Capítulo 10

//En alguna parte de Detroit//

-¡¿De dónde salió esa cosa?! – Exclamo Ricardo sujetando a un hombre que lo miraba aterrado.

-¡Te juro que no lo sé! ¡Yo solo se la presente a Enji! – Declaro el hombre. Era delgado y un poco bajo, cabellos marrones y vestido con una playera de flores junto a un pantalón de mezclilla.

-¡Y una mierda! Sé que sabes más que eso, siempre sabes más que el resto de cómplices de Enji – Ricardo apretó su agarre, acercando un cuchillo peligrosamente a su cuello.

-¡Esta vez te digo la verdad! ¡La chica vino a mí y me mostro su fuerza, me dijo que quería un lugar donde poder pelear, y yo solo la lleve con Enji, no conozco nada más! – Esa respuesta solo consiguió frustrar más a Ricardo.

Se la había pasado buscando a todos los cómplices de Enji, tratando de buscar información acerca de esa tal Demencia. Luego de esconderse en un lugar lo suficientemente alejado de la pelea entre esa loca y su pupilo espero a que la pelea concluyese y cuando pensó que lo hizo no había rastro de ninguno.

Supuso que Demencia había ganado y que se había llevado a Lincoln a algún lugar. Necesitaba información de la chica para poder ir tras Lincoln. La situación era total desconocida para el sicario.

Hacía años que una situación no lo ponía así de tenso y frustrado.

-Maldición – Tras esa palabra soltó al hombre que cayo de trasero, aliviado de tener su garganta todavía intacta.

Ricardo se mordió el dedo, pensando lo próximo que podía hacer. Se encontraba muy agotado, metal y físicamente. No tenía idea de lo que podía hacer, toda la situación lo sobrepasaba.

No tenía información de esa chica o lo que era, solo sabía que era alguien como Lincoln, con esas capacidades sobrehumanas, sencillamente, era algo que se le escapaba de las manos.

Miro la salida del callejón donde se encontraba. Luego miro al cielo oscuro. No tenía ni idea de que hora era, y ya se podía imaginar la reacción de Roxan ante todo esto.

En solo pensar en esa mujer le dio un fuerte dolor de cabeza.

-¡Ahí estas! – Una voz que reconoció casi de inmediato le grito.

-¡¿Lincoln?! – Miro al chico que parecía había aparecido de la nada.

-Joder, si te alejas tanto me es más complicado encontrarte aun conozca tu pulso sanguíneo – El chico se acercó al hombre que aun se encontraba pasmado mirándolo.

-¿Y él quién es? – Miro al hombre sentado, que lo miraba con incredulidad.

-¡¿Dónde estabas metido?! – En un estallido de molestia Ricardo le grito. Estremeciendo levemente a Lincoln.

-Es una larga historia – Fue su respuesta. Ricardo se acerco y sin miramiento le dio un golpe al rostro con todas sus fuerzas. Como era de esperarse el golpe no le hizo nada al chico, pero sí al hombre que se lastimo la mano.

-¡Solo eso me dices...! ¡Tienes idea de lo preocupado que estaba, mocoso! – El hombre de inmediato abrazo al chico que se quedo atónito.

Ricardo era una persona sumamente relajada, rara vez podrías verlo enojado como ahora y era la primera vez en la que Lincoln lo veía de esa manera.

El albino no supo como responder ante tal acto.

Estuvieron así durante casi 3 minutos. Hasta que Ricardo pareció calmarse.

Miro seriamente a su alumno.

-¿Qué ocurrió? – Esa pregunta saco del trance a Lincoln.

-Muchas cosas, mejor vayamos a casa para discutirlas – Respondió el albino.

El hombre suspiro.

-Dios... estamos bastante lejos de ahí, tomara un tiempo... – Se detuvo cuando vio a Lincoln de espalda.

-Súbete – Fue lo que dijo Lincoln.

-¿Bromeas?

-Nope

-¡No me voy a subir, sabes lo mucho que me mareo a la velocidad que vas!

-Solo súbete de una maldita vez que tengo esperando a Roxan en su cuarto, y conociéndola se va a volver a despertar

-Por última vez, no vo... – Volvió a ser interrumpido cuando un harto Lincoln lo cargo y de un gran salto que hizo gritar al hombre se subió en la cima de un edificio.

El hombre de playera floral se quedó mirando todo, incrédulo.

-¿Con qué fenómenos me metí? – Dijo al aíre.

-¡No tan rápido! – Grito Ricardo muerto del susto, sencillamente iban tan rápido que no podía abrir bien sus ojos por el viento que golpeaba su cara.

-Ya tranquilo, a esta velocidad no tardaremos ni diez minutos – Hablo el albino. El chico agradecía tener poderes, porque estaba seguro que si no fuera humano ahora mismo estaría muerto de la asfixia que el hombre le estaba propinando al aferrarse a su cuello con todas sus fuerzas.

Como bien dijo Lincoln, a la velocidad que iban no tardaron ni cinco minutos en llegar al lugar. De un gran salto, Lincoln entro sin miramientos dentro del departamento, gracias a que dejo la ventana abierta.

De inmediato Ricardo se soltó y totalmente mareado vomito en su lugar.

-Egh... eso no lo voy a limpiar yo – Comento Lincoln mirando con asco.

-Sí, sí lo harás – Dijo una voz detrás de él.

-¡Hey Roxan! – Saludo el chico nervioso. Cuando se dio la vuelta, se dio cuenta que la mujer se veía mucho peor que cuando se había desmayado.

-Por fin te dignas a aparecer, Ricardo – Comento mirando al hombre que se recuperaba del mareo.

-A mi... también... me... alegra que estés... bien – Hablo entre cortado mientras recobraba el aíre.

La mujer lo miro con asco, aunque Lincoln no logro diferenciar si era por el olor o por sus asuntos con Ricardo.

Sin duda, el ambiente se había vuelto tenso entre los dos adultos.

Sin embargo, cuando el hombre pudo ponerse de pie se miraron fijamente, casi como si estuvieran discutiendo nada más con sus miradas. Esa supuesta discusión termino cuando miraron al albino.

-¿Entonces...? – Dijo el hombre.

-Nos vas a contar acerca de lo que te paso a ti y a este imbécil, ¿no? – Hablo la mujer rubia.

-Tomen asiento que esto va para largo – Anuncio Lincoln sentándose en el sofá de la sala. Los otros dos lo siguieron y se noto que ambos realmente necesitaban sentarse.

