012. TOROS NEGROS

La base de los Toros Negros era un completo desastre.

Y cuando Yami destruyó por segunda vez la pared para callar a todos, el rostro de Asta brillo por alguna razón. ―¡Esto es un extraño deja vu!

―Panda de idiotas ―Yami apuntó a Izuku―. Este tipo es otro nuevo miembro. Muéstrenle las reglas sin matarle.

Algo mas calmados por ser la segunda vez, aquella panda de inadaptados observaron al peliverde.

Era un Asta mas alto. El factor sorpresa se había perdido por completo.

―Comparten ropa. ¿Son amigos, no es así? ―Magna sonrió enormemente mientras chocó sus puños―. Muy bien. Por cortesía ¡¡Tu tendrás que pasar la ceremonia de bienvenida de los toros negros!!

―¿Eh?

Asta entregó la Matademonios en las manos de Izuku. ―¡Tu puedes lograrlo!

―¡¿Ah?! ―Izuku estaba realmente confundido. ¡Ni siquiera preguntaron su nombre! ¡¿Y por que Asta le daba su arma?! ¡¿Tendría que luchar?!

―Oye oye ―el que mas estaba dando mala espina a Izuku, Luck, hacia aparecer pequeños destellos en su cuerpo notablemente emocionado―. Ahora es mi turno~

Ni siquiera Yami se esperaba ello.

Esto seria interesante.

¡¡Y lo peor es que nadie se negó!! ¡¡Magna le cedió el turno!!

Izuku estaba de piedra. ¡¿Y ahora estaban afuera?! ¡Las cosas aquí pasaban extremadamente rápido! ¡Debía de esforzarse para seguirles el ritmo!

Se preparó. Sabia que esto no seria ni siquiera un poco parecido a entrar a U.A. y estar con otras personas tan geniales.

Esta gente... ¡Se notaba que no eran de bien! O al menos esa es la primera impresión que tenia.

Y este chico rubio... ¡Su sonrisa daba miedo! ¡Parecía loco!

―Magna ya se enfrentó a él. ¿Tu tampoco tienes magia y usas esa espada? Entonces deberíamos poder luchar con todo lo que tengamos.

Este ambiente...

―A si que, si quieres formar parte de los Toros Negros... ―Luck blandió su grimorio, mostrando una sonrisa oscura― tendrás que luchar a muerte contra mi.

«¿Ah?¿Acaso dijo...?»

―Magia de Rayo ―Luck desplegó todo su poder mágico sin contenerse, formando equipamiento de batalla sobre su cuerpo―: ¡Botas del Dios del Rayo!

―Esta muerto.

―Esta mas que muerto.

―Definitivamente morirá.

Izuku se estremeció. «¡Que confianza!»

Parecía ser que esta realmente seria una segunda prueba... ¡Un bautizo!

Entonces...

Finral blandió su grimorio, preparándose. ―Creo que tendré que salvarlo antes de lo esperado.

Yami exhaló el humo de su cigarro. «Parece que volverá a usarlo.»

―Muy bien... ―Izuku apretó el mango de su espada mientras la blandía por ambos extremos―. ¡No pienso perder!

Y en una explosión de aire algo violenta, el accedió por segunda vez en el día al modo black. Su ala de antimagia se desplegó con fuerza, y se preparó.

Todos, quienes esperaban una paliza aplastante o algún pequeño milagro como el que pasó con Asta, simplemente estaban algo expectantes ahora.

Magna se rascó la cabeza. ―¿Que demonios es eso? ¿Realmente no tiene magia?

Izuku apretó sus dientes. ―¡¡Cuando quieras!!

Luck hizo algo imposible. Incrementó su sonrisa, genuinamente emocionado.

Y en un destello, desapareció de la vista de Izuku, lo que le dejó el shock. «¡Que rápido! ¡Casi como...!»

Una repentina explosión seguida de un gran levantamiento de tierra le dejó de piedra. Solo pudo ver algo extraño al lado suya. Una puerta espacial de Finral.

Luck salió dentro los arboles lejanos y regresó al lugar. ―Se suponía que era un combate a muerte.

Finral tuvo un pequeño tick en el ojo. ―Lo hubieras matado...

«¿Acaba de... ―el peliverde apenas pudo procesarlo, girándose― salvarme la vida?»

En honor a la verdad, no. Solo le salvó de tener mas costillas de las que le gustaría rotas.

―En lo normal. Ir contra él es demasiado ―mencionó Vanessa, para luego darle un buen sorbo a su vino―. Intentemos con otro.

