Capítulo 56

"Entrando al cuarto de limpieza"

NARRA ELLIE

Estaba un tanto nerviosa.

Sí, esta mas que claro que se trata de Ethan. Ya acepté que ese es su verdadera identidad, ese es su verdadero nombre. Sin embargo, no me acostumbro, hay una parte en mí que lo sigue viendo como ese chico adorable y tierno llamado "Damian". Es complicado ahora que también sé que es un lobo, es como mi familia, pero no por completo. No me puedo explicar si es un Omega, un Betha o un Alpha y para peor de todo, fue difícil para mí enterarme que su apellido, el Clan Griffin, fueron los culpables de la muerte de papá. 

No es fácil todo esto, me cuesta mucho ver las cosas de otra forma.

Aún así, cuando lo veo sonreír, cuando me detengo a ver su largo cabello, tan lacio y revoltoso al mismo tiempo y de un castaño claro, su cuerpo, es demasiado alto, tiene una muy amplia espalda y sus anchos hombros, sé que es la mirada de más de una. Incluso de mi hermana. Cuando me detengo a verlo mi corazón late con fuerzas y es así cómo me doy cuenta de que me estoy enamorando de él. 

Estabamos contando chistes y él comenzó a reírse. Inmediatamente mis mejillas se tornaron rojas y no sabía qué hacer en este momento. Acompañando su sonrisa que enamoraría a cualquier persona, Damian deja crecer su barba dando un aspecto de hombre adulto y muy varonil. ¡Me está volviendo loca este hombre y no sé qué pensar!

—¡Chicos! ¡Los pedidos ya están listos! —se acerco una mujer de una extremada belleza; cabellos como el fuego y una energía tan bonita como su presencia.

—Gracias, Ari —se levanta Damian a ayudarle con los pedidos.

—¡No! ¡No estás trabajando, Damian! —regañó la muchacha y le arrebató de las manos el vaso correspondiente a Ray.

Comenzaron un forcejeo y ella sin querer vuelca todo el contenido de Raymond en el pecho de Damian. Enseguida los tres nos alejamos, Hellen gritó y llamamos la atención de varias mesas a nuestro alrededor. El compañero de ellos, quien nos tomó los pedidos cuando llegamos, se acercó rápidamente a ofrecernos ayuda y preguntar qué había pasado.

—Damian, conoces nuestra sala de limpieza, ¿puedes traernos algo para limpiar? —sugiere el chico empleado de aquí.

—Sí, claro —asiente.

—¡Oh, no! —exclama la joven y todos volteamos a verla y ella de inmediato señaló mi jean —¡Te ensucié! 

—¿Qué? Ay, no, no te preocupes —moví mis manos para que no se alertara —, esto no es nada.

—Te pido mil disculpas, por favor —pronunciaba tomando mis manos y no era para tanto, solo es una pequeña mancha.

—No, pero enserio no es nada —insistí  —, no te preocupes.

—¡Imposible! —negó ella rotundamente —¿Me acompañas hasta la caja, por favor? 

El muchacho llamado Owen (lo dice su placa del delantal) asintió con la cabeza a modo de que siga a Ariana (tambien lo leí de su delantal). En eso, mire a Hellen y Raymond, los cuales estaban impecables y me dijeron que vaya. Cuando miré a Damian, él se dispuso a acompañarme y, de paso, traer unos trapos.

Owen se quitó el delantal y la bebida volcada sobre la mesa la tiró al suelo, supongo que con el trapo que iría a buscar Damian del cuarto de limpieza se encargará del resto. Cuando me quedé a solas con Ariana, la esperé a que termine de cobrarles a unos clientes y cuando estuvo más tranquila, me habló:

—Quería decirte dos cosas —dijo suspirando con una sonrisa —¡Uff! El trabajo a veces es agotador, más días como hoy.

—Imagino que sí —vi la cantidad de personas que habitaba el lugar.

—Quería decirte que eres una muchacha muy bella. Damian me mostró una foto de ustedes y la verdad, realmente eres muy bella —recalcó mostrando una amplia sonrisa.

—¿En... serio? —titubeé y sé que me puse colorada, jamás recibí un cumplido así de alguien que acaba de conocerme —G-Gracias. 

—Damian me ha hablado mucho de ti —me dice acercándose a mí.

—¿Sí? —sé que sonreí como una estúpida al enterarme de eso.

—¡Claro que si! Owen es mi pareja, y así como yo lo miro a él, me di cuenta que tú lo miras a Damian.

Mi interior estaba hecho un fuego potente. Estaba gritando de la gran felicidad que estaba sintiendo y así mismo, de los nervios. Ariana, conociéndome recién hace unos veinte minutos ya se ha dado cuenta que estoy enamorada de Damian con tan solo ver cómo lo observo. Y creo que no se lo negaría, tiene razon en eso. Ella ya se ha dado cuenta.

—¡Ten! —me tiende una remera negra y se la acepto —¿Te animas a llevársela a Damian? Está en el cuarto detras de mí. La verdad es que no hay nada ahí para que pueda cambiarse.

—Es que no creo que sea conveniente —farfullo tímida. 

—¡Anímate! —me dio un pequeño abrazo y me sorprendí respecto a su muestra de afecto —Él seguramente no sabe que ponerse. 

Ariana me tomó de la mano y sin emplear fuerza alguna, me acompañó hasta el cuarto de atrás. La puerta estaba cerrada y antes de entrar, eché un mini vistazo a mi hermana y Raymond, pues no quisiera que ninguno de los dos me vea entrar a este lugar, y con suerte, ellos estaban charlando juntos a plena risotada. Que suerte. La muchacha compañera de Damian me dio una pequeña sonrisa y con su cabeza, me invitó a pasar.

Por un segundo dudé.

Apreté con fuerzas mis puños, tomé entre mis manos la remera limpia y me animé a entrar. Si quería ser valiente, no bastaba sólo con desearlo; bastaba con tomar desiciones, romper todos los miedos y animarse. 

¡Buenas, pelusas de ombligo! ¿Cómo están?

Ellie se animó a entrar al cuarto donde estará a solas con nuestro mini Ethan. ¿Creen que va a pasar algo interesante allí? ¿Aunque sea uno se va a animar a confesar sus sentimientos? ¡Vamos a verlo en los próximos capítulos!

¡Espero que les haya gustado!