Prólogo: Help Me

Junmyeon y sus amigos habían decidido ir a una fiesta antes de iniciar con el nuevo semestre en la universidad. La mayoría de los alumnos que se habían ido a sus ciudades o pueblos natales durante vacaciones para ver a su familia, ya habían regresado al campus en esas fechas, esperando poder instalarse en sus nuevos dormitorios y comenzar a trabajar en la relación que tendrían con su nuevo compañero de cuarto.

Entre todas las actividades para prepararse para el regreso a clases, se encontraba una fiesta masiva hecha en la enorme casa de cualquier estudiante que decidiera sacrificar su hogar por un poco de estatus social. El evento era como se esperaba, lleno de universitarios descontrolados y alegres por ver de nuevo a sus amigos, habitaciones ocupadas por parejas desesperadas por algo de privacidad, malas decisiones y, sobre todo, alcohol, mucho alcohol en sus presentaciones más baratas en cada esquina del lugar.

Los amigos de Junmyeon habían insistido en ir y dejarse llevar un poco. No es que al chico le molestara, pero en realidad no se sentía con los ánimos de festejar y dar todo de sí en la pista para impresionar a más de uno; sin embargo sabía que Kyungsoo y Jongdae tenían una razón para hacerlo ir y olvidar todo lo que podría estar inundando su mente.

Para Jongdae la respuesta a todo siempre sería el alcohol que te llevara hasta la inconsciencia, el arrepentimiento y la locura de una noche. Kyungsoo por otra parte, no estaba casado con esa idea, pero le pareció que podría hacerle bien para soltarse un poco y dar un paso al frente.

En ese momento Junmyeon se encontraba recargado en una pared, todos sus amigos se habían perdido en alguna parte de la casa. Sabía que Jaehyun estaba en la cocina jugando beer pong, Jongdae bailaba en medio de la sala como si su vida dependiera de ello, Kyungsoo estaba en el jardín cuidando de Chanyeol para evitar que se lanzara en la piscina, y los demás sólo estaban por ahí, sin revelar su exacta ubicación a Junmyeon.

Y no es que en realidad le preocupara demasiado; la noche aún era joven y sabía que sus amigos tenían bastante autocontrol. Al menos lo suficiente para no matarse en un intento de ir al baño o subir las escaleras.

Mientras veía a todos divertirse, caras conocidas y otras que nunca había visto en su vida; disfrutaba de la música y el trago que tenía en su vaso. Todo estaba sucediendo con normalidad, sin nada que lo molestase; o al menos así fue hasta que una figura se plantó frente a él, bloqueándole la vista de JongDae rodeado por una multitud que lo alentaba a seguir bailando.

Miró con una mueca al chico, subiendo la mirada y conectando sus ojos, haciéndole saber que no estaba contento ni cómodo con su presencia. Sus ojos vidriosos le hicieron saber que Jongin estaba más alcoholizado de lo que parecía.

—Junnie~ —cantó. Lo que pudo una vez hacerlo sonreír ahora sólo le causó una estremecimiento en todo el cuerpo—. Es bueno verte de nuevo, han pasado meses... no contestabas mis llamadas.

El moreno dio todo de sí para hacer un puchero que tocara el corazón de Junmyeon; el chico respondió con una mueca molesta.

—Tal vez te ignoré porque en realidad no quiero hablar contigo, Jongin.

—Pero, Junnie—volvió a alargar, dando un paso al frente para acercarse a su cuerpo, Junmyeon no pudo hacer otra cosa más que aplastarse aún más contra la pared—. ¿Por qué no dejas de hacerte el difícil y me das otra oportunidad?, ya aprendí mi lección.

Al escucharlo Junmyeon supo que Jongin se pondría pesado. Tenía que buscar una manera urgente de alejarlo de él por el resto de la noche y salir vivo en el intento. Tardó en contestar, lo cual le mandó una señal incorrecta al moreno que interpretó su silencio como indecisión, como si estuviera contemplando la opción de volver a salir con él.

