Capítulo 37
Maia
El dolor se puede expresar de distintas formas. Las que yo conozco y por las que he pasado se dividen en dos, llorar a mares o gritar de rabia. Pero hoy he descubierto una tercera, y creo que la peor de todas. Ese sentimiento de opresión y contención, donde un cumulo de raras sensaciones desgarradoras habitan dentro de ti siendote difícil reaccionar a ellas. Quieres sentir, expresarlo, liberarte.
La respiración se me corta por un instante, y aunque me muero de dolor y confusión, abro los brazos para recibir un abrazo de Jared. Él no puede saber que su mamá se rompe. Lo abrigo en mi calor mientras que mis ojos se desvían a la calle de enfrente en busca de la que pareció una ilusión óptica. Sé que no lo fue, que han pasado años y aunque creció barba en su rostro, y sus brazos sean más anchos, sigue siendo Jake.
<<Me debe odiar>>
Abrazo con fuerza a mi hijo, millones de preguntas navegan en el mar de mi mente.
¿y si vino por Jared?
¿sabrá que es su hijo?
¿Cómo nos encontró?
__ Mamá ¿Tienes frio? __ pregunta Jared cuando nota el temblor de mis manos. Finjo una sonrisa.
__como voy a tener frio cariño, es verano. Solo me siento un poco mal.
__Entonces vamos a casa, necesitas descansar.
__No cariño, puedes jugar otro rato.
__ no, yo puedo jugar en cualquier momento. Vamos a casa __este tira de mi por la mano. Tan igual a su padre.
Me dejo guiar por él, por su pequeña mano que envuelve la mía con delicadeza. Hace tiempo que no necesito el amor de mi padre. Gracias a el tiempo y la llegada de Jared pude sanar esa herida. la herida de su abandono.
No podemos controlar quien entra o sale de nuestras vidas, pues cada persona juega un papel fundamental en ella. Unos nos vienen a enseñar que es el amor, otros más bien el dolor y la traición. Mi padre califica para las dos últimas, y a pesar, de saber que la lleva mal, que su mente no lo deja descansar, no me importa. El decidió dejarme, yo, decidí aceptar su decisión.
Ahora tengo a alguien que me ama, que cuando me quedo dormida sobre el escritorio, me lleva una manta para que no pase frio. Mi niño me rescato cuando pensé que todo estaba perdido. Perdí un bebé, y contra ese dolor no hay ninguno que se asemeje, ni siquiera dejar a Jake dolió tanto cuando vi que la sangre corrió por mis piernas.
Ese día la desesperanza me lleno los ojos, y con ella llego el odio, la culpa y la rabia. Irme fue la mejor opción cuando al llegar al hospital la noticia de que aún quedaba una segunda vida dentro de mí que rescatar. No iba a perder otro bebé. Y me aseguré de que no sucediera.
Sabía que dolería hacer borrón y cuenta nueva, era necesario si quería sobrevivir. Turquía me pareció el lugar más adecuado. Mi madre nunca viene, siempre me mostraba su desagrado por el país cada vez que al entrar en mi habitación mis mejores amigos y yo veíamos el capítulo de alguna serie. Y Jake y papá, buscarían en Londres. Nem hizo un gran trabajo para ocultarnos, con la ayuda de su hermana Atenea y el abuelo de Chad, quien nos prometió, no contarle nada a su nieto.
Nuestra casa queda a pocas calles del parque por lo que llegamos rápido. Nem nos recibe con la noticia de que ha cocinado la comida favorita de Jared. Él la abraza y la llama tía preferida.
Por otro lado, yo, me quedo a mitad del gran portal y miro a todas partes en busca de un auto negro o algo que me parezca sospechoso. Nem se da cuenta y pide a Jared que entre a casa para poder hablar conmigo.
__ le he visto __hablo antes de que pueda preguntar.
__ ¿Qué dices?...
__Nos han encontrado Nem. He visto a Jake en el parque. Nos estaba viendo. Era él __las lágrimas salen por primera vez luego de años. No ¿por qué lloro otra vez? Me prometí que jamás volvería a pasar. Que luego de nacer Jared, solo serían risas.
__Eso es imposible. Tomamos todas las precauciones.
__Conoces a Jake mejor que nadie. Sabes de lo que es capaz. Además, si hubieses visto su mirada...
__No, No.
__Tenemos que irnos. Mañana a primera hora. No puedo permitir que le pase nada a mi hijo.
__hablare con Tomas. Vamos dentro.
Ni siquiera pudimos cenar. Solo Jared la disfruto. A veces deseo ser un niño. Sin conciencia, sin preocupaciones. Solo siendo feliz, saltando de un lado a otro, comiendo mi comida preferida, jugando en el parque y disfrutando de la siesta cuando mamá me arropaba y papá me leía cuentos en su tiempo libre.
