Capítulo 3: La Determinación de Tyler

Segundos pasaron, en ese lapso de tiempo los nervios de Shelley empezaron a ser reemplazados por enojo ¿cuál carajos era el problema de ese adolescente? ¿por qué no la quería soltar? si quería que le tomara la orden no hacía falta que la sujetara de esa manera, con tanta insistencia.

Shelley lo observó de pies a cabeza, el chico era innegablemente atractivo pero nunca lo reconocería, tenía el pelo negro revuelto y hacia arriba, dejando descubierta su frente, sus facciones eran perfectas, ojos cafés, pómulos filosos y delgados, mandíbula marcada y ligeramente torcida hacia un lado, lo cual a Shelley le parecía sexy, pero otra vez no lo reconocería, nariz que hacía juego con su sonrisa perfecta y dientes perfectos, Shelley le miró los labios, tenía unos labios muy lindos, eran gruesos y coloridos, su color le recordaba a las cerezas.

Shelley se abofeteó mentalmente ¿qué hacía observando y analizando con tanto detenimiento cada una de las facciones de ese chico? nunca lo había hecho con nadie... ¿debería preocuparse? ¿qué tenía de especial ese adolescente que había conseguido lo que muchos otros no y causado que le atrayera a simple vista? Shelley llegó a la conclusión de que si no conseguía poner sus pensamientos en orden estaba jodida.

Sin embargo a pesar de sus intentos por no mirar más, no pudo evitar echar un rápido vistazo al cuerpo del adolescente, lo recorrió con sus mieles ojos, analizando su vestimenta y... otras cosas, como su increíble físico, el chico estaba vestido con una camiseta blanca estampada, un jean negro ajustado a sus tonificadas piernas y unas vans blancas, Shelley notó que también tenía tatuajes en su pecho y brazos.

A Shelley se le subieron los colores al rostro, se había propuesto dejar de observarlo y sin embargo seguía haciéndolo, pensó "concéntrate Shelley, no dejes que te dominen las hormonas", de repente sintió un poco más de presión en su muñeca y la ira que había estado sintiendo anteriormente salió a flote.

-Suelta mi muñeca grandísimo imbécil.-Le gruñó Shelley a ese chico de intimidantes ojos cafés.

Lejos de hacerle caso, sonrió de medio lado, quitándole el aliento a Shelley, era muy sexy... "¡basta Shelley! ¡concentración!", salió de su ensimismamiento gracias al cálido tacto en su muñeca, el chico la estaba sujetando con más firmeza todavía ¿acaso la estaba desafiando? Shelley pensó decidida mientras fruncía el ceño "oh no, nadie me desafía, le dejaré bien claro como son las cosas", así que sin más movió el brazo con todas sus fuerzas hasta que logró liberarse del asfixiante agarre.

-La puta madre.-Se quejó sin importarle maldecir delante del desconocido chico.-Desacomodaste mi pulsera.-Aclaró acomodando la pulsera que cubría su tatuaje, milagrosamente no había quedado al descubierto.

Tyler ni se inmutó por su hostilidad.

-¿Por qué cubres tu tatuaje?-Preguntó con curiosidad.

Shelley se estremeció al oír su voz, no podía negar que la voz de ese chico frente a ella imponía autoridad, dejó de mirar su pulsera de tela para mirar a la persona sentada frente a ella pero se arrepintió al instante, no entendía por qué el verlo directamente la ponía tan nerviosa.

-No te incumbe.-Dijo bajando nuevamente la mirada, esta vez fijándola en el parquet.

Lo siguiente que escuchó fue el sonido de una silla siendo arrastrada por el suelo, Shelley se alteró, levantó rápidamente la vista sin embargo no pudo hacer nada para impedir lo que sucedió a continuación, todo pasó demasiado rápido, ese chico había agarrado nuevamente su muñeca izquierda y se disponía a mover la pulsera para poder observar su tatuaje, Shelley palideció, nadie a parte de Daniel podía verlo.