Junmyeon ni loco lo haría. Se lo había prometido a Jongdae, se lo juró a Kyungsoo, y más importante, se lo tatuó en su propia mente.

No volvería a caer por Kim Jongin.

Al notar el cuerpo de Jongin casi sobre el suyo, Junmyeon reaccionó, levantando los brazos para colocarlos en el pecho de su ex novio y alejarlo cuanto pudiera de él.

—Estoy seguro de que algunos de mis amigos te lo dijeron, Jongin... estoy viendo a alguien.

No era cierto, pero era una pequeña mentira que había empezado a circular para poder alejar a Jongin de él. El chico se había puesto demasiado pesado e insistente cuando recién terminaron hace siete meses.

El moreno se dedicó a buscarlo en casa de sus amigos, de sus padres, de bombardear su celular con llamadas y mensajes a todas horas; de incluso intentar contactar a sus amigos para que le dijeran en donde se encontraba y así poder buscarlo para rogar por su perdón. Junmyeon al principio se encontraba en una pequeña crisis en las que deseaba ser encontrado por Jongin para poder escuchar las promesas de siempre y volver junto a él.

Debía agradecer a Kyungsoo por ser su voz de la razón y alejarlo de Jongin hasta que pudo pensar mejor las cosas y notar por cuenta propia que no era sano lo que tenía con su ex novio.

Tras ese golpe de realidad, sus amigos más cercanos decidieron comenzar a mentirle a Jongin y asegurarle que Junmyeon ya había seguido adelante, superado lo que tenían y ahora había alguien nuevo que lo hacía feliz. La primera reacción que tuvieron fue por completo negativa y violenta; Jongin gritándoles que eso no podía ser posible, exigiendo que le dijeran donde estaba Junmyeon y, finalmente después de un par de semanas, el moreno sólo dejó de llamar, dejó de insistir, de molestar a todos y parecía que se había dado por vencido. Parecía que Junmyeon al fin era libre.

Pero al parecer el chico tenía otros planes al verlo en esa fiesta. Tal vez creía que si lo arrinconaba solo, sin sus amigos, podría colarse entre sus pensamientos, escurrirse en su fuerza de voluntad y usar sus palabras para convencerlo una vez más. Lo que no sabía es que Junmyeon ya no era el mismo que hace unos meses.

—No digas estupideces, Junmyyeon... sé que no hay nadie y es un invento de tus amigos para separarnos—respondió seguro mientras rodeaba con sus brazos el cuerpo del chico—. No deberías dejar que tus amigos te manipulen, siempre te he dicho que eres demasiado débil.

—No es ninguna mentira, Jongin—aseguró intentando que sus palabras no se colaran entre las grietas de sus inseguridades—. Estuve viendo a alguien en vacaciones y ahora somos novios.

La risa que soltó Jongin al aire no hizo otra cosa más que hacerlo temblar un poco, colocando sus sentidos alerta ante lo que fuera a hacer después.

—Junnie, ¿crees que me voy a creer eso? —preguntó intentando acercarse un poco más a su rostro, Junmyeon usó toda la fuerza en sus brazos para mantenerlo alejado—. Si tanto insistes... ¿dónde está este nuevo novio tuyo? ¿Eh?

Junmyeon se quedó en silencio, tratando de idear algo que fuera convincente.

—Lo estoy esperando, está por llegar—explicó, y afortunadamente sus voz no salió temblorosa—. Así que por favor suéltame y vete.

Jongin no pareció contento con lo que acababa de escuchar, de hecho Junmyeon vio a menos de un metro de distancia como su entrecejo se fruncía profundamente.

—Este tema del novio está comenzando a molestarme, sólo ríndete con el juego, no va a funcionar—respondió, Junmyeon siguió empujándolo—. Vamos afuera para que podamos hablar mejor, la música está muy alta.

