Capítulo 56 (alternativo)
Narra Matt
Nos encontrábamos Alexander, Tobi y yo en la cafetería. Los últimos días habían estado un poco tranquilos. No había vuelto a ver a Sam. Cuando les pregunté a Irene y a Alexander, puesto que ellos eran los que estaban en su curso, dijeron que no sabían. Nadie en la escuela sabía de su paradero y ya comenzaba a preocuparme.
-¿En qué piensas, Matt? -Preguntó Alexander-. ¿Matt?
-E-en nada -agaché mi cabeza y la posé sobre la mesa. No dejaba de pensar en Sam y eso sólo me traía tristeza y preocupación-. No es nada -murmuré con la cabeza escondida entre mis brazos.
-¿Seguro? -Preguntó Tobi.
Levanté mi cabeza y me recosté contra el espaldar de la silla.
-Seguro -respondí en un suspiro-. Es sólo que estoy un poco estresado con lo del poema. Ni siquiera se me ha ocurrido una canción y queda menos de una semana para entregarlo.
-¿Todavía no tienes la canción? -Tobi me miró con sorpresa-. Yo hasta ya voy a terminar el poema.
-¿En serio? Yo quiero leerlo.
-Cuando lo termine -el rubio apoyó sus codos sobre la mesa y sonrió-. Lo hice en inglés, le pedí ayuda a Irene para que quede bien escrito.
-¡Al menos dime qué canción escogiste! -Levanté la voz, preso de la curiosidad-. Dijiste que me lo dirías.
-Calma, calma. Dije que te lo diría, pero cuando terminara el poema, todavía no está terminado -Tobi desvió su mirada hacia Alexander-. ¿A ustedes también les pusieron eso?
-¿Hacer un poema? -Inquirió el pelirrojo.
-Sí. Con una canción.
-¿Una canción? -Alexander negó con la cabeza-. El profesor nos dijo que escogiéramos una vocal e hiciéramos el poema utilizando palabras que contengan solo esa vocal. Y que podíamos hacerlo en inglés o en español.
-¿En serio? Eso suena un poco complicado -dije pensando en palabras con una sola vocal-. Al más allá van las -me detuve tratando de pensar en otras palabras-. Van las hadas a la casa.
-Eso no tiene sentido -interrumpió Alexander-. Al más allá van las -se detuvo-, ¿almas más sanas? o yo qué sé. El caso es que ya tengo mi poema, lo hice con la letra "o".
-A ver yo leo -dijo Tobi.
-¿Qué crees? ¿Que cargo mis cuadernos para todo lado? -Contestó el pelirrojo. Tobi hizo un gesto de confusión ante su agresividad-. Mentiras -soltó una risita-. Lo escribí en el cel.
Lo sacó, buscó el texto y se lo entregó a Tobi.
-Veamos -Tobi comenzó a leer mentalmente.
-¿Puedes leerlo en voz alta? -Alexander parecía emocionado-. Quiero que Matt lo escuche -se notaba que estaba orgulloso de su trabajo.
-No lo voy a leer en voz alta, luego se lo paso.
Tobi lo leyó rápidamente y luego me entregó el celular.
Storm stops, mom
Moon of gold, look
Lost for words, no?
To go so wrong, bombs!
From bottom to top, mom
Old gloom blooms, oh God!
Cold doll room, go on!
World of dolls, too fool
Roofs of wood, or roofs of blood?
Song of colors. Good lost song
Moon of gold, gold or blood?
Storm stops! Don't go! (Traducción al final)
Al terminar de leer, Alexander clavó sus ojos fijamente en nosotros.
-¿Y bien? -Tobi me miró de reojo, como esperando a que yo hablara. Alexander dejó escapar un suspiro-. ¿No les dice nada? ¿Nada de nada?
-Me gusta -dije-. Para mí trata como del miedo a crecer, ¿no?
-Sí, puede ser. Ni siquiera yo sé de qué trata, pero eso es lo bello de la poesía, y en general del arte, que puede ser interpretada de muchas maneras.
-Pero ¿qué querías expresar cuando lo escribiste? -Preguntó Tobi-. Porque creo que el mío lo hice reflejando cómo me sentía.
