8.
Piccolo esbozaba una sonrida confianza ante aquella mujer que parecía creerse capaz de hacerle frente, a él, el mismísimo demonio o es así como la gente solía llamarlo.
-¡Prueba esto! -exclamó el ser verde extendiendo su mano lanzando una potente bola de energía amarilla.
Princess sostuvo la gran espada entre sus manos y sin dudarlo se arrojó contra aquella energía esquívando y siguiendo hacia el frente con dirección a Piccolo.
Una poderosa tajada fue arrojada hacia él pero con algo de facilidad lo esquivó una y varias veces.
-¡Quedate quieto, monstruo! -exclamó fríamente la chica liberando más de su poder que cubría su cuerpo.
El rey demonio bufó y con sus dos manos sostuvo la gran espada.
-No te creas la gran cosa, niña -habló con molestias y fue entonces que la espíritu sintió como el aire abandonaba sus pulmones debido al puñetazo incrustado en su estómago.
Incluso algo de sangre cayó por la comisura de sus labios.
Sin pensarlo mucho Princess volvió a levantar su arma intentando cortar aquel brazo, cosa que sorpresivamente logró.
Sangre fue salpicada en el suelo exaltando levemente a la chica que se alejó del lugar con un salto.
-Jajaja, bien hecho, bien hecho niña, me tomaste desprevenido -habló casi burlón Piccolo sosteniendo su muñon.
Pero para la espíritu algo no se sentía bien, con furia sostuvo su arma.
-Tú... demonio, te dejaste cortar por mi arma, ¿por qué harías algo como eso? -preguntó molesta e irritada.
En respuesta el ser verde comenzó a reir a carcajadas, casi aterradoramente para el espíritu que abrió sus ojos de par en par cuando aquella extremidad cortada se regeneraba repentinamente.
-No tienes ni una sola oportunidad contra mí, ni en velocidad, fuerza ni mucho menos resistencia -comenzó a hablar el demonio caminando lentamente hacia Princess que se intimidó levemente.
Piccolo desapareció de su vista, la chica se giró rápidamente esperando un golpe, pero se asustó levemente cuando vio la gran presencia que generaba el monstruo en frente suyo.
Su rostro fue agarrado por las garras de Piccolo y posteriormente estampado por el suelo con brutalidad.
La armadura de la chica se vio quebrada en varias partes. El Rey no se detuvo pues conectó una fuerte patada al estómago de la muchacha mandándola a volar hasta una gran roca.
-¿Y bien? ¿eso es todo Princesa? -preguntó Piccolo socarronamente riendo a carcajadas- ¿Huh?
Repentinamente una liberación de poder bruto se dio del cuerpo de la espíritu creando un cráter que iba aumentando de tamaño.
Piccolo tuvo que soltarla saltando de allí, repentinamente sintió una oleada de poder que se dirigía hacia él.
Una enorme explosión se dio una vez más formando una enorme estela de polvo.
Princess sostenía ahora su arma hacia el frente liberando su poder, respiraba agitadamente y su bello rostro ahora denotaba algunas magulladuras al igual que su cuerpo.
-Demonio... no pienso caer tan fácil ante tu oscuridad y maldad -habló seria la muchacha posando su arma sobre sus hombros.
Rayos violetas le rodeaban denotaban la liberación de su energía espiritual.
Respiraba pesadamente, pero esta se puso nerviosa cuando aquel polvo se esparció por una potente oleada de viento.
En medio estaba el nameku sonriente, apenas tenía algunas raspaduras. Se frotaba su boca con su antebrazo divertido por esta situación.
-"No es nada inútil como lo pensé, aunque aún está lejos de mi nivel o el de Son Goku" -pensó mirando de reojo algo de sangre en su antebrazo- ¡Vaya mocosa! Casi me tomas desprevenido pero todavía te falta mucho -se burló el rey Demonio sonriente.
Sin dudarlo más tiempo Princess se arrojó una vez más contra Piccolo que le esperó sonriente.
-¡Aaarh! ¡No voy a perder ante ti, demonio! -exclamó con un grito de guerra la espíritu determinada a ganar.
.
Son Goku actualmente estaba confundido, su rostro estaba siendo aprisionado por dos bolas suaves de carne que se frotaban por él ante cualquier movimiento que realizaba.
Tres días habían pasado desde que conoció a Akitsu, su sekirei de hielo quien era bastante afectuosa contrario a lo que parecería por su personalidad fría.
