Con el acosador herido debido a los ataques de Enid. Ahora podían estar algo más tranquilos aunque no bajarían la guardia. Pero todos tenían sus pensamientos puestos en la celebración de la fiesta que se iba a llevar a cabo. Bianca y compañía habían trabajado para que estuviera a punto. Miércoles por su lado estaba centrada en escribir, aprovechando el día libre.

Aunque había empezado a sentirse más débil esos días. Era un sentimiento extraño, pero la presencia del chico le estaba cambiando. Su amabilidad le recordó a la de Tyler, y justo fue el pensamiento de cuando la traicionó. Era un asesino. Pero con Tn las cosas eran distintas, su presencia parecía ser el pegamento que unía al grupo.

—Y encima trabaja para mi familia y me ayuda—miró el papel viendo lo escrito, al no gustarle arrancó la hoja, arrugándola con fuerza antes de arrojarla a la papelera.

Suspiró y permaneció un rato en silencio con los ojos cerrados hasta que finalmente pudo terminar de relajarse del todo y poder continuar con la escritura.

Por su lado, Enid se sentía incapaz de hablar con Tn sobre lo sucedido. Cuando iba a hablarle, Bianca o Divina interrumpían pidiendo al chico algo de ayuda para ajustar algunas cosas de la fiesta. La loba y él cruzaban miradas de vez en cuando. Parecía que deseaban hablar con el otro pero no lo conseguían. 

Tn se sentía igual que la loba. Y era algo que deseaban hablar en persona y no por chat o llamada. 

Quedaban pocas horas para la noche y la fiesta. Enid estaba en su habitación sin cambiarse. Ese día era luna llena, y el celo aumentaba mucho más. A pesar de tomar la medicación y una buena dosis de una especie de poción, debía permanecer allí para evitar el contacto con el chico que le gustaba o podría desatar su lado más salvaje. Miércoles lo sabía y le preguntó si deseaba que se quedase allí por si ocurría algo.

—No roomie, ves a la fiesta—ella estaba con el teléfono.

—No me importaría quedarme...no me gustan estás fiestas.

Enid lo sabía y agradeció el gesto.

—¿Has podido hablar con Tn?—le preguntó a la rubia mientras estaba de espaldas a ella.

—No, todavía no...y...me gustaría charlar sobre lo sucedido

—¿Te refieres a comportarte como un gato?

—¡No me lo recuerdes!.

La rubia se cubrió la cara avergonzada por su comportamiento. Aunque no le disgustaba en absoluto lo que ocurrió entre ambos, sino todo lo contrario, le sacaba una sonrisa pues entendió que estaba enamorada del chico. Enid abrazó uno de sus peluches, quería hablarlo pero resultaría imposible pues estaba ayudando a asegurarse de que todo lo de la fiesta quedaba perfecto e incluso añadir algún adorno de última hora.

—¿Entonces vas a salir con él?—la pelinegra volteó.

—Me...me gustaría—se rascó el brazo nerviosa—. pero no sé si estaría bien...es decir, hace no mucho que rompí con Ajax.

—La relación de Ajax y tú era muy rara ya que erais totalmente opuestos. Y además...Tn se nota que presta atención a los detalles.

Enid asintió, cuando pensaba en el chico, su corazón se aceleraba. Y una sonrisa tonta de enamorada aparecía en su rostro. No podía evitar sentirse de esa manera cuando estaba cerca del muchacho que le había robado el corazón. Sobretodo, cuando pensaba en sus besos.

Las horas continuaron pasando y fue mucho más rápido. Miércoles estaba ya vestida para la ocasión, aunque odiaba verse así, era una tortura soportable.

—¡Estás preciosa roomie!—exclamó la joven antes de darle un abrazo—. ¡seguro que algún chico cae rendido a tus encantos!.

—Si...claro...en fin, cuanto antes termine, mejor.

La joven caminó por los pasillos en alerta por si decidía aparecer el acosador. Llevaba un cuchillo guardado para poder actuar en cualquier momento. Pronto, el sonido de la música ya se podía escuchar y al cruzar un pasillo, vio los colores de todo lo que tenían montado. La gente entraba a divertirse acompañados.

—¿Miércoles?—preguntó una voz.

Era Eugene, quien iba con una compañera de clase. También estaban Divina, Kent, Yoko y Bianca.

—¿No has venido con Xavier?—preguntó a la sirena.

—Podría quedarse en su habitación pintando sus obras—respondió ella con cierta molestia al escuchar el nombre del chico.