-Pues en este caso no está relacionado a cómo me siento o me sentí en algún momento, diría que solo quería expresar como el hecho de crecer. Sí. pero más que eso el hecho de que la vida está llena de belleza, pero que esta belleza puede ser perturbada por cosas dolorosas o por cosas feas. Donde hay belleza puede haber fealdad y horror. Además de que la belleza, la fealdad, el horror, todas son ideas subjetivas, por eso dice moon of gold, gold or blood?
-También sería como lo difícil que es dejar la niñez atrás, o eso creo yo -interrumpió Tobi-. Me gusta tu poema y al mismo tiempo me hace sentir triste. Creo que si mi madre estuviera viva se lo dedicaría.
Hace mucho no veía esa expresión en el rostro de Tobi. Pensar en su madre siempre oscurecía su rostro y su tristeza me hacía sentir impotente. Alexander me miró y me hizo señas de que dijera algo.
-¿El tuyo lo estás haciendo sobre ti? -Pregunté al no encontrar nada más qué decir.
No quería terminar diciendo cosas que hicieran que Tobi sintiera que le tenía lastima o algo por el estilo, y mucho menos decir cosas como: ella está viva en tu corazón, o puedes dedicárselas desde aquí pues está en el cielo... Todas esas palabras con las cuales buscamos que el otro se sienta aliviado, tranquilo, esperanzado, pero que al final se quedan solo en palabras bonitas, palabras que incluso puede generar el efecto contrario.
Lo cierto es que muchas veces las palabras sobran, muchas veces las personas solo necesitan decir las cosas para sacarlas, para evitar que sigan pudriendo el interior; en lugar de escuchar palabras bonitas, que incluso la mayor parte del tiempo resultan siendo vacías o hipócritas.
-Lo hice sobre cómo me siento algunas veces -contestó el rubio.
-¿Cómo? -dije mirando a Tobi fijamente.
-No lo sé -se levantó-. Cansado, asustado -murmuró-. No lo sé -dijo y luego se fue.
Alexander me miró perplejo.
-Me siento culpable, espero no se haya puesto así por mi poema. Creo que pudo haberlo perturbado.
-Tal vez un poco -admití-. Pero no creo que sea solo eso.
-¿Entonces?
-Tobi ha estado muy raro últimamente. Creo que otra vez está afectándole lo de su madre.
El timbre sonó. Alexander y yo nos levantamos y nos dirigimos a nuestros respectivos salones. Al llegar Tobi estaba sentado en su pupitre. Me acerqué a él, cuando me vio sonrió. Sin decir nada me ubiqué en mi puesto.
-Vamos a comenzar la clase de hoy -El maestro entró y cerró la puerta rápidamente, dejando a unos cuantos estudiantes por fuera-. Saquen una hoja, márquenla y entréguenmela. Esto cuenta como quiz.
Miré a Tobi, parecía un poco más tranquilo. Sin embargo, la duda acerca de su poema me había invadido. ¿Qué era lo que sentía Tobi? ¿Estaba triste? Y si así era, ¿por qué no hablaba conmigo?
-¿Necesitas una hoja, Matt? -preguntó Tobi al notar que lo estaba mirando.
Negué con la cabeza y volví mi mirada a mi mesa.
"Tobi está raro desde el día que celebramos su cumpleaños" pensé desviando mi mirada nuevamente hacia él.
Narra Tobi
Abrí mis ojos y lo primero que vi fue el reloj sobre mi mesita de noche anunciándome que todavía podía dormir media hora más. Un sentimiento de felicidad y tranquilidad invadió mi cuerpo, no hay nada más rico que despertar y ver que te puedes quedar un poco más de tiempo abrazando la almohada y bajo las cobijas.
Cerré mis ojos y la imagen de Matt invadió enseguida mi mente. Sonreí, no quería dormir, quería utilizar esos minutos para soñar despierto, quería pensar en Matt, imaginar otras posibles vidas o dimensiones en las cuales él y yo nos conocíamos de maneras diferentes y podíamos estar juntos. Mundos en los que podía tomarlo de la mano, recostarme sobre su pecho, acariciar su rostro, sentir sus labios, ser la persona que él quiere.
Abracé la almohada con más fuerza.
-Te quiero, Matt y creo que siempre te querré -mordí mi labio inferior en medio de una sonrisa.
En ese momento sentí que alguien se acostaba junto a mí, sentí el colchón moverse. Cuando intenté girarme para ver no pude moverme. Un profundo miedo invadió mi ser, sabía lo que ocurría, me encontraba en medio de una pesadilla. Cerré mis ojos y apreté la almohada con más fuerza, pero entonces sentí unos brazos rodearme.