-¡No!-Gritó y sin pensarlo le pegó una patada en la pierna, aunque no muy fuerte.

Aún así el chico lanzó un grito de dolor debido a que lo había golpeado con la punta de su zapatilla, finalmente la soltó, Shelley suspiró más aliviada, gracias a sus rápidos reflejos había evitado que ese desconocido viera su tatuaje ¿quién se creía que era? no tenía ningún derecho de hacer aquello.

-¿Pero qué carajos te pasa?-Gruñó Shelley apretando los puños, dio unos intimidades pasos hacia el joven dándose cuenta de que el chico le llevaba varios centímetros, le sacaba media cabeza.-Ni se te ocurra volver a tocarme maldito gigante ¿acaso querías ver mi tatuaje? ¿por qué?

Por algún motivo a Tyler no le molestó ese insulto, al contrario, le causó gracia que la chica lo llamara gigante ya que no era tan alto, capaz que ella lo veía así porque le llevaba media cabeza, no podía culparla, se le escaparon unas cuantas risitas, las cuales molestaron profundamente a Shelley.

-No sé que te da gracia, sinceramente.-Espetó Shelley cruzándose de brazos.

Tyler dejó de reír y se quedó mirándola con una sonrisa de medio lado y cara de embobado, se mantuvo unos momentos en silencio provocando que Shelley se enfureciera todavía más, si eso era posible.

-¿Y bien? ¿querías ver mi tatuaje?-Dijo Shelley repitiendo la pregunta.

Tyler tragó saliva, esa chica se veía muy linda cuando se enojaba, apretaba sus labios en una fina línea, Tyler fijó la mirada en esos gruesos labios color sandía y volvió a tragar saliva.

-¡Responde!-Exigió Shelley perdiendo la paciencia.

Dylan, quien había contemplado atónito la escena, se dio cuenta que era momento de intervenir así que se levantó rápidamente de su silla, se colocó detrás de su mejor amigo y sujetó sus hombros, Tyler se sintió amenazado ante ese acto ¿acaso Dylan pretendía llevárselo? ¡no! ¡no podía permitirlo! antes debía comprobar si la chica frente a él era su alma gemela.

¿Y si luego no la volvía a ver? ¿y si aunque la buscara le costaba encontrarla? ¿y si la chica decidía renunciar a su trabajo para esquivarlo? Tyler se abofeteó mentalmente, estaba dramatizando, obviamente la chica no haría eso, seguramente necesitaba el trabajo.

Aún así necesitaba saber si era su alma gemela y quería averiguarlo en ese preciso momento, no dejaría pasar la oportunidad que se le había presentado de dar con su destinada, se sacudió tratando de soltarse del agarre que le proporcionaba su mejor amigo, se sentía un poco alterado.

-Vámonos Tyler.-Dijo Dylan con voz calma tratando de apaciguarlo.

Tyler siguió sacudiéndose para liberarse, Dylan hizo uso de todos sus esfuerzos para retenerlo, tenía que sacarlo como sea del bar ya que sabía cuáles eran las intenciones de su amigo, Dylan se había dado cuenta que Tyler sospechaba que esa chica era su alma gemela y conociendo a su mejor amigo... era capaz de todo si se trataba de su destinada.

Dylan no se sorprendería si Tyler cometía alguna imprudencia, temía que en cualquier momento perdiera el control y arrancara la pulsera que cubría la muñeca izquierda de la castaña, no podía permitirlo ya que no era correcto, no sin el previo consentimiento de la chica y tenía que hacérselo entender.

"Tyler" pensó Shelley mientras miraba furiosa al pelinegro que le devolvía la mirada con intensidad "así que ese desubicado se llama Tyler", de pronto esa café mirada sobre su persona hizo que Shelley se sintiera incómoda y expuesta, se estremeció al tiempo que pensaba "¿por qué me mira de esa manera? joder".

-Te dije que vamos.-Habló con molestia Dylan tratando de arrastrar a Tyler fuera del bar.

-Espera Dylan.-Pidió Tyler en un ruego.

