O12.

Rosé, por favor... —la omega suplicaba al otro lado de la línea—. Una tarde.

Rosé se sentía entre la espada y la pared.

De verdad no quería salir con Mark y escuchar su acento por horas, pero al mismo tiempo no quería decirle que no a Lisa.

—¿Qué puedo hacer yo con él?

—Puedes llevarlo a jugar voleibol contigo y JiSoo —Lisa dijo emocionada—, es domingo y sé que vas a jugar con JiSoo los domingos, ¡Incluso puede ir Jennie!

JiSoo junto a ella le puso atención.

—¿Iría Jennie?

Rosé vio mal a JiSoo.

—Pero ni siquiera la conozco tanto, de seguro ni siquiera le agrado.

—Le conté que eres mi mejor amiga y quiere llevarse bien contigo.

¿Soy su mejor amiga?, su alfa se preguntó con ilusión y amor.

Espera.

¿Para que quiere llevarse bien conmigo?

—Solamente esta vez.

Lisa chillo emocionada y Rosé sintió su sonrisa crecer al saber que la Tailandesa estaba feliz.

—¡Gracias, Rosie!

JiSoo vio a Rosé, curiosa.

—Te gusta demasiado Lisa.

—Si.

—Nunca harías eso, odias convivir con gente que no sea yo.

—Tienes el ego muy alto para tu altura.

—Es la verdad.

Rosé rió.

—Solo lo hago como un favor a Lisa.

—¿Segura?

—¿Qué más podría hacer?

—No lo sé, burlarte del alfa, ver sus debilidades o saber cuales son sus intenciones con Lisa.

Rosé vio al otro lado, evitando la mirada de JiSoo.

—¡También aceptaste por eso! —JiSoo rió—, eres mala, Roseanne.

—¡No soy mala! Solo quiero saber qué demonios intenta y porque esta tan interesado en Lisa como su amiga.

Estaba usando su ropa deportiva y calentaba para jugar un partido de fútbol amistoso con sus amigos y Mark.

Vio a Mark y Jennie llegar a la cancha.

—Hola, chicos —Jennie habló fuerte y llamó la atención—, él es Mark.

Él alfa Taiwanés se sonrojó por las miradas en él, y sonrió emocionado.

—¿Sabes jugar Voleibol?

Un poco —él alfa tartamudeó—, jugaba cuando era un niño, pero no serio. —él alfa dijo inseguro.

JiSoo se acercó a Rosé.

—Tenias razón, este hombre parece un Dios.

Rosé vio mal a JiSoo y abrochó sus agujetas.

—¿Crees que es mejor que yo?

—Nunca dije eso —JiSoo rió—, pero es increíblemente atractivo.

Los chicos se separaron en dos grupos.

Uno con camisetas y otro sin camisetas, aunque al ser mixtos, las alfas llevaban un top deportivo.

Rosé jugó en el equipo sin camisetas con Jennie y Mark.

Al quitarse la camiseta se pudo apreciar sus fuertes y tonificados hombros, su cuerpo era estilizado, con un abdomen y cintura de infarto, resaltando bajo el caluroso sol.

Pero al ver a Mark se sintió insegura.

Él alfa tenía un fuerte abdomen marcado, tatuajes en su piel dorada y su musculatura, como ya lo había dicho Rosé, era de un Dios.

Como un alfa de verdad debía ser.

Vio a JiSoo, quien veía embobada al alfa, y le dio un zape.

—Solo analizo a tu competencia.

—Eres una idiota.

/

El juego había empezado, y Rosé se había dado cuenta que Mark era increíblemente bueno.

—¡Ese tiro fue un machaque!

Mark vio incrédulo a JaeBeom.

—¿Tiro machaque?

—¡Es una maniobra muy difícil de hacer, imposible si es de improvisada!

—¿Ustedes no pueden hacerla?

—¡No sin mínimo hablarlo con el equipo! —él alfa vio incrédulo a Mark, quien se veía emocionado por el juego como un cachorrito inocente.

Rosé sentía celos por el simple hecho de que ese maldito imbécil con ojos de cachorrito y cabello perfecto era mejor que ella incluso en un juego que ella practicaba cada fin de semana.

El juego terminó con ellos ganando gracias a Mark y sus malditas habilidades en Voleibol, y además de que la gran defensa JiSoo estaba distraída con esos bellos abdominales.

Al llegar a las regaderas Rosé se deshizo de su toalla y entró a bañarse.

Mark entró después, quitándose su toalla, y Rosé quiso llorar.

—¿Hablas en serio? ¿Muy grande?

—Gigantesco.

—No a todos los omegas les gustan los penes grandes.

—¿Ahora dices que mi pene es pequeño?