A ella nunca le gustaron estos juegos de bebe, pero le picaba un poco la curiosidad ese poder que poseía Izuku.

Magna sonrió. ―Muy bien, entonces es mi...

―Se repetirá lo de antes ―sin mas, Yami tomó de la cabeza a Asta y lo despegó del suelo―. Mocoso. Dale la bienvenida a tu amigo a la orden.

―¿Eh? ―y Asta fue lanzado contra Izuku―. ¡¿Ehhhh?!

Ambos chocaron, e Izuku salió bastante arrastrado pero se recompuso rápidamente.

Ambos se observaron con sorpresa. Entonces... ¿El bautizo quedaba ahora en manos de Asta?

«Son demasiados parecidos y comparten poder. Pero el mocoso de verde parece estar mas familiarizado con la espada... ¿O es otra cosa? Es un buen momento para ver el nivel de esos dos.»

En honor a la verdad, a los ojos de todos parecía algo injusto que dos chicos sin magia se enfrenten. No por la espectacularidad ni nada, ¡Si no que el maldito Izuku claramente tenia la ventaja! ¡Tenia esa ala extraña y no parecía particularmente débil!

Claro que era mucho pedir que se enfrente a un demonio como Luck, pero aun así...

Asta rápidamente sonrió. ―Es verdad... ¡Nunca nos medimos con el otro!

Izuku se exaltó. ―¡E-Espera! ¡Esperemos un poco a que este poder...!

Asta mantuvo su sonrisa. La Matademonios estaba frente a él luego del choque, lo que la hizo tomarla y, para sorpresa de todos, guardarla en su grimorio. ―¡Compartimos la espada, a si que no seria justo que alguno de los dos la usemos ahora! ¡Midámonos con nuestra fuerza, Izuku!

―... ―el peliverde cayó en cuanta, copiando su sonrisa y asintiendo―. ¡Bien!

―Sabe que tiene el combate ganado.

―¿De verdad luchará en serio? ¿Si quiera que es ese poder?

Finral nuevamente usó su grimorio. «Esta vez si tendré que salvar a Asta...»

No es que subestimaran a Asta. Ya vieron de lo que era capaz, pero... ¡Izuku tenia sus mismos poderes pero mejor!

Sin embargo, para el impacto de todos, ambos enterraron sus pies en el suelo y salieron impulsados con inmensa fuerza y velocidad, tras lo que chocaron, comenzando a hacer fuerzas contra el otro.

Yami sonrió levemente. «Ese mocoso agrietó el suelo de la arena. Por supuesto que haría esto con el suelo de tierra.»

Mas que sorprendidos por el enorme despliegue de fuerza pese a que ninguno poseía magia...

Ambos mantenían sus sonrisas, aplicando todas sus fuerzas sin retroceder un solo centímetro. ¡¡Asta estaba igualado a Izuku en fuerza bruta y velocidad!!

Con o sin magia, estos dos superaban en fuerza a todos los que estaban aquí. De eso no había duda.

Con clara excepción del capitán, quien parecía aburrido luego de un rato. Una montaña para él no era nada.

―¿Por que crees que no puedo usar ese poder también, Izuku?

―Puede que sea solo suerte.

―¡Mi magia es nunca rendirme! ¡Definitivamente lo lograré como tu!

―¡Lo espero con ansias, Asta! ¡Gracias por esta oportunidad!

―Conversan amigablemente mientras tratan de aplastar al otro... ―Finral bajó su grimorio. Puede que estén así un rato.

Yami solo les dio la espalda, encarando a la base. ―Son dos bichos raros. Dan repelús.

―¿Eh? ¿Yami?

―Ábreme una puerta. Iré a apostar.

Asta encajó un fuerte rodillazo derecho en el estomago del peliverde, haciéndole escupir saliva por el enorme impacto.

Sin embargo, Izuku utilizó esto para soltarse de Asta y encajarse un fuerte golpe en el rostro, el cual le desestabilizó.

Pero... ―¡¡Aun no!!

―¡Yo... formaré parte de los Toros negros!

Izuku logró encajar un izquierdoso al rostro de su amigo, y este esquivó un segundo golpe para golpearle directamente entre las costillas.

―... ―Vanessa se acercó a Magna―. ¿Esto no se saldrá de control?

―Esta luchando por la túnica como un hombre.

Sus puños se encontraron frente a frente, comenzando ambos a intercambiar golpes al mas puro estilo del mundo de Izuku.

Intercambiaron golpes y daño por igual, comenzando a, poco a poco, retroceder ambos a la vez.

Vanessa, como hermana mayor del grupo, viajó entre las paginas de su grimorio con la intención de separarles.