Dylan negó, impasible y retomó su labor de sacarlo del establecimiento, Tyler se resistió, sacudió sus hombros intentando soltarse de su agarre pero como nunca Dylan parecía tener mucha fuerza, se notaba que se estaba esforzando por retenerlo, es más, el castaño afianzó el agarre abrazándolo por la espalda y juntando sus manos en su pecho, aquello causó que Tyler se impacientara.

-¡Suéltame Dylan!-Ordenó Tyler repentinamente enojado y desesperado.

-¡Vámonos Tyler!-Insistió el ojimiel empezando a preocuparse.

Lo que estaba haciendo era por el bien de su mejor amigo y de la chica, las cosas se solucionaban hablando, no armando escenas y en ese momento Tyler estaba armando una escena patética, nunca antes se había comportado de esa manera tan obstinada, parecía cegado, no entendía como su amigo no se daba cuenta de eso.

-¡Estás haciendo una escena!-Le avisó Dylan.

Era verdad, la escena que estaban montando había llamado la atención de todos en el bar, Shelley no pudo evitar sonrojarse, sentía las miradas de los estudiantes clavadas en ella y todo era culpa de Tyler, maldito Tyler.

-Hazle caso a tu amigo y vete Tyler.-Ordenó Shelley retrocediendo unos pasos y mirando con molestia a Tyler.-No sé qué carajos te pasa, no sé cuál es tu puto problema pero me importa una mierda, debo seguir trabajando.

Escuchar su voz causó un estado de calma en Tyler, dejó de forcejear para liberarse y esbozó una sonrisa radiante al escuchar su nombre salir de esos labios de infarto, deseaba poder probarlos, besarlos, morderlos... estaba perdiendo la cordura, esa castaña sería su perdición y no podía negar que escucharla maldecir le resultaba extremadamente sexy.

De repente quiso saber su nombre, miró rápidamente el cartelito que reposaba en el lado izquierdo del pecho de la ojimiel, leyó "Shelley Hennig", justo Dylan lo soltó porque notó que Tyler se había quedado quieto, Tyler aprovechó eso y dio dos largas zancadas, alejándose de Dylan y deteniéndose a escasos centímetros del rostro de una sorprendida Shelley, quien sentía que estaban invadiendo su burbuja de espacio personal.

Tyler tuvo que agachar un poco la cabeza para poder mirarla a los ojos, notó que Shelley había empezado a temblar ligeramente, era evidente que su cercanía la ponía nerviosa, Tyler no pudo evitar sentirse orgulloso por eso ¿Shelley sentiría algo por él? esperaba que si ya que podía asegurar que esa chica era su alma gemela, por fin la había encontrado.

-Shelley.-La llamó Tyler con voz seria, Shelley se sorprendió al escuchar su nombre salir de esos gruesos labios.-Esto apenas empieza.-Le avisó con voz determinada.

Acto seguido dejó la seriedad de lado, le ofreció una sonrisa y luego le guiñó un ojo, Shelley se sonrojó, Tyler sonrió aún más, retrocedió sintiéndose victorioso, otorgándole espacio personal a una muy nerviosa y confundida Shelley.

Tyler accedió irse con Dylan, ya tendría tiempo de encarar a la castaña, además ya no estaba preocupado por perderla de vista ya que había averiguado su nombre, encontrarla sería fácil si se lo proponía.

Shelley sintió que sus piernas flaqueaban ¿qué fue aquello? miró como Tyler y Dylan salían por las puertas vidriadas de acceso, se alejaban del bar y se perdían en la distancia, recién en ese momento pudo respirar con tranquilidad.

-¡Cada uno vuelva a lo suyo, este teatro terminó!-Gritó Cody tratando de que la actividad del bar regresara a la normalidad, luego se acercó a Shelley y la miró molesto.-¿Qué mierda fue eso Shelley?

-Yo no hice nada, en serio, el estúpido de Tyler empezó todo.-Se defendió Shelley.

No le parecía justo que el hijo del dueño del bar la regañara cuando ella no había tenido la culpa de lo sucedido.