El moreno tomó su muñeca y en ese momento Junmyeon comenzó a ver alrededor desesperado, sabiendo que Jongin no lo dejaría ir si se mantenía a la defensiva por sí solo. Necesitaba la ayuda de alguien, cualquier persona que se apiadara de su expresión de desesperanza. Miró a los lados, notando que todas las personas parecían inmersas en su propio mundo, ignorándolo a él en una situación de la que quería huir tan urgentemente.

Miró a Jongin, quien tenía una sonrisa ladeada en el rostro, tal vez le hacía feliz que nadie podría evitar que Junmyeon saliera de la casa con él. Observó más allá del moreno, hacia la salida que en ese momento parecía ser el mismo portal al infierno y una luz se iluminó hacia el que parecía su próximo salvador.

Tomando la decisión en menos de cinco segundos, colocó en su rostro la expresión más feliz, más enamorada, más aliviada que pudo hacer en su vida. Bajo la mirada confundida de Jongin, caminó hacia la salida pasándolo de largo y encontrándose a un par de metros con un chico que recién llegaba y parecía buscar a alguien entre la multitud.

— ¡Amor, al fin llegas! —gritó sobre la música, asegurándose de ser oído por Jongin y el extraño.

El chico, más alto que él, dejó su vista en él cuando escuchó la voz cerca, como si fuera dirigida a su persona. Junmyeon reaccionó de inmediato, soltándose del agarre de Jongin en cuanto sintió que este perdió fuerza y lanzando sus brazos al cuello del chico, ocultando con su cuerpo la expresión confundida que portaba; no podía dejar por nada del mundo que Jongin la viera y supiera que todo se trataba de un acto.

Junmyeon lo acercó a su cuerpo, él colocándose de puntitas y obligando al chico a agacharse un poco también. Colocó su rostro junto al suyo, susurrando en su oído una súplica.

—Por favor ayúdame, sigue el juego—fue lo único que pudo decir.

Tal vez fue el tono de su voz que se oía por completo desesperado o su expresión que gritaba sálvame, pero algo hizo para que no pasara mucho tiempo antes de que el chico lo rodeara con sus brazos sin preguntar nada.

Un par de segundos después sintió su cuerpo ser jalado lejos, no bastó ser un genio para saber que se trataba de Jongin.

— ¿Qué haces aventándose a extraños? ¿No crees que estás yendo demasiado lejos? —le reclamó, Junmyeon no pudo hacer otra cosa mas que encogerse un poco, había sido atrapado.

Antes de que Jongin pudiera decir algo más, Junmyeon volvió a ser jalado por un agarre mucho más delicado y gentil. Se vio a sí mismo aprisionado entre los brazos del extraño que veía al moreno con una ceja levantada y los labios fruncidos.

— ¿Podrías dejar de molestarlo? —fue lo que dijo.

— ¿Y quién eres tú? —preguntó Jongin a la defensiva.

—Soy Sehun, su novio—aseguró, ganándose una mirada incrédula y agradecida del bajo.

— ¿Novio? —escuchó al moreno decir. Pudo jurar que había bufado antes de ello, pero la música no le había dejado saberlo con certeza.

—Sí, su novio... ¿algún problema con ello?

Junmyeon miró atrás de él, encontrándose con el rostro rojo de Jongin. Sabía que eso no se debía al alcohol en su sistema.

Tuvo que actuar rápido antes de poner en riesgo a su ángel guardián, como había decidido apodarlo en ese momento. Así que salió de sus brazos y lo tomó de la mano.

—Nosotros nos vamos—comenzó, ganando la atención del moreno que había mantenido su vista en el chico llamado Sehun—. Jongin, ya no me busques, no me llames, no lo intentes... ya estoy saliendo con alguien y soy feliz.

