extra 5

Sus cuerpos desnudos bajo las sábanas delgadas, se abrazan todavía más al sentir la brisa fresca entrado a su casa de campaña, sobre ese mirador. Fue ahí dónde pasaron toda la noche disfrutando de su amor, no quisieron ir a nigún otro lado.

No obstante, faltaba unos cuantos minutos para las 7:30 a.m. tenían que levantarse aunque no lo quisieran, tenía que ir a otro lugar mucho más importante.

—Mmm—Murmuró un somnoliento, Alden. Abriendo sus ojos con pereza, a noche fue tan emocionante y cansando, todo su cuerpo sigue sintiéndose sensible, ultrajado.

No es para menos, estuvieron haciendo el amor una y otra vez hasta que dieron las dos de la mañana. Ni ellos mismos podría creer lo intenso que había sido sus muestras de amor.

—Solo mírenlo, su expresión es tan reluciente.—Queria darle un manotazo en la cara.—Se ve así, luego de tomar todas mis energías.

Una sonrisa dulce se encuentra plasmada en esos ojos color miel, acariciando el rostro somnoliento de Donovan. Alden se encuentra tán feliz de poder despertar junto a su amado novio, es algo tán grato para todo su ser. Queriendo despertar siempre así, de juntitos. Todas las mañanas.

Pero, esos no es lo único por lo que el alfa se encuentra así de feliz. Su felicidad se debe a lo que fue confesado la noche anterior, mientras se decían al oído cuánto se amaban.

Donovan le confesó que está recordando poco a poco de como se conocieron la primera vez, también le confesó que la mordida en su cuello, fue dejado por los firmes y blancos dientes de Alden. Unos día antes del accidente.

Alden no podía creerlo, ahora entendía del porque anteriormente el alfa de ojos azules, no le mostraba el cuello por completo.

Hasta el momento, Donovan trataba de no dejar que su alfa, en ningún momento viera su cuello. Ya que no sabía cómo explicarle ese acontecimiento tan antinatural, sin embargo, sus preocupaciones fueron completamente en bano. Arrepentido no confesar eso mucho antes.

Alden al enterarse que él, logró dejar su marca en su alfa, enloqueció de alegría. Ser alfas no fue un impedimento para hacer algo como eso, por lo tanto. Alden le suplicó al de ojos azules, que lo marcará mientras hacían el sin respeto por quinta vez la noche de ayer.

Aunque, también estaba preocupado y ansioso ya que, Donovan está recordando el pasado, preocupado de que lo vea feo tras enterarse de que en su momento estuvo enamorado de alguien más. Sin embargo, está pensado demasiado en eso, Donovan no lo vería feo y mucho memos raro.

—¿Despierto?—Froto delicadamente sus somnolientos ojos, enfocado su mirada ese alfa que lo a estado viendo dormir desde hace un buen rato.

No hay nada más placentero que despertar así, entre sus cálidos brazos y nuestros muslos enredados. Dándonos calor.

Valió la pena esperar tanto tiempo y así poder encontrar la persona que será mi compañero de vida, es tan sensacional. Uno enamorado se vuelve un tanto tonto, ahora puedo entender a Karl, como ese hombre frío se vuelve un hielo derretido al solo ver a su esposa, mi hermano menor, Mael.

—No, sigo dormido.—Rueda sus ojos.—Duermo con los ojos abiertos.

Aún cuando no se alabado la cara, sigue viéndose tán malditamente bien, caliente. En esos ojos azules ni siquiera tiene una lagaña, es algo injusto que parezca un príncipe de cuentos de hadas.

—Seguirás viéndote hermoso, así durmieras de esa forma.—Sonrió todo tonto.—A penas puedo abrir mis ojos por tanta belleza deslumbrante que irradias tú, y tu alrededor.

Besa gentilmente y my apasionadamente el cuello de Alden, lamiendo de vez en cuando las mordidas en ese pálida piel. 

—Mmng~

Sus besos y caricias fueron bajado gradualmente por todo mi cuerpo que yacía desnudo, erizado por los roces de sus dedos desde mis rodillas hasta llegar a mis muslos, escabullidendose enmedio queriendo encontrar ese suave y pequeño lugar, que sigue contrayendosé cada vez más.