-Bien... lo que ocurrió fue que... – Y así Lincoln fue hablando, contado todo lo sucedido a detalle. Desde su llegada a ese club de pelea clandestino hasta su pelea contra Gaz. No se guardo absolutamente nada. Los dos adultos no dijeron nada para no interrumpirlo, pero se podía ver en sus rostros el impacto que les género.

En especial con Roxan, cuando menciono lo que en teoría sería su verdadero nombre.

-Luego de eso, fui a buscarte, regresamos y aquí estamos – Termino de contar Lincoln. La garganta se le seco un poco al albino luego de hablar sin parar, pero justo había un vaso de café con leche en la pequeña mesita frente a él.

Estaba frío y con una complexión un poco viscosa. No le gusto el sabor en lo absoluta, pero, de todas formas, fue lo suficiente como para aliviar su garganta.

Miro a los dos adultos, se les notaba realmente sorprendidos y hasta perturbados por toda la información.

-¿Qué piensan? – Se atrevió a preguntar el albino.

De nuevo, no dijeron nada, al menos por un rato, pues fue Ricardo el primero en hablar.

-Sinceramente... no tengo idea de que pensar. Esto es mucho más de lo que esperaba – El hombre se sobo los hombros.

-Mañana también me reuniré con ellos y... – El albino fue interrumpido cuando una exaltada Roxan exclamo.

-¡No puedes ir allá! ¡No conoces de nada a esos... a esos...! – La palabra no salía de su garganta y la mujer sabía el porqué.

-¿Esos monstruos? – Completo Lincoln mirando a la mujer, su expresión no cambio en lo más mínimo, permaneció igual.

-Sí... – La mujer admitió con pesadez. – Lo siento... si hablo así de ellos, también tendría que incluirte en esa expresión – La mujer volvió a sentarse, su cabeza le dolía mucho.

-No te preocupes. Sé que no era tu intención – Lincoln le sonrió. – Sé que es complicado, el tener confianza con gente que apenas conoces, pero... no lo sé, solo que cuando hablaba con ellos me sentía... feliz – Lincoln dijo sacándose eso de su pecho.

-Siento como si hubiera encontrado algo importante, algo que me completa de cierta manera, como si...

-Como si te hubieras reunido con tu familia – Completo Ricardo. Lincoln se sorprendió. El albino no lo había pensado de esa manera.

-Esta bien, ve con ellos – Dijo Ricardo.

-¡Ricardo! – Exclamo la morena.

-¿Qué? – Pregunto mirando a Roxan.

-¡¿Cómo puedes aceptar algo así tan a la ligera?! – Acuso Roxan con cierto enojo.

-Porque son sus asuntos – Fue su respuesta.

-¡¿Qué se supone que significa eso?!

-Significa que el chico por fin tiene una meta – Eso callo a Roxan. – Ahora tiene un propósito, descubrir su origen, encontrar a más como él y por fin pasar más tiempo con chicos de su edad que no sean Yumiko. Así puede salir de ese estúpido trabajo como medio sicario – Lincoln bajo la cabeza avergonzando, mientras que Roxan lo miro aterrorizada.

-Cuentas con mi apoyo, Lincoln. Solo procura no meterte en problemas tan seguido – El hombre se levantó. – Voy a darme un baño y seguramente me dormiré hasta tarde. Estoy agotado – Declaro yéndose de la sala.

La mujer no supo que decir, ni que hacer.

-Lo siento – Se disculpo Lincoln. – Lo siento, por haberte mentido – Dijo con genuino pesar.

La mujer lo miro, su expresión arrepentida, esos ojos rojos tan brillantes que normalmente brillaban con fervor, ahora lucían apagados y desprendiendo mucho pesar. Esa imagen le pego duro.

-A este punto, ya no sé ni que sentir – Dijo la mujer, sentándose a su lado.

-¿Por qué me mentiste? – Pregunto.

-Para que ya no te preocuparas tanto y pudieras descansar – Respondió.

Esa respuesta le hizo un nudo en la garganta a la mujer.

Tras un rato de silencio, la mujer abrazo al niño, el chico devolvió lentamente el abrazo.

-Esta bien... esta bien... solo ya no vuelvas a mentirme – Esta vez, la rubia dijo en un tono muy tranquilo y maternal.

Hubo otro silencio, mientras se podía escuchar la ducha prendida.

-Solo prométeme... que tendrás cuidado

-Lo tendré, lo prometo – Dijo mirando a la mujer a los ojos.

Esas palabras parecieron relajar a la mujer, y tras unos segundos también se levantó.

-Voy otra vez a la cama, como castigo te tocara hacer el desayuno, la comida y la cena – Declaro yéndose a su habitación.

-De acuerdo – Lincoln también se levantó, se acercó a la ventana y se dio cuenta que ya estaba amaneciendo.

-Je, ya amaneció y todavía tengo energía

-¿Nos masturbamos en lo mientras? – Pregunto Bloody.

-Puede ser... – Menciono viendo como un nuevo día se alzaba nuevamente, esta vez, Lincoln vio de manera diferente el amanecer, algo en él le decía que algo había cambiado.

Como si algo se hubiera puesto en marcha... 

~0~0~0~

-Bien... ¿Qué podría hacer ahora con esas ruidosas? – Lincoln camino tranquilamente mientras se hacía esa pregunta a sí mismo.

-Haría el chiste fácil, pero...

-Pero nuestra comedia no es tan cringe, sí, sí, lo sé, lo repites cada que vas a hacer un chiste sobre pedofilia o abuso sexual – Lincoln rodó los ojos, su otro yo realmente era la personificación de su lado más retorcido como para hacer tan fácil tantos chistes desagradables.

-Aguafiestas – El ente solamente se cruzo de brazos mirando a otro lado. – Hablando en serio... ¿Qué haremos con esas zorras? – Miro a Lincoln esperando su respuesta.

-No sabría decirte, la verdad sé muy poco de casi todas. De Lana y Lola, no me preocupo, de la enana solo sé que es de orgullo frágil, la borracha y la comediante son adictas y el resto me ignora. Bueno, esa chica gótica me espía con bastante regularidad – Repaso Lincoln. La verdad, es que salvo con las gemelas y los padres Loud no había tenido ninguna charla decente con alguna de las otras chicas.

