Capítulo 4: Perfect Strangers

♫ Andrew ♫

Dejé de desayunar para luego dejar el tazón del cereal en el fregadero de la cocina, miré el Smart Watch y pronto observé que ya son las 9:00 am, supongo que por ahora no tengo nada que hacer entre tanta tarea que Olly ha llegado a organizar en el pobre reloj quien ya no solo trabaja para decirme la hora, sino que ahora, también trabaja para indicarme todas aquellas actividades diarias por las cuales tengo que respetar para tener una mejor vida.

Como es de esperarme la noche anterior fue muy divertida, tanto que me impresione en encontrarme a Ángela en el mismo club, no puedo decir que ella me reconoció cuando apenas hemos llegado a tener una conversación de dos días, como también la revelación que mi nombre es Andy a pesar que es el derivado de mi nombre real, pero aun así, la mirada que ambos coincidimos fue más como una entre fan y cantante, que como la de unos amigos que empiezan a conocerse y han llegado a encontrarse en el mismo lugar.

Para ser sincero, desde que entre al club pronto había encontrado a Ángela, lo que casi me dejo sorprendido fue verla de una forma más casual y suelta con sus amigas en un club, en donde si no hubiera sido porque Kyle insistió a que planeáramos un viaje juntos con Chase hubiera podido concentrarme más en ella y por si fuera poco, no perderla de vista en varias ocasiones de las cuales, por supuesto otros de mis amigos, incluidos Olly y Kyle se dieron cuenta que no estaba con ellos al 100% cuando hablaban de asuntos musicales o de cualquier tema que llegase a aparecer en el momento.

No puedo decir que Ángela también estuvo al 100% en mi mente, pero si me dio demasiado curiosidad poder observarla y conocerla un poco más detrás de aquella inocencia que desvela cada vez que hablamos y ella se intimida en ocasione a soltarse con algún tema interesante que tengamos que hablar; realmente es sorprendente como puedes llegar a conocer el otro lado de las personas, quien me hubiera dicho que esa linda y tierna joven podía ser salvaje dentro de un club nocturno, sinceramente no la vi con ojos pervertidos, es más, fue con ojos divertidos que cada vez que ella se movía al bailar y había pasos que no coincidían con la música haciendo que se detuviera para poder de nuevo mezclarse con la melodía, provocaba en mí, mucha diversión, tanto que hubieron veces que escondí mi sonrisa para no revelarla públicamente, además, debía de ser discreto cuando me encontraba en éste tipo de lugares, debido a que no sabía en qué momento podían capturarme algún vídeo o fotografía.

Me alejé de la cocina para ir a la sala pero antes de poder llamar a mi hermano para mantenerme al tanto sobre cómo se encuentra después que mi padre se enteró de su homosexualidad, observó como Kyle cruza la sala mientras sigue alborotándose su cabello entre negro y castaño con su mano, al mismo tiempo que bosteza para terminar por sentarse en uno de los sofás. Se queda unos minutos así hasta que se rasca los ojos y parece darse cuenta que ya es de mañana, pero como es de costumbre, no parece impresionarse, es más, vuelve a acostarse en el sofá y pone su brazo encima de sus ojos en señal que está a punto de volverse a dormir.

— ¿Volverás a dormir? —dije tirándome encima de él.

—Andrew, quítate de encima... Tengo sueño —su voz sonaba al de un niño molesto.

—Oh vamos, eso que no bebiste mucho ayer —seguí aplastándolo.

Escuché como él gruño y empezó a empujarme para que me quitara encima de él, me parece demasiado gracioso molestar a Kyle a plena mañana cuando el sueño aun le gana y lo único que quiere es estar en un lugar donde haya silencio y poca luz; puedo escuchar como empieza a discutir en susurros conmigo para luego darse por vencido y continuar durmiendo a pesar que le esté estorbando la respiración; es divertido tener que molestar a Kyle debido a que además de considerarlo como uno de mis mejores amigos y compañeros de música, también es como mi hermano menor; ya que la diferencia de edad, es apenas de cinco años, lo cual hace que en ocasiones yo me sienta responsable de las acciones que el mismo provoque en buenas o malas situaciones.

—No es por molestar pero tu madre ha estado llamándote desde muy temprano y creo que seguirá haciéndolo hasta que no le contestes la llamada —le digo al escuchar a lo lejos el timbre de su celular.

—Mi madre me hostiga mucho, con unas horas más que no le conteste creo que el mundo no se acaba —murmuró con los ojos cerrados.