—Por desgracia para ti he venido—el artista apareció acompañado de otra chica. Ella y Bianca se miraron duramente unos segundos.

La tensión estaba en aumento cuando Eugene habló.

—Mirad, por ahí viene Tn—todos voltearon y vieron al chico acercarse vestido con un traje negro que Miércoles reconoció enseguida.

—Es de la familia—dijo ella con su mirada fría pero su oscuro corazón latió nervioso.

—Ah, sí, me lo han regalado como una forma de darme las gracias por ya sabes qué—contestó mirándose y ajustándose un poco la ropa—. me gusta el color negro, creo que me queda bien, ¿qué opináis?.

—Si, realmente te queda como un guante—Divina le dio un codazo a Yoko quien mostró durante unos pocos segundos sus colmillos.

—En fin, será mejor entrar de una vez—la pelinegra caminó hasta el interior y el resto la siguió.

Todos estaban ya dentro bailando mientras el DJ ponía música. Era similar al Raven, habían cambiado la fecha y aumentaron las medidas de seguridad para evitar más sucesos similares a los ocurridos en el anterior año. Bianca tras bailar, se sentó junto a Tn quien no era muy de bailar, si había ido era por ver como había quedado todo.

—¿Cómo te encuentras?—le preguntó la sirena.

—Bien, ¿y tú?

—Bueno, si cierto idiota no hubiese venido mejor—ambos miraron a Xavier quien bailaba con la joven y se la veía muy feliz—. a todo esto...¿sabes algo de Ajax?.

—Solamente sé que se encuentra en una clínica...fue horrible ver a un amigo en esas condiciones...

—Si—le dio un abrazo—. pero se repondrá...es fuerte.

A veces cuando veía el asiento vacío de Ajax o a los otros gorgonas en el patio, se acordaba de Ajax pues era un buen amigo. El verlo de aquella manera a veces traía a su cabeza esa imagen que tardaba unos pocos segundos en marcharse. Sin embargo, también discutía mucho con Enid al parecer. Y pensando en la loba.

—¿Y Enid?—preguntó Tn mirando a todos lados.

—No ha venido—respondió la sirena dando un trago de su bebida.

—¿Por?, ¿está enferma?—se mostró preocupado.

—No nos ha querido contar...pero al parecer si, debe ser grave para que se pierda la fiesta. Y Miércoles no ha soltado prenda—explicó—. ¿tanto te gusta?.

El chico se rascó la mejilla antes de tragar saliva, ponerse en pie y decir que iría un momento a verla. Le preocupaba mucho y quería solamente asegurarse de que no necesitaba nada.

—Si se encuentra mejor que venga a la fiesta—comentó Bianca antes de ir con Divina y Yoko quienes estaban bebiendo y le dijeron que bailase con ellas.

Miércoles estuvo observando todo, por si daba la posibilidad de encontrar una pista que la llevase hasta el acosador. O quizás no se atrevería delante de tanta gente. Bebió un poco cuando Xavier se sentó a su lado.

—¿Te lo estás pasando bien?—éste le dio otra copa.

—Si, genial—contestó sarcástica antes de quedarse de nuevo en silencio.

—Pensaba que vendrías con alguien—comentaba mientras bebía—. aunque hay que tener valor para invitarte a salir.

—El valor es algo que escasea estos días...y más en este lugar.

El artista soltó una leve carcajada.

—Todos aquí han venido con pareja, casi todos...incluyendo Eugene. Él y Tn se llevan muy bien—se levantó para ir a bailar con la chica con quien vino a la fiesta.

—Hablando de Tn, no lo veo por ninguna parte—sus ojos lo buscaban entre la multitud.

—Ha ido a ver como estaba Enid.

Los ojos de la pelinegra se abrieron sorprendidos. Xavier le preguntó si se encontraba bien al ver la cara que ponía, mucho más expresiva que de costumbre. Se puso de pie casi al momento de percatarse de ello.

—Miércoles...¿te encuentras bien?—le sostuvo de los hombros—. dime algo.

—¡Tn está en peligro!—echó a correr en dirección a la habitación.

Enid estaba todavía en celo. La realidad era que no iba por ese motivo, más en luna llena. Por lo cual inventaron una excusa para que nadie sospechase ni se enterase de ello. Sus pequeños pies empezaban a doler un poco, ¿cuánto tiempo hacia que se marchó de la fiesta?, no tuvo en cuenta que tal vez Tn iría para ver como se encontraba.

Un rato antes, Tn tocó la puerta de la habitación de la loba y entró. Allí estaba ella, mirando la luna cuando volteó a ver al chico.