-Podríamos buscar algo de información de ellas. Conocerlas y eso

-Sería lo ideal, el problema es conseguir que hagan caso siquiera a lo que diga – Visualizo a cada una de las Loud. – La mayor ni caso me hizo la otra vez, Leni... creo que con ella no será difícil, la borracha no sabía decir, tiene pinta a que se intentara ir de la casa mientras no esté... o puede incluso que ya se haya ido antes de que llegue – Paso al lado de una tienda de electrónicos, donde había muchas televisiones encendidas mostrando las noticias.

"¡El alcalde de la ciudad de Detroit fue asesinado ayer por la noche!"

Fue lo que decía el titular en cada uno. Lincoln negó con la cabeza y se olvido del tema continuando con su recorrido.

-De Luan creo que voy a poder acercarme, a diferencia del resto, ella no parece tan cerrada como el resto. La enana es una cabeza hueca, apuesto a que apenas llegue va a comenzar a ladrarme – Dio un suspiro al recordar a Lynn. La verdad es que le daba algo de pereza lidiar con ella.

-No hay necesidad de apostar, es casi seguro que haga eso – Incluso Bloody sentía pereza de la deportista.

-La chica gótica... quien sabe, de todas es la que me pica más la curiosidad, pero no luce muy habladora – Se llevo un dedo a su boca empezando a morderlo levemente. – De las gemelas no tengo problemas, en especial con Lana, se podría decir que ellas dos son mis aliadas dentro de esa casa. La de cerebro grande no sé nada, ella sí fue la que paso olímpicamente de mi y la pequeña parece asustada de mí, supongo que será algo tímida – Termino de repasar.

-Eso o solo le asustamos – Comento Bloody.

-Puede ser – Hasta el tenía que admitir que en cierta manera podía intimidar a los más débiles, en especial por sus ojos.

-Bueno, lo que sea. Supongo que cuando termine el día sabré que hacer más a fondo, ahora solo me dedicare a mantenerlas en su casa – Eso lo dijo ya estando en frente de la dichosa casa Loud.

-Here we go again...

Lincoln se acerco a la entrada y toco el timbre. No paso ni diez segundos cuando la puerta fue abierta por una histérica Rita.

La mujer rubia no se veía nada bien, su cabello estaba bastante desordenado, su maquillaje estaba a medias y su ropa se veía algo sucia.

-¡Lincoln! ¡No tienes idea de cómo me alegra que ya estés aquí! – Dijo la mujer con genuina felicidad.

-Hola... Sra. Loud – Saludo un poco sorprendido.

-¡Por favor! ¡Solo dime Rita! – La mujer lo metió rápidamente dentro de la casa. – ¡Espera ahí un momento! – Con eso dicho salió corriendo arriba donde se escucharon unos cuantos gritos.

Al cabo de un rato volvió a bajar, esta vez se arreglo un poco el cabello, llevando puesto su bolso miro al albino mientras se maquillaba en el proceso.

-Ya voy al trabajo, te dejo a las chicas para cuando yo o mi marido volvamos. ¡Si tardamos demasiado solo calienta la comida que hay en el refrigerador! – Dijo pasando al lado del chico y abriendo nuevamente la puerta. – ¡Ah! ¡Y no dejes que Luna se escape otra vez, por favor! – Con esas indicaciones dadas la mujer cerró la puerta y se marchó.

-Eso fue...

-Intenso

-Bastante intenso – Con eso dicho se preparo para interceptar a las dos niñas que venían corriendo directamente hasta él.

-¡LINCOLN! – Exclamaron las gemelas saltando sobre el albino. Al menos, Lana salto sobre él. Lincoln no tuvo problema en atraparla y colocarla en el suelo.

-Hello there, ¿Cómo están, chiquillas? – Les pregunto caminando hacía la sala siendo seguido por las dos niñas.

-¡Bien, adivina cómo me fue en el examen! – Dijo Lana entusiasmada.

-Una B – Respondió tranquilamente con una ligera sonrisa.

-¡Casi! Una B+ ¡¿no es genial?! – Dijo la niña emocionada. – Nunca antes había tenido una calificación tan alta en matemáticas – Dijo con mucha alegría.

-¡Ja! Eso no es nada – Menciono Lola arrogantemente. – Yo saque una A – Comento con una sonrisa demasiado brillante para su gemela.

-Nada mal, chiquillas, nada mal. La verdad es que esperaba un poco menos que eso, pero lo hicieron bastante bien – Las felicito dándoles pequeñas palmadas a ambas.

-Nos sorprenden, no esperábamos nada de ustedes – Bloody se burló.

Lana las recibió con una risa mientras que Lola se molestó ligeramente por despeinarla, pero, el pequeño sonrojo que mostraron sus mejillas demostró que lo disfruto, aunque fuese un poco.

-¡No me despeines! – Dijo Lola peinándose de vuelta.

-¡Ja ja ja! ¡Mira cómo te sonrojas! – Se burlo Lana.

-¡Cállate! – Con eso dicho otra pelea se inició entre ambas hermanas.

En otra ocasión Lincoln las hubiera detenido, pero, a decir verdad, para el albino resultaba muy entretenido verlas jugar. Al menos dejaría que estuvieran así por un rato.

Unos pasos se escucharon bajando las escaleras a lo que Lincoln volteo para mirar de quien se trataba.

Era Lori.

-Buenas tardes – Dijo el albino saludando con su mano a la primogénita Loud.

Lori lo miro por un segundo, pero frunció el ceño al mirarlo. Sin embargo, pronto se fue directamente a la cocina sin decirle nada.

Lincoln rodó los ojos, se lo veía venir.

-¡Oye Lori, al menos saluda! – Para sorpresa del albino Lana y Lola pararon su pelea por su propia cuenta mirando de mala manera a su hermana mayor.

-¡Una damisela siempre debe de ser educada y saludar a sus invitados! – Lincoln observo atónico como es que ambas niñas lo apoyaban.

Lori regreso con un frasco de pepinillos en sus manos. Ignorando las llamadas de atención de sus hermanas menores, Lori solo le levanto el dedo medio al albino y se fue a su habitación, todo bajo los gritos de desapruebo de sus hermanas.

-Que amable – Bloody fue sarcástico.

-¡Ugh! ¡Como odio cuando nos ignora! – Gruño Lana con molestia.

-Ahórratelo, aunque te haga caso solo va a ser un estorbo – Lola añadió tan molesta como su hermana.