Si seguían así, de cariñosos a plena luz del día, sus cuerpos se calentarian al punto en que tendría que bajar ese fuego, a base de caricias y sus cuerpos unidos una vez más.

—Quita tus manos traviesas de mi cuerpo.—Eso fue peligroso, casi me dejó llevar por la estimulación, emoción.

Fuera bueno hacerlo una vez más a esta hora, sin embargo, si eso llegará a suceder. No mediremos el tiempo y lo terminaríamos haciendo hasta a la anochecer. Tampoco estoy encontra de eso, pero tenemos que ir a ese lugar importante, no podemos perde más tiempo.

Entré más rápido vayan hablar con los padres de Alden, más rápido podrán disfrutar su relación, sin esconderse de absolutamente nadie.

—Vestirte.

Alden busco entre las ropas esparcidas por todo el lugar, la suya. Tenía que volver a ponerse esa ropa para poder ir a la habitación y bañarse allí. No tenían planeados ir oliendo a fluidos corporales, sería incómodo y desagradable en la reunión con sus suegros.

—¿Lo hacemos una vez más en la ducha?—Preguntó con sus ojitos de corderito bebé.

El alfa rubio retiró rápidamente su mirada de esos ojos azules, no podía y tampoco debía ser débil ante esa mirada de su amado alfa.

—¿Cariño?

—C-Cariño.

En cuestión de segundos el enrojecido rostro de Alden, humeo como si de una pipa de vapor se tratará. Donovan, él solo sonrió pícaro al ver tan hermosa expresión en su alfa.

Usado eso a su favor, tras decirle cariño un par de veces, Alden aceptó hacerlo una vez más en la ducha. Sin embargo, esa vez se convirtió en cuatro veces.

Donovan salió de esa ducha todavía más brillante y Alden todo desinflando, por poco le succionan hasta el alma al pobre. A penas logró sostener el tenedor mientras desayunaban antes de retomar su camino e ir a la mansión de Alden, junto a sus padres.

—No te desanimes.—Abrocha el cinturón de su alfa.—Volveremos una vez más.—Besa la frente de Alden.

Tal vez nos quedamos permanente en este lugar, solo que se lo diré cuando logré comprar una propiedad en esta colina verde, será pacífico y magnífico el vivir en este lugar.

—Solo espera y verás.—Enciende el auto.—¿Sí?—Se puso en marcha.

—Creo en ti.—Deja caer su cabeza en el hombro de Donovan.—Se que volveremos más pronto de lo que podamos e imaginar.—Sonríe.

Solo ruego que mis padres sigan siendo compresivos al enterarse de mi relación con Donovan, que no me vean con desagradó o desprecio por elegir un alfa masculino a quién amar.

Entré más nos vamos a cercado a nuestro destino, más nervioso me estoy poniendo, nunca había sentido que el trascurso de un viaje a casa sería tan cortó como lo es ahora.

¿No entendiendo por qué en cosas como está el tiempo suele pasar tan rápido? Y, en situaciones peligrosas o lamentables suele correr tan lento como si estuvieramos en camara lenta, así me sentí en ese instante en cuando Donovan, tuve el accidente. El tiempo era demasiado lento.

Esa persona pago con crece el haberse prestado para eso, pago dolorosamente el aceptar ese pedido de lastimar a mi Donovan, solo por unos cuantos dólares.

—Todo estará bien.

—No estoy del todo seguro.—Baja su mirada.—Mis padres pueden llegar hacer impredecibles a veces, ¿sí dicen que ya no tienen un hijo como yo?...¿Puede pasar eso y mucho mas?

Mis manos no podían parar de temblar, el nerviosismo de lo que haría y diría acontinuación definiría por completo mi relación con mis padres, mi amada familia.

Tengo temor de ver sus caras todavía más decepcionadas de lo que uno día los decepcione. Sin embargo, tengo que se valiente y hacerles saber que es a este hombre, de bellos ojos azules, es a quién elegí como mi pareja de vida.

—Nada de eso pasará.—Entrelaza su mano con la de Alden.—Estoy cien por ciento seguro que tus padres nos darán su bendición.—Besa esa mano que sostiene con cariño y mucho amor.

