DE AMORES Y¿ME TENGO QUE BEBER ESO?
Luego de pasar toda la noche en el taller subterráneo de Aries, una sudorosa figura se encontraba trabajando muy concentrado en la reparación de las armaduras ¿es que acaso era necesario que las destrozaran de esa manera?
Había que ver que esos inconscientes no tenían ni la menor idea de lo que costaba reparar una armadura ni de que estas sufrían cada vez que eran dañadas, estos eran algunos de los pensamientos del caballero de aries.
—Estos estúpidos, son unos desconsiderados, mira que causarle tanto daño a una armadura y era solo un estúpido entrenamiento —se quejaba Shion continuando con su trabajo.
Una risa estridente se escuchó a sus espaldas, no era necesario voltear para saber de quién se trataba.
—Que molesta manía tienes de apagar tu cosmos cuando vas a venir a verme, un día de estos me asustarás tanto que harás que te rompa la cabeza con el martillo– le dijo molesto.
—Tranquilo borrego, no es conmigo que estas molesto.
—¿Quién dijo que estoy molesto?
—Debes de estarlo para decir tantas veces la palabra estúpido, en la misma oración.
—Estoy un poco cansado, no me hagas caso —dijo dejando sus herramientas y recostando un poco el cuerpo de la mesa.
—Claro que te hago caso, me preocupas. Trabajas demasiado, no sólo como caballero, también como el herrero del santuario —Le dijo mientras recogía el cabello que se le había pegado a Shion en la frente por el sudor, luego acarició los vendajes que cubrían las muñecas del lemuriano.
—También me preocupa que un día de estos te vayas a quedar sin sangre, razón por la que te traje algo, ya vuelvo —dijo antes de salir disparado del primer templo.
El chino salió del taller dejando confundido a su pareja, viniendo de Dohko seguramente sería cualquier potingue raro de esos que al librano le encantaba preparar, al cabo de unos minutos regresó con un ligero desayuno de frutas, algunas galletas, queso fresco y efectivamente un jugo extraño que Shion no supo reconocer y que su color rojo sangre no ayudaba a que quisiera probar.
—¿Me puedes decir qué demonios es eso? –Preguntó señalando el vaso con la bebida– ni creas que me voy a tomar esa porquería.
—No es una porquería y sí te tomarás hasta la última gota, eso lo aseguro o dejo de llamarme Dohko –le respondió con falso enojo.
—No soy un niño, Dohko, no puedes obligarme a hacer algo que no quiero, estás exagerando.
—Deja de ser infantil, Shion es solo jugo de remolacha y zanahorias, no mata. Peor sería que te enfermes debido a la cantidad de sangre que utilizas en cada reparación, eres demasiado descuidado.
—Pero se ve asqueroso. No me importa lo bueno que sea, no me pienso beber eso – Le respondió reticente.
—¿Es tu última palabra entónces?
—Así es. No me beberé ese menjurje extraño ni que mi vida dependa de ello.
—Entonces no me dejas más opción que recurrir al plan B, Shion.
—¿De qué estás hablando, cuál plan B?
El chino se acercó a él lentamente, casi como un tigre cuando acecha a su presa, le quitó las herramientas que Shion había vuelto a sostener de manera inconsciente y las colocó en la mesa, se acercó un poco más mientras le susurraba algunas palabras al oído.
—Te lo pondré de esta manera borrego berrinchudo, o te comes todo tu desayuno y te tomas hasta la última gota de tu delicioso jugo o tienes vetada la entrada a Libra durante los próximos dos meses, y no —dijo interrumpiendo el intento de hablar del otro— no haré visitas express a Aries, ni tampoco nada de sexo durante tu veda.
—Espera…¿QUÉ? no puedes hacer eso.
—Por supuesto que puedo. Con lo débil que estás, no estás en condiciones para aguantar nuestras intensas sesiones amorosas.
—Eso es trampa, Dohko. No puedes sobornarme con sexo, es…es injusto —le gritó indignado.
—No lo es. Si para que te cuides debo recurrir a estos métodos no dudes ni un segundo que lo haré, así que te aconsejo que mejor te comas tu desayuno y te tomes todo tu jugo —le dijo depositando un beso en su frente y saliendo sonriendo del taller, dejando a un muy enojado Shion maldiciendo entre dientes.
—Chino tramposo – le gritó desde adentro.
Alrededor de dos horas más tarde, Dohko regresó al taller. Shion seguía trabajando en la reparación de las armaduras sin prestar atención al recién llegado, sólo el sonido de la fuerte carcajada de su amante pudo sacarlo de su concentración, sabía perfectamente que se estaba burlando de él, pero no podía importarle menos.
De ninguna manera iba a permitir que lo dejaran sin sexo dos meses, no luego que su compañero había estado alrededor de un mes fuera del santuario en una misión.
—¿Qué es lo que te parece tan divertido, chino endemoniado?
—Veo que te has vuelto un borreguito muy obediente, felicidades, Shion.
—No me jodas, Dohko —le contestó enojado.
Al lado de Shion, en la misma mesita donde Dohko había dejado el desayuno y la bebida de la discordia unas pocas horas atrás, se encontraba el plato con migajas de galleta y el vaso manchado del líquido rojo. Dohko volvió a reírse de Shion y este le pegó con un mazo. No importaba cuán testarudo fuera Shion, Dohko sabía perfectamente cómo hacerlo ceder.
Fin
Espero les haya gustado, un momento tonto entre estos dos. Porque no todo es estarse matando en las estúpidas batallas de los estúpidos dioses.
Los quieroooooooooooooooo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top