-Ya, ya, ya, tranquilas – Las calmo Lincoln. El joven no se veía molesto en lo absoluto, se le veía entretenido más que otra cosa.

Ambas gemelas lo miraron.

-¿Terminaron su tarea? – Les pregunto.

-No, todavía no – Dijo Lola.

-Ugh, es que es mucha – Se quejo Lana.

-Bueno, apúrense a hacerla, entre más rápido la terminen más tiempo tendré para jugar con ustedes – Antes esas palabras las niñas chillaron de emoción.

-¡¿En serio?! – Preguntaron al unísono.

-Por supuesto, vayan, sí tienen una duda me dicen y veré en que puedo ayudarlas – Les dijo tranquilamente.

-¿Qué vas a hacer en lo mientras? – Le pregunto Lola.

-Iré a ver que están haciendo el resto de sus hermanas. Ahora que soy su niñero, tengo que ver que todas estén en casa

-Buena suerte con Luna, seguramente ya se ha marchado con sus amigos – Le menciono Lana corriendo por sus cosas.

-Tengo que asegurarme de todas maneras – Lincoln volvió a mentir. La realidad es que ya sabía que todas las Loud se encontraban en su casa. Aunque podía sentir que en la habitación de Luna y Luan, dos figuras parecían estar de un lado a otro.

-Bueno, suerte en ello – Dijo Lola y al igual que su hermana fue por sus cosas para empezar a hacer la tarea. 

Una vez ambas niñas fueron por sus cosas, Lincoln también subió al segundo piso. Lo primero que se encontró fue a la pequeña Lily caminando, al verlo, la pequeña brinco del susto y trato de bajar las escaleras, apresurada. No obstante, la niña piso mal y se resbalo.

La cosa hubiera terminado mal de no ser que antes de que se diera cuenta, se encontraba en las manos del albino.

-Ten cuidado al bajar las escaleras, pequeña – Le dijo amablemente con una sonrisa.

Lily asintió nerviosa. Lincoln la bajo, y en lugar de ir a bajo, la niña salió corriendo directo a la puerta del fondo y antes de meterse dentro miro al albino que la saludo tranquilamente sin borrar su sonrisa.

La niña cerro la puerta y Lincoln la perdió de vista.

Al subir, vio como Lana y Lola volvían a bajar las escaleras con dirección a la cocina para empezar a hacer sus tareas.

Lincoln escucho el sonido de la ducha del baño al fondo. No hacían falta sus poderes para saber que una de las chicas se estaba bañando. Pero, para lo que si le servían era para identificar quién de todas se bañaba.

Levanto una ceja mientras su sonrisa se volvió un poco más socarrona.

-La rubia idiota. Muy bien – Bloody se rio mientras se re lamía los labios.

De la habitación de la comediante y la borracha salió Luan. La chica lucía bastante nerviosa mirando la puerta detrás de ella. Lincoln se acercó para saludarla.

-Hola, Luan – Al momento de pronunciar esas palabras la chica se tensó de golpe y se pego a la puerta, casi bloqueándola.

-¡H-Hey! Chico Albino, que gusto verte – Dijo la chica forzando una sonrisa.

-Igualmente – Le contesto notando lo evidente.

-¿Qué haces aquí esta vez? – Pregunto Luan sin apartarse.

-Soy su niñero, ¿recuerdas?

-Ah cierto, cierto, ahora eres el hombre de la casa llena de tantas chicas, curioso ¿no?

-Claro, más teniendo en cuenta que apenas llevo unas pocas visitas, que giros más surrealistas si te pones a pensarlo, ¿no crees?

-Por supuesto, es muy surrealista – Lincoln se rio y Luan se rio con él.

-Por cierto, ¿Qué hace, Luna? – De inmediato la risa de Luan murió y casi se ahogó con su propia saliva.

-¿Luna?

-Sí, Luna. Tú madre me dijo que todavía se encontraba en casa y me pidió que ella en especial no saliera a fuera – Luan sudó frío.

-Ahhh ella, no te preocupes por ella se encuentra hablando con su novia por mensaje de texto.

-Entiendo, ¿puedo pasar para verificar? – Eso puso el doble de nerviosa a Luan.

-Vamos... apenas vamos conociéndonos y ya dudas de mí, me ofendes jejeje – Se rio nerviosa, aunque trato de hacerse la ofendida.

Lincoln se encogió de hombros.

-Lo siento, pero tengo que asegurarme, es mi trabajo después de todo – Dijo mirando a Luan con una sonrisa casi gatuna.

-Sí, sí, eso lo entiendo, pero veras... er.. em... ella... ¡esta semi desnuda! – Exclamo casi soltando una risa. – No sería indicado que un chico la viera así, ¿no te parece?

-Mmmm... sin duda, sería muy descortés y atrevido de mi parte entrar, así como así. Más en esas condiciones – Luan casi suspiro aliviada. – Pero... al menos puedo hablar con ella de este lado de la puerta.

Luan casi suelta una maldición.

-Verás... la habitación esta insonorizada, no creo que te escuche muy bien. Tú sabes, ella es una música, por lo que siempre esta tocando algún instrumento jejeje – Lincoln asintió.

-Entiendo... entonces puedes entrar a decirle que me gustaría hablar con ella un momento, por favor, puedo esperar aquí hasta que se cambie – Luan maldecía a Lincoln por ser tan insistente.

-C-Claro, no hay problema, solo dame un minuto jeje – Se rio antes de abrir la puerta y entrar sin dar mucho chance a lo que había dentro.

Lincoln borro su sonrisa y miro arriba de él. Justo ahí se encontraba la entrada al ducto de ventilación, donde de inmediato una sombra adentro se aparto inmediatamente asustada.

-(Otra vez, con la pequeña gótica) – Lincoln esperaba poder hablar con ella al rato.

-¡¿Tú otra vez?! – Un grito se hizo presente. El albino suspiro mentalmente al reconocerla.

-Hola a ti también, Lynn – Saludo Lincoln a la chica que lo veía irritada.

-¡No digas mi nombre tan a la ligera, Patético! – Declaro Lynn con cierta arrogancia.

-Entonces cómo prefieres que te llame, ¿Lynnarina? ¿L. Jr? ¿Lynnbrusca? Creo que todos pueden concordar bien – Lincoln se burló, cosa que hizo enfurecer más a la castaña.

