Me despierto con un poco de dolor de cabeza, veo a mi alrededor, algo anda mal, escucho como la puerta se abre y deja que observe entrar un chico a mi habitación, tiene el cabello cubriendo su frente, castaño y unos ojos cafés oscuros, pero al parecer no ve muy bien, usa un bastón para ciegos y logra dar con mi cama.

- Buenos días Jungkook, ¿puedo decir tu nombre? –sonríe a pesar de que no ve absolutamente nada.

- Claro que puedes ¿dónde estoy? Y ¿quién eres tú? –realmente me encuentro muy confundido.

- Estas en mi casa, por cierto soy Min Yoongi.

Cuando escucho ese nombre recuerdo lo que dijo Jisoo, solo me falta ver al otro que según es Kim Namjoon, me levanto y me siento en la cama, me pregunto ¿qué es lo que hago en este lugar?, veo que hay un espejo cerca mío, justo en la mesa de noche, lo agarro y me veo, me sorprendo al ver mi rostro, tengo varios tatuajes cicatrices en las mejillas, barbilla y cerca de los ojos, tengo algunos pircings por las cejas y en las orejas, veo mi cabello, está corto corto, pareciera que me hice un mal corte solo por rebeldía.

- ¿Qué hago aquí? –le pregunto a Yoongi.

- Bueno Jisoo te a hechizo, Namjoon y yo tenemos que estar aquí para poder cuidarte, ella dijo que necesitaras de nuestro apoyo, además que tienes que buscar a alguien que te amé...

- Eso es cierto, pero sé que mi novio me quitara este hechizo de inmediato.

- No te confíes tanto, a veces las personas cambian, puede ser que eso sea para bien o mal.

- ¿Dónde está Namjoon? -quiero saber quien es, estoy demasiado curioso al respecto.

- Namjoon salió a comprar algunos refrescos que le encargue, muy pronto vendrá, así podrás conocerlo, ¿puedo preguntarte algo?

- Por supuesto que puedes -estaba dispuesto a responder a sus preguntas.

- ¿Por qué te hechizo Jisoo? -en su rostro podía ver como expresaba curiosidad.

- Rechace a un chico que prácticamente desde siempre ha estado enamorado de mí, lo hice de una manera inapropiada supongo -me encogí de hombros-. ¿Y qué hay de ti?

- Pues... adoraba las cosas hermosas, solo veía lo que creía que era hermoso, me descuide mucho, salía con varios hombres que solamente eran guapos, no veía más allá de eso -me dedico una pequeña sonrisa-. Después Jisoo me encontró y me lanzo un hechizo, quitándome la vista, no la recuperare hasta que aprenda a ver más allá de las caras bonitas.

No sé que hubiera hecho si algo como eso me sucedía a mí, era horrible no poder ver, ahora que escuchaba aquello, me preocupe por él.

- ¿Cuánto llevas así? -pregunte, aunque sentía que mi pregunta era algo inapropiada.

- Llevo así año y medio –mi sorpresa fue grande al escuchar eso, ¿año y medio? ¡No lo podía creer!

La puerta de mi ahora nueva habitación es abierta de nueva cuenta, Yoongi gira la cabeza y sonríe, cuando veo entra un chico de cabellos rubios, puedo ver que al sonreír se le forman en las mejillas aquellos hoyuelos, nos ve ha ambos para después ingresar a la habitación.

- Ya has despertado -dice para después curvar sus labios en una sonrisa.

- ¿Y tú eres...? –le pregunte a pesar de que sabía de quien se trataba.

- Kim Namjoon, es un placer conocerte al fin Jeon Jungkook.

- Me voy chicos, tengo que ir a checar algunas cosas –dice Yoongi y sale de la habitación.

Ahora solo estamos Namjoon y yo, no es nada incomodo, supongo que ambos son mayores que yo, porque Jisoo prácticamente los ha puesto de niñeras para mí.

- ¿Cómo es que va a checar algunas cosas si ni siquiera ve? -no me había percatado de que había pensado en voz alta.

- Se ve con el corazón -esa había sido la respuesta que me dio Namjoon, y mi vista fue directo hacía él-, y dime ¿es cierto que te llamo bestia ese chico?

¿Acaso todos estaban enterados de lo sucedido? Era demasiado obvio, después de todo ambos habían sido hechizados por la misma bruja que yo, esa tal Jisoo.

- Por supuesto que sí, esta loco.

- No está loco, ese chico es especial, ¿sabias que él no tiene padres que lo cuiden?

Esta bien, tal vez eso si que me había dejado sorprendido.

- No sabía eso de él, pero ¿cómo es que asiste a la escuela? -no es que fuera un lugar prestigioso, pero estaba enterado sobre las colegiaturas, y eran de alto precio.

- Él trabaja en una cafetería tiene suerte de ser uno de los cocineros, pero trabaja en las noches y es muy arduo ese trabajo, como no te lo imaginas.

- ¿Y tú?, ¿Por qué perdiste a tu familia?

No era una novedad para él, hasta parecía que sabía que haría aquella pregunta.

- Era muy engreído de niño, recuerdo que sino me gustaba la comida tiraba los platos al suelo, mi padre me regañaba pero solamente le soltaba groserías, una vez recuerdo que escuche que mi padre se quedó sin trabajo, mientras buscaba mi madre comenzó a trabajar lavando loza en un restaurante, pero... yo era de lo peor, tenía una hermana, cada que hacia limpieza yo ensuciaba lo más que podía, una vez la tire de las escaleras, una grave idea, esa vez mis padres estaban a punto de correrme de la casa a pesar de que tenía unos cinco años, yo... me escape -veía que en su mirada había arrepentimiento-, allí fue cuando encontré a Jisoo, me lanzo un hechizo, hizo desaparecer a mi familia, me dijo que no la recuperaría hasta que aprendiera a respetar a los que me aman incondicionalmente.

