El Caleuche

El Caleuche, también llamado Buque de Arte, Barcoiche, Buque fantasma
O barco de los Brujos, es un legendario barco fantasma de la mitología de Chiloé en el sur de Chile.

El Caleuche es el Marino, el Buque de Arte, el Buque de Fuego, el Barcoiche, son todos los nombres tabueicos dados a El Caleuche, ese maravilloso barco que lleva música y luz por los numerosos canales chilotes, ciertas condiciones como los días de neblina, hacen posible verlo o sentirlo, ruidos de cadenas, de fiesta, música, y una magistral figura de buque español, lo hacen inconfundible. Para algunos es una visión incorpórea y puede atravesar a otra embarcación, otros señalan que han estado hasta en fiestas en su interior, aunque ellos prefieren hacerlas en tierra, donde haya mujeres, para eso se conciertan con comerciantes que tengan muchas hijas y El Caleuche los aprovisiona de mercaderías como retribución, así los lugareños explican el rápido surgimiento de algunos comerciantes a los que no se les ve comprar nada y prosperar rápidamente, estos protegidos de El Caleuche generalmente tienen gallinas negras y botes alquitranados con sogas de quilineja.

El Caleuche puede desaparecer y adoptar las formas que desea para no ser visto y los marinos pueden transformarse en lobos o cahueles (delfines).
Otra cualidad es la extraordinaria velocidad que alcanza. Para observarlo y no ser visto hay que ponerse una champa en la boca, porque lo primero que ellos sienten es el aliento. También hay algunos árboles tras de los cuales uno se puede ocultar para no ser llevado por el Caleuche, entre ellos el maqui y el tique. La gente tiene el temor de ser llevada por el Buque de Arte, así que nunca está de más tomar precauciones.

Muchos piensan que los marinos de este barco llevan una pierna pegada al espinazo/espalda, igual que el invunche (El invunche o imbunche​ es un ser de la mitología mapuche y de la mitología chilota), sin embargo, otros los describen como personas muy bien presentadas, con ropas especiales y al saludarlos uno aprieta/toma una mano muy fría. En general son correctos en su trato y con ayuda de sus colaboradores del mar recogen a los náufragos. Algunos piensan que su puerto final es la Ciudad de los Césares, lugar maravilloso enclavado en algún punto de la Cordillera de Los Andes y donde sus residentes viven eternamente.
Al navegar hay que hacerlo con respeto recomiendan los marinos chilotes, no se debe ni cantar, ni silbar, ni armar/hacer desorden pues esto enoja a El Caleuche y quizás qué resultado puede acarrear, puedes convertirte en un tripulante más por toda la eternidad o quien sabe que te harán.


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