-A-a -me era imposible hablar.
Traté de hablar, luego de gritar y finalmente de llorar, pero me era imposible. Lo que me abrazaba no hablaba, lo único que podía sentir era sus brazos apretándome cada vez más fuerte, hasta que comenzó a afectar mi respiración. Empecé a sentir que me ahogaba y entonces un sentimiento de muerte recorrió cada rincón de mi cuerpo.
"Ayuda, por favor" pensé. "Alguien despiérteme".
De la nada un espejo apareció frente a mí. Mostrándome junto a una figura negra y sin rostro. Cerré mis ojos, no quería ver más. De repente aquel ser me soltó y enseguida abrí mis ojos. Todo estaba normal, ya no había espejo, no había nadie junto a mí. Me senté, miré el reloj, habían pasado diez minutos.
-Dios, qué susto -dije con voz temblorosa, tumbándome sobre la cama-. Casi se me sale el corazón -tapé mis ojos con mis brazos.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Alejé los brazos de mi rostro y me encontré con el espejo nuevamente frente a mí. Mi corazón comenzó a latir con rapidez y entonces sentí que algo se movía sobre mí.
-N-no -mascullé cerrando mis ojos, estaba muy asustado.
Y mi miedo incrementó cuando unas manos rodearon mi cuello y mis ojos se encontraron con la oscura figura sobre mí. Traté de pedir ayuda pero no podía, mi cuerpo temblaba, el aire me faltaba. Sentí que ya no despertaría. Cerré mis ojos y los volví a abrir, y repetí esta acción un par de veces más, hasta que al abrirlos vi que aquella figura comenzaba a tomar un rostro.
-Q-qué -pude mover mi mano y la llevé a su rostro-. ¿Qué es esto?
Y entonces me hallé rodeando con mis manos el cuello de Sam. Seguía siendo mi cuarto, seguía siendo mi cama, pero la figura y yo habíamos intercambiado lugares y ahora Sam era la victima de las manos que yo no podía controlar. Quería soltarlo pero mi cuerpo no me pertenecía.
-N-no.
Sus ojos se cerraron.
-Tobi...
-¡No! -Grité pegando un brinco-. No, no, no.
-¡Tobi! -Era la voz de Sara-. Tobi, soy yo -me abrazó-. ¿Otra vez ese sueño?
Asentí con mis ojos llenos de lágrimas. Desde hace un par de días había tenido aquel sueño y cada vez parecía más real.
-¿Quieres ir hoy? -preguntó Sara sentándose en la esquina de mi cama.
Negué con la cabeza.
-¿Seguro?
-Seguro.
-¿Pero volverás?
Desde que salí corriendo del consultorio de Paula, aquel primer día, no había vuelto a visitarla. Le había prometido a Sara que le daría una oportunidad al psicólogo, sin embargo, ese día había fallado y lo había arruinado todo. Sara decía que no había arruinado nada, que sólo debía volver e intentarlo nuevamente. Ella estaba segura de que Paula podía ayudarme.
-Lo haré. Sí. Pero no hoy.
Sara se levantó y me dio un beso en la frente.
-Prepárate para ir a estudiar -dijo y luego dejó la habitación.
-Volveré -susurré antes de levantarme de la cama.
Me preparé rápidamente para ir a la escuela. Cuando bajé a la cocina Matt estaba preparando pancakes.
-Hola, Matt.
-Tobi -el castaño se giró hacia mí y me regaló una sonrisa-. ¿Quieres café o milo?
-M-milo estaría bien. ¿Te ayudo?
-Haz el milo y yo termino esto -dijo volteando un pancake.
En menos de 10 minutos ya nos encontrábamos comiendo. Al terminar salimos corriendo pues se nos había hecho un poco tarde. Logramos llegar a tiempo, justo antes de que cerraran la puerta. Una vez dentro nos ubicamos en nuestros respectivos lugares y la clase comenzó. Las primeras clases se me hicieron eternas. Me sentía cansado, tenía sueño. Siempre que una de aquellas pesadillas invadía mi sueño me levantaba muy cansado, como si no hubiese dormido nada en días. Cuando al fin salimos a descanso nos encontramos con Alexander en la cafetería.
-Santiago se quedará este fin de semana en mi casa. Vamos a pintar y mi madre me dijo que lo invitara para que nos ayude -dijo Alexander-. ¿Van a ir a ayudarnos? -preguntó.