Sé que será difícil para el cuándo nos marchemos, ha crecido aquí. este es su hogar. Pero es un buen sacrificio. Tampoco es que quiera pasarme la vida entera huyendo, sin embargo, es imposible no hacerlo cuando en el noticiero solo hablan atrocidades de la familia Sandlers. Enzo se ha vuelto un ser despiadado, capaz de hacer cualquier cosa para que su hijo regrese a hacer su trabajo sucio.
Termino de leer el cuento cuando Jared se queda dormido. Beso su frente y lo cubro con la sábana. Lo observo como duerme por breves segundos, sonrío. Se me calienta el alma de solo verlo. Es un sentimiento inigualable e indescriptible lo que siento cada vez que está frente a mí, cada vez que sonríe, o logra algo que para él es importante.
Vuelvo a la realidad cuando Némesis me llama desde la puerta. Dejo el libro de cuentos sobre la mesa de noche y me encamino a ella.
-¿Has logrado hablar con él? -Ella asiente.
-Nos vamos mañana a argentina. No podemos perder tiempo. Debemos empacar ya.
-vale... -No puedo negar, que ver a Jake llegó de años y saber que jamás podré hacerlo otra vez, es doloroso.
Todo comenzó entre nosotros como una pesadilla, pero él hizo que cada momento fuera menos cruel. Si no hubiese estado a mi lado, seguramente ya no estaría en este mundo. No lo culpo, no puedo hacerlo. El es una víctima al igual que yo. Sin embargo, no puedo permitirme regresar, además, no sé si él lo quiera. Me llevé a su hijo. Solo espero que pueda perdonarme.
<<Lo siento Jake>>
La mañana llega en un parpadeo, a pesar de que no puede dormir. Los nervios y las pesadillas provocaron que despertara cada media hora. Mi vida no volverá a hacer la misma. No hasta que Enzo y mi padre mueran.
Unos pequeños pasos se acercan a mi habitación. Jared. No sé cómo se tomará el viaje.
-¡Buen día mamá! ¿Ya te sientes mejor?- me agacho a su altura para recibir su abrazo de buenos días. Mi hijo tiene una voz adorable.
-Si pequeño. Ya estoy mejor.
-Entonces podemos ir al parque.
-Tengo un mejor plan -Sale de mi abrazo para mirarme con emoción.
-¿Qué es mamá, que es? -Exclama emocionado.
-Nos iremos de viaje. A un lugar muy hermoso.
Sus ojos brillan de emoción. Está feliz porque corre de un lado a otro mientras grita "viaje". Nem sonríe desde el umbral.
Ya termina, pronto acabará la pesadilla.
Listos y con un impaciente Jared subimos a un taxi camino a la casa de un amigo cercano de Tomás. Nos iremos desde su casa, en un avión privado. Lejos de las autoridades y cualquier persona que sea capaz de reconocernos. Nadie puede saber hacia dónde vamos.
Nunca me pasó por la cabeza la idea de vivir en argentina. Siempre pensé en grandes ciudades, pero es un buen sitio para cuidar a un niño.
Me volteo a Jared cuando pienso en él. Lo observo mirar embobado la cuidad que dejamos atrás. La vida que construimos aquí. Es muy pequeño para saber que cada lugar que dejamos en el pasado se queda con un trozo de nuestra alma.
En New York deje mi infancia, amigos, y un horrible sabor a traición. En Italia la guerra y el amor. En Turquía dejo una pizca de agradecimiento, porqué fui feliz.
El auto disminuye la velocidad. Por lo que miro al frente ¿Por qué nos detenemos? <<No>> Mi corazón cabalga lleno de miedo, lleno de angustia. Némesis me observa con los ojos llenos de terror. Toma mi mano.
-Mamá ¿Quién es ese señor? -Bajan del auto, yo me aferro al mío. Intento respirar. Trago saliva. Tengo que bajar.
-Quédate dentro con tu tía. No salgas ¿Vale? -El asiente.
Entonces con manos temblorosas abro la puerta del taxi y bajo del auto. Cuatro metros de distancia que reducimos a dos cuando ambos caminamos en la misma dirección.
<<No era una ilusión, era él>>
-Sandlers
-Evans
No, no dejo solo el agradecimiento en Turquía. También la esperanza.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top