—Yo no diría lo mismo. —El celular dejó de sonar unos segundos hasta que vuelve a sonar. —Lo ves. —Le digo sin tono de hacerlo molestar.

—Ash, tendré que contestar por las buenas o sino es capaz de llamar al FBI para que me busque hasta debajo de las rocas —me levanto y puedo ver como es el siguiente en hacerlo.

Río por lo bajo al ver como Kyle camina de un lado hacía el otro soñoliento y bostezando, fue una larga noche después que nos moviéramos de un club nocturno hacia otro, después de todo, es una vida de la cual nos hemos ido acoplando, así que no puedo decir que me molesta que cada vez más, tengamos que buscar lugares más sostificado o prestigiosos para pasar una buena velada.

Antes de poder continuar con mi día, escucho como Kyle le contesta una de las cincuenta llamadas y mensajes que su madre le ha hecho desde mucho antes que yo despertara, creo que el pobre de mi amigo ya está cansado que su madre siempre tenga que supervisar y controlar su vida de famoso y no es de menos que la señora Hazard tenga que estar involucrada en todo cuando ha invertido su tiempo y dinero en la carrera musical de su único hijo; por un lado, encuentro demasiado bueno que la madre de Kyle siempre lo haya apoyado en la industria musical cuando yo deseé eso de mis padres, pero por otro lado como lo hace saber él, es demasiado abrumador que su madre no lo dejé vivir su propia vida, porque además de que siempre deba escoger las canciones que él crea, también se llega entrometer con todo el personal que trabaja con Kyle, en donde si a ella no le parece bien como trabaja alguien, sin lugar a dudas, no tiene compasión por esa persona y lo termina despidiendo.

—Mamá, te he dicho que no. No daré un concierto más esta semana, prometiste que tendría vacaciones y... ¡Sé que hay un contrato pero...! ¡No puedes siempre decirme lo que debo de hacer! —escucho como golpea un objeto de la cocina.

Es mejor que me mueva antes que yo sea el saco de boxeo de Kyle cuando termine de hablar con su madre, estoy seguro que su día comenzara con el pie izquierdo si su madre lo sigue obligando a trabajar cuando se encuentra también en su período vacacional, así que prefiero mejor dejarlo ahorita a solas antes que él pueda pensar que me quedé escuchando su pelea con la mujer que lo trajo al mundo, algo que sé que a él jamás le ha gustado compartir sus discusiones con su familia, porque siente que una parte, nadie lo comprenderá y por otra, que también no le gusta que nadie llegue a escuchar las palabras con las cuales detiene a su madre para que lo deje en paz.

Subo las escaleras del segundo piso de mi casa para caminar en dirección a mi habitación, me parece extraño que Olly aún no despierte cuando es común que sea el primero en merodear la casa y comenzar a poner tareas de las cuales se debe de seguir a su manera para que todo salga mucho más perfecto que la palabra mencionada.

Cierro la puerta y pronto de la bolsa de al lado del sofá reclinable, tomo mi laptop y la coloco en el escritorio que se encuentra en la otra habitación de al lado la cual está unida con la mía y la ocupo más como una sala de trabajo para componer mis canciones o por lo menos tener mis momentos de reflexión cuando no me encuentro bien, así que pongo la cámara y pronto intento conectarme en Skype con mi hermano, quien hace unas horas debió de haber recibido mi mensaje diciendo que necesitaba hablar con él.

Lo llamo y pronto espero que acepte la videollamada cuando pronto, su rostro aparece en la pantalla de mi laptop y no solo eso, me doy cuenta que así como Olly me mencionó que temporalmente se ha llegado a quedar en la casa de nuestra segunda hermana mayor, así veo como él ha hecho las cosas.

—Hola Dyl —lo saludó y pronto veo como sonríe.

—Hola Andy —levanta su mano y la mueve en forma de saludo.

— ¿Cómo estás hermano? —preguntó en tono preocupado.

Dylan siendo el hermano menor de la familia es quien no ha podido convivir de una forma más armoniosa con mi padre, desde que comenzó su adolescencia, he llegado a saber que se ha comportado muy rebelde y se ha desorientado un poco con sus estudios, tanto que no han faltado los castigos en casa y por supuesto las amenazas de nuestro padre diciéndole que lo mandara a una escuela militar si no cambia su forma de ser.

