~ Cincuenta y cinco ~

Sus manos se mantenían juntas, siendo constantemente presionadas entre ellas hasta causarle un poco de dolor acompañado de los nervios que presentaban sus piernas con cada paso que daba, haciéndole temer ante la idea de caer.

Jungkook le ha dicho que corra y averigüe la situación de su mayor, siendo él quien se encargaría de pagar por el servicio automovilístico al que habían recurrido.

Su pecho siente una constante presión que no le permite respirar con normalidad, mientras que su mente trata de mantenerse seria y positiva ante una situación que desconoce por completo, y de la cual espera poder escapar lo más pronto posible.

No distingue o registra el momento en que ha dado con su amigo, él cual se encuentra temblando e ignorando su repentina presencia en aquel lugar.

—¡¿Dónde está?! —El rubio se aproximó a él con tanta velocidad que le parecía extraño poder correr tan aprisa aún en su forma humana. — ¡¿Dónde está Yoongi?! ¡Taehyung dime dónde está!

Quizá no fue la manera o el momento para hablar de ese modo, incluso pudo haber sido solamente la constante agonía que él felino castaño se encontraba experimentando, pero las palabras no lograban salir por completo, exasperando y mortificando aún más la pequeña alma del chico mayor.

—Él... él... e-están... —Trago. —R-revisándolo. —Su cuerpo no dejaba de temblar y la diminutas manchas de sangre sobre su camisa no hacia otra cosa que transmitirle una gran preocupación al más bajo, quien no dejaba de pasar miles de imágenes negativas alrededor de su mente.

—¿Pero que fue lo qué pasó? —Se encontraba exaltado, gritando y sujetando con fuerza los hombros del felino castaño. —Que estaban... ¡¿Qué demonios estaban haciendo?!

—¡Jimin! Detente ya. —Jungkook entró con los nervios de punta, tranquilizándose y esforzándose porque estos no terminarán por domarle, debía estar tranquilo y sereno si realmente deseaba apoyar a sus amigos.  —Debes dejar de presionarlo más, no ayudas.

—Lo sé, lo sé y lo siento. —Comenzó a sentir que su garganta se cerraba. —¡Dios! ¡Que se supone que haga si nadie me dice nada! —Lagrimas de frustración comenzaron a llegar sin indicios o intenciones de parar.

—No lo sé, pero no lograrás nada con asustarlo así, no puede ni hablar y no parece que este sea el momento de gritar y cuestionar.

—Kookie... —El tembloroso y agotado chico se aproximó a hasta la persona con la que supuestamente debía tener una cita ese mismo día, quien le abrió los brazos y no dudó un segundo para envolver su cuerpo en un reconfortante calor.

—¡Taehyung Habla, dime dónde está mi novio! —Exigió una vez más, olvidando o quizás ignorando el hecho de que su amigo se encontraba temblando del miedo.

—Joven, debe tranquilizarse o nos veremos en la penosa necesidad de pedirle que se retire. —La chica que intervino parecía muy molesta, joven y bastante seria ante la situación. —Si se encuentra aquí por algún paciente debe aguardar a que su médico les dé alguna noticia y debe hacerlo en silencio o al menos sin gritos, muchos aquí pasan por una mala situación y no podemos permitir que altere aún más al público.

—Tranquilizarme... —Masculló. —¿Cómo carajos voy a tranquilizarme? —Preguntó al aire y con más voz lo más baja posible.

Su respiración no parecía querer regularse y su humor no se encontraba lo suficientemente controlado en esos momentos.

—¿Disculpe pero sabrá algo sobre el paciente Min Yoongi? —Preguntó él más joven.

—Están examinándolo, no parece algo tan grave. —Respondió, antes de ser solicitada por otra chica que parecía necesitar ayuda. —Disculpe. —Se inclinó ligeramente antes de marcharse de aquel lugar.

—Debemos esperar a que ambos estén más calmados para poder hablar. —Comentó Jungkook, apresando aún más el delgado cuerpo que no dejaba de sollozar sobre la sudadera que se encontraba utilizando. Manteniéndose positivo ante que le habían respondido.

—N-no, no puedo esperar, necesito saber que le paso, que le están haciendo... —Confesó antes de permitir que su cuerpo se dejase caer sobre el sofá que usaban las personas que se dedicaban a esperar noticias sobre sus conocidos.

Nadie hablaba o comentaba algo sobre lo que a encontraba pasando, las personas fluían por el lugar al salir y entrar, concentrados en lo que tenían que resolver o revisar.

Él rubio se encontraba tan ensimismado en su imaginación, que ignoraba el hecho de que su primo aún no había llegado, dejando que su pierna se moviera una y otra vez a causa de la ansiedad que se encontraba recorriéndole, aparentando su cabello gracias a la frustración del momento.

Jungkook mantenía sobre sus piernas al actor, quien aún entre hipidos y calofríos, se mantenía escondido en el cuello del menor, apretando su ropa y aferrándose al chico que sabía, le protegiera si así lo requería.

—Fue... fue... una moto... —Soltó de repente, aún sin mirar a nadie y con la esperanza de poder seguir relatando lo qué pasó.

Él mayor de los tres lo escucho, girándose y exigiendo una explicación. —¿Qué? ¿Como que una moto? ¿Lo arroyo? ¿El sujeto...?

Jungkook le callo con una mirada fría y pesada, señalado lo que parecía obvio, el joven aún no podía hablar con rapidez del tema.