—¿Tn?, ¿qué estás haciendo aquí?—se fue acercando—. ¡vete antes de que pueda hacerte daño!.

—Me he enterado de que estabas enferma...y solamente quería...comprobar que estabas bien

—Estoy bien—volteó para no verlo—. ahora...ve...vete...

La loba sentía que no se podía controlar, por mucho que el medicamento y la poción hiciese efecto...la luna llena y sus sentimientos eran superiores.

—¿Estás enfadada conmigo?

—Claro que no...es solo que...—al mirarlo a los ojos...su cuerpo ganó.

Tn ahora se encontraba sobre la cama y ella encima, en un momento lo empujó.

—¡Enid contrólate!—pero resultaba imposible.

El chico tenía sentimientos, pero quería haberlo hablado...pero no pudo.

Miércoles llegó al cabo de un buen rato, agitada y sudada, escuchó golpes tras la puerta y abrió un poco por el cansancio. Debía ayudar a Tn...pero sus ojos se abrieron cuando vio a la loba sobre el chico. No había luz, pero las sombras mostraban claramente lo que estaba ocurriendo y escuchaba los jadeos de Enid.

—Supongo que he llegado tarde...—aquella imagen le dolía un poco. Sin embargo, en aquellos momentos solamente pudo cerrar la puerta con cautela y regresar lentamente a la fiesta.

Cuando llegó, fue preguntada por Eugene para saber donde había estado ya que no la vio mucho allí.

—Estuve en el baño—fue lo único que se le ocurrió.

—¿Y Tn?, no lo he visto desde hace bastante y juraría que ha venido

—Se encontraba indispuesto.

La fiesta terminó bien para todos. Bianca estuvo más animada al estar con sus amigas y cuando regresó a su habitación, Tn no se encontraba ya allí. Pero Enid sí, dormía plácidamente. La pelinegra suspiró y se cambió. Notaba su corazón mucho más pesado que de costumbre, no quería volver a caer en el amor. Y más después de lo visto esa noche. Por alguna razón que desconocía...estaba cansada así que se durmió.

Al día siguiente había clase y algunos faltaron, pero muchos otros si estuvieron. Una Enid animada y alegre estaba sentada ya en su sitio. Miércoles examinaba uno de los libros junto a Eugene cuando entró la profesora.

—Pasaré lista—dijo antes de hacerlo.

Miércoles estaba pensando en sus cosas cuando...

—¿Tn?—miró a todos lados—. ¿y el señor Tn?.

—No se encuentra, estaba malo—respondió Enid.

—Estos jóvenes no saben beber...—suspiró la mujer antes de continuar.

Mientras tanto, en otra parte, concretamente en la habitación de Tn, el chico se encontraba tumbado, con un fuerte dolor de cadera y recordando lo que había pasado durante la noche. 

—No puedo moverme—pensó mirando el techo—. quizás si...—un dolor se produjo haciendo que parase.

Tuvo que quedarse allí hasta que se le pasase el dolor porque estaba completamente agotado.

Bianca, quien fue a despertar a Divina a la habitación esa mañana, se encontró con una imagen que no esperaba en absoluto. Xavier salía del dormitorio de la joven con quien fue al baile, éste se estaba terminando de vestir y ella salió a darle un beso cuando se encontraron los tres.

—Hola—saludó ella avergonzada a Bianca quien pasó de largo hasta llegar a la habitación de Divina, donde tocó y al entrar...se derrumbó por completo.

Por muchas discusiones que hubiesen tenido, en el fondo todavía sentía algo por él. Divina la abrazaba y le acariciaba la espalda diciendo que ya encontraría a alguien mejor. Las cosas no estaban resultando sencillas para la sirena. El grupo podría verse afectado.

—Tranquila, ahora vamos a lavarte la cara e ir a clase—comentó Divina—. ¿entendido?.

—Si, gracias...

—No es nada, para eso estamos las amigas.

Ambas se pusieron en pie para salir y refrescarse un poco antes de acudir a clase donde Bianca pudo desconectar un poco al no coincidir con el artista.

En la tarde, Enid fue dando saltos alegres hasta detenerse en la puerta del chico. Tocó y escuchó la voz de Tn dando paso.

—Hola...—saludó tímidamente nada más entrar—. ¿podemos hablar un momento?.

—Cl-Claro...adelante—ella asintió y cerró la puerta.

Ambos tendrían que hablar de lo que sentían el uno por el otro. Aunque no resultaba nada sencillo, y más con la noche vivida en el dormitorio donde Tn pudo comprobar el lado más salvaje de la loba.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.