Capítulo 12. ¡Plática de chicas... y chicos!
(Foto de arriba hecha por ErianComic)
(Importante leer lo negrita del final :3)
-Wow, esto está quedando muy bien- Irene y Paola estaban terminando los cupcakes que habían cocinado previamente.
- Sí... ¿pero en serio era necesario poner en todos "BxB" con azul y morado?- Paola miraba sarcástica a Irene, quien sólo sonreía como una boba.
- Oye, hay que ser fiel a la OTP... si quieres, puedes poner en los otros "FxF" con rosa, ¿te parece?- y le dio al punto débil de la castaña.
- Oki- le contestó satisfecha con el trato.
Mientras ellas estaban en la cocina, un pelimorado iba recogiendo unas cuantas almohadas y mantas, para luego subirlas al cuarto de la chica.
- ¿Irene, llevo esto a tu cuarto?
- Sí, ten cuidado al subir las escaleras...- le aconsejó desde la cocina.
Dicho esto, el chico se puso en marcha y se dirigió hacia el cuarto de la chica. Como llevaba las manos llenas, casi no veía por dónde iba, y por poco se tropieza con las escaleras, pero logró subirlas sin problemas. Llegó hasta la habitación y abrió un poco la puerta, para luego soltar todas las almohadas y mantas en el suelo y dejar salir un gran suspiro de cansancio. Dirigió su mirada hacia la cama, y vio cómo un pequeño peliazul dibujaba en su cuaderno, sin haberse percatado de su presencia, pues estaba muy concentrado. Notó cómo tenía la lengua fuera, en señal de que hacía algo con mucha precisión. Esto causó un poco de gracia al de ojos rojos. Se alejó sigilosamente, saliendo de la habitación para dejar trabajar al pequeño "artista" con su obra. Cerró con cuidado la puerta y volvió al salón donde les esperaban las chicas, y estas lo miraron sorprendidas, pues tenía una amplia sonrisa de bobo y un ligero rubor en sus mejillas.
- ¿Y esa cara?- le preguntó la de lentes, con una cara picarona.
- Jeje... no me había dado cuenta de lo adorable que se veía Bon al pintar...- automáticamente, el pelimorado se sonrojó más, pues se imaginó al peliazul con un pincel en su mano, una bata de pintor manchada con muchos colores, y una paleta en la otra, también con diversos colores. Era una imagen muy tierna para el chico.
Las chicas sólo se rieron en voz baja, era muy graciosa la cara del chico enamorado, pues parecía un tomate... ahora entendían por qué siempre todos se reían de Bon cuando éste se sonrojaba.
Mientras tanto, en la habitación de la científica, el pequeño morenito de piel había acabado su dibujo, dejó las pinturas a un lado y cogió el cuadernillo, para así poder admirarlo mejor. Sonrió tiernamente al observar aquella obra suya, y también se sonrojó un poco. Al ver su dibujo en el qué Bonnie lo abrazaba... sentía la calidez y protección del abrazo como si estuviera con él... ni siquiera se dió cuenta de cuando Bonnie entró en el cuarto para dejar las mantas y almohadas. Suspiró pesadamente, para luego guardar su cuaderno y sus pinturas en su pequeña mochila. Quería enseñarle su dibujo al pelimorado, pero le daba muchísima vergüenza, pues creía que a Bonnie no le iba a gustar, y se puso muy nervioso y se sonrojó mucho al pensar en lo que iba a decir de él. Quería que fuese especial.
Decidió salir de la habitación para ir junto al pelimorado, qué seguía en el salón con las chichas. Bajó con cuidado las escaleras y se asomó por la puerta, para ver cómo Bonnie, Irene y Paola hablaban tranquilamente, hasta que escuchó cómo una de las castañas pronunciaba el nombre del mayor.
- Y bueno, Bonnie, ¿cómo te va cuidando a Bon?- le preguntó Paola, haciendo sonrojar y sobresaltar un poco al mencionado.