-¿Tu plan es invitarnos a trabajar en tu casa sin paga alguna? -inquirí cruzándome de brazos.
-Habrá comida -contestó el pelirrojo.
-Eso ya es otra cosa. Haberlo dicho desde un comienzo -dije-. ¿Qué dices, Matt?
Matt no contestó. Parecía algo distraído.
-¿Matt?
-¿En qué piensas, Matt? -Preguntó Alexander-. ¿Matt?
-E-en nada -El chico clavó su mirada en la mesa-. No es nada -hundió su cabeza en sus brazos.
-¿Seguro? -Pregunté preocupado.
Matt dijo que se encontraba estresado por el tema del poema que teníamos que hacer. Yo no podía creer que Matt todavía no hubiese escogido ni la canción. ¿Desde cuándo yo hacía las tareas antes que él?
-¡Al menos dime qué canción escogiste! -Matt gritó. Todos alrededor nos voltearon a ver-. Dijiste que me lo dirías.
-Calma, calma -las personas seguían mirando, así que bajé un poco la voz-. Dije que te lo diría, pero cuando terminara el poema, todavía no está terminado -miré a Alex-. ¿A ustedes también les pusieron eso?
-¿Hacer un poema?
-Sí. Con una canción.
Alexander nos comentó que a ellos en lugar de utilizar una canción les habían puesto a escoger una vocal y hacer un poema utilizando palabras que solo contuvieran esa vocal. Sonaba algo difícil, así que ni siquiera quise pensar en intentarlo. Matt lo hizo y dijo algo sin sentido.
-Eso no tiene sentido -Alexander rio-. Al más allá van las -se detuvo-, ¿almas más sanas? o yo qué sé. El caso es que ya tengo mi poema, lo hice con la letra "o".
-A ver yo leo -dije. Alexander era muy bueno escribiendo.
-¿Qué crees? ¿Que cargo mis cuadernos para todo lado? -Contestó el pelirrojo en tono agresivo, no pude ocultar mi desconcierto-. Mentiras -soltó una risita-. Lo escribí en el cel.
El chico sacó su celular y después de buscar el texto me lo dio.
-Veamos -comencé a leer.
Alexander me pidió que lo leyera en voz alta, pero obviamente no lo haría, me daba pena leer en voz alta cuando era en inglés, pues no me sentía muy seguro de mi pronunciación.
Al terminar de leer su poema me sentí enormemente identificado con él. Cada una de las palabras que habían allí plasmadas me atravesaban como una lanza que hacía sangrar mi corazón. El poema me hacía pensar en mi madre y en cómo finalmente ella se había ido.
"Storm stops! Don't go!" Aquellas palabras retumbaban en mis oídos. Aunque para todos no fuese la parte más importante, para mí era la más significativa, la que más me tocaba, la que más me dolía. Un grito de súplica que había terminado en el abandono, en la soledad, en el vacío. Mi madre ya no estaba y aunque nunca había podido siquiera pedirle que se quedara, puesto que toda mi vida había estado ausente, me hería pensar en ella y en todo lo que había pasado.
Se supone que una madre debe estar allí para sus hijos. Para ver sus caídas y sus logros, para acompañarlo en el proceso de dejar de ser un niño, de salir de su burbuja mágica en donde todo gira a su alrededor y no hay nada que temer. Una madre debe estar allí para amar y recibir amor, para llenar de belleza la vida de sus hijos. Una madre es un ángel que llena de luz los corazones. Pero mi madre nunca había estado y por eso en mí había cada vez más oscuridad. O así lo sentía. Cada vez mi cabeza se veía invadida por pensamientos más sombríos, que me llenaban de terror y culpa.
-¿Y bien? -Miré a Matt, yo no quería hablar. Alexander dejó escapar un suspiro-. ¿No les dice nada? ¿Nada de nada?
-Me gusta -dijo Matt-. Para mí trata como del miedo a crecer, ¿no?
-Sí, puede ser. Ni siquiera yo sé de qué trata, pero eso es lo bello de la poesía, y en general del arte, que puede ser interpretada de muchas maneras.
-Pero ¿qué querías expresar cuando lo escribiste? -Pregunté pensando en lo que yo había escrito-. Porque creo que el mío lo hice reflejando cómo me sentía.