No sé la razón exacta por la cual mi hermano llego a cambiar de un momento a otro, pero lo que si he tomado en cuenta en los últimos par de años es que tanto la ausencia de Eleanor y la mía, han provocado que él se sienta solitario en casa, porque aunque Maddie sea la única que tiene ese valor y derecho de poder ver seguido a nuestros padres, ella no maneja una buena conversación con Dylan, en vez de eso, ha distanciado más la su comunicación y su relación como hermanos.

Cuando aún vivía con mis padres, yo era el primer motivo para que Dylan fuera un niño sonriente, divertido y respetuoso, siempre él me apoyo a seguir con mi sueño de artista así como Eleanor, pero cuando mi padre me quito el derecho de volver a casa después que se enteró que había firmado mi primer contrato con una disquera americana, las cosas en casa cambiaron, tanto para la familia como las reglas que empezó a poner, y por un lado, siento que yo he sido el detonante y el culpable de la razón por la que papá, haya tomado a Dylan como su rehén y última alternativa para no tomar los mismos pasos que yo o como una vida igual que Eleanor.

—He llevado muy bien las cosas últimamente —hace una mueca.

— ¿Qué te dijo papá? —necesitaba saber todo y con detalles.

—Lo que esperábamos, Andrew. No quiero repetir las palabras porque, aun todo es reciente y... No lo he asimilado bien —observo cómo sus ojos empiezan a cristalizarse.

Me quedo callado un par de minutos mientras intento no maldecir e intentar llamar a mis padres para que lleguen a saber el daño emocional que le han causado a mi hermano; no es nuevo para mí descubrir esta parte frágil de Dylan cuando muchas veces mostro una armadura de hierro para que nadie descubriera su propio ser. Mi hermano menor no es de las personas que se rinden fácilmente a la primera vez, pero tampoco es de aquellos que pueden tolerar ver cómo le hacen daño, a pesar que Dylan siente ser fuerte, a veces lo considero como una persona sensible y fácil de manipular, lo digo por todas las experiencias que observé de él cuando solo era un niño y ahora en esta etapa, que después de cuatro años antes descubrió que no le atraían las mujeres sino que los hombres, ambos sabíamos que las cosas en casa, se complicarían más.

Ninguno estaba preparado para este momento, muchas veces planeamos junto con Eleanor buscar la forma adecuada para que él se lo dijera cordialmente a nuestros padres, pero cuando había posibilidades de que él hablara y sentara a nuestros padres a conversar acerca de su homosexualidad, él perdía la valentía y al final, terminaba encerrándose en su habitación, pensando, llorando y enfureciéndose al imaginar todo lo que debía de pasar en frente después que ya no solo sus padres se enteraran que sería gay, sino que aun, debía de lidiar con aquellos compañeros que él mismo se ha dado cuenta que molestan a las personas homosexuales. El peor de los traumas de mi hermano, es tener que ser llevado a esa escuela militar que nuestro padre siempre se ha esforzado en hacernos crear una mala imagen de ese lugar, es ahí, en donde Dylan deja de ser él y piensa mejor en las cosas antes de sentirse cobarde a enfrentar miles de situaciones al lado de personas que buscaran la forma de quitarle esa mentalidad de que es una persona homosexual.

— ¿Quieres pasar unos días aquí? —lo anime—Es una buena temporada para ir a la playa y ver los atardeceres así como los describías de niño. —Pude ver como dejó salir una media sonrisa.

Algo que si conozco de Dylan y es una de las cosas que tenemos en común es en ver los mejores atardeceres del mundo, creo que es algo que siempre hemos llegado a hacer desde que él solo tenía unos cuatro años, después de todo, recuerdo que exactamente a las cuatro de la tarde subíamos al techo de la casa de nuestros padres, nos quedábamos en una zona en donde perfectamente podíamos tener una mejor vista del sol y en el momento exacto en que veíamos como el atardecer aparecía, siempre cantábamos una canción que ambos habíamos creado, algo que solo era para nosotros dos. Ahora que ambos hemos crecido y hemos estado separados durante ya diez años, hemos cambiado el panorama de las actividades que hacíamos como hermanos, en donde hoy es normal que siempre que se encuentre de vacaciones, compré varios boletos aéreos para viajar y así pasar un momento entre hermanos.

—Ibiza sigue como primer lugar del mejor atardecer que he llegado a ver. —Dejé ir un carraspeo por la razón real. —Bien... Quizás me haya entretenido en ver... Ciertos modelos muy guapos —Reí.

—Pensaba que en tus próximas vacaciones vayamos a Croacia —mencioné.