Con eso dicho caminó lo más rápido que pudo hacia la cocina, dejando a Jongin con la boca abierta y jalando consigo a un Sehun muy confundido. Sin embargo el chico no se resistió, caminó detrás de él e incluso entrelazó sus dedos como si ambos estuvieran acostumbrados a ello.

Una vez dentro de la cocina, Junmyeon se apoyó contra la primera superficie estable que pudo encontrar, sintiendo sus rodillas temblar y su respiración agitarse en un pequeño ataque de pánico. Había estado cerca, muy cerca... unos segundos más y estaría arruinado por completo.

Ante su vista borrosa debido a las lágrimas acumuladas en sus ojos, el ruido ensordecedor de sus latidos erráticos y su respiración inestable; no notó el momento en el que Sehun se colocó frente a él, llamándolo y preguntándole si se encontraba bien. Junmyeon no fue capaz de responder, ni siquiera oyó las preguntas aunque estaba a menos de un metro de él y la música no inundaba el lugar.

Sehun no sabía que hacer, nunca había tratado con alguien en un estado como aquel. Trató de ayudarlo pasando su mano restante a lo largo de su espalda una y otra vez, creyendo que así podría darle un poco de consuelo. Pero al ver la situación empeorar con cada segundo, Sehun no tuvo otra opción mas que acercarse y abrazarlo, presionando contra su pecho el rostro del chico que parecía al borde de un llanto auto destructivo.

Acarició su cabello en un compás suave, recordando que ese movimiento lo calmaba a él cuando sentía emociones demasiado fuertes y abrumadoras. Pasaron algunos minutos en los que los hombros agitados del chico comenzaron a calmarse, su mano libre había viajado hasta rodear el cuerpo de Sehun con fuerza y el agarre de sus manos seguía intacto, un poco más fuerte que antes.

Sehun miró alrededor, esperando ver a alguien con una expresión que reconociera a la persona que tenía entre sus brazos y rogando que el chico al que había estado buscando no entrara a la cocina en ese momento y lo viera en esa situación. Todo menos eso, por favor.

Algunos minutos pasaron hasta que sintió que el chico en sus brazos comenzaba a aflojar los agarres en él. Sus manos se separaron después de muchos minutos permaneciendo con los dedos entrelazados, y el brazo que había mantenido alrededor de su cuerpo fue retirado por completo.

—Lo siento—se disculpó el chico con los ojos rojos, sin embargo no había derramado ninguna lágrima. Sorbió su nariz antes de seguir hablando—. Muchas gracias por ayudarme, en serio.

—E-está bien—respondió algo incómodo, rascando su nuca y mirando al chico con atención—. ¿Ya estás mejor?

El chico sólo asintió con una mueca en el rostro.

—El chico de antes... ¿te hizo algo?

—En realidad no... pero de no ser por ti, no sé en donde estaría—respondió con sinceridad—. En serio muchas gracias... Sehun, ¿verdad?

El chico asintió algo sorprendido porque supiera su nombre; aunque después de unos segundos recordó que él mismo se lo había dicho al moreno.

—Soy Junmyeon—se presentó con una sonrisa ligera y ofreciendo su mano para oficializar su presentación.

Sehun tomó la mano y la estrechó de inmediato, notando que el agarre del chico era mucho más estable de lo que uno pensaría después de haber estado en una situación de vulnerabilidad minutos antes. El alto le sonrió.

—Espero no haberte causado muchas molestias, te lo puedo recompensar como desees.

—Oh, no es necesario...—contestó sorprendido ante el ofrecimiento, en realidad sentía que lo que había hecho no ameritaba un pago—. ¿Tu novio está por aquí?, puedo acompañarte a donde esté.

—En realidad no tengo novio—respondió con una sonrisa divertida.

—Oh, creí que...

—Sólo es una mentira para alejar a mi ex—explicó—. Vine con mis amigos, pero desaparecieron de un momento a otro... me quedaré un rato aquí en caso de que el idiota siga afuera y luego iré a buscarlos.

