OO8.
Rosé estaba cerrando el consultorio.
Llamó a Lisa para verse en ese restaurante de comida china que querían probar.
Esta vez si llegaría.
Se esforzó a si misma para crear un discurso convincente acerca de cómo no estaba desarrollando sentimientos hacia ella.
Acerca de cómo no adora su risa, sus ojos color miel, y la forma en que le encuentra el lado positivo a todo.
Un discurso que oculta que la alfa sonríe inconscientemente cuando piensa en la omega.
En que posiblemente no era muy expresiva, y era extremadamente seca en algunas ocasiones, pero estar con Lisa la hacía sentir feliz, Lisa no la juzgaba porque no era el tipo de persona que sonríe demasiado, o el tipo de persona que expresa con palabras su emoción.
Lisa era solamente su amiga.
Ese amiga que la hace sonreír inconscientemente cuando piensa en su suave cabello, que su alfa cae rendida a sus pies cuando percibe su aroma, o simplemente la omega que la hace preocuparse cuando esta se cae por sus pequeños pies torpes.
Rosé llegó al restaurante.
La lluvia comenzó hace unos minutos y por la ventana del local pudo ver a Lisa.
Lisa y su lindo cabello castaño y carita delicada.9
Su rostro estaba tranquilo.
Lisa casi siempre —o siempre— tenía una sonrisa brillante en su rostro que demostraba quien era como persona.
—Demonios... —Rosé presionó su cara contra el volante.
¿Qué tal si Lisa toma mal su discurso?
Tal vez puede posponerlo.
Le gusta la relación que tiene con Lisa.
Son amigas solamente, pero la omega está con ella casi todo el tiempo, y la alfa está feliz con el hecho de que no hay compromisos.
Puede pasar todo el tiempo con Lisa, escuchando las cosas que pasan por la mente de la Tailandesa, y con una Lisa atenta, escuchándola todo el tiempo.
La alfa llegó junto a la mesa de Lisa, y se sentó en la mesa frente a la omega, que estaba perdido en sus pensamientos.
—Hola, Lalisa. —la alfa sonrió un poco.
Lisa volvió a la realidad y vio el rostro de Rosé.
Suspiró.
—Hola, Rosie —la omega susurro—. Tengo algo que decirte.
Rosé se percató del ramo de flores junto a Lisa.
¿Lisa le trajo flores?
Sonrió enternecida.
Lisa a veces le daba pequeños regalos.
Rosé también, pero usualmente eran chocolates o postres.
Lisa suspiró nerviosa.
Lisa se veía nerviosa.
Rosé frunció el ceño un poco.
—Yo también tengo algo que decirte.
Lisa asintió.
—¿Quieres decirlo tú primero?
Rosé negó muchas veces.
No quiere que su cita comience así.
Lisa sonrió nerviosa, y acarició entre sus manos la servilleta de papel frente a ella.
—Tengo un trabajo importante fuera del país. —Lisa sonrió débil.
Rosé sonrió emocionada.
Lisa era una consultora de arte para el museo de la ciudad de Seul. Razón por la cual residía en Corea desde hace algunos años.
Lisa es una excelente pintora.
Rosé es la mayor admiradora de Lisa.
—¡Eso es excelente, Lisa! —Rosé tomó la mano de Lisa.
Lisa sonrió emocionada.
—Regresare a Tailandia por unos meses —la omega sonrió emocionada por un segundo, pero después vio a Rosé—, te extrañare mucho...
Rosé alejó su mano de la de Lisa.
—¿Por cuantos meses? —la alfa tartamudeó un poco.
—Seis u ocho meses —la omega vio a Rosé—, seis u ocho meses sin vernos.
Lisa le dio las flores a Rosé.
Rosé solo pudo ver las flores en ese momento.
Jazmines.
Seis u ocho meses sin ver a Lisa.
De un momento a otro el discurso que tenía en su mente se destruyó.
Ella reconoce que extrañará mucho a Lisa.
Extrañara demasiado a Lisa.
—Podremos hacer llamadas todas las noches. —la alfa reconfortó a la omega que sonrió triste.
Rosé suspiró viendo a Lisa.
Sus lindos ojitos mieles y su piel blanca.
Lisa es hermosa...
—Te extrañare mucho, Rosie —la omega hizo una mueca—, prométeme que no dejarás de ser mi amiga...
Rosé le sonrió débil a Lisa.
—Yo también te extrañare mucho, Lalisa —Rosé tomó la mano de Lisa arriba de la mesa—. Y prometo que te llamaré todas las noches para escuchar tu dulce voz, y además que yo seré quien te recoja del aeropuerto en cuanto vuelvas.
Lisa sonrió y asintió feliz.
La noche pasó normal.
Por dos horas olvidaron que Lisa se iría por más seis meses, y disfrutaron de su compañía.
Rosé adoraba pasar tiempo con Lisa.
¡Gracias por leer!
—🌷
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