-¡Escúchame idiota, no porque mis padres te hayan dejado a cargo, significa que voy a obedecerte! ¡Para nada a Lynn Loud no la manda nadie! ¡¿Entiendes lo que estoy diciendo?! – Se acerco al albino amenazantemente, incluso poniéndose de puntas para poder acercarse más al rostro de Lincoln.

-Te importaría lavarte los dientes, te apesta el aliento a cebolla – Lincoln se tapo la nariz arrugando ligeramente el rostro. Lo del mal aliento no era ningún juego.

-¡Serás un hijo de...! – Justo cuando la chica estuvo a punto de golpearlo, Luan regreso. Al ver la escena de su hermana menor de puntas frente al albino se le hizo extraña. Aunque por la expresión de enojo de Lynn podía deducir que no era nada bueno.

-¿Interrumpo algo? – Se atrevió a preguntar.

-Solo tu hermana diciendo lo mucho que me quiere – Dijo Lincoln, obviamente a modo de sarcasmo. Sin embargo, Lynn se sintió verdaderamente ofendida.

-¡Que asco! ¡Yo nunca me fijaría en un estúpido nerd como tú! – Dijo, pero fue ignorada por Lincoln. – ¡Hey! ¡me estas escuchando, subnormal!

-¿Qué dice, Luna? ¿Ya va a hablar conmigo? – Dijo Lincoln ignorando a Lynn quien seguía insultándolo.

-Er... sobre eso, dice que no le apetece hablar contigo en estos instantes – Dijo Luan avergonzada. – Pero puedes ver el lado positivo... blah... blah... blah... – En este punto Lincoln dejo de escuchar lo que Luan le estaba contando.

Ahora solo podía escuchar ruido y nada más, las palabras desaparecieron por completo. Miro al frente, Luan seguía hablando de quien sabe qué cosas, miro a su costado y vio a Lynn, seguramente seguiría insultándolo.

Miro arriba, Sabía que Lucy todavía se encontraba arriba escuchando. Miro a la esquina de los muros donde la cámara de seguridad se encontraba encendida. Seguramente, la niña cuatro ojos estaba mirando todo.

Pronto no tardaron en llegar las gemelas que jalaron su ropa tratando de llamar su atención, claro que, a diferencia del resto, ellas sí lucían entusiasmadas.

Para su suerte, justo Leni salió del baño y al verlo se acercó para saludarlo. Ver a la bella chica rubia en toalla de baño fue un deleite, a decir verdad, pero aun que fuera una delicia verla, ella también hablaba cosas que Lincoln ni siquiera estaba escuchando.

Tras tanto alboroto, Lori salió para mirar que sucedía y vio a todas, alrededor del albino. La chica salió molesta y pareció gritarle algo a él, específicamente. Quizás fuera por andar mirando a su hermana en toalla o por andar causando tanto ruido.

Lincoln no tenía idea, no estaba escuchando nada de lo que le decían.

Otra vez miro a la puerta del fondo, donde vio a la pequeña Lily. Esta vez la niña no lo miro con miedo como solía hacerlo, lo que encontró en su mirada fue curiosidad.

Suspiro, aparentemente tenía la atención de todas las chicas. O bueno, casi todas las chicas.

-Como ladran estas perras – Comento Bloody molesto. – Y esa otra perra trata de vernos la cara de idiotas – Miro a un lugar en especifico entre los muros del hogar.

Entrecerró la mirada y se abrió paso a las escaleras.

Eso desconcertó a todas que lo vieron bajar las escaleras, pero casi como si fuera un rebaño lo siguieron, ya fuese por las razones que fueran, solo lo siguieron tratando de llamar su atención. Inclusive Lucy bajo del ducto para mirar al albino y la pequeña Lily se apresuró a seguir al resto.

Entre gritos, amenazas y jaloneos, Lincoln se dirigió a la puerta y la abrió. Salió y miro al jardín.

-¿Te vas tan pronto? – Dijo lo suficientemente fuerte para que Luna lo escuchara.

La chica se quedo quieta. Se dio la vuelta sorprendida al ver que había sido descubierta. Por su parte Luan se quedo en shock. El resto de igual manera se sorprendieron.

Lincoln se acercó cosa que hizo reaccionar a Luna.

-No te preocupes amiguito, solo voy a dar una vuelta con mis amigos, nada serio, para practicar un poco de buena música, you know... – Dijo mientras veía una camioneta llena de logos y estampados dignos de rockeros de los 80 justo en frente de la acera de su casa.

-¡Apúrate Luna! – Grito una rubia bastante bella desde el asiento del copiloto.

-¡Vamos, chica! ¡no tenemos todo el día! – Grito otra chica desde el asiento trasero con su cabello alborotado cubriendo sus ojos.

-¡Hoy nos toca traer la medicina! – Grito otro chico de nariz largo y peinado de rockero de los 90 con un flequillo para arriba mientras agitaba una cerveza al lado de la chica con los ojos cubiertos.

-¡Venga, Luna que se nos hace tarde! – Menciono un hombre fornido con una boina y un piercing en su nariz desde el asiento del conductor.

-¡Ya voy, ya voy! – Aviso caminando hacía allá. Pero fue detenida cuando Lincoln puso su mano en su hombre. – ¡Hey dude! Venga déjame ir – Dijo Luna volteándose algo molesta.

-Luna... estas castigada, regresa a tu cuarto, por favor – Pidió Lincoln mirando a la chica sin expresión alguna.

Luna miro a los ojos del albino perdiéndose brevemente en ellos, hasta que el sonido del claxon de la camioneta de Chuck la hizo espabilar. Riendo brevemente, quitándose la mano de Lincoln de encima y cerrando los ojos mientras negaba con la cabeza.

-Buen intento, cuck – Dijo mientras caminaba con los ojos cerrados.

-¿Luna? – Pero la voz de Lynn la hizo abrir los ojos de nuevo. Estaba demasiado cerca de ella.

Y ahí fue cuando se dio cuenta de que había estado caminando de regreso a la casa. Abrió los ojos estando en shock. Nadie la estaba obligando, solo caminaba de regreso apartando a sus hermanas.

Intento darse la vuelta, pero fue inútil, su cuerpo no le hizo caso, ni cuando quiso gritar pudo hacerlo. Su cuerpo no le estaba obedeciendo en lo más mínimo.

Subió las escaleras hasta dejarlos atrás a todos antes de regresar a su habitación y cerrarla, solo para recoger la cuerda hecha con sabas que salió de su ventana que había usado para escabullirse.