—Puedo quedarme contigo si quieres—propuso, Junmyeon lo miró confundido. 

—Hace un rato parecía que buscabas a alguien, ¿está bien si te quedas?

—En realidad vine solo, esperaba ver una cara conocida cuando llegara—respondió, midiendo un poco sus palabras y luego soltando un suspiro—. Entonces, ¿qué dices?

—Yo digo que debería prepararnos unas bebidas, ¿qué te gusta, Sehun?

—Lo que sea está bien.

Con eso dicho, ambos chicos se acercaron a la barra que se encontraba en medio de la cocina. Se habían mantenido en una esquina, alejados de las demás personas que se había por ahí, por lo que todo lo sucedido antes había sido ignorado por los presentes.

Junmyeon vio a las personas jugando beer pong en una de las mesas de los costados, rodeados por una multitud que gritaban y disfrutaban cada una de las rondas del juego. Recordó en ese momento que Jaehyun debía estar ahí, sin embargo se encontró con que el chico no estaba en ningún lugar cercano. No le sorprendió para nada.

Tomó un par de vasos rojos y vertió en ellos una cantidad generosa de tequila. Lo que más necesitaba en ese momento era un buen trago y buena compañía para poder relajarse y olvidar todo el incidente con su ex.

Después de preparar las bebidas y asegurarse de que estas fueran lo suficientemente fuertes, se giró hacia Sehun quien estaba a un lado suyo vigilando cada uno de sus movimientos. Le entregó un vaso con una sonrisa amistosa en el rostro, el chico la aceptó de inmediato y después de chocar sus bebidas dieron un sorbo.

De inmediato ambos comenzaron a conversar de cualquier cosa, era algo desconcertante la manera tan natural en la que surgían los chistes, los comentarios casuales, las bromas y en realidad parecía que cualquier tema era digno de ser mencionado.

Sehun ignoró por completo lo que había sucedido antes, no hizo preguntas sobre el chico moreno o el porqué huía tanto de su ex. No era de su incumbencia y respetaba el espacio de Junmyeon; el bajito estaba demasiado agradecido por ello.

Los quince minutos que había pensado permanecer en la cocina se convirtieron en una hora. Sehun no pareció incómodo o con urgencias de irse en ningún momento, y Junmyeon por otro lado sabía que lo más probable es que si se hubiera ido por su cuenta, en ese momento se encontraría con Kyungsoo cuidando de Chanyeol o sólo cerca de la pista observando a todos bailar; en definitiva prefería cien veces más la compañía de Sehun.  Así que ninguno de ellos hizo algo para cortar la conversación y seguir con sus caminos por separado.

Cerca de la una de la mañana, Junmyeon se encontraba sentado en la isla de la cocina, Sehun recargado en un mueble delante de él y ambos con sus vasos rellenos de una bebida que el alto había preparado para ambos. Se encontraban riendo de una tontería que alguno de ellos había dicho y por completo ignorando lo que pasaba al rededor. Junmyeon no tuvo manera de notar cuando Kyungsoo y Jongdae entraron a lugar buscándolo por todos lados.

— ¡Junmyeon! —gritó Jongdae al ver su espalda, podría reconocer ese cuerpo donde fuera. Los dos chicos se acercaron, pensando que su amigo estaría solo con una bebida en mano.

Lo que se encontraron fue a otra persona delante de él, sonriendo y conversando. El aura que los rodeaba no era de coqueteo o alguna intensión más íntima, de hecho parecían sólo disfrutar su compañía como dos amigos que se estaban conociendo mientras bromeaban sin sentido.

Fue hasta que estuvieron lo suficientemente cerca, que el chico sobre la isla de la cocina los vio y sonrió hacia su dirección, indicándoles con una seña que se acercaran a él.

— ¿Y Chanyeol? —preguntó, ignorando por completo la mirada curiosa de sus amigos hacia Sehun.