— ¿Algún atardecer en vista? —Asentí.

—He escuchado que Zadar es una buena opción para ver un magnifico atardecer —sugerí.

—Eleanor quiere ir a Boracay, ya sabes... Por las playas de Filipinas —lo pensé.

—Creo que podemos ver también un excelente atardecer, es una gran idea —chasqueé los dedos.

—Le he propuesto mejor la Bahía Maya en Tailandia —propuso.

—Bueno, donde sea, creo que es una gran opción —encogí los hombros.

Seguimos comentando un poco acerca de cosas tanto de él como mías, por un lado quería saber más sobre lo que últimamente ha hecho Dylan pero siempre él termina por ganarme en hacerme preguntas y pronto a seguir hablando del mismo tema que trae la pregunta, realmente me he tenido que acostumbrar a tener que ver como él evade un poco su vida privada, mayormente nuestras conversaciones tratan más de música, familia, escuela, viajes, entre otros, de ahí, las cosas no cambian, quizás sea porque por un lado, cualquier adolescente odia que su familia pueda entrometerse en su vida pero por otro, me hace extraño que mi hermano ya no comparta ciertas cosas de su vida conmigo, lo digo, porque siempre ha sido muy unido a mí hasta que él cambio y poco después yo mismo descubrí de su homosexualidad en donde él al principio me lo negaba pero luego al ver que no lo juzgaba, termino por aceptarlo y vivir una vida oculta.

— ¡Hola tío! —observé como Arlene apareció de repente en la cámara.

Arlene, mi única sobrina e hija de mi hermana Eleanor, la niña consentida entre ella, mi madre, Dylan y yo; puedo ver como la pequeña lleva un traje de manzana verde, su cabello lacio cae aun lado de sus hombros y casi puedo decir que ha crecido unos centímetros más; puedo decir que ella es el vivo reflejo de mi hermana, aunque en ocasiones Eleanor me mencione que ella tiene muchas cosas de mí que casi puede decir que en vez de ser mi sobrina parece nuestra hermana o como si ella en vez de ser su hija, es mi hija; sinceramente Arlene llegó sorpresivamente a la vida de todos, nadie ni siquiera mi madre se había enterado del embarazo de mi hermana y de un día para otro, todos nos dimos cuenta cuando Eleanor apareció en casa con una enorme barriga mencionando que en dos meses iba a tener su primer bebé.

Fue un gran shock para la familia, pero creo que a quien más le afecto fue a mi padre, porque a pesar que Maddie sea la hija honorable para él, Eleanor era la más consentida para él y saber que de pronto quedó embarazada, sin saber quién era el padre de la bebé que estaba esperando, para mi padre fue un gran decepción y no solo por haberle dado siempre todo a ella, más que a nuestra hermana mayor, sino que también podía ser la burla entre sus antiguos amigos, quienes se enterarían luego de la llegada de una bebé nacida fuera del matrimonio y una hija, que dejaría su carrera universitaria y sueños a un lado para criar a una niña.

Aun así, Arlene es la niña más dulce y carismática de la familia, aun no puedo entender como mi padre no puede aceptarla como su nieta, sé que la quiere pero no la adora como debería hacer un abuelo con su nieta; pero ante ese tipo de cosas, no puedo llegar a entrometerme, son situaciones en las que Eleanor nos ha mencionado a Dylan, mamá y a mí que no debemos de esforzarnos para que papá termine por amar a Arlene, simplemente ella ha dejado saber que cuando nuestro padre abra los ojos y su corazón, su nieta posiblemente aun siga dispuesta a darle todo ese cariño que no siempre puede demostrarle cuando está cerca de él.

—Hola princesa, ¿qué haces con un disfraz de manzana? —le preguntó.

—Dentro de unas semanas habrá una show en la escuela, ¿vendrás? —hace ojitos de perrito.

—Si princesa, estaré sin falta —doy gracias que estoy en vacaciones y no hay nada que me impida a ir a donde quiera... Bueno, solo las tareas de Olly.

—Sí —puedo ver que saltó de la alegría —, será un baile de frutas, no tengo idea de porqué pero esta divertido —rió la pequeña.

— ¿Practicas mucho? —asintió.

—Todos los días, tío Dylan copio la música en un disco y ahora, puedo bailar con más libertad en casa —sonrío.

—Que bien. Serás la mejor bailarina y estoy seguro que te robaras el show —le digo con seguridad.

— ¿Lo crees? —se le iluminan sus ojitos.