Fue entonces que sintió que un peso enorme se le quitaba de encima y cayó al suelo agotada.

-¿Qué... fue... eso...? – Se pregunto tratando de recuperar el aíre, se sentía asfixiada, sus músculos le pesaban demasiado, como si hubiera hecho toneladas de ejercicio físico.

Regresando con los demás, todos los presentes se quedaron boquiabiertos. Nunca antes habían visto a Luna obedecer tan fácilmente a alguien.

-Buenas caballeros y damas – Menciono Lincoln asomándose por la ventana del vehículo, asustando a los chicos en la camioneta. Ni siquiera se percataron cuando Lincoln se acercó tanto a ellos.

-Podrían por favor retirarse. No lo tomen a mal, es solo que Luna esta castigada hasta nuevo aviso y como soy su niñero tengo la responsabilidad de evitar que cumpla con su castigo de no salir – Sonrió amablemente a los muchachos que se quedaron pasmados mirándolo.

-Entonces... ¿Pueden irse, por favor? – Volvió a pedir Lincoln manteniendo su sonrisa.

La rubia de mechón teñido se molestó.

-Escucha, niño... – Pero antes que terminara fue interrumpida.

-¿Pueden irse, por favor? – Repitió sin cambiar su expresión o su tono de voz. Solamente abrió sus ojos dejando ver esos ojos rojos tan brillantes y profundos.

De inmediato los chicos sintieron un fuerte escalofrío bajar de sus espinas dorsales al mirar esos ojos, un miedo nato en ellos despertó haciéndoles sudar frío.

-C-Clar-o y-ya nos va-vamos, lamentas las molestias – Musito el hombre al volante.

-Excelente, tengan un lindo día – Se despidió Lincoln sin borrar su sonrisa viendo la camioneta marchar hasta perderse.

Lincoln regreso tranquilamente a la casa donde el resto de chicas aún lo miraban impresionadas.

-Leni, por favor ve a tu cuarto, todavía sigues en toalla – Aviso Lincoln a la rubia que salió del trance.

-¡Cierto! Que torpe soy ji ji ji – Se rio avergonzada y subió a su cuarto, siendo seguida por Lori veía de reojo al albino antes de acompañar a su hermana.

Lincoln cerro la puerta tras de él.

-¿Ustedes qué querían? – Vio a las gemelas.

-Ya acabamos la tarea – Aviso Lana.

-Bien, espérenme allá, en un momento se las reviso para ver si está bien – Las niñas obedecieron y se marcharon.

-¿Quieres algo de comer, pequeña? – Se puso de cuclillas y miro a Lily quien lo veía asombrada. La niña salió de su asombro y apunto a al televisor de la sala.

-¿Quieres ver la tele? De acuerdo – Con eso dicho cargo a la niña y la llevo a la sala donde enciendo la televisión. – ¿Qué canal quieres? – La niña en respuesta le mostro sus cinco dedos.

-¿El canal 5? Bien – Puso el dichoso canal y que justo pasaban un programa acerca de postres. Que de inmediato atrapo a la niña. Dejando a la niña en el sofá para que viera su programa se dispuso a ir a la cocina con las gemelas.

-¿Cómo lo supiste? – Pero fue interceptado por una incrédula Luan. La chica pensaba que había convencido al albino para dejar el tema de Luna. Ella pensaba que había hecho un buen trabajo cubriendo a su hermana.

-Tú y tu hermana son demasiado obvias, cariño – Con esa respuesta algo burlesca fue a la cocina dejando atónica a Luan.

-Aprendan a escabullirse, perras – Bloody le saco el dedo medio mientras se reía.

Lynn por su parte apretó los puños y subió a su habitación, Lucy finalmente se quedó sola.

-Suspiro... – Fue lo que salió de la boca de la chica. 

~0~0~0~

Al cabo de unas horas, Lincoln corrigió la tarea de las gemelas y luego se puso a jugar con ellas unas horas, inclusive la pequeña Lily se termino uniendo al juego.

De vez en cuando, Lincoln verificaba lo que estaba haciendo cada una. Estaba esperando el momento indicado para poder hablar con cierta persona.

Justo ahora se encontraba mirando la televisión con las gemelas y Lily. Las niñas estaban cansadas luego de tanto juego, se podía ver por todo el sudor en sus rostros. Al contrario de Lincoln quien no había derramado una sola gota de sudor.

Miraban Cartoon Network riendo mientras veían "El increíble mundo de Gumball". Sin duda era una serie divertida.

Mientras las niñas veían como Gumball trataba de invitar a salir a Penny, se levanto discretamente. Era su oportunidad.

Repaso lo que todas estaban haciendo: Lori y Leni estaban en su habitación, una en su celular y la otra cociendo ropa. Luna y Luan de igual manera estaba en su habitación, una se encontraba acostada durmiendo y la otra parecía moverse de un lado a otro en la habitación. Lynn estaba en el patio trasero haciendo lagartijas. Lisa se encontraba en su habitación haciendo sus cosas y finalmente, Lucy se encontraba en los ductos de ventilación. Ese era su objetivo.

Miro que las cámaras estaban encendidas, por lo que pensando en eso desde antes se trajo un banco lo suficientemente alto para alcanzar el ducto.

Una vez en posición, abrió la rejilla y miro dentro del ducto. Lucy estaba metida en un libro grueso, aparentemente no noto cuando la rejilla se abrió y Lincoln asomo su cabeza.

-Hola – Dijo el albino.

-¡AAAAAAHHHHHHHHH! – Lucy chillo asustada. En serio que no se dio cuenta de nada.

Su grito resonó en toda la ventilación como un quejido de ultratumba. Asustando a varias hermanas Loud por lo tenebroso que sonó eso.

-Wow, tranquila, solo soy yo – Hasta Lincoln tuvo que admitir que eso si sonó aterrador.

Lucy lo reconoció. Y se calmó, sin duda, sí que la había asustado. ¿Así se sentían sus hermanas cuando les hablaba de la nada?

-Bien, lamento asustarte, era solo que quería hablar contigo – Empezó el albino.

-Bien... – Dijo la pelinegra.

-Verás, desde que pise esta casa por primera vez he notado que me espías cada que estoy por aquí, quisiera preguntarte el porqué de eso

Al principio solo recibió el silencio como respuesta, pero la niña contesto.

-Por que me llamas la atención – Respondió simplemente.