—Está con Jaehyun afuera—respondió, y en ese momento recordó la razón por la que habían estado buscándolo—. Jongdae vio a Jongin enojado hace un rato y tuvo miedo de que hubiera pasado algo contigo...

—En realidad nos encontramos hace unas horas—respondió encogiéndose de hombros, luego miró a Sehun—. Fue gracias a él que logré escapar, se hizo pasar por mi novio.

Sehun les sonrió un poco incómodo

—Su nombre es Sehun—los presentó, luego miró a su nuevo amigo—. Ellos son Jongdae y Kyungsoo.

Los tres chicos se sonrieron, esperando a que Junmyeon ayudara a aliviar el ambiente y romper el hielo. Al pasar unos segundos Kyungsoo decidió que él hablaría.

—Estábamos pensando en irnos ya y mejor pasar a alguna tienda de conveniencia y comprar soju y algo de comida—explicó, recibiendo un sentimiento de Jongdae que también estaba de acuerdo con el plan—. Es mejor si estamos lejos del idiota.

—Suena bien—asintió Junmyeon saltando de la isla y cayendo de pie frente a Sehun—. ¿Te unes?

Sehun escuchó la propuesta bastante sorprendido de que Junmyeon lo incluyera y tomara en cuenta. No podía negar que el chico era gracioso y había encontrado demasiado fácil desenvolverse alrededor de él, algo que no era normal en él. Sin embargo no se sentía cómodo con la idea de estar rodeado de gente extraña que apenas había conocido unos minutos antes, además de otras personas que posiblemente estaban incluidas en el plan pero no se encontraban ahí en ese momento.

Tragó saliva, intentando aflojar el nudo en su garganta y negó lentamente. Vio la sonrisa de Junmyeon convertirse en una mueca de curiosidad.

—Está bien, muchas gracias por la invitación pero preferiría quedarme por aquí—respondió con una sonrisa ladeada, también observando a los dos chicos que acababan de llegar—. Creo que es momento de que vaya a buscar a la persona que te mencioné antes.

Junmyeon asintió, queriendo insistir un poco más y probar suerte en caso de que pudiera convencer a Sehun. Pero algo en su mirada le dijo que el chico se sentía bastante nervioso, así que decidió mejor dejarlo ir.

—Entiendo—murmuró—. Muchas gracias de nuevo por la ayuda, Sehun.

El chico asintió con una sonrisa más segura y que llegó a sus ojos; le alegraba haber sido de ayuda aunque hubiera sido una completa coincidencia.

—Espero que nos veamos por el campus, adiós.

Con eso Junmyeon se alejó junto a sus amigos, sonriéndole una última vez antes de salir de la cocina. Sehun suspiró, pensando si debía ir a buscar a la razón que lo había hecho decidir ir a la fiesta en primer lugar.

Sabía que esa persona no le daría una cálida bienvenida cuando lo viera, pero esa noche antes de salir de su casa, creyó que esa fiesta era una oportunidad para poder verlo e intentar hablar, tal vez arreglar las cosas.

Miró la hora en su reloj de muñeca, decidiendo que era demasiado tarde para intentar algo y que ya se encontraba lo suficientemente cansado mentalmente. Quería regresar a su dormitorio y descansar hasta que fuera momento de regresar a clases.

Dejó el vaso a medio tomar junto al que había abandonado Junmyeon, notando que aún había un poco de la bebida que él mismo preparó. Sonrió de lado hacia ello y salió de la cocina con rumbo hacia la puerta de entrada.
























¡Hey!
Traigo esta historia bastante curiosa...(? 😂
Saqué la idea de un AU en Twitter escrito por @exoujau
Si quieres practicar su English slang les recomiendo mucho ese perfil~ tiene historias Seho MUUUUUY COOL!

Bueno, díganme qué piensan!!!
Adoro los comentarios~ 💕

¡Nos leemos pronto! 👋

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top