HERMIONE

Los días siguientes me los pasé evitando tanto a Malfoy como a Ronald, siempre estaba con Harry, Luna, Ginny o estudiando. Ya tendría que estar acostumbrada con el slytherin pero por algún motivo esta vez me indignó casi tanto como en cuarto con lo que (casi) le hizo a Buckbeak, supongo porque últimamente nos estabamos llevando mejor, aunque sea nos toleramos, y hasta creí la posibilidad de un acuerdo de paz más permanente. No sé en qué estaba pensando.

En este momento estaba sola caminando por el castillo, tenía una hora libre y quería despejar mi cabeza. Mis pasos me llevaron hasta la torre de Astronomía (a la cual nadie iba a esa hora del día), estaba por cruzar la puerta pero un golpe seco seguido de un gruñido que parecía... frustración? me frenó. Pensé que tal vez no debería de estar ahí, pero algo dentro de mi me hizo avanzar con sigilo para conocer al dueño de esos sonidos sin que este me viera. Me quedé pasmada al escuchar un sollozo ahogado, y más aún después de ver que el responsable era nada más ni nada menos que Draco Malfoy.

Estaba paralizada, desde su ubicación no me podía ver, estaba de espaldas a mi, cabizbajo y apoyado contra el barandal, pero veía claramente una carta algo arrugada en su mano y no estaba llorando, pero parecía tener ganas de hacerlo. Nunca creí que lo vería así en mi vida.. Nunca creí que él pudiera tener ese lado.

Sentí el impulso de ir y hacerle compañía, decirle algo,.. pero si estaba allí era para que nadie lo viera, supongo para que nadie le encontrara una debilidad.

De un momento a otro veo como respira más profundo, inflando los pulmones, se endereza acomodando su corbata y se da vuelta (ya estaba escondida para entonces) dejándome ver un semblante serio e inmutable, acompañados por unos ojos inexpresivos que daban la sensación de un agujero negro, como si no hubiera pasado nada (lo que me causó un escalofrío).

Guardó la carta en su bolsillo y salió de la torre a paso firme sin percatarse de mi presencia y yo me quedé ahí, procesando lo que acababa de ver. Me impresionó la facilidad que demostró para controlarse y esconder todo lo que lo afligía...¿Y si Malfoy siempre había sido así y nunca lo noté? Claramente se aseguró de que nadie lo hiciera, tal vez enfocando todo ese dolor en la escuela o en su arrogancia con los demás.

Recordé el día que estuvimos juntos en la biblioteca: al estudiarlo con la vista lo noté cansado, como si tuviera varias noches sin dormir bien; y si me ponía a recordar más a fondo durante el año no hizo nada para molestar o meternos en problemas ni a mis amigos ni a nadie, ni tampoco recordaba que le hubiera sacado puntos a Gryffindor (lo cual resultaba su actividad preferida). Parecía más bien evitar a la gente y estar ajeno a todo. Sea lo que sea que le pasara, había empeorado este último tiempo.

Tal vez si encontrara la manera de acercarme a él.. podría ayudarlo, o aunque sea hacerle saber que no está solo, que no tiene porqué sufrir solo.

No había olvidado el resto de la personalidad del chico, ni todos los desencuentros y malos tratos que tuvimos por tantos años. Nunca me tolero ni yo a él, perfectamente podría ignorarlo y seguir con mi vida... Pero algo dentro de mi me impidió hacerlo. Por ahí el encontrar un trasfondo en su forma de ser, o el simple hecho de descubrir que también era.. "humano" y que parecía solo,...No podía dejarlo pasar, aunque sea no hasta no entenderlo.

Ser yo justo la persona que quisiera acercarse me lo iba a poner más difícil todavía, no tenía idea de lo que iba a hacer, ni siquiera si lo quería perdonar o conocerlo en realidad. Me encontraba en una encrucijada, y sabía que mi cabeza no me iba a dejar en paz hasta resolverla...

DRACO

Me dirigía a la sala de menesteres. No me importaba si alguien llegaba a verme o seguirme, ya no me importaba nada. Hace unos minutos había recibido una carta de mi tía informando que me apresurara con mi misión o de lo contrario mi madre sería castigada en mi nombre, también se aseguró de mencionar que ya había sido torturada a causa de mi intento fallido y desesperado con el collar, ya que este le advertía al anciano director del peligro. Que mi casa estuviera infestada de mortifagos no me dejaba mucho más tranquilo, sobre todo con mi padre en Azkaban. Tenía que apurarme, no podía seguir jugando.

-Draco!! ¿Dónde estabas? Te he estado..-la aparté de mi camino sin aligerar el paso- Hey! ¡Te estoy hablando!

-Ahora no Pansy- la miré con los ojos más fríos que poseía para que le quedara claro que no era el momento. Ella captó en seguida el mensaje y se quedó quieta donde estaba.

¿Justo hoy me busca? Hace días que no le hablaba. Ni a ella ni a casi ningún Slytherin. Muchos no entendían cómo pasé de ser el príncipe de mi casa (y de paso sea dicho: rey del sexo) a esta versión tan seria y ausente, algunos pensaban que tramaba algo contra Potter y su sequito, o una venganza por lo de mi padre. Un reducido grupo sabía en lo que estaba metido o se hacía una idea. Hasta había aquellos que, sin ser mortifagos todavía, los mandaron a vigilarme (entre ellos posiblemente Crabbe y Goyle). Amigos como Blaise y Pansy (cuyos padres eran mortifagos) habían sido testigos de mi alarde a principio de año por la importante misión que se me encomendó (porque esa era la reacción que se esperaba de mí) pero luego los mantuve alejados lo más posible, ya que por el momento habían logrado mantenerse al margen de los planes del señor Tenebroso. De una forma o de otra, todos me dejaban en paz y sin hacer preguntas, tanto por respeto como por miedo a lo que pudiera hacerles de lo contrario.

Me aleje de todos, en parte para probar que era digno de la tarea que me encomendaron y que la tomaba en serio, y en parte para no involucrar a nadie que no fuera estrictamente necesario.Solo me aseguré de hablar de vez en cuando para que me cubrieran mientras intentaba reparar ese endemoniado armario (de vuelta, Crabbe y Goyle).

Llegué a la sala de menesteres y fui directo al armario. Estuve practicando un rato pero cada día que pasaba estaba más nervioso por no poder lograr un avance significativo. Lo único que quería era que pronto terminará todo y poder regresar a casa con la recompensa de haber restaurado el prestigio de la familia y así asegurar su bienestar  para con el señor Tenebroso.

MCSM