Pero Magna la detuvo. ―¡¿Qué crees que haces, desperdicio de mujer?!

―¡¿Acabas de decir algo, pequeño delincuente virgen?!

―¡No soy virgen!

Charmy estaba en el suelo, comiendo y disfrutando del show. ―¡Cuando terminen vengan y coman esto!

―¡¡Realmente... ―Asta encajó un golpe en medio del rostro de Izuku, haciéndole retroceder enormemente― eres muy fuerte!!

Izuku se recuperó rápidamente, lanzándose con todas sus fuerzas. ―¡¡Tu también!!

―Malditos... Mi ángel no querrá venir con gente como ustedes.

―Gauche ―Charmy se le acercó, ofreciendo magdalenas―. Toma un poco.

―Solo necesito de mi hermana.

―¿Comes hermanas?

―¡¡Tu fuerza física es absurda... ―y ambos se golpearon en el rostro a la vez― Asta!!

Cierta chica observaba la pelea entre salvajes allá abajo.

Asta encajó el señor de los gachos al mentón de Izuku, pero Noelle no se inmutó, aunque era verdad que no le gustaría recibir un golpe como ese.

Pensar que se unió a una orden tan llena de barbaros...

Aunque ahora mismo no lleve la túnica, seguía siendo parte de este escuadrón de inadaptados. Mañana pensaba entrenar para cambiar eso.

Solo debía de afinar su puntería. No era algo tan difícil...

[...]

―Vamos. Coman coman.

Sentados en la mesa como buenos niños, Izuku y Asta estaban comiendo lo que les daba Charmy.

Estaban destrozados. Simplemente se pasaron.

¿Y como terminó el combate? Con un poderoso golpe final que dejó a Asta agarrándose la cabeza y a Izuku en el suelo ya con su modo black perdido.

Bueno. Al menos ya llevaba la túnica puesta.

―¡Esto está realmente delicioso!

Izuku no podía compartir la reacción de Asta. Estaba completamente destrozado. Supo por esta experiencia que definitivamente su limite era usar el poder de la espada 2 veces al día.

Luego de eso difícilmente podría subir escaleras, ¡Y el cuartel de los Toros Negros tenia varios pisos!

―... ―Izuku levantó al mirada, extrañado―. Espera...

Asta le observó con la boca llena. ―¿Huh?

―El capitán dijo que ya no le quedaban túnicas... ¿De quien es la que llevo puesta?

Magna, también con la boca llena, le contestó con algo de molestia. ―Es de esa perra, la igual tuya y de Asta que ingresó este año. ¡Empapó mi ropa y luego dejo su túnica en el suelo sin disculparse conmigo!

―Eso pasó antes que vinieras. No volví a verla desde entonces ―Asta pareció pensar―. ¿Ella era...?

―Si... ―Magna apartó la mirada, mas enfadado aun―. Además que es de la realeza, es la hermana del capitán de las águilas plateadas.

―¿Eh? ¿Tenemos a la hermana de un capitán aquí?

Pasaron algunos segundos en los que siguieron comiendo. Cada uno se fue por su lado, y...

Izuku estaba de piedra. En su mundo, ser de la realeza no era lo mismo que aquí. Aquí se les llamaba así a los nobles, aunque se les llamaba nobles también, lo que desconocía Izuku. En su mundo...

¡¿Acaso le había robado la túnica a la princesa del Reino Trébol?!

Completamente neutro, y pese a su enorme dolor muscular, tomó su túnica y se la sacó sin mayor problema.

Magna, quien le había tomado respeto al observar con cuanta pasión luchó él por su túnica, prácticamente perdió los cabales. ―¡¿Qué demonios crees que estas haciendo?!

Y como si fuera una señal que esperaba con ansias, Luck apareció en escena. ―¿Que sucede? ¿No puedes contra los nuevos miembros?

―¡¿Ah?! ¡Yo soy mejor que ellos!

―Pero uno casi te mata~

Magna sacó su grimorio. ―¡¡El que morirá eres tu!!

Luck saltó al techo. ―Quiero ver que lo intentes.

Y Magna lanzó una bola de fuego hacia él, comenzando a hacer un desastre.

Ante la cantidad de escombros que volaban por todas partes, Charmy continuaba sonriendo tranquilamente. ―Vamos. Coman coman.

―¿Izuku?

―Asta... ―el peliverde le extendió su túnica, sorprendiéndole―. Dale esto a esa chica cuando la veas la próxima... Yo esperare el próximo.

―¿Huh? Esta bien.

Poco sabia él que eso seria muy pronto.