-Goku-sama -murmuró la castaña abrazando con más fuerzas la cabeza del saiyan que no oponía resistencia pues ella estaba plácidamente durmiendo- Tengo frío -murmuró somnolienta.
Esto era muy irónico.
-Pero si yo tengo calor -murmuró Goku casi como una queja pero repentinamente sintió algo en su abdomen, algo bajo sus frazadas se movía más y más subiendo- Ya despertaste -habló Goku asombrado viendo el bello rostro de su primera sekirei, Kazehana.
-Hmm, sí, pero me gusta mucho la sensación y por eso me quedaré aquí un buen rato más -dijo la mujer cubierta sola por las telas blancas acurrucándose en el pectoral del azabache rodeando el torso de su ashikabi con sus suaves brazos.
Sus enormes pechos se pegaban al cuerpo del saiyan que aunque se sentía bien, ya quería levantarse.
Aguantó unos 15 minutos más así hasta que se determinó a levantarse. Como pudo se zafó del agarre de aquellas bellas mujeres que se quejaban entre sueños.
Suspiró mirando a las chicas dormir en la gran cama. Él estaba con el torso descubierto a petición de Kazehana por el calor como ella decía, apenas tenía puesto sus boxers puestos.
Aunque no se percató de los ojos que le veían fijamente.
El azabache con tranquilidad se dirigió al baño para tomar una ducha, se sentó en una butaca de platico y comenzó a limpiar su cuerpo con ayuda de una esponja.
-Permiso, Goku-sama -con apenas una toalla ingresó al baño Akitsu con un rubor en sus mejillas mientras veía fijamente a su amo.
-¿Akitsu? ¿qué pasa? ¿también te quieres bañar? -preguntó curioso e inocente el guerrero viendo a la muchacha.
La figura de la mujer era despampanante, pechos grandes que querían escapar de la cubrida de la toalla, piernas grandes que se podían ver casi en su totalidad. Su tierna expresión de casi vergüenza pues su rostro casi no tenía cambios.
-"Goku-sama tiene un físico espectacular" -se dijo a sí misma la muchacha detallando al gerrero, fibra por fibra- Quisiera ayudarle a limpiar su espalda, Goku-sama -respondió la sekirei algo nerviosa por obtener la respuesta de su amado.
-Hmm, no tengo problemas, pero ¿qué tal si primero te ayudo yo a ti? -preguntó Goku inocentemente enseñando la esponja a la sekirei que abrió sus ojos en sopresa.
No era lo que quería, pero tampoco pondría quejas.
-A... agradezco su amabilidad -respondió apresurada la muchacha en forma chibi, era claro que la idea le encantó.
Tomó asiento en el mismo lugar donde Goku estaba sentado pues este se paró. La misma se exaltó levemente cuando sintió en su espalda la mano de su ashikabi frotando la esponja de arriba abajo.
"¡Hyah!"
Un pequeño gemido se escapó de la boca de la usuaria del hielo.
-¿Está bien? -preguntó el azabache alegremente curioso.
-Pe... perfecto Goku-sama -respondió la muchacha cubriendo su boca para evitar otro desliz.
-"Se está haciendo costumbre esto de bañarme con ellas" -pensó curioso Goku mientras limpiaba la espalda de la sekirei.
Sus manos pasaron debajo de sus axilas por lo resbaloso del jabón y Goku casi cae sobre la muchacha aunque logró sostenerse.
Akitsu abrió sus ojos de par en par mirando hacia abajo notando como sus pechos eran fuertemente sostenidos por Goku. Su rostro se tornó en un intenso carmesí que parecía iluminar el baño.
-Estos son muy suaves -murmuró con algo de asombro Goku mientras abría y cerraba sus manos bastante curioso.
-Go...Goku-sama -murmuró Akitsu mordiendo sus labios.
Akitsu rápidamente notó lo que el saiyan hacía, pero simplemente no dijo nada. No es como si le molestara, en realidad parecía disfrutar del contacto.
Goku dejó aquello y volvió a la limpieza de la espalda decepcionando bastante a la sekirei. Posteriormente derramó algo de agua y limpió todo los residuos de jabón.
-¡Ya está Akitsu! Hueles muy bien ahora -habló con alegría Goku riendo.
-Gracias a usted, pe...pero no tenía porque detenerse hace un momento -murmuró esto último mirando de reojo a su ashikabi que no entendió lo que quiso decir.