-¿Lo conoces?-Preguntó Cody sorprendido.

Shelley negó rápidamente con la cabeza haciendo que sus castaños mechones de cabello se sacudieran.

-No, sólo sé que se llama Tyler porque escuché su nombre, es la primera vez que lo veo.

Cody pareció creerle y bajó la guardia.

-Okay, olvida lo que pasó y atiende la mesa 8, acaban de llegar más clientes.

Shelley asintió y se dispuso a retomar su labor, sentía una insistente mirada sobre su espalda, miró sobre su hombro y descubrió que era Daniel, curiosidad era lo que reflejaban los ojos azules del rubio, Shelley esbozó una tímida sonrisa y Daniel apartó la mirada de inmediato. La castaña sintió un pinchazo en el pecho, evidentemente Daniel seguía enfadado con ella y no podía soportarlo, extrañaba a su mejor amigo.

                          🐾🐾🐾🐾

Tyler y Dylan estaban sentados en un banco de una plaza cercana, ninguno de los dos hablaba, ambos estaban sumergidos en sus pensamientos, Tyler mantenía los brazos sobre sus piernas y la cabeza gacha mientras que Dylan estaba cómodamente sentado y miraba de brazos cruzados el cielo.

-Okay.-Habló Dylan primero rompiendo un silencio que se había alargado varios minutos.-Dime que pasó ¿por qué mierda te comportaste de esa manera en el bar? nunca te había visto tan sacado.

Escuchó a su mejor amigo suspirar.

-Shelley... ella puede ser mi alma gemela.-Dijo Tyler en voz baja con la mirada perdida en algún punto inespecífico.

Dylan lo miró raro, si, ya lo sospechaba pero aún así lo seguía encontrando raro, Tyler no podía llegar a esa clase de conclusiones sin tener un argumento convincente.

-¿Qué carajos estás flasheando ahora Ty? ¿de dónde sacaste eso? por eso le querías arrancar la pulsera ¿no? no puedes hacer eso.-Le recriminó.

Tyler levantó bruscamente la cabeza y miró con furia contenida a Dylan, no permitiría que lo tratase de loco.

-No lo entiendes.-Dijo entre dientes con la mandíbula apretada, estiró los brazos y sujetó a Dylan de los hombros, su mirada era seria.-Tengo que volver y ver su tatuaje.-El castaño lo seguía mirando raro, Tyler se enojó más.-¡Ella es mi alma gemela Dylan!-Explicó a los gritos, frustrado por el poco entusiasmo y apoyo que le brindaba su amigo ante su reciente descubrimiento, él más que nadie sabía lo importante que era para él su destinada ¿por qué no lo apoyaba más?-¡Puedo sentirlo! ¡¿entiendes Dyl?! ¡tú tienes experiencia en esto! ¡encontraste a Holland! ¡bueno yo nunca antes había experimentado algo así! ¡siento que Shelley es mi destinada y debo comprobarlo de una maldita vez o me voy a volver loco! ¡Shelley no me va a detener! ¡veré su tatuaje aunque no quiera!

-¡Cálmate ya!-Ordenó Dylan zafándose de su agarre.-¡Me estás impacientando Tyler! ¡acabas de decir que podría ser tu alma gemela y ahora aseguras que es tu alma gemela! ¡no tiene lógica! ¡decídete!-Pidió extendiendo sus brazos y poniendo una expresión de exasperación.

Tyler intentó mantener la calma pero no pudo, necesitaba el apoyo de Dylan, de su mejor amigo y compañero en todo y por alguna razón no lo tenía, eso lo alteraba, sentía que estaba solo en esto, en lo más importante que le había pasado en la vida.

-¡La tiene para mi! ¡no lo afirmé antes porque todavía no vi su tatuaje pero realmente siento que lo es! ¡¿entiendes ahora?!

Sus gritos estaban llamando la atención, un grupo de niños los miraban extrañados, algunas señoras de edad se mostraban enfadadas con ellos por causar tanto alboroto y unos cuantos adolescentes los fulminaban con la mirada.

