo saber el por qué de mi reacción. Al girar la cabeza ahí está Off en el fondo del salón, y luce tremendamente apuesto con su pantalón negro rasgado y su camisa del mismo color, su chamarra de piel roja para no perder el estilo, luce genial... pero está bien acompañado.

Bufo. Doy un largo suspiro, finjo que él no está, y continuó caminando junto a Gulf y Mew, pero me detengo en seco al ver al otro extremo del lugar aquella alborotada y rizada cabellera castaña y Ohm me mira de una manera extraña negando con la cabeza, no le gusta para nada como me veo, no puedo evitar sentirme incómodo, pero de nuevo cierro los ojos y continuó con mi camino.

He decidido que ésta noche es mi noche, y estoy aquí porque quiero pasarlo bien, voy a hacer todo lo posible para divertirme... así tenga que seguir fingiendo que no conozco ni a Off ni a Ohm.

Punto final.

Hoy he llegado más temprano de lo que acostumbro llegar a una fiesta, el saber que Gun vendría a meterse a la guarida del lobo me ha quemado las neuronas toda la semana.

He tomado un par de cervezas, la verdad no planeo embriagarme, y para no perder la tradición estoy rodeado de chicos y chicas y de inmediato empiezo a recibir todo tipo de insinuaciones y propuestas subidas de tono.

Como si eso me importara en estos momentos.

De pronto soy consciente de que ha llegado Mew con su novio y no veo a Gun por ninguna parte, por lo que empiezo a creer que finalmente desistió y no vino, pero cuando Mew empieza a saludar a todo el mundo, me doy cuenta que detrás de él está una peculiar e inconfundible cabellera pelirroja y no puedo evitar dar un gemido ahogado cuando lo veo con detenimiento.

¿Qué mierda lleva puesto? ¿Qué puta mierda lleva puesto?

Trató de reponerme, pero es difícil, más cuando se ve tan jodidamente sexy envuelto en eso que en lugar de un pantalón, parece ser una segunda piel en color negro, dejando ver sus delgadas pero bien torneadas piernas y su pequeño pero bien formado culo, su camisa pegada con cuello V me regala una excelente vista de su pálido y plano tórax con su chamarra del mismo tono con algunos gráficos.

¡Puta mierda!

Y de nuevo mi polla vibra, es obvio que está feliz con la panorámica que nos ha regalado, ¿quién iba decir que la pequeña zanahoria lograría ponerme tan duro en cuestión de segundos con sólo mirarlo?

Si... Creo que estoy jodido.

De pronto no puedo evitar tensarme, no me gusta la forma en que lo miran, y los comentarios que empiezan a llegar a mis oídos y es imposible fingir mi estado de ánimo.

Cómo ya se le ha estado haciendo costumbre últimamente... de nuevo finge que no me conoce, ni siquiera se dignó a saludarme, sólo me vio y de inmediato continuó con su camino.

Gruñó molesto. No quiero parecer un puto acosador, pero no puedo evitar seguirlo con la mirada, y mi polla se entusiasma y se remueve dolorosamente dentro de mis pantalones al ver como mueve sus pequeñas caderas, haciendo eso que llama baile y su pequeño y bien formado culo rebota de lado a lado.

Ahogo un gemido.

Pero toda emoción se esfuma cuando veo de nuevo al idiota con él que le he visto en la última semana, y me molesta ver que se le ha pegado como lapa y me caga como lo mira de manera lasciva cada que Gun se gira para hablar con sus amigos.

Han pasado sólo un par de horas y veo que la pequeña zanahoria luce más risueño que antes y tiene el pecoso rostro más sonrojado... ¿Acaso está bebiendo?

Jodido infierno... Dame paciencia.

Gun ha estado bebiendo cerveza como si fuera agua bendita y me molesta ver que Mew no está haciendo nada para evitar que se embriague.

De pronto veo que el Novato intenta hablar con él, pero como sucede siempre, no tiene éxito, y los ánimos empiezan a ponerse de color de hormiga cuando Thitiwat hace el intento por quitarle a Gun, la bebida que lleva en la mano y la lapa humana lo empuja para que les deje solos.

Mala idea... Has cavado tu propia tumba... Y eso me hace feliz.

El novato lo toma por la chaqueta y lo estampa contra la pared, empiezan a hacerse de palabras, mientras Gun se enoja, protesta y lanza todo tipo de maldiciones habidas y por haber.