-¿Nunca viste un albino de ojos rojos? – Lincoln sonrió juguetón. La chica no respondió.

-Tomare eso como un sí – Volvió a mencionar Lincoln.

-¿Exactamente, qué es lo que te llama la atención de mí? – Pregunto.

Sin embargo, esta vez no recibió respuesta de la chica que se limitaba a mirarlo con monotonía.

-Bueno, era más que nada por curiosidad – Se encogió de hombros.

Hubo un silencio incomodo entre los dos.

-Veo que no eres muy habladora – Comentó Lincoln. – Sabes... te pareces a un Buho, siempre con dos grandes ojos observando aún en la oscuridad.

-Te equivocas, yo soy como un murciélago. Descanso en la oscuridad, soy una con la oscuridad, y gracias a la oscuridad sé todo en esta casa – Lucy se dejo llevar, no le gusto esa comparación de animales. No fue hasta ver la sonrisa de Lincoln que se dio cuenta de que hablo de más.

-Wow, eso fue muy edgy – Se rio levemente, aunque, lo último que dijo sí que le llamo la atención. Pudo sentir como un ceño fruncido se formaba en el rostro de la niña.

-¿Te burlas de mí? – Pregunto mirando a Lincoln.

-Para nada, lamento si pareció eso, es solo que me recordarte a alguien. No te preocupes por ello, vampiresa – El ceño de Lucy fue reemplazado por una mirada de curiosidad.

-¿Vampiresa? ¿Cómo supiste qué...? – Antes de terminar Lincoln señalo su libro.

-Ese libro que estas leyendo es sobre una vampira que se enamora de un mortal, y busca convertir a su amado en un vampiro como ella, pero el hombre se rehúsa y trata de huir de ella. Es un libro que leí hace unos años y por eso lo reconocí – Lucy lo miro impresionada, normalmente solo ella y algunas de sus pocas amigas o compañeros de su club conocerían este libro. – Una amiga me lo presto. Y viendo que te consideras a ti misma un murciélago, lees novelas de vampiros y ciertamente tienes un aíre gótico, puedo deducir que te gustaría ser una vampiresa, ¿Me equivoco? – Lucy no dijo nada.

-De nuevo, tomare eso como un sí – Sonrió socarronamente. – En fin, si quieres ser una vampiresa primero ten unos colmillos como los míos – Le mostro sus colmillos tan raros y a la vez intimidantes.

La niña se quedo impactada al verlo, en todo el tiempo que había visto al albino no se acerco lo suficiente como para percatarse de esos dos pares de colmillos.

En realidad, al mirarlo mejor, Lucy se percato de ciertas similitudes. Piel pálida, ojos rojos, grandes colmillos. El recuerdo de Luna obedeciendo lo que decía y el recuerdo de verlo ahuyentar a los irritantes amigos de Luna.

Un poderoso escalofrío bajo por su espalda, pero no dijo nada.

-Como sea, ya te dejo en paz. Muchas gracias por tomarte la molestia de responder la mayoría de mis preguntas. Supongo que te veré en la cena si uno de tus padres no llega pronto – Con eso dicho cerro la rendija dejando sola a la niña con sus pensamientos.

-Creo que ahora va a pensar cosas raras de nosotros, esa mocosa, se le ve en su mirada – Comento Bloody con sus manos en la cabeza flotando perezosamente.

-(Puede ser, pero ya veremos, ahora con eso último que dijo; Gracias a la oscuridad sé todo en esta casa; Creo que encontré a la más chismosa de toda esta familia) – Con una sonrisa de victoria bajo las escaleras.

Justo cuando se encontraba por la mitad la puerta principal se abrió dejando paso a Lynn sr.

-Hola Sr. Loud – Saludo Lincoln al hombre. Se veía cansado, pero con una sonrisa en su rostro, pero al momento de mirar a Lincoln esa sonrisa se torció un poco.

-Lincoln, ¿Cómo fue todo? – Pregunto, la verdad es que desde afuera no podía escuchar el caos de sus hijas.

-Todo bien, las gemelas y Lily andan viendo la tele. Lynn está afuera ejercitándose y el resto esta en sus respectivas habitaciones – Dijo tranquilamente.

-Espera... ¿Luna todavía esta aquí? ¡Quiero decir! ¿Luna no se fugó ni nada? – El hombre lucía genuinamente asombrado.

-Lo intento, pero la convencí de regresar. Ahora esta durmiendo en su cuarto

-¿Acaso tú...?

-No la golpee ni nada, solamente hable con ella y me hizo caso, las demás chicas fueron testigos, puede preguntarles a ellas si usted gusta – Lynn sr había pensando en muchas posibilidades de como podría ser el primer día de Lincoln a cargo, pero la verdad es que este resultado escapo a todos de los que tenía en mente.

Mirando al chico de una manera casi indescifrable el hombre se paseo por su casa comprobando todo lo que le habían dicho. Y para su total sorpresa todo era como Lincoln le había dicho.

Tras inspeccionar todo se acerco al albino que lo esperaba en la entrada a su casa.

-Wow... en serio... estoy muy impresionado muchacho – Hacía muchos años que Lynn sr no veía toda esta tranquilidad en su hogar. – Hace mucho tiempo que no veo tanta paz en mi hogar

-No tiene que agradecérmelo, agradézcase a sí mismo por contratarme – El hombre se rio por la broma del chico.

-En verdad eres muy simpático, Lincoln. Al principio tenía muchas dudas contigo, pero veo que sí puedes ser muy efectivo y confiable – Busco en sus bolsillos, saco su cartera y le dio 50 dólares al albino. – Toma un pequeño adelanto por tu excelente trabajo.

-Muchas gracias señor – Contó el dinero para asegurar que fueran 50, todo bajo la mirada divertida del hombre. – Bien, supongo que aquí concluye mi trabajo por hoy – Guardo los billetes en su bolsillo.

-¡Nos vemos chicas! – Les grito a las niñas en la sala.

-¡Adiós Linc, hoy fue muy divertido! – Se despidió Lola desde el sofá.

-¡Adio! – Lily también se despidió con su manita.

Lincoln no vio a Lana, así que supuso que estaría en el baño. 

~0~0~0~

Lincoln cerro la puerta detrás y camino alejándose de la casa Loud. Estuvo a mitad del patio cuando la puerta se volvió a abrir dejando ver a la pequeña Lana.

-¡Lincoln! – Con ese grito el albino se detuvo y se dio la vuelta.