-Iré a verla.-Anunció Tyler poniéndose de pie.

Dylan lo agarró del brazo para evitar que se fuera y también se puso de pie.

-Espera.-Pidió soltándolo, Tyler lo miró con impaciencia, realmente quería llegar al bar "Fast Food" y encarar a Shelley.-Está bien, te creo.-Dijo con voz seria, el pelinegro sonrió agradecido y aliviado, por fin Dylan había reaccionado.-Shelley podría ser tu alma gemela pero no te atolondres.

Tyler estaba confundido.

-¿Qué quieres decir?

-Tienes que planificar con paciencia tus movimientos, no puedes simplemente ir a verla y arrancarle la pulsera que cubre su tatuaje.

-Pero no tengo paciencia.-Se quejó Tyler.-Además... ¿qué estás diciendo? claro que puedo hacerlo, no es muy difícil.-Aclaró.

Dylan se quedó pensativo, su mejor amigo tenía razón pero no era conveniente que hiciera aquello.

-Okay, de poder puedes pero no te conviene...

Tyler lo interrumpió.

-Quiero saber ya mismo si Shelley es mi alma gemela, no voy a seguir esperando.

-Cálmate, pareces un pendejo encaprichado y no un adolescente de 21 años.-Lo regañó Dylan repentinamente fastidiado.

Tyler se rascó la nuca avergonzado, se quedó mirando el pasto unos momentos, finalmente soltó un suspiro y miró a Dylan.

-Okay, tienes razón.-Admitió encogiéndose de hombros.-En mi defensa nunca sentí una atracción así antes al ver a alguien por primera vez, Shelley se va a convertir en mi perdición.

-O no.-Dijo Dylan con una sonrisa cómplice, su mejor amigo lo miró expectante.-Se podría convertir en el amor de tu vida.

Tyler esbozó una gigantesca sonrisa y preguntó.

-¿Qué tienes en mente?

Dylan sonrió pícaramente antes de hablar.

                          🐾🐾🐾🐾

Eran pasadas las 10 de la noche, la jornada laboral había terminado para Shelley y Daniel, el rubio estaba haciendo el conteo de la caja mientras que Shelley limpiaba las desalojadas mesas con un trapo y acomodaba las sillas.

La castaña estaba demasiado metida en lo que estaba haciendo y no era consciente de la acosadora mirada de Tyler sobre ella, el pelinegro estaba estratégicamente escondido afuera del bar y de vez en cuando asomaba la cabeza al gran ventanal para poder mirar a Shelley. Tyler estaba buscando una oportunidad, quería hablar con Shelley a solas así que estaba esperando que ese chico rubio sentado frente a la caja registradora se fuera a algún lado.

-Dan...-Lo llamó Shelley dudosa mientras barría el piso, ya había acabado de limpiar las mesas.

El silencio que reinaba en el lugar le estaba incomodando sobremanera, normalmente ella y su mejor amigo estarían bromeando y riendo mientras culminaban su día laboral pero todo había cambiado hacía unas horas atrás.

Shelley escuchó un bufido de parte de Daniel, esperó unos segundos pero el ojiazul no se dignó a responder, Shelley estaba empezando a enojarse, su mejor amigo no podía seguir tratándola de esa manera tan cruel, ya había intentado pedirle perdón varias veces, no sabía que más hacer.

-Daniel por favor, déjate de juegos, ya no sé que hacer para que me perdones, me equivoqué ¿okay? soy humana y cometo errores.-Dijo controlando la ira en su voz.

-Cállate, me desconcentras y tengo que contar plata.-Se quejó Daniel sin siquiera dirigirle una mirada.

El rubio escuchó el repentino sonido de un golpe seco, levantó la vista alarmado, no comprendía que había pasado, Shelley había arrojado la escoba lejos.

-¡Shelley!-La regañó Cody, justo iba saliendo de la cocina y vio la rabieta de la castaña.-Si llegas a romper la escoba lo descuento de tu paga, estás advertida.