—¡Rosé! ¡Ya basta de compararte con ese alfa que ni siquiera está intentando una competencia contigo! —JiSoo dijo exasperada—, además, tu pene no es pequeño.

Rosé sintió un poco de alivio.

—¿Pero qué tal si intenta algo con Lisa?

—Simplemente dile a Lalisa lo que sientes.

—¡¿Y si me rechaza?!

—¡Le gustas! ¡No te va a rechazar!

Rosé y JiSoo esperaban frente al hogar de Lisa.

Irían a una fiesta con Mark, Lisa y Jennie.

Vieron a Mark caminando con un ramo de flores desde la esquina.

—¿Flores? —preguntó Rosé.

Tulipanes —Mark sonrió emocionado—, Lalisa dijo que gustaban mucho esas flores. —Mark tartamudeó.

—¿Y por qué le darás flores a Lisa? —Rosé disimulo un gruñido.

—Porque Lalisa es bonita y dulce, me ayudado a adaptarme a este lugar —Mark sonrió—, es buena amiga.

Rosé asintió.

Dios odia a ese alfa.

JiSoo conversó más tiempo con Mark.

Después de unos minutos salieron Jennie y Lisa.

Lisa se veía tan hermosa como siempre, sus jeans negros, sus vans y sudadera amarilla en su cuerpo, se veía adorable.

—Hola, Lils. —Rosé abrazó a Lisa, y esta se mantuvo en el abrazo aspirando el fuerte aroma de la alfa.

—Hola, Rosie. —Lisa vio a Rosé con sus ojitos brillando por ver a la guapa alfa.

Después de unos segundos se separaron, pero Rosé mantuvo su mano en la cintura de Lisa.

Te traje flores, cielo. —Mark le entregó las flores a Lisa, y esta sonrió feliz.

—¡Gracias, Markie-boo!

Rosé sonrió al ver a Lisa emocionada.

Se fueron a la fiesta con una Lisa emocionada por ver a sus amigos.

—¡Lisa! —YuGyeom, él amiga de Lisa se acercó a ella y Rosé—. ¡Ese alfa que trajiste es un amor y es increíblemente guapo, por favor dime que ya tuviste una cita con él!

Rosé quiso gruñir, pero recordó que tenía a Lisa pegad a su pecho, y que está podría sentirlo.

—Solamente somos amigos.

—¿Segura? Porque creo que él es muy guapo, y además que se nota le gustas.

—Solo somos amigos —Lisa repitió—, yo le agrado y él me agrada.

—¿No tiene omega, verdad?

Lisa rió y negó.

Mark era una novedad en la fiesta.

Todos luchaban por tener un segundo de su atención.

Pero Lisa solo quería estar con Rosé.

—Eres muy cómoda. —Lisa se recargó más en el pecho de Rosé y se subió a su regazo.

—Haz tomado demasiado —Rosé dijo con simpleza—, creo que dirías que el suelo es cómodo.

—Pero es que tú eres calientita y hueles rico. —la omega se acurrucó más.

Rosé rió bajito.

—Me gusta tu risa, aunque antes no me dejabas escucharla.

—Tú me haces reír mucho. También sonreír.

Lisa se sonrojó y acarició el pecho de Rosé.

—Eres mi mejor amiga, Rosie.

—Y tú eres mi mejor amiga, Lili —la alfa abrazó a la omega—, no le digas a JiSoo.

—JiSoo me mataría. —rió Lisa.

Las luces estaban bajas porque estaban en la terraza en ese viejo sofá.

Las dos estaban muy cerca.

Lisa estaba borracha, y Rosé estaba muy tranquilo cuidando de la omega.

—Eres muy bonita, Rosé.

—Mark es más bonito, o bueno, todos lo dicen.

—No es cierto —la omega tomó las mejillas de la alfa y las apretó, viéndola a los ojos—, y si lo fuera, aún así para mí tú eres la más bonita.

Rosé sonrió.

—Para mí tú eres hermosa.

Lisa se sonrojó.

Se quedaron en silencio.

Lisa se recostó de nuevo, pero con su cabeza en la almohada junto a la cabeza de Rosé.

Estaban viéndose a los ojos.

—Eres bonita, divertida y mi rayito de sol. —Rosé acarició la mejilla de Lisa.

Sus caras estaban cerca.

—Eres mi persona favorita. —Lisa susurró.

—Y tú la mía.

Rosé quiso besar a Lisa, pero Lisa lentamente cerró sus ojitos y se quedó dormida.

Rosé acarició el cabello de Lisa y besó su frente.

Acurrucó a Lisa en su regazo y dejó que durmiese.

¡Gracias por leer!

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