La navidad es un fecha increíble. Tiene una larga y entretenida historia detrás. Al igual que todo, evolucionó hasta convertirse en lo que es hoy: una terrible fecha.

Es lindo tener a la familia reunida, pero no cuando ni siquiera sabes quiénes son... ¡Madre mía! ¿De dónde salieron tantos tíos?

Es una época especial, pero personas, para nada especiales, la han hecho una hoguera demasiado ardiente.

Es doloroso no poder hacer nada pero tener que aguantarlo todo.

Un señor bigotón hablando en un idioma desconocido le grita a otro cosas que yo le gritaba a mis amigos cuando teníamos siete años, normal. Una señora de doble cabellera charla amistosamente con otra que en mi vida había visto, hablando de el futuro de sus hijos mientras ellos ven a la escarcha navideña con una intención oscura.

No es su culpa, pero tampoco es nuestra ¿De quién? Tampoco lo dicta la fecha, ni los valores que se adulan de ella, ni la tierra, ni los astros. O quizá todos la tienen. ¿Como saberlo? Es difícil pensar cuando hay un griterío en la casa.