Shelley sintió la ira burbujear dentro de ella pero se contuvo para no cometer otra estupidez, ya venía enojada desde el incidente con Tyler y ahora el infantil comportamiento de Daniel la estaba haciendo enojar más.

-No volverá a pasar.-Aseguró controlando el enojo en su voz.

-Eso espero.-Dijo Cody y regresó a la cocina.

Shelley fue a recoger la escoba, la cual había ido a parar cerca de las puertas vidriadas de acceso, cuando estuvo cerca escuchó el ruido de la puerta al ser abierta y vio como de la nada Tyler aparecía en su campo de visión y se detenía delante de ella.

Antes de que Shelley pudiera procesar su inesperada aparición sintió como Tyler la sujetaba con ambos brazos de las piernas y con una habilidad asombrosa la elevaba del suelo y la colocaba rápidamente sobre su hombro.

-¿Qu... qué?-Balbuceó Shelley, incrédula.

No entendía como Tyler había conseguido cargarla con tanta facilidad, evidentemente el pelinegro tenía mucha fuerza "bueno, con ese físico..." pensó Shelley mientras visualizaba en su mente los musculosos brazos de Tyler, su marcado pecho y los cuadraditos de su abdomen que si bien nunca los había visto, estaba segura que los tenía, se reprochó mentalmente "¡basta Shelley! ¡deja de pensar en el musculoso cuerpo de Tyler!".

-Necesito hablar contigo.-Dijo Tyler, esbozó una sonrisa de medio lado y la sacó del bar.

-¡Bájame!-Gritó Shelley repentinamente furiosa, el asombro había desaparecido y había sido reemplazado por la ira.-¡Nadie te dio permiso para que me cargaras! ¡¿quién te crees que eres?!

Escuchó como Tyler reía y la ira aumentó, le pegó un puñetazo en la espalda, el pelinegro rió aún más haciendo que Shelley se enfadara más todavía, si eso era posible.

-¿Eso es lo mejor que tienes?-La pinchó Tyler, la emoción por estar con Shelley era palpable en su voz.-Que debilucha eres Hennig ¿quién lo diría? tu carácter demuestra lo contrario, pareces una chica ruda pero pegas como bebé.

-¡Cállate imbécil!-Gritó Shelley con vergüenza más que con enojo.

Tyler tenía razón, era demasiado débil y Daniel siempre se encargaba de recordárselo aconsejándole ir al gimnasio, Tyler notó que habían pasado varios segundos y Shelley permanecía callada.

-¿Admirando la vista?

Esa pregunta sacó a Shelley de su trance.

-¿Qué vista?

-Pues mi musculosa espalda.-Aclaró Tyler con falta de modestia.

-Ya quisieras tenerla musculosa.-Se burló Shelley riendo, sin embargo era una completa mentirosa porque sabía que Tyler la tenía musculosa, de hecho... todos sus músculos estaban marcados.

El pelinegro arqueó una ceja, repentinamente divertido.

-¿Ah sí? que mentirosa eres Shelley, no creas que no me di cuenta como me comías con la mirada en el bar, cuando nos conocimos.

Shelley sintió que su corazón se aceleraba ¿tan obvia había sido? sintió vergüenza, se puso colorada.

-Sin embargo.-Prosiguió Tyler, captando la atención de Shelley.-Si tienes dudas... ¿quieres comprobarlo? puedes tocarla con tus propias manos.-Sugirió en tono pícaro y seductor.

Shelley se sonrojó violentamente, estaba más roja que un semáforo.

-¡No quiero sentir tus músculos Tyler!-Gritó con furia y vergüenza, Tyler soltó una estruendosa carcajada.-¡Bájame de una puta vez!-Ordenó pegándole otro puñetazo en la espalda.

-Paciencia, ya casi llegamos.-Comentó Tyler divertido.

-¿A dónde?-Preguntó Shelley con desconfianza.