Alexander habló de la subjetividad que hay en las interpretaciones del arte y sobre la belleza y la fealdad. Y luego yo no pude más que decir que para mí hablaba de lo difícil que es dejar esa burbuja infantil y de la tristeza que me generaba pues me hacía pensar sobre mi madre.
-¿El tuyo lo estás haciendo sobre ti? -Preguntó Matt.
-Lo hice sobre cómo me siento algunas veces -contesté tratando de controlarme, no quería terminar comportándome de manera agresiva, o como un idiota.
-¿Cómo? -Matt me miró fijamente.
-No lo sé -me levanté-. Cansado, asustado. No lo sé -tenía ganas de llorar, así que solo apreté mis puños y dejé el lugar.
Narra Irene
Y allí me encontraba. Estaba un poco asustada, me habían llamado hace unos días para avisarme sobre el accidente. Nadie más lo sabía aparte de mí. Recuerdo que su madre no paraba de llorar y rogarme que fuera a verlo, que él no dejaba de llamarme y decir que quería verme.
-Gracias por venir -asentí con la cabeza y entré a la casa-. Es por aquí.
La mujer me había contado que la tarde del accidente habían discutido, pues ella había encontrado sus cuadernos rayados y llenos de insultos y él al no querer dar una explicación la había insultado y luego se había ido en su bicicleta. Renegando y de mal humor.
-Todo es culpa mía. Si no hubiéramos peleado -La mujer lloraba otra vez.
-No diga eso, señora. Ni siquiera fue culpa suya, el culpable fue el señor del auto. Él iba borracho y...
-No digas más, por favor.
Al parecer él había hecho una parada para comprar algo en la tienda y al retomar el camino un auto le había caído encima. ¿Qué tanta mala suerte ha de tener una persona para que un auto le caiga encima de esa forma? Según decían el conductor iba borracho, y a toda velocidad, y en el momento de esquivar una moto cogió un hueco y se volcó. Rodó y después de dar como tres vueltas se estrelló contra una tienda. Desafortunadamente en ese momento él estaba cogiendo su bici otra vez y por tener los audífonos puestos y música a todo volumen no había escuchado el alboroto.
-¿Qué le han dicho? -pregunté una vez frente a la puerta de su habitación.
-Lo más probable es que no vuelva a caminar.
-L-lo siento mucho -contesté sin saber más qué decir.
En el fondo no sentía pena, creo que incluso lo veía como producto del "karma". Pensar en ello me hizo sentir como un ser horrible. Sin embargo, él me había hecho mucho daño, y no sólo a mí, había jugado con todos nosotros y lastimado a las personas que quería.
La mujer abrió la puerta.
-Hola, Sam. Mira quién vino a verte.
Entré. Sam se encontraba en cama, su rostro estaba vendado, y tenía morados y vendas por todo el cuerpo. Al verme sonrió, pero luego solo agachó la cabeza, parecía algo incómodo.
-Irene, gracias por venir.
Su voz sonaba ronca y apagada.
-Yo lo siento mu...
-No digas esas cosas. Todos lo dicen, pero al final nadie lo siente.
Guardé silencio.
-Nadie sabe de mi accidente. No quiero que nadie lo sepa.
-Pero tendrán que saberlo. Algún día tendrás que volver a la escuela.
-No volveré. Mis padres y yo nos vamos a mudar -sus ojos se llenaron de lágrimas-. Ya no puedo seguir aquí. Todos me odian y mírame. Ahora seré el hazme reír de la escuela.
-Claro que no -tomé su mano. Nunca lo había visto tan mal.
-Ahórrate las palabras bonitas -dijo soltando mi mano-. Solo quiero que digas que me fui para estudiar afuera, ¿sí? No quiero que nadie sepa sobre el accidente. Mucho menos Matt y Tobi. No quiero la lastima de nadie. ¿Tú sientes lastima por mí?
Negué con la cabeza.
-No. No puedo sentir eso hacia ti.
-¿Qué sientes?
-No lo sé. Sólo siento que lo mereces. No me gusta desear el mal a nadie, pero una parte de mí se alegra y se ríe de tu situación.
Sam no contestó, pero pude ver en sus ojos que mis palabras le habían dolido.
