DRACO

Borré la idea de mi mente, seguramente encontraríamos algo con lo que odiarnos de todas formas, como con los Weasley; y de cualquier forma, esos pensamientos no me llevarían a nada ya que la realidad era completamente diferente: Ella era una sangre sucia declarada, y por si fuera poco, mejor amiga de Cara Rajada y la Comadreja. Además, la paso bastante bien molestandola.

Miré mi reloj y vi que ya había perdido suficiente tiempo. Era hora de prepararse.

HERMIONE

Camino a Hogsmeade les conté a Harry y a Ron mi investigación fallida en la biblioteca (omitiendo mi breve encuentro con Draco) y no podía entender cómo es que Harry tenía tan poca curiosidad en descubrir quién era esta persona! Vivía pegado a su libro.

Harry escuchó que el profesor Slughorn iría a las Tres Escobas por lo que nos incitó a ir también.

-Tres cervezas de mantequilla porfavor. La mia con jengibre- le dije a la mesera al llegar a nuestra mesa. Al mirar hacia delante Harry tenía la mirada fija en un punto y al girar vi una cabellera rubia conocida saliendo deprisa del local. ¿Porqué se habrá ido tan de golpe?

-Maldición- miré a Ron extrañada hasta que me percaté de que su mirada iba dirigida a Ginny y Dean que estaban en una mesa del fondo- Maldito habilidoso.

-Ronald, solo están agarrados de las manos- miramos hacia allá y ya no era así- Y se besan....

-Me quiero ir. ¡Es mi hermana!

-¿Y? ¿Y si ella nos viera a nosotros haciendo lo mismo? ¿Crees que se pararía y se iría?- Ron quedó con cara de constipado y para mi suerte llegó el señor Slughorn a la mesa a saludar a Harry. Decidí mejor callarme.

-Harry ¿Escuchaste lo que dijo en el bar sobre besarnos?- decía el pelirrojo en el camino de vuelta al colegio, hasta que lo interrumpió un grito desgarrador que provenía apenas de unos metros más adelante que nosotros.

-Se lo dije. Le dije que no lo tocara- dijo la compañera de Katie, la Gryffindor que parecía desmayada, y de un momento a otro, empezó a agitarse y a levitar como si estuviera poseída. De repente, cayó desplomada al suelo.

Al instante llegó Hagrid que se hizo cargo de la situación y unos minutos más tarde estábamos en frente de la profesora Maghonagall.

-¿Me pueden explicar como es que siempre que pasa algo están ustedes tres?

-Creame profesora, llevo 6 años preguntándome lo mismo- contestó Ron, con un tono tan cansado como el de la profesora.

DRACO

La estúpida de Katie Bell lo había echado a perder!! Ahora ella estaba internada en la enfermería, seguro al borde de la muerte.

Y por si fuera poco con mi fracaso, el Trío de Oro me había visto allí!Siempre metidos en el medio de todo. No pude mantener la calma al verlos, era la primera vez que usaba el maleficio Imperius contra alguien y no podía evitar que algo dentro de mi se retorciera.

Caminé apresurado hasta llegar a mi habitación donde desajuste mi corbata y me permití desahogarme contra una almohada. Luego de esto me acomode la camisa y recobre la compostura, debía mantener la calma y planear mi próximo paso.

Solo espero que este intento fallido no traiga muchas consecuencias, sobretodo contra mi madre.

HERMIONE

-Fue Malfoy- Soltó Harry al enterarnos de que a Katie le echaron una maldición.

-Esa es una acusación muy seria señor Potter.

Miré a Harry extrañada. ¿Malfoy? No, no creo que fuera capaz de hacer algo así.

Me puse a pensar en el momento en que lo vimos salir casi corriendo del local, antes del ataque y a decir verdad dudé si podía ser cierto...

A la noche siguiente tuvimos la cena con el profesor Slughorn la cual fue...interesante, aunque me incomodó un poco que McLaggen no dejara de mirarme durante el postre. Apenas terminó me fui a dormir, mentalmente estaba agotada, pero todavía no me había rendido en mi búsqueda del misterioso Principe Mestizo por lo que decidí que mañana temprano, antes del partido de Quidditch, iría a la biblioteca a seguir investigando, tal vez se me pasó algo.

DRACO

Ya habían pasado varias semanas desde que empecé a trabajar con el armario evanescente y estaba agotado. Cada noche duermo menos y lo único que pienso cuando despierto es en el honor de la tarea que me confiaron... y en todo lo que tengo que perder si no la cumplo.

Esta mañana me desperté más temprano de lo habitual, ni siquiera veía un atisbo de luz en el cielo. Decidí ir a la biblioteca, ya que con todo en lo que estaba metido me retrasé bastante en mis deberes. Sabía que mis padres no estarían contentos si bajo mis notas, ni siquiera por esto.

Ya en la biblioteca me di cuenta de que estaba más atrasado de lo que pensaba, y me iba a costar mucho ponerme al día ya que no había estado prestando atención. ¿Cómo iba a serlo con lo que tenía encima?

Estaba por golpear la mesa frustrado pero alguien me ganó de mano, acompañando el golpe con un bufido: Granger estaba detrás mío en frente de una pila de libros, y por lo visto no estaba contenta.

-Vaya, vaya,.. Quién diría que sería espectador algo así: La sabelotodo enojada con un libro. Un suceso único- dije en tono divertido girándome hacia ella, a ver si mi mañana mejoraba.

-Déjame en paz, Malfoy- dijo esta sin levantar la vista y con las manos enredadas en su cabello.

-¿Qué? ¿Aún no encuentras nada de ese misterioso príncipe de Pociones?- pregunté yendo hacia ella y levantando algunos libros de su mesa, todos eran de lo mismo.

-Sería más fácil descubrir la forma original de un boggart- se apoyó en su respaldo cansada, se ve que hace rato que lo buscaba- Le pregunté al profesor Sloghorn como dijiste, después de la cena a la que nos invitó, cuando nos estaba guiando a la puerta. No tenía idea de lo que estaba hablando.

Se ve graciosa enojada. Se ve como una niña a la que no la dejan comer ranas de chocolate.Pero a la vez conocía un poco sus límites y si me volvía a burlar de ella me lanzaría una maldición seguro. Decidí dejarlo pasar esta vez, yo tampoco estaba de ánimos como para lidiar con ella  por mucho tiempo.

-Acá no voy a conseguir nada, ya veré de obtener respuestas en otro lado- dijo cerrando sus libros. Antes de cerrarlos todos se giró hacia mí, viéndome extrañada- ¿Y tú qué haces aquí y tan temprano? Hoy es el partido de Quidditch ¿no tendrías que estar practicando?

-No es que sea de tu incumbencia, pero me retrasé con algunas tareas- dije volviendo a mi asiento y recobrando mi propia frustración.

-Bueno mejor vuelvo a mi sala común- dijo la Gryffindor dándome la espalda- Suerte- terminó de decir y se fue en dirección a la puerta ,

-Espera- le dije al haberme rendido ante mi única alternativa. Ella me miró expectante y  yo la miré sobre el hombro- ¿Me podrías ayudar?

MCSM