Pasó la primera noche, y llegado el día, Izuku estaban completamente destrozado en cama. Por su parte, Asta estaba resplandeciente como un bebe, completamente curado en una noche.

Todo pasó tan rápido que Asta ya se encontraba volando por los aires sin que se diera cuenta. Solo salió ya que no encontró el baño, vio a Noelle entrenar, ¡¡Y todo se salió de control!!

Sin tener un mínimo ápice de percepción de mana como Luck, Izuku abrió sus ojos y se levantó. ―¿Que es ese ruido?

―Demonios. Eso si es que es mucho poder mágico ―Magna se rascó la cabeza mientras miraba la gran esfera de agua en el cielo―. Si la dejamos sola esto podría ponerse feo.

Yami sacó el cigarrillo de su boca. ―Su magia esta fuera de control . Si lo suprimimos con un ataque la chica tal vez muera. Si tuviéramos algo que anulara la magia, entonces...

Por azares del destino Asta salió disparado hacia mi, y este solo le observó bastante neutro mientras lo atrapaba al vuelo.

―Volaste hacia acá justo cuando pesaba en ti. Ve y haz algo al respecto.

Asta se exaltó. ―¡¿Cómo se supone que haga eso?! ¡No puedo volar hasta allá! ¡Izuku tiene alas! ¡Seguro...!

Yami preparó su brazo. ―Es tu turno de sacar alas. Ahora es el momento... ―y lo arrojó― ¡De superar tus limites!

Izuku observó pro la ventana de su habitación aquella gran esfera de agua, ¡Y a Asta dirigirse hacia ella! ¡¿Que clases de locuras pasaban en este mundo?! ¡Los Quirks no se descontrolan de esta manera!

Asta sacó la Matademonios de su grimorio y encaró el ataque con puro reflejo de su entrenado cuerpo, cortando a través de la magia y deshaciendo el descontrolado hechizo.

Al caer tras ello, fueron ambos salvador por la magia espacial de Finral.

Izuku estaba mas que asombrado, y hasta un poco emocionado ya que.. ¡¡El poder de este mundo era genial!! ¡No esta rodeado específicamente de héroes pero es indiscutible lo fuertes que son!

Oh, espera...

¿La chica que salió del hechizo no era...?

―... ―mejor no se acercaba a ella. No quería que terminen ordenando su ejecución o algo así en este mundo casi medieval...

Esperaba que aquella decisión que tomó no lleve a un problema en el futuro.

Yami le sonrió a Asta. ―¡Bien hecho, mocoso!

Bastante halagado, Asta se vio hasta un poco avergonzado. ―¡Gracias!

Pero además...

Asta observó a Noelle en el suelo. ―¡Ah! ¡Hey, tú!

―... ―Noelle levantó la mirada lentamente. «Ellos... se burlaran de mi otra vez...»

Sin embargo, y para su enorme sorpresa, Asta estaba frente a ella, extendiendo su manto. ―Esto lo tiraste ayer. Es tuyo.

―¿Huh?

―Además... ―el rostro neutro de Asta se iluminó de golpe por la emoción―. ¡¡Que poder mágico mas loco tienes!! ¡¡Es absurdo!! ¡Estoy muy celoso!

Noelle simplemente no le entendió. Sin embargo... aceptó tomar nuevamente su túnica de las manos de Asta, bajando la mirada en el proceso.

Pero Asta aun no había terminado, manteniendo su mano extendida. ―Si entrenas hasta el punto de controlarlo, ¡Seguro serás imparable! ¡No hay manera de que dejes pasar esta oportunidad! ―e insistió con su mano―. Levanta la mirada, Noelle.

―... ―avergonzada y callada por aquellos halagos que, por mucho, fueron los mejores que recibió en toda su vida, asintió y tomó aquella mano, levantando la mirada.

Ella e Izuku abrieron los ojos cuanto pudieron al darse cuenta de algo.

Los Toros Negros eran...

―Somos los Toros Negros. Fácilmente podremos encargarnos de tus problemas con el uso de la magia, tonta.

―Me alegro que estés a salvo. Por cierto, conozco un buen restaurante, ¿Qué tal si amos a cenar algún día?

―Antes de eso deberías comer esto.

―Soy una experta en el control de la magia, asi que puedo mostrarte algunas cosas.

Noelle sonrió al borde de las lagrimas al sentir que era aceptada, e Izuku sonrió cálidamente desde allá arriba. Los Toros Negros eran buena gente.

―... ―Izuku observó su ropa, en la cual no llevaba la túnica.

Debería conseguirla cuanto antes. Definitivamente quería ser parte de esta orden.

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