- ¿Eh? B-Bueno... No me quejo, es bastante fácil, la verdad. Es muy calmado en general, pero a veces es muy juguetón, y siempre me cansa mucho cuando jugamos... además, mi parte favorita del día es cuando le doy de comer... siempre me abre la boquita y dice que todo está muy rico...- empezó a hablar sin darse cuenta de lo que decía- También me gusta cuando me quiere dar abracitos y me da besitos... es muy tierno, y cuando tiene pesadillas, siempre lo acuno y le canto alguna nana para que se duerma otra vez, y siempre se acurruca en mi pecho, lo que me da cosquillas... Su pelo ahora es más suave y sedoso, me gustaría acariciarlo siempre... y lo que más adoro de él... es cuando me dice lo mucho que me quiere...- soltó un suspiro de enamorado total- La verdad, es que yo también le quiero un montón...
Las chicas estaban sin habla. Todo se había quedado en silencio. Hasta que un mini gritillo salió de la garganta de ambas jóvenes.
- ¡¡Ay, Dios mío, qué tierno sonó todo!!- Irene trataba de parar su hemorragia nasal, mientras que Paola ya se había desmayado en el suelo por tanta diabetes.
Bonnie se sonrojó muchísimo al notar que lo había dicho todo en voz alta. Bajó la cabeza y trató de calmar a las chicas, al igual que con el rubor de su cara... hasta que notó que algo rodeaba su pierna, se le hacía familiar. Bajó su mirada hacia su pierna, y se fijó cómo un pequeño peliazul le abrazaba ésta.
- ¿Bon?- el pelimorado no evitó esbozar una sonrisa al sentir que este le abrazaba con un poco más de fuerza.
- Buhnie... yo... tamben te quello...- notó el corazón del pequeño latir con fuerza contra su pierna.
Se sonrojó y tomó entre sus brazos a Bon, que estaba en las mismas, y evitaba su mirada a toda costa, a pesar de estar apoyado en su hombro. El pelimorado sonrió, y le besó su mejilla derecha, provocando que el otro se sonrojara más y se escondiera totalmente en su cuello, causándole gracia al mayor. Le abrazó mientras le acariciaba el pelo. Irene no podía más, sentía que tarde o temprano iba a tener un colapso total.
La puerta principal sonó, pero a Irene no le dio tiempo de abrirla, pues los que llamaron entraron directamente en la casa.
- ¿Ves, Félix? Te dije que mi sentido de fujoshi no me mentía- la pelirroja apuntó a la parejita de conejitos, los cuales la miraron un tanto sorprendidos y confundidos.
- Vale, vale, tenías razón, Abby- se reía el antes mencionado pelirrosa, el cual tomaba la mano de su novio Fede.
- Hola, chicos... me alegra que hayáis podido venir- la chica de gafas les saludó a los recién llegados, mientras intentaba calmar su sangrado nasal.
- Eeh... Irene, ¿qué le ha pasado a Paola?- Lilly apuntó a la chica, la cual seguía tendida en el suelo.
- Oh, nada, tranquila. Es sólo que ha tenido una sobrecarga de ternura. Nada grave- le sonrió a la peliazul, aunque esta sólo la miró con más confusión.
- ¡Oye yo también quiero un poco!- Abby levantó la mano, haciendo que todos rieron... bueno, menos Bon y Bonnie, quienes sólo se sonrojaron.
- Bueno, bueno, vamos a mi cuarto, allí ya hablaremos de todo- la castaña cargó a su amiga en su espalda y subieron hacia el cuarto, pero justo cuando iba a entrar al cuarto, se tropezó con las mantas y almohadas del suelo, pues Bonnie las había dejado justo en la entrada, y el peso de Paola cayó sobre su espalda- ¡¿Pero qué carajos?! ¡¡BONNIE!!
- Je... je... je...- el pelimorado tenía una cara de "Ay, voy a morir... ¡Ayuda!", por lo que en un movimiento rápido le dio el nene a Abby y salió pitando, antes de que la castaña lo pillase, la cual ya se había levantado.
- ¡Vuelve aquí, conejo!
Con tanto griterío, una silueta salió de un cuarto al cual Bonnie se estaba dirigiendo, por lo que frenó en seco, pero Irene llevaba demasiada velocidad, por lo que no logró parar a tiempo y cayó sobre el chico, justo delante de aquella persona.
- ¿Se puede saber por qué montáis tanto alboroto?- su voz sonaba entre aguda y grave, pero se distinguía que era de una chica.
- No pasa nada, Nito, tan sólo nos divertimos, aunque casi me mate...- le respondió la castaña, haciendo reír a la otra.