Separarte de quienes algunas vez te quisieron, tampoco sabría lo que hubiera hecho yo en su lugar, me hubiera vuelto un completo loco.

- ¿Cuánto tiempo llevas sin verlos? mi voz salio casi en un susurro.

- ¡Te vas a sorprender! Pero tengo quince años sin verlos.

Me quedo atónito al escuchar eso, no lo puedo creer, a mi me ha dado una semana, espero poder aprender algo bien, supongo que ellos no han logrado su cometido, o simplemente necesitan algo de apoyo, suspiro y Namjoon me sonríe, después de eso se dirige a la puerta, agarra el perilla de la puerta, pero antes de abrirla voltea a verme.

- Va haber una fiesta, esta noche -parpadeo un par de veces y él continua-. Es en el bar "Citynight"

- ¿Y eso que tiene que ver? -aún tenía millones de preguntas que rondaban por mi cabeza.

- Va a ir él.

- ¿Quién?

- Tu novio. Tal vez pueda ayudarte...

- Gracias, Kim.

- Dime Namjoon, mi apellido me hace sentir viejo -doy un asentimiento con mi cabeza para después regalarle una pequeña sonrisa, y por fin sale de la habitación.

Me cambio de ropa, toda es negra, agarro una sudadera negra y me pongo la capucha para cubrirme por completo la cabeza, desayuno con esos dos, son muy agradables después de todo, no puedo creer que ella les haya hecho esto a ambos, al parecer han cambiado, pero no les ha regresado lo que les importa.

Namjoon me dio la dirección del bar y la hora de la fiesta, ayude un poco en la casa a Yoongi mientras que Namjoon se iba a trabajar de mesero a un restaurante, comió con nosotros, hasta ahora que lo pienso jamás había tenido una comida en familia, siempre comía solo porque mis padres siempre se la han pasado encerrados en sus asuntos de trabajo.

Veo que faltan cinco minutos para la fiesta y me despido de ambos para irme, claro con la capucha puesta y bajando la cabeza para que no me vea nadie a pesar que es de noche, veo el bar, entro está repleto de personas, me doy cuenta que son puros de la universidad, a lo lejos veo a Yugyeom, estoy a punto de hablarle cuando veo que se le acerca el idiota de Jung Hoseok y le da una bebida para después plantarle un beso corto en los labios, lo que más me sorprendió fue que él no se negara a corresponderle.

Enojado, me doy la vuelta y choco con alguien es Taehyung me volteo rápido para que no me vea, él se disculpa por lo que hizo y después ve a Yugyeom.

- ¡Vaya! ¿Quién lo diría? -estoy en total acuerdo con él, así que lo único que hago es asentir.

- Sí, pero ¿no se supone que tiene novio? –aún estoy realmente molesto, es quien confiaba resulta que me engaña, ¿podía sentirme más patético de lo que ya?

- Sí, al parecer no quiere estar con él, ¿sabes? El amor es una montaña rusa.

Lo es, un sin fin de subidas y bajadas extremas, es como si tuvieras un problema con la presión de la sangre en las venas.

- Es muy cierto, pero a veces nunca encuentras a la persona correcta -no quería hablar demasiado, puede que me reconozca.

- No hay persona correcta, eres tu quien cree que la encontrarás, pero cuando ves no es así, a veces hay que darse cuenta de quien tienes al lado, que te hace caso a pesar de lo que te diga o haga.

Por alguna razón sentía que sus palabras eran prácticamente dirigidas hacía mí.

- ¿Por qué dices eso? -me había atrevido a preguntar.

- Porque dije algo de lo que me quiero disculpar -soltó un suave suspiro-, no le diré nada de su novio porque sé que no va a creerme.

Efectivamente estaba hablando de mí, ¡fabuloso!

- ¿Cómo estas tan seguro?

- Lo sé porque él es así, espero me perdone por lo que le dije, creo estaba muy furioso, la verdad no le dije al profesor lo que sucedió, le dije que si me había ayudado en todo, sé que él es puntual en sus trabajos, es por eso que dije eso, no quiero meterlo en problemas.

¡Genial! Ahora si me siento culpable por todo, él es demasiado tierno conmigo, soy un imbécil.

- ¿Si te dijera que soy esa persona de la que hablas?

- ¿Por qué lo dices? -siempre me había percatado que ladea levemente su cabeza cada que está curioso, y en ese momento lo estaba haciendo.

- Porque soy yo -de inmediato levante la mirada, pero no quería mirarlo aún a él-. Soy Jungkook, al que le gritaste bestia...

- Podrías disculparme por lo de esa tarde.

Debería ser yo quien se disculpe, no él.

- No, quien debería pedir disculpas soy yo.

Me volteo hacia él y no se sorprende al ver mi rostro de hecho me pierdo en sus ojos apenas me doy cuenta que son brillantes, ese brillo que hay en ellos es como ver estrellas de cerca, es precioso... él se acerca a hacia mí y me quita la capucha, tampoco se sorprende, pero me vuelvo a poner la capucha, no quiero que los demás me miren.

- ¿Por qué te la pones? -su pregunta nada más me deja en claro que es un tonto.

- ¿Qué no ves acaso que estoy del asco? -tal vez había alzado solo un poco mi tono de voz.

- He visto peores, no eres feo.

Me sonríe y se retira, me quedo con el recuerdo de su sonrisa.