¿Y si Tyler trataba de propasarse con ella? Shelley pensó "no, no lo haría, no seas paranoica Shelley, Tyler es demasiado presumido y confianzudo pero definitivamente no es un violador", por las dudas preguntó.

-¿Cuántos años tienes?

-21 ¿y tú?

-19.-Contestó Shelley sin pensar, luego se abofeteó mentalmente.-Mierda, no debí decirlo.

Tyler rió nuevamente.

-¿Por qué?

-Porque no tengo por qué darte información sobre mi persona.-Explicó Shelley y pensó su siguiente pregunta.-¿Qué estudias?

Escuchó la suave risa de Tyler de nuevo.

-No quieres hablarme sobre ti pero... ¿quieres que yo te hable sobre mi?-Cuestionó con una ceja arqueada.

-Lo mínimo que merezco es que respondas mis preguntas.-Rebatió Shelley con fastidio.-Prácticamente me estás secuestrando.

-No te estoy secuestrando dramática.-Repuso Tyler con diversión.

Estar cerca de Shelley sacaba lo mejor de él, nunca antes le había pasado con nadie.

-Llévame al bar entonces.-Ordenó Shelley con poca paciencia.

Debía regresar, no había terminado de trabajar, estaba limpiando cuando Tyler apareció y decidió llevársela sin siquiera consultárselo, el pelinegro rió con maldad.

-Ya quisieras Shelley.

-¡¿Ves?!-Gritó Shelley furiosa.-¡Me estás secuestrando!-Afirmó asestando otro puñetazo en la espalda de Tyler.

-No te estoy secuestrando Shell.-La contradijo Tyler entre risitas.

Shelley se estremeció ¿por qué Tyler la llamaba por ese apodo tan cariñoso? la castaña sintió mil mariposas revoloteando en el interior de su estómago y no le agradó la sensación.

-No me llames así.-Pidió con la voz temblorosa.-Para ti soy Shelley y punto, Shell, Shells, Shelly, cualquiera de esos apodos sólo pueden decirme mis amigos, apenas te conozco Tyler.-Aclaró con hostilidad.

-Lo siento.-Se disculpó Tyler de inmediato, sabiendo que había cruzado la línea pero en su defensa no se había dado cuenta, sin embargo era consciente de que debía ganarse la confianza de Shelley primero.

El problema era que quería empotrar a Shelley contra la pared y besarla con todas sus fuerzas, al mismo tiempo quería protegerla, al mismo tiempo quería abrazarla y mimarla todo el día, al mismo tiempo quería invitarla a salir, pensó "¿qué me estás haciendo Shelley?".

Se propuso apurarse y poner en marcha el plan que le había dado Dylan, su mejor amigo le había dicho que le convenía hacerse amigo de Shelley para ganar su confianza y finalmente pedirle que le mostrara su tatuaje, Dylan sostenía que si Shelley ocultaba su tatuaje era porque tenía sus propios motivos y que Tyler no hacía bien obligándola a mostrárselo, Shelley debía decidirlo por sí misma, confiar en él.

Tyler creía que Dylan podía tener razón, el único problema era aguantar las ansias de averiguar si Shelley era su destinada, si por él fuera le arrancaría esa pulsera de la muñeca y vería su tatuaje esperando encontrar una pequeña huella como la suya.

-Llegamos.-Anunció Tyler y finalmente dejó a Shelley en el suelo.

La castaña se tambaleó, había perdido el equilibrio ya que Tyler la había tenido demasiado tiempo cargada, en un milisegundo sintió los brazos del pelinegro sujetándola de la cintura para evitar que cayera, volvió a sentir las molestas mariposas en el estómago así que se apartó bruscamente de él, liberándose de su agarre.

-No me toques.-Gruñó a la defensiva.

Tyler levantó las manos en un gesto inocente y se sentó en un banco, Shelley miró alrededor, estaban en la plaza que quedaba cerca del bar pero había poca gente ya que era de noche, la castaña se molestó, si Tyler creía que ella estaba dispuesta a hablar con él estaba muy equivocado y se lo iba a demostrar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top