—¿Cómo estás tan seguro?

Creo en su positivismo, pero es e inevitable el no seguir con ese temor a que sea todo lo contrario y me terminen corriendo mucho antes de explicarles todo, del porque estoy enamorado de Donovan. De que entiendan cuando lo amo, no por ser un alfa, sino qué por ser simplemente él.

—Es una corazonada.—Sonríe.—Mis corazonadas siempre aciertan.

No trababa de calmar los nervios de Alden, en verdad tenía una corazonada con respecto a ésto, es por eso que le sugería la noche de ayer, que hoy sería el día en que hablaríamos con mis suegros.

No podías retrasar más tiempo está importante conversación, tampoco quería seguir viendo la inquietud y preocupación en mi hermoso alfa.

—Vamos, amor.—Donovan abrió la puerta del auto.—No estés nervioso.—Vuelven a entrelazar sus manos.—Todo estará bien.—Repite una vez más.—Confiemos en nosotros, ¿sí?

—Sí.—Suspire un par de veces antes de dar un paso al interior de mi hogar.

El mayordomo se sorprendió al verme y sobre todo al ver a Donovan. Sus ojos casi salen de sus cuencas al ver que nuestras manos se encuentra más juntas que nunca. Entendió rápidamente que, Donovan y yo no tenemos una simple amistad.

Si él reaccionó de esa manera, ¿cómo reaccionarán mis padres? ¿Se terminarán desmayado? Es más probable que mamá, sea quién terminé desmayado. O, ¿padre?

—¿Dónde están mis padres?

—Ellos dos se encuentra en la sala.—Informó.—Felicidades.—Sonrío ampliamente y muy sinceró.

—...Gracias.

Alden sintió bonito que alguien como el mayordomo, que considera su familia. Le haya dado sus más sinceras felicitaciones, eso le dio más seguridad en simismo para hablar con sus padres.

—Alden...¿Joven maestro Dolw?

Zoel, la mamá de Alden, se desconcertó y se sorprendió al momento en que sus ojos vieron a Donovan, tan cerca de su hijo.

—¿Se puede saber que lo trae por aquí, Joven Dolw?...¿Uh?

Mauro frunció el ceño al ver la preciosa mano de su único y amado hijo, ser sostenida descaradamente por Donovan. Ese no le gustó para nada.

—¿Alden Laínez?

Alden se tensó al escuchar a su padre, llamándole con todo y apellido. Eso solo pasaba cuando él, se encuentra verdaderamente molesto o algo no le gusta.

—Papá...—Mira fijamente esos ojos sin una pizca de emoción.—Yo...

No quería poner pausas en mi confesión, sin embargo, mantener contacto visual con mi padre, me genera tartamudeo al momento de hablar.

—Me gusta su hijo.—Confesó Donovan, con seguridad y sin signos nerviosismo.

—¡¿Qué?!

Ambos padres se desconcertaron todavía más, estuvieron a segundos de dejar caer sus tazas de té, al piso por esa gran confesión.

—Me gusta su hijo.—Abraza con protección a Alden.—Estoy perdidamente enamorado de él, desde hace mucho tiempo.—Sigue viendo fijamente esos ojos verdes de Mauro.—Estoy aquí porqué quiero obtener su bendición, en un futuro no muy lejano quiero casarme con él.

Alden se estremecio y su corazón latió fuertemente, en nigún momento había hablado sobre casarse, sin embargo escuchar eso fue grandioso.

—¿De que demonios estás hablando?—Mauro golpeó la mesa.—¡¿Desde cuándo mantienes una relación con un alfa, Alden?!

—Papá, yo...

—¡Habla bien maldición...!

—Podra ser su padre, pero no permito que le grite. Bajarle a su tono de voz, suegro.—Mucho antes darse cuenta había hablado con su voz dominate.

—¿Suegro?

El entrecejo de Mauro se frunció horriblemente y su rostro se distorsiono a tal punto que daba miedo verlo, todo por escuchar ese "suegro."

—Esposo, si sigues así tu presión subiera.—Advierte.

Zoel retomó su compostura y semblante tras entender la situación frente a sus ojos, que su hijo les estaba presentado a su pareja.