- Ay, Irene... vaya forma de tratar a tus amigos...
- Eem... ¿Podrías quitarte de encima?- Bonnie le pinchaba a la chica, la cual sólo se levantó y le tendió la mano para ayudarle- Por cierto... ¿tú quién eres?
- Ah, yo soy Nito, la hermana de esta pequeñaja- dijo apuntando a su amiga, que puso sus ojos en blanco, irritada.
- Perdona, pero sólo me ganas por 4.25 cm, y sólo nos llevamos 7 años... ¡pero en lo demás somos iguales!
- No me lo recuerdes...- se golpeó la frente- Bueno, procurad no hacer mucho ruido, yo estaré dibujando.
- Okey, adiós tata...- tomó la mano del pelimorado y se lo llevó a su cuarto, para luego cerrarla de un portazo.
- Estos jóvenes...- suspiró para luego cerrar la puerta tras de sí.
Cuando Irene y Bonnie volvieron al cuarto, todos les miraban, sobre todo Bon, que tenía una mirada asesina clavada en la castaña, pues aún seguían tomados de las manos. La chica se percató de ello, y soltó la mano del chico y le señaló hacia el peliazul. Este entendió y se sentó al lado de Abby, la cual le devolvió el pequeño y este lo aceptó gustosamente, aunque el peliazul se aferró al torso del pelimorado, sin intenciones de soltarse.
- Mío...- miró de nuevo a Irene y le sacó la lengua, para luego volver a recostarse en el pecho de Bonnie.
Todos rieron mientras la chica hacía un gesto en su cara con su dedo, pasándolo por debajo del ojo en señal de que estaba llorando. Paola la abrazó mientras seguía riendo al igual que Félix. Mientras que Bonnie también reía y le devolvía el abrazo al pequeño, que seguía enfadado.
- Vaya, será un bebé, pero sigue manteniendo su papel de seme- Abby se carcajeaba en el suelo, mientras que el pelimorado se sonrojó levemente.
Pasaron así toda la tarde, entre risas y juegos. Bon ya no estaba tan enfadado, y simplemente se quedó sentado sobre las piernas cruzadas del mayor, mientras acariciaba a Randy, que se había bajado de la cama. Todos fueron a cambiarse y se pusieron sus respectivos pijamas. Mientras se cambiaban, Irene y Paola fueron a por los aperitivos para picar. Cuando volvieron todos, Félix optó por una actividad que a él, personalmente, le encantaba hacer siempre.
- ¿Qué tal si hacemos una cadena de peinados?- se le veía entusiasmado al pelirrosa, mientras que los demás los miraban intrigados.
- ¿Cadena de peinados?- repitió Paola.
- ¡Sí! Nos ponemos en fila y el de detrás peina al de delante.
- Suena divertido- sonrió Irene.
- Pues venga, pongámonos en fila- gritó Abby, muy emocionada.
Y así quedaron:
Lilly peina a Abby. Abby peina a Fede. Fede peina a Félix. Félix peina a Paola. Paola peina a Irene. Irene peina a Bonnie. Bonnie peina a Bon. Bon abraza a Randy.
Todos se divertían mucho mientras peinaban a otros, pero algunos se ponían de los nervios.
- ¡¿Pero por qué está tan enredado?!- Lilly intentaba peinar una de las coletas de la pelirroja, pero no había forma.
- ¡Abby, cuidado con mi pelo!- Fede le regañaba a la chica, la cual sólo se echó un poco para atrás.
- Tranquilo, "Bollito salvaje"...- se reía la pelirroja.
- ¡Vas a quedar DI-VI-NA!- Félix le planchaba el pelo a Paola, la cual tenía la lengua fuera, pues no llegaba a la cabeza de la otra castaña.
- Si no fueras tan alta... me había quedado mejor...- le intentaba hacer una coleta lata a su amiga.
- Wow, ¿como es que tienes el pelo tan suave, Bonnie?- le estaba cepillando el pelo, y no tenía ni un solo enredón en él. El chico sólo rió bajito.
- Je, je... secreto...- él a su vez le cepillaba el pelo a Bon y le ajustaba un pequeño lacito lila en su cabeza- Te queda bien el lacito, Bon.
- ¡Guau guau!- el pequeño imitaba el sonido del animal que abrazaba, el cual también ladraba bajito, lo que le hacía gracia al pequeño.
