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Un castillo hermoso y un chico misterioso

Se había bañado, vestido e incluso perfumado, todo a estricta orden de su padre porque ¡Conocería al Rey!, Pff, como si eso realmente le importará.

El pelinegro se encontraba incómodo vestido en aquel traje lujoso, y es que por primera vez, su padre había gastado una fortuna con el señor Kwon para obtener aquellas vestimentas.

Su madre, se encontraba enfundada en un hermoso vestido blanco, pomposo, en tonalidades blancas y beige. Su padre vestía simplemente un traje blanco con algunos toques plateados y él, había elegido el traje que menos llamativo le parecía, en un color blanco puro, sin detalles, sin adornos, sin nada, porque el en definitiva no intentaba atraer la atención hacia su persona.

SeokJin simplemente asistía a aquella fiesta porque su padre se lo había pedido, pero si por el fuese, se quedaría a pasar la noche sentado en su balcón, leyendo algún libro bajo la luz de la luna y las estrellas.

Pero en cambio estaba ahí, de pie frente aquellas enormes rejas plateadas, mirando a las personas que entraban sonrientes con sus vestimentas blancas y sombreros extravagantes.

La intención de SeokJin no era llamar la atención, sin embargo, su increíble belleza lograba que todos los que pasaban por su lado se demorarán unos segundos en seguir su camino al quedarsele observando.

Estuvo tentado a volverse sobre sus pasos, quitarse todas aquellas ropas costosas de encima, ponerse su pijama preferido y sentarse en su balcón, de no ser por la mano de su madre sobre su codo, incitandole a avanzar, seguramente se habría girado y huido de ahí.

Al entrar por aquel corredor enorme el pelinegro pudo observar la gran cantidad de árboles que se encontraban a orillas del camino, flaqueando ambos lados y proyectando sus sombras sobre ellos, habiendo pequeñas farolas cada dos árboles que ayudaban a la luna a iluminar el lugar.

Alejando su vista de aquellos enormes árboles, SeokJin pudo divisar el enorme castillo, iluminado por un centenar de luces, haciéndole brillar hermoso, con algunas ramas de flores blancas que se encontraban adheridas a sus paredes, hermoso sin duda, aunque seguía creyendo que aquel sitio era demasiado grande para una sola persona.

—El castillo es más hermoso de cerca, ¿No es asi, hijo? —murmuró su madre a su lado, observando las enormes escalinatas que llevaban hacia el interior del castillo, con las barandillas adornadas de las mismas flores que se adherían a las paredes y alguna que otra rosa blanca sobresaliendo de entre las pequeñas florecillas.

—Sí, es muy bonito —concordó el menor, absorbiendo cada detalle de aquel sitio al cual, según él, no volvería en un largo tiempo.

Una vez en la parte superior se limitaron a seguir a los demás invitados, caminando por un pasillo largo, de paredes blancas con tonos dorados, llevándolos por fin a un enorme salon.

El pelinegro miraba con asombro el enorme salón, los enormes candelabros que colgaban sobre sus cabezas, las mesas al fondo repletas de comida y sus deliciosos postres, la gente caminando de un lado al otro, saludando a sus conocidos y a los no conocidos también, sonriendo tanto que las mejillas de SeokJin dolían de solo observarlos.

Escuadriñando el salón, SeokJin se percató de un pequeño palco, que supuso, sería el sitio en el que el rey aparecería, y cómo si lo hubiese llamado, un hombrecillo de cabellos castaños apareció, enfundado en un traje blanco con una capa a juego que contaba con algunos decorados en dorado y una enorme corona descansando sobre su cabeza.

El muchacho analizo al hombre, que sonreía gustoso al observar a las personas que se reunían bajo su vista, era joven, demasiado risueño y con una energía que se podía sentir desde donde el se encontraba. Había escuchado hablar sobre él, siempre sonriente, comportándose como un pequeño niño, contratando gente que lo hiciera sonreír porque en definitiva, el Rey Blanco, no conocía el dolor, la tristeza o la agonía, siempre tenía lo que quería y hacia lo que le complacía, para el todo era felicidad, aunque en ocasiones su actitud distará mucho de la situación en la que se encontraba.

—¿Deberíamos ir a presentar nuestros respetos al rey? —preguntó su madre a su lado, mirando hacia la misma dirección que su hijo.

—Espera, mujer, quizás sea el mismo rey quién nos mande llamar.

SeokJin escucho decir a su padre, sintiendo una incomodidad en su estómago al pensar en siquiera interactuar con aquel hombre. No quería ser grosero, pero en cierto punto, sentía algún tipo de desagrado e incomodidad al pensar en pasar tiempo con aquel hombre con complejo de niño.

Suspirando resignado a su destino de interactuar con el rey, SeokJin se giró para caminar hasta la mesa de bocadillos, dejando a sus padres atrás conversando sobre sí debían acercarse ellos al rey o esperar a ser llamados.

Al llegar a la mesa de bocaditos, el joven observó la gran cantidad de comida descansando sobre bandejas y platos de plata, tan brillante que parecía había pequeñas luces incrustadas en ellos.

—¿Mirarás los pastelillos toda la noche o tomarás uno? —dijo una voz a su lado, haciéndole sobresaltarse ante su repentina aparición.