-También quería decirte adiós -agregó con voz temblorosa-. Sé que esto no tiene importancia para ti y tal vez te haga reír todavía más -sonaba quebrado-. Siempre estuve enamorado de ti Irene. Siento haber sido una mierda. Es gracioso, ¿sabes? Ahora que me veo patético sé que no soy ni la mitad de patético de lo que era antes del accidente. Siempre lo he sido, sólo que antes estaba solo en mi interior, ahora que he perdido tanto y que me he rendido ante la desgracia el patetismo se refleja en mi rostro y puedo verlo frente al espejo.
-No eres tan patético si al menos eres capaz de verlo. Puedes cambiar.
-Me siento muerto.
-Sólo lo estás si así lo quieres.
-¿Qué harías si ya no pudieras caminar? ¿O ver? ¿O escuchar?
-Probablemente me deprimiría y me echaría a morir, pero luego no podría hacer más que seguir. La vida tiene muchas cosas bellas que podemos disfrutar de diferentes maneras. Me rendiría cuando perdiera todos los sentidos, cuando no pudiera ver, ni oír, ni oler, ni tocar, ni probar. Mientras tenga al menos uno que me permita interactuar con el mundo y sentir su belleza creo que vale la pena continuar, vale la pena vivir.
-Por cosas como esa es difícil no enamorarse de ti.
El silencio volvió a apoderarse del lugar.
https://youtu.be/knHb0_MgRBg
"Las heridas van a sanar más tarde que temprano en el viaje. ¿Quién te va a llenar de canciones simples? En el fondo de un bar hasta que te olvide." (Superlitio)
Hola a todos. ¿Cómo están? Espero que super bien. Y aquí el capítulo de la semana, tal como lo prometí (han pasado 84 años hasta que al fin cumplo algo >:'v) Siento mucho la demora, tuve y he tenido muchas dificultades para escribir porque he estado un poco baja de animo y así me cuesta mucho.
Además de que estuve también ocupada con la u, pero les cuento que ya terminé :D mi grado es en agosto, yeiiii! Las puestas del mundo laboral y del desempleo se abren para mí >:v ahora no estoy en vacaciones, solo estoy desempleada y esperando a que en algún lugar me acepten sin experiencia, ya que aunque suene absurdo xD sales de estudiar y no te contratan por no tener experiencia lo cual no permite que tengas la experiencia que te piden >:v cosas que pasan en Colombia, y probablemente en muchos otros países :'v el mundo es tan tonto en ocasiones.
Y bueno si hay personitas de Colombia aquí que compartan mi profunda depresión por la gran perdida que tuvimos este mes. Los colombianos perdimos, después de tener tanta fe y esperanza, perdimos. ¿Qué piensan de los resultados de las elecciones? Muy triste, ¿no? Otra vez la corrupción, las mentiras, incluso diría que el mal (Centro democrático) o el mismísimo diablo (el dotor) han llegado al poder. Un aplauso para el pueblo colombiano que está más triste porque perdimos un partido de fútbol que por cualquier otra cosa, pues no quiero especificar los males que se avecinan >:V lo he vistooooooo, ok no :'v
El caso es que es triste ver que el país esté lleno de egoístas que solo piensan en poder y dinero, y que ignoren el dolor y la miseria que les rodea. Además es decepcionante pensar en que este es un país sin memoria, siempre cayendo en los mismos errores, siempre un borrego cabizbajo hacia el matadero :/ me duele el resultado y me asquea pensar que alguien como Uribe siga teniendo tanto apoyo, es la persona más malvada que conozco, ¿qué le pasa a la gente?
Pero bueno :'v vamo a calmarno, "quejarse no sirve pa na" según dicen algunos :v pues a mí me sirve >:V ¿cuándo me he quejado yo aparte de todo el tiempo? xD quejarse libera el alma >:v de veras haha como sea, creo que la hora y el sueño me están afectando, no he dormido nada T.T espero les guste el capítulo y pronto subiré más.
Gracias, gracias y mil gracias por el apoyo que me dan. Los amo. Ustedes siempre alegran mis días, de verdad <3 Nos vemos en el próximo capítulo.
Por cierto el poema de Alex en español:
La tormenta se detiene, mamá
Luna de oro, mira
Perdido por las palabras, ¿no?
Para ir tan mal, boom!
De abajo hacia arriba, mamá
La vieja melancolía florece, ¡oh Dios!
Fría habitación de muñecas, ¡adelante!
Mundo de muñecas, demasiado tonto
¿Techos de madera o techos de sangre?
Canción de colores. Buena canción perdida
Luna de oro, oro o sangre?
¡La tormenta se detiene! ¡No vayas!
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