-¿Lana? – La niña se acercó al joven. – ¿Sucede algo? – Pregunto con una ceja alzada.

-Solo quería darte las gracias – Dijo la niña algo avergonzada.

-¿Las gracias? ¿Por qué? – Al albino le pico la curiosidad.

-Por hacer que los días en mi casa no sean aburridos o decepcionantes como suelen serlos – Lincoln se le quedo mirando a la niña que se sintió más apenada.

-Lo siento, no estoy acostumbrada a dar las gracias – Se rasco la nuca mirando a otro lado.

Lincoln no dijo nada por unos segundos.

-No te preocupes, al menos esto hace que mis tardes se vuelvan un poco más interesantes – Contesto tranquilamente. No era mentira eso, sus tardes se habían vuelto ir al arcade o pasearse por el pueblo. Al menos así eran cuando no estaba con su pequeño grupo de amigos.

Lana se rio un poco.

-Aún sigo sin creer que Luna te hiciera caso. ¿Con qué la amenazaste para que obedeciera? – Pregunto la niña.

-¿Amenazarla? Para nada, no soy como Lola que recurre a esas artimañas, solamente se lo pedí amablemente. Eso es todo – Contesto a lo que la pequeña rubia lo miro impresionada.

-¿En serio?

-Por supuesto

-Estamos seguros de que sí le pidieran de favor mamarle el huevo a alguien lo haría con gusto – Bloody se rio malicioso.

-Wow, no sabía que fuera tan fácil... – La niña se quedó mirando al suelo un segundo.

Lincoln la miro, cuando una idea se le vino a la cabeza.

-Tienes una familia complicada – Le comento.

-Lo sé, ojalá no fuera tan complicada – La niña dio un suspiro.

-No son muy unidas entre sí, ¿no es así?

-No... la mayoría del tiempo solo estoy con Lola y a veces con Lily, pero las demás o están muy ocupadas o solo molestan – De nuevo, Lincoln capto ese sentimiento de rencor.

-¿Qué hay de Lucy?

-¿Quién?

-¿Tú hermana?

-¡Ah sí! Bueno, ella no socializa mucho, es muy reservada, rara vez hablamos, siempre esta metida en el ático o en los ductos de ventilación – Lincoln siguió indagando.

-Ya veo, ¿alguna razón en particular por la que este ahí?

-Mmmm... pues no sabría decirte, del ático nunca subo, es muy aterrador ir ahí y solo papá y mamá suben hasta ahí. Pero siempre que esta en los ductos es escribiendo o espiando. La otra vez que subí porque buscaba a Brinquitos la vi espiando a Lisa

-Ya veo... (Eso comprueba lo que menciono, es una chismosa silenciosa) – Una ligera sonrisa se fue dibujando a en sus labios. – ¿Qué hay de Lisa? – Volvió a preguntar.

-Ella siempre esta en su cuarto con sus tontos experimentos, solo la veo salir para ir al baño o por algo de comer. Aunque creo que ella es la más chismosa de todas, siempre tiene cámaras por todos lados – Comento la niña.

-Sí, ya me había percatado de eso...

-Puta madre, que rarita, pensaba que la gótica era rara, pero la nerd resulto ser el doble de rara – Lincoln tenía que admitir que estaba totalmente de acuerdo con su otro yo. Sin duda, esas dos eran muy raras. El resto de Louds que había podido ver eran imbéciles, tímidas, tontas o drogadictas, incluso compartían más de un termino de los mencionados. Ahora podía añadir raras a la lista.

-En fin, gracias por tu cooperación, Lana.

-Claro, ¡no hay problema! Espera... ¿cooperar en qué? – La niña lo miro confundida.

-Hay Lanita, eres muy adorable cuando no tienes idea de lo que dices – Revolvió el cabello de la niña que se rio un poco.

-Nos vemos mañana, niña. No olvides entregar tu tarea y sí, se te olvida hacerla, cópiala antes de entrar a la clase. Chao – El albino se alejó tranquilamente.

-¡Adiós! – La niña también se despidió.

Ya en su departamento, Lincoln se sentó en la ventana mirando el tranquilo pueblo.

-Con qué ya tenemos un plan, eh

-Así es – Miro de nuevo los 50 dólares por adelanto que le doy Rita. – Si la Sra. Loud me toma en serio para este trabajo pues sería lo más ideal actuar acorde. Hay que hacer un buen trabajo en ello si quiero esos 300 dólares semanales – Lincoln ya tenía muy presente lo próximo que iba a hacer.

Primero ganar la confianza de todas las menores, y con su ayuda, gracias a todos lo que saben, tomar orden con las menores.

Sip, en efecto, ya tenía un plan.  

~0~

Muy bien, muy bien, hablo rápidamente, lo mencione brevemente en el reciente cap de It's Hard Life que iba a hacer la locura de actualizar todas mis historias activas, Hard Life salió primero, y ahora están esta y el fic yandere. El nuevo Shot, obviamente, no va a estar, principalmente por todo el proceso creativo que conlleva.

Ósea, voy a crear 3 Love Childs con las chicas de Amphibia, más hacerles hacer sus cosillas, más verme Amphibia de una puta vez.

Esta idea se acelero gracias a que voy a la CDMX este fin de semana y pues para ya tenerlo listo, para empezar a trabajar en ese proyecto.

Una vez hecho aclarado, voy a lo que vine...

~0~

MOMENTO SPAM [NO SALTAR]

En resumidas cuentas, desde ya hace varios meses que me apetece traer un nuevo fic, pero tengo 3 ideas en concreto que no tengo problema en hacer. La cosa es que, no decido entre una y la otra. Así que, por eso, decidí darlo a votación del público.

Solamente tendrán que mirar mi perfil donde la poll [Al momento de subir esto, ya estará subida], en la Bio de mi perfil detallare y comentare cada una de las opciones a escoger.

Les agradecería que por favor votaran.

Gracias por su atención.

~0~

Ese sería el momento spam, ahora, hablando un poco del cap, como ya pudieron ver, Lincoln ya se va formando con un plan para empezar a tomar control/autoridad dentro de la casa Loud.

Escribí este cap pues era el más largo, saben como luego me pongo con las interacciones de personajes xD  

Buen, en fin, los veo cuando regrese y para mi yo del futuro, espero que les haya podido entregar los caps de las dos historias xd

Se despide Dark-Mask-Uzumaki

Bye~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top