Y mientras todos están muy entretenidos con el espectáculo, no falta quien se pase de gracioso y ardo en rabia al ver como a Gun le tocan el culo de la manera tan descarada.

La zanahoria pone cara de asombro, no puede creer que le hayan tocado y tiene toda la razón del mundo y sin pensarlo voy detrás del pendejo que ahora festeja su atrevimiento con la bola de imbéciles que aparentemente son sus amigos.

Cuando me ven cerca de inmediato salen huyendo, ni siquiera me han dejado hablar, así de encabronado me siento y luzco en estos momentos.

Para no perder la nueva tradición que me cargo, vuelvo a buscarlo con la mirada atraído por él como un puto imán, y Cristo bendito, mi polla se retuerce más que feliz y yo me siento extrañamente molesto y jodidamente fascinado al ver que se ha subido a una mesa y ahora está bailando mientras mueve sin pudor su delgado cuerpo.

Y creo que he empezado a sudar...

Los imbéciles empiezan a rodear la mesa encantados con el espectáculo y empiezan a lanzar cualquier tipo de piropos y palabras obscenas mientras que Mew devora la boca a su novio.

Vaya jodidos amigos que tiene.

Me distraigo un segundo viendo al novato y a la lapa humana y no los encuentro por ningún lado, no puedo evitar gruñir. Y cuando me giro, veo que un pendejo de mierda le acaricia las piernas a Gun y en ese momento decido que es suficiente.

Fin del espectáculo...

Como un maldito animal rabioso me acerco hecho una furia a la mesa donde él está y sin importarme una mierda y ante la mirada incrédula y estupefacta de todos, tomó a Gun y lo cargo sobre mi hombro.

—Suficiente. Te vienes conmigo. —digo en un gruñido.

—Noooo... Bájame —Él protesta y pone un poco de resistencia, pero me importa una reverenda mierda, no voy a dejar que se aprovechen de él. Por un instante me doy cuenta de lo que acabo de hacer y Mew sonríe de manera estúpida, sabe que le he dado la razón, no digo nada y sigo mi camino y me topo con Jane y su cara de fastidio es un puto poema—. Bájame —insiste Gun, pero lo sigo ignorando y no lo bajo hasta que hemos llegado a mi Jeep.

Finalmente lo bajó deslizándolo por mi cuerpo y gruñó ante la sensación. Pero hago caso omiso y lo subo al carro a pesar de que va protestando, le coloco el cinturón de seguridad y sin perder más tiempo conduzco a mi departamento.

Al llegar, él mira el lugar y niega con la cabeza y sé lo que está imaginando, el sólo recordar aquella tarde me hace doler el puto estómago.

Bajo del Jeep y voy a ayudarle a bajar, está un poco alto y en su condición no quiero que se vaya de bruces y pierda los dientes con el trancazo.

Gun me mira y sus hermosos ojos color miel tienen una extraña mezcla entre enojo y excitación por mi cercanía y eso me está poniendo peligrosamente más duro.

—¿Por qué me haces esto? —Pregunta de manera distorsionada—dije que me alejaría de ti ¿No es eso lo que querías? —¿Qué mierda está diciendo? Yo nunca quise que se alejara, pero admito que me aterra y me fascina esta energía que fluye entre nosotros— Respóndeme Off!... ¿No es eso lo que querías? —vuelve a gritar y se le cristalizan los ojos.

—No —respondo tan patéticamente.

—¿No qué? —ahora me empuja para que me aparte.

—Yo... No...

—Eres un completo imbécil ¿Lo sabías? —Suelta dándome otro leve empujón —¿Por qué estamos aquí?¿por qué no estoy en la fiesta? ¿Acaso sientes lástima por mí y por eso me estas ayudando?

Si, nene... Eso es lo que soy, un completo imbécil, hasta que por fin lo notaste.

—¿Te quieres callar? No iba a dejarte ahí para que alguien se aprovechará de ti. —por fin digo molesto al recordar la escena.

—Estaba con Gulf...

—Tu idiota amigo casi era follado en plena sala mientras un pendejo te empezó a tocar, así que mejor cierra el pico. —abre sus hermosos ojos espantado al recordar.

Su cercanía, el olor de su piel y todo él me están volviendo un completo lío y hago lo que tanto he deseado hacer desde que lo conocí.

Lo beso...

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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AHHHHH... y ahora?... que procede???

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