—No lo creo, sé que sucederá —le guiñó el ojo.

Ahora que Arlene se ha integrado también en la videollamada es difícil tener que escuchar dos personas en una cuando en ocasiones Dylan y ella hablan al mismo tiempo, sinceramente, tener una conversación a menudo con ellos me hace sentir en casa, quizás no pueda visitarlos de forma seguida pero por lo menos, puedo mantener ese contacto con ellos, así como poder reunirme en aquellos eventos que para ellos son importantes, ya que cosas que sean de Dylan y Arlene, sin lugar a dudas, es lo que menos me llegaría a perder.

Una hora y media después el Smart Watch vuelve a sonar mencionando que tengo clases de yoga en un gimnasio que se encuentra a unos metros de donde vivo, así que despidiéndome de mi hermano y de mi sobrina, corto la videollamada, desconecto la cámara y apago la laptop para pronto arreglarme e ir a mi nuevo destino.

(...)

— ¿Aun aquí? —miro a Kyle viendo un partido de futbol europeo en la televisión.

—Mi madre iba a llegar en la tarde a la casa, le dije que estaría fuera de casa todo el día y no regresaría, pero sé que ella se quedará esperando hasta que aparezca —dijo sin quitar los ojos de televisión.

— ¿Te volverás a quedar aquí? —suspiró.

—No creo, mi madre te tomara como primera opción en buscarte aquí cuando vea que no llegue a casa —dijo levantándose del sofá.

Me quedo callado al no poder encontrar una razón de poder hacer que huya sin que su madre lo encuentre, pero estoy seguro que entre Chase y yo, somos los primeros candidatos para que la señora Hazard se presente a primeras horas de la noche en la puerta de nuestras casas.

—Cambiando de tema, ¿quién era la chica que ayer te le quedaste mirando como un tonto? —Kyle movió de forma picara las cejas.

—Nadie... —camine en dirección de la cocina en donde pronto me encontré con Olly.

—No me mientas, Andrew. Tú no miras a cualquier mujer de esa forma —me señalo Kyle.

— ¿Qué mujer? —preguntó Olly.

—Una que ayer comenzó a salir con un grupo de chicas detrás de nosotros, no sé si serían fans de nosotros o personas que ya iban de salida —siguió contando Kyle.

—No me fije, pero esto me interesa —asesiné con la mirada a Olly.

No puedo creer que Kyle se haya fijado en el momento en que mire a Ángela, creí que él se había quedado entretenido en buscar el auto, en vez de estarme mirando, por ahora no quiero tener ilusiones de presentarle a mi amigo y a mi primo, a Ángela, por lo menos quiero que la amistad que tenemos entre ambos crezca y cuando se dé la oportunidad, decirle la verdad a ella sobre quien soy y así ver si me acepta como humano o como cantante.

—No estaba mirando a nadie —negué como segunda vez.

—Mírame a los ojos y dime que tu mirada estaba fija en otra cosa —miré a Kyle.

Nos restamos con la mirada un par de segundos hasta que no entendí como las comisuras de mis labios empezaron a hacerme cosquillas, evite tener que reírme pero de un segundo a otro, quite la mirada y cubrí mi boca con mi mano para no hacerle ver a Kyle que él ha sido quien ha ganado.

— ¡Lo ves! Habla Andrew Förstner —me acuso Kyle.

—Con que una chica, eh —sonrió Olly.

—No abriré mi boca, es lo único que diré —abrí la nevera y saque un jugo de naranja con zanahoria. —Así que, me iré a descansar un rato a mi habitación antes que el reloj me indique mi nueva tarea. —Pase al lado de los dos sin darles alguna respuesta.

—No podrás quedarte callado para siempre Förstner. —Gritó Kyle.

—Cállate Hazard —le devolví el grito.

Es posible que durante los siguientes días Kyle me esté molestando con lo mismo, así que tendré que buscar métodos evasivos para que él no termine por darse cuenta sobre Ángela, es tener por seguro que Kyle será el primero en revelar mi identidad y también es posible que la busque a ella y termine por entrometerse en asuntos que quiero que vayan con calma con ella.

(...)

—Eso es mentira, tú no puedes haber estado en el festival de Tomorrowland —se negaba a creerme.

—No te miento, estuve en primera fila —intentaba que me creyera.

—Pero es difícil estar en esas áreas, para ello tuvieses que haberle vendido el alma al diablo —río al escuchar su voz dramática.

—No lo creas, me gane mi lugar —rodó los ojos.