—No... él iba manejándola... derrapo... —Sorbió por la nariz y continuó ocultándose. —Yo lo seguí, se que dijiste que no lo haríamos pero lo seguí, tuve que hacerlo...

Los dos chicos que se encontraban ausentes durante lo sucedido no lograban comprender ni un poco de lo que pasaba.

—Fui a borrar la aplicación... y cuando iba a irme... —Su pecho parecía no querer dejarlo hablar. —Había un mensaje... decía "¿Sigues durmiendo en tu estudio?" —Suspiro, soltando un poco de la presión que se encontraba acumulada en su cuerpo. —Me desconcertó mucho, así que decidí revisar un poco el lugar. —Aguardó. — Era verdad, había mantas en el sofá, comida en el congelador e incluso su cepillo dental se encontraba en el baño.

—¿Que? Pero cómo podría estar durmiendo si... él... no comprendo...

Quizá la vida de su chico no era tan segura como él creía.

—Me quede por muchas horas para verificar que fuera cierto porque aún tenía dudas... eran casi las dos de la mañana y él seguía trabajando, supuse que era por una nueva canción pero luego tuvo una llamada donde un sujeto le dijo que llevarían sus cosas al nuevo lugar en tres días... creo que se está mudando o algo, pero eso no es lo importante ni le encuentro una conexión con lo qué pasó.

Jungkook se mantenía callado, acariciando y analizando todo lo que se encontraba escuchando.

—Estaba apuntó de marcharme cuando él salió con mucha prisa, parecía decidido o no sé... pero su expresión era extraña. Estuve en mi apariencia gatuna todo el tiempo, no quería que él me viera pero... sigo pensando que él sabía que yo estaba ahí...

Los cuerpos de los dos castaños se comenzaron a separar, siendo Taehyung quien había decidido al fin mirar al chico que se mostraba mortificado por la salud de su novio, aunque en realidad aún mantenía los ojos cerrados.

—Se vio con ese sujeto, el mismo con el que estaba la primera vez que lo seguí, estaban juntos a mitad de una calle y ambos comenzaron a cambiar de ropa, Yoongi se puso su chaqueta y un casco de motocicleta que cubría toda su cara... —Sus ojos se habían abierto después de permanecer cerrados por todo ese tiempo, aquel que se había tomado para recordar con claridad cada imagen que pudiera, manteniendo su mirada perdida en algún punto del lugar. —Ambos cerraban un trato, ya sabes, con la mano y después se abrazaron... me pareció más una despedida.

Jimin espero por la continuación que no parecía querer llegar, su amigo aún no le miraba y parecía concentrado en lo que su mente analizaba, siendo mucha sorpresa al escuchar salir esas palabras.

—No dijo no usa sola palabra o al menos no lo escuche, solo camino tres o cuatro calles más, había dejado su auto en el mismo lugar que se vieron y cuando llegó... todo el mundo parecía estar esperándolo. —Su mente se encendido, en una ambivalencia de preocupación y molestia mutua por una situación que desde su parecer, se pudo haber evitado. —Estaba compitiendo con una motocicleta que no era suya, que no revisó y que a mi parecer sabía conducir muy bien, era casi como si no fuera su primera vez en esas asquerosas peleas.

Y de un momento a otro lo miro. —Era una competencia ilegal, estaba manejando a una velocidad estúpida a mitad de la madrugada contra un sujeto que después de todo le ganó porque tu novio se derrapó de un momento a otro, dos segundos después un chico grito que la policía iba a llegar y todos se fueron dejándolo tirado, todo fue a propósito, estoy seguro. —Lo último no lo pudo controlar, soltando lágrimas y comenzando a sentí que su voz se ahogaba con profundidad unas vez más. —Estaba sangrando y estaba inconsciente, tuve que cargarlo y llevarlo hasta su auto porque no sabía que hacer ni qué dirían los de la ambulancia si los llegaba a llamar, la policía jamás llegó y es por eso que no puedo creer que fuera un accidente.

—¿Dónde está? Necesito que me digan dónde está Min Yoongi. —La fuerza de la voz logró llegar hasta los oídos de los tres amigos, quienes se levantaron con rapidez y corrieron hacia él chico que se encontraba buscando una explicación.

—Amor tranquilízate, la chica de la recepción me dijo que aún están revisándolo. —Explicó Namjoon, esperando poder apaciguar al joven que amaba.

—¿Pero donde? ¡¿Dónde está, donde están todos?! —Seokjin se veía desesperado por una explicación.

—¡Hyung! —La dulce y un poco rota voz de Jimin le interrumpió.

—¡Jimin! Por favor, por favor dime dónde está, cómo está, necesito saber que está bien. —Suplicó.

El felino volvió a llorar, negando una y otra vez ante lo que le era pedido. —No lo sé, no han dicho nada y ni siquiera sé dónde está.

Jimin trato una y otra vez de encontrar las palabras que podrían consolar un poco su alma y la del joven que le había cuidado desde que decidió que no sería una mascota y nada más.

—¿Familiares de Min Yoongi? —Habló alto y claro, esperando una respuesta por parte de las personas que se encontraban aguardando su propio llamado.

Aquella parecía una señal de alerta.

—Somos nosotros, por favor digamos cómo se encuentra. —Respondió con rapidez en mayor de todos.

El doctor sonrió. —El joven despertó.

Un grito ahogado de alivio se escapó de los labios del rubio felino, quien se dejó caer ante el impacto y tranquilidad que aquella notica trajo consigo.
































Hasta aquí me reporte, espero poder traer un capítulo pronto :3
























Yui-Chan ❤️

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