"¡Pam!"
La puerta fue abierta violentamente y allí estaba la sekirei de viento totalmente desnuda y sonriente, aunque parecía algo celosa.
-Al parecer Akitsu se me ha adelantado esta vez... no se le puede hacer nada -dijo la hermosa mujer desnuda caminando sensualmente hacia el azabache pero este no reaccionaba o al menos así fue.
Las dos mujeres notaron rápidamente cuando su amado ashikabi se ponía mucho más serio mirando hacia una direccion.
-Piccolo... ¿está peleando? -se preguntó a sí mismo sumamente serio.
Las dos chicas al oír aquel nombre se tensaron, lo conocían perfectamente. MBI tenía registros del primer Piccolo, aquel que encargado de la muerte de un sin número de personas y aquel a quien se le acreditaba la destrucción de una ciudad completa.
Claramente el hijo también tenía su base de datos aún en recopilación, pero nadie tenía la suerte de salir lo suficientemente ileso de sus encuentros como para comentar los datos adquiridos.
-El demonio Piccolo... -murmuró nerviosa Akitsu.
-¿Qué ocurre Goku? ¿cómo sabes que están luchando? -preguntó Kazehana seria.
-Lo puedo sentir por sus firmas de ki, pero está claro -habló saliendo del baño- Tengo que ver de qué se trata -habló con cierta emoción.
Las chicas le siguieron viendo como este se vestía a gran velocidad.
-Ademas la persona que lo enfrenta... puede que sea un poderoso sekirei o esos llamados espíritus de Dios -habló Goku ajustando su dogi.
-¡Iré con usted Goku-sama!/¡Voy contigo! -las dos mujeres exclamaron mientras rápidamente se ponían sus ropajes, Kazehana bastante frustrada pues no pudo tener su baño con Goku.
-Pe...pero no hace falta -habló Goku abriendo la puerta del balcón.
-Es nuestro deber como tus sekirei acompañarte -habló Kazehana mientras se cruzaba de brazos resaltando su prominente busto.
-No me quiero apartar de Goku-sama -Akitsu dijo con total honestidad mirando directo a los ojos de Goku que se asombró un poco.
El saiyan simplemente esbozó una pequeña sonrisa.
-¡Nube voladora! -exclamó fuertemente y tras algunos segundos allí hizo presencia su fiel amiga.
-Solo aquellos de corazón puro pueden subir a la nube, estoy seguro de que pueden -habló Goku sonriente mientras de un salto se sentaba en la nube.
-¡Voy! -totalmente segura Kazehana se arrojó pero Goku tuvo que sostenerla de la cintura para que no cayera a las calles de aquella ciudad- ¡N...no puede ser! Yo me considero una mujer pura Goku -se quejó mientras se sentaba sobre las piernas cruzadas de Goku abrazándolo con fuerzas pegando sus pechos al rostro del saiyan que no dijo nada.
-Hmm, pues no sé... -murmuró Goku mirando a Akitsu quien parecía insegura- ¡Ven Akitsu! -exclamó extendiendo su mano.
La muchacha dio un gran salto y sostuvo la mano de Goku, pero no cayó de la nube.
-¡Bien! No te caíste, genial Akitsu -habló Goku muy alegre aunque estaba algo incómodo pues las dos mujeres se sentaban sobre sus piernas.
-Creo que mejor voy atrás -dijo con tranquilidad la castaña pasando a las espaldas de Goku rodeando su torso con sus brazos.
-¿Estás bien ahí? -preguntó el azabache curioso.
-Me siento cómoda aquí Goku-sama -respondió la muchacha mientras dejaba caer su mejilla sobre la nuca de Goku y acurrucándose a la espalda del azabache pegando sus grandes pechos al saiyan.
-Bien, entonces es hora de irnos -habló Goku con alegría- ¡Vamos nube voladora! -exclamó el saiyan extendiendo su brazo hacia donde aquella pelea se estaba librando.
--Fin del capítulo--
Espero que hayan disfrutado del capítulo, gracias por la paciencia. Estoy intentando implementar a las tres series lo mejor posible respetando sus personajes y poderes aunque creo que tendré que hacer algunos buffs a mis avecillas.
En fin, dejen sus comentarios, ¿qué les está pareciendo la historia? ¿quién será la siguiente sekirei de Goku?
Para el próximo capítulo 160 votos.
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