Y así acabaron todos con peinados muy extravagantes, pero que a todos les quedaron bien.
- Oye Félix- la chica de gafas llamó al pelirrosa-, ¿crees que podrías hacerme una trenza bicolor?
- Claro, querida- de su mochila sacó una pequeña caja, pero que al abrirla, salieron de ella un montón de pisos, con distintos tintes, cepillos, jabones, cremas y todo tipo de estética- ¿De qué color la quieres?
- Pues quisiera el morado nº 3 y el turquesa nº5- le respondió la chica lo más calmada que pudo, pues estaba flipando al ver tantos colores.
- ¡Marchando!- el chico cogió los colores seleccionados y le empezó a peinar a la chica.
No tardó ni 5 minutos cuando ya había acabado con su trabajo.
- ¡Perfect! ¡Te ves fabulous!- se llevó las manos a las mejillas, para contemplar su magnífico trabajo, y le pasó un espejo a la chica.
- Wow... es cierto, te ha quedado genial- la castaña admiraba su, ahora, belleza en el cristal donde se reflejaba, dejando a la vista su perfecta trenza color morado y turquesa.
- Buena elección de colores- le dio un codazo Abby, quien apuntaba disimuladamente a la parejita de conejos, donde Bonnie jugaba con Bon, pues aún no tenían sueño a pesar de ser altas horas de la noche.
- Lo sé- le respondió sonriente la chica, devolviéndole el espejo al pelirrosa.
- ¿A quién le apetece ver una peli?- Paola traía la manos repletas de películas de todo tipo.
- Paola, recuerda que no puede ser ni yaoi hard ni gore, hay niños delante...- le susurró Irene, refiriéndose a Bon y Bonnie... este último era muy sensible.
- Tranquila, no es nada de eso, ¿por qué pensabas que escogería eso?
- Te conozco demasiado bien...
- ¡Aish, vale, me pillaste!- y sí, la mitad de las películas que traía eran de esos dos géneros.
- Lo sabía- la chica tenía una gotita en la cabeza mientras que Abby cogía disimuladamente las películas, para analizarlas detenidamente.
Al final, después de mucho discutir, decidieron ver una comedia. Hizo falta tres personas para hacer callar la risa de Paola. Acabaron muy tarde, y algunos ya sé habían dormido. Bonnie fue el único que se quedó despierto, y se rió de cómo estaban todos dormidos. Paola estaba dormida abrazando el brazo de Irene, mientras susurraba el nombre de lámpara... es decir, de Golden. Fede estaba acurrucado junto a Félix y Abby estaba tumbada sobre Lilly, sorprendentemente, sin aplastarla. Y lo que más llamó su atención, fue que su pequeño peliazul estaba acurrucado en su pecho, mientras agarraba con algo de fuerza su camiseta. Sonrió por reflejo y lo rodeó con sus brazos, para luego escuchar un pequeño susurro proveniente del menor.
- Bu... nhie... Zzz...- se aferró más a este, provocando un gran sonrojo en el pelimorado.
¿Estaba soñando... con Bonnie?
Eso, extrañamente, le causó mucha felicidad al mayor, y le dió un delicado beso en la cabeza del peliazul, con todo su amor. Lo cogió con mucho cuidado de no despertarlo, y lo llevó a la cama, para que durmiera más cómodo y se acostó a su lado.
- Espero yo también soñar contigo... maestro... -le besó la nariz y se durmió con su nene recostado en su pecho.
--------------------
Palabras: 2600
Bueno, espero que os haya gustado el capítulo de hoy, disculpad la tardanza.
¡Vamos con el fanart!
Sip, este único es de master96164, muchas gracias.
Oh, sí, tengo un aviso para todos vosotros...
¡Tachan! ¿Qué os parece? Irene en versión Sonic. Sip. Y esto es para comunicar el comienzo de un cómic en el que todos los personajes se transformarán en versión Sonic. Esto fue por votación.
Claramente, se enfocará en Bon y Bonnie, y lo colgaré tanto en Twitter (SheilaBoom915) como aquí en Wattpad.
Y cómo olvidar...
¿Qué le regalará Bon? ¡Comentad!
Ale, ahora sí.
¡Disfruten!
- Irene
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top