—¿Y que si quiero mirarles toda la noche? —respondió en cambio, observando al chico de vestimenta negra, llevaba una enorme capucha cubriendo su rostro y solo podía escuchar su voz a través de la tela.

—Dudo que pueda mantenerse observando unos simples pastelillos cuando lo mejor de la noche está por comenzar —el chico levantó la cabeza, permitiéndole a SeokJin divisar una sonrisa ladeada.

—¿Es así? —preguntó curioso el jovencito, intentando identificar al chico de negro.

—Es así —dijo sonriendo una vez más.

—¿Quién...? —SeokJin dió un respingo al sobresaltarse por segunda vez aquella noche al escuchar a alguien saludarle desde detrás.

Movido por su cortesía, el menor se giró a mirar a quien le saludaba, quedándose en completo silencio cuando lo primero que vio al girarse fue aquella enorme corona.

—Su majestad —dijo volviendo en si, inclinándose de manera respetuosa para saludar al rey.

—Así que tú eres el ángel que prepara tan deliciosos panquecillos —dijo con aquella voz que extrañamente envío escalofríos al cuerpo del menor—. Es un placer para mí, conocerle al fin, joven Kim —sin aviso previo, tomo la mano del muchacho y la llevo hasta sus labios, depositando un beso sobre ellas a modo de veneración.

El rostro del pelinegro dibujo una mueca que esperaba no fuese demasiado obvia al sentir aquel intenso perfume ingresar de golpe a sus fosas nasales.

En cuanto el Rey Blanco se incorporó, sonrió enorme hacia el menor, quién se limitó a sonreír lo más cordial que pudo en aquel momento.

—El placer es todo mío, su alteza —dijo al cabo de algunos segundos, haciendo una leve reverencia hacia el monarca sonriente.

—Oh —el hombre frente a él sonrió, cubriendo su boca con una de sus manos y manoteando al aire con la otra, con total confianza—, no me llames de ese modo, tú puedes decirme...

En ese momento las luces se atenuaron, una extraña música comenzó a sonar de quién sabe que lugar y unos faros enfocaron a la silueta negra que se encontraba en el palco del rey.

Embelesado por la figura del hombre de vestimentas negras que se le había acercado con anterioridad, que se encontraba sentado en la orilla del palco con los pies colgando sobre el borde, SeokJin se alejó del monarca.

Su curiosidad y fascinación al ver a aquel chico ahí, al borde del palco lo hizo avanzar entre la gente, sin apartar su mirada del muchacho que aún cubría su rostro con aquella enorme capucha SeokJin se detuvo cuando lo vio ponerse de pie de un salto, sintiendo su corazón acelerarse dentro de su pecho al ver lo cerca que estuvo el chico de caer de aquella vertiginosa altura.

La respiración de SeokJin se atoro en su garganta al ver al chico dar una voltereta  hacia el frente, desapareciendo en un montón de papelillos de colores. Sus ojos brillaron maravillados por lo que acababa de ver, observando los papelillos caer lentamente desde lo alto del palco.

—Te dije que lo mejor estaba por venir —susurro alguien a su oído, haciéndole girarse con sorpresa, viendo solo a la gente apartarse para dejar al monarca acercarse hasta él.

Entonces, volvió su vista al frente y lo vio de nuevo, de pie sobre el palco quitando la capucha de golpe para dar un mayor impacto a su presentación.

SeokJin se quedó boquiabierto, observando al joven de cabellos negros, piel blanca y sonrisa burlista que se encontraba sobre el palco, sintiendo un revoltijo en su estómago cuando la mirada del muchacho se detuvo sobre la suya para después, guiñarle un ojo juguetonamente antes de desaparecer nuevamente cuando las luces se apagaron por completo y con la misma rapidez que se apagaron se volvieron a encender.

—¿Qué tal te ha parecido? —preguntó el rey al llegar a su lado, sonriendo de oreja a oreja mientras observaba al pelinegro con sus ojos brillantes.

SeokJin se mantuvo observando a aquel palco, aturdido aún por la mirada que había compartido con aquel muchacho.

—¿Quién era él? —preguntó aún sorprendido, rememorando el rostro y el guiño juguetón que había hecho el chico antes de desaparecer.

—Es el nuevo bufón de palacio, una verdadera monada el chiquillo, ¿A qué si? —la emoción era evidente en el tono del rey.

SeokJin solo pudo asentir, ignorando las siguientes palabras que salieron de los labios del Rey Blanco.

Sé que es tarde pero ya saben lo que dicen, las madrugadas son para los escritores, los poetas y las almas melancólicas, o bueno, eso es lo que siempre he pensando, un poquito más filosófico pero bueno 🤭

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Pensaron que les soltaría el nombre del Rey Blanco? Pues nanai palomitas, tendrán que esperar para conocer la identidad del señor Rey Blanco, si, si 🤭😅

Y bueno, nuestros protagonistas ya tuvieron su primer encuentro, el rey comienza a acercarse a Jinnie y la primera impresión que Yoon dejo en Jin ha surtido su efecto, si que si 🤭

Cómo pudieron darse cuenta, les dejé unas imágenes de cómo se ve el castillo por fuera y el interior del salón de bailes.

Ahora sí, cortando mi biblia, espero pasen buenas madrugadas mis amores, les mando muchos besitos cariñositos y nos estamos leyendo 😘💜

✿Kim☆Palomita✿

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