—Bueno, siendo un ladrón se te hizo fácil porque quizás atacaste un banco y robaste millones de dólares para haber estado ahí —se predispuso a decirme ladrón de nuevo.

—Si fuera ladrón no me hubiera hecho falta ganarme ese lugar en Tomorrowland, simplemente quizás se me hubiera hecho más fácil extorsionar al que hizo el evento —le comente.

—Veo que subestimas demasiado tu poder de ladrón —encojo mis hombros.

—Puedo ser bueno en muchas cosas —ella termina por sonreír.

Llevamos posiblemente de dos horas y media a tres hablando en la cafetería sobre diferentes asuntos, no tengo idea de cómo nos pasamos acerca de cómo nos fue en este día para terminar hablando sobre los festivales que hemos llegado a ir, eso sin decir que me dio pena escuchar que ella apenas ha podido estar dentro de algunas fiestas universitarias y ni siquiera pudo ir al Coachella por su trabajo y tener que estar pendiente del caso que está llevando en una de sus materias de la universidad.

—Hemos estado durante tres horas sentados hablando tristemente de mis pocas experiencias en festivales que he ido en mi vida —comentó con burla.

—Tu preguntaste, recuérdalo —la acuse para que se diera cuenta que ella empezó.

—Sabes, es entretenido hablar con alguien que ha tenido muchas experiencias en estas cosas —hice una mueca.

Bueno, mi vida de famoso me ha llegado a proveer ciertos lujos que ni siquiera hace unos años me hubiera imaginado que sería capaz de poder tenerlos, pero aunque la mayor parte de ellos he disfrutado demasiado para tener buenos recuerdos, no quiera decir que todo ha sido color de rosa para mí.

—Algún día te puedo invitar a uno —le comente.

— ¿Robarías un banco por mí solo para llevarme a un festival? —puso su mano sobre su pecho.

—Tengo seleccionado un banco, solo estoy planeando como atacarlo —hice un gesto como si estuviera pensando ciertamente en la idea de robar a un banco.

—Espero que aún no hayas visto Casa de Papel, sino estoy segura que con esa misma idea irás pronto —enarqué la ceja.

— ¿Casa de Papel? —Asintió.

—Serie de Netflix, te la recomiendo —intenté acordarme de ella.

El sonido del reloj en mi mano nos interrumpió la conversación, haciendo que observara que la actividad que tengo ahora mismo sea aprender a cocinar, eso hizo que mirara al cielo y pronto me preguntara las razones porque Olly me eligió unas tareas extrañamente raras para pasar mis vacaciones como también para que me mantengan entretenido en casa, así que teniendo que levantarme sin ganas de la silla y dejar esta vez a Ángela, empiezo a despedirme de ella antes que Olly sea quien me llamé y pronto tenga que discutir con él.

—Lo siento, pero el deber como ladrón me llama —ella fue la siguiente en levantarse.

—Bueno, ya que todo lo haces en cubierto como James Bond, es mejor que te deje ir —asentí.

—Nos vemos mañana, Ángela —me despedí con la mano.

—Adiós, ladrón —me guiñó el ojo.

Fui el primer en caminar escaleras abajo para buscar mi auto y así irme a mi casa, esta vez, la cuenta la habíamos llegado a pagar antes así que podía irme con más libertad y sin retrasos a mi hogar con seguridad, apenas entro en mi vehículo y comencé a manejar cuando a lo lejos observé como un agente policial me hacia una señal para que me detuviera, así que teniendo que respetar la ley americana, me detuve en la acera de la calle mientras observaba como varios auto pasaban a mi lado y otros eran detenidos.

—Buenas noches, señor —me saludo el oficial.

—Buenas noches. —Respondí.

—Sus documentos. —Asentí al buscar mi billetera y tener que entregarle la licencia de conducir más la tarjeta de circulación del auto al policía.

Empecé a buscarla entre mis pantalones la billetera pero no la encontré, así que me tuve que quitar el cinturón de seguridad para seguir registrándome entre los bolsillos de mi pantalón, si encontraba algún rastro de mi billetera pero al no encontrarla, empecé a preocuparme tanto que no sé si el rostro del oficial fue el que más hizo que tuviera miedo o sería la multa con la cual me llevaré el primer susto de mi vida.

—He perdido la billetera —musité.

—Lo lamento señor, tendrá que bajarse del auto y venir conmigo —mencionó serio.

Oh Dios. Lo siento Olly, pero esta vez, tendrás que esperar la cena.

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Continuará...

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