—¿Es tu novio?—Pregunte.

¿Debería enojarme? ¿Regañarle por estar con un alfa? No, no podría hacer algo como eso. Es mi único hijo, mi pequeño, y también es la primera vez que trae alguien y lo presenta como su pareja.

—Sí, es mi novio.—Apreta con fuerza la mano de Donovan.—Quiero estár con él.—Mira a su padre.—¿Puedes darme tu apoyó, papá? ¿Mamá?

—¿Qué pasa si no acepto está relación?—Mauro ve a Donovan.—¿Que harás si no bendigo su relación? ¿Si envío lejos de a ti a Alden?

—¡Papá!

Alden se asustó al ver cómo Donovan es rodeado por varias personas de trajes negros y lentes oscuros, al mismo tiempo que él, fue apartado de los brazos del alfa ojos azules.

—¡Mamá, ¿dile que se detenga?!

Trata de liberarse de las personas a su alrededor, sin embargo por más que le pide ayuda a su madre, Zoel hace ruidos sordos.

—No pongas esas expresión .—Ve con cariño a Alden.—No me gusta y nunca me gustará verte así de temeroso.—No muestra ni una pizca de miedo.—Todo va estár bien.—Vuelve asegurar.

No sé por completo el transfondo familiar de la familia Laínez, y tampoco iba a ponerme a investigar a las personas queridas de Alden. Sin embargo, yo no soy presa fácil.

—Suegro, si estoy aquí es por qué Alden en serio quiere su bendición y la su madre. Si por mi fuera, ya me lo hubiera llevado muy lejos de aquí.—Sonríe.—Desde el momento en que correspondió mis sentimientos, deseé llevarlo lejos a un lugar donde solo existiera él y yo, solos.

¿Se atreve a reírse así de descarado? ¿Quién se creé que es este mocoso para actuar tan seguro de si y sin una pizca de cobardía? No me gusta esa mirada altanera, ¿dónde está el respeto por sus suegros?

—Si no aceptan muestra relación, no quedará de otra. Me llevaré a mi alfa de aquí, quieran o no.—Declaró.

—¡¿Nos estás amenazando?!—Exclama al unísono ambos padres, enfurecidos.

—¡Admiro tu valor!—Sonrío fríamente.—¿Qué te hace creer que podrás llevarte a mi hijo?—Preguntó Mauro, con ese color verde oscurecido.—Tal vez ocurra un accidente y salgas en una caja de este lugar.

—¿Qué le hace creer a usted que todas estas personas van a poder detenerme?—Responde con otra pregunta.—El que salga en una caja puede ser otra persona.—Sonríe, pero no era una sonrisa.

De sus miradas salían llamas enfurecidas, ninguno de los dos se veía con buenos ojos. Alden creía que en cualquier momento terminarían por elegir los golpes.

—Soy Donovan Dolw, al igual que usted, mi familia no es tan simple como aparenta en el exterior. Bajo la mesa se encuentra algo más profundo.—Lleva su mirada a su reloj inteligente.—Puede echarle un vistazo a los alrededores de allá afuera.—Muestra la pantalla.

Todo el lugar se encuentra rodeado, sin dejar al descubierto sus posiciones. Donovan iba con toda las intenciones de llevarse a Alden, sino lograba obtener el permiso o bendición de los señores Laínez.

—Jajajajaja.

La sonrisa de Mauro hizo eco en toda la sala, provocado más nerviosismo en Alden, quién pensaba que lo peor estaba por comenzar. Sin embargo, lo que vino a continuación lo dejo desconectado de su alrededor.

—En serio me gusta.—Puso su mano en el hombro de Donovan.—¿Esposa, él no te recuerda a alguien?—Palmea el hombro del alfa más joven.

—Sí, es tán energético, desvergonzado y desafiante cómo tú, de joven. Esposo—Niega con la cabeza.—Recuerdo que hiciste algo como eso...

Mejor dicho me rapto tres día después de verme ido de su lado, en parte fue planeado por mi. Quería ver cómo tiraba ese orgullo de alfa, verlo perdido, porque si lo hubiera querido, Mauro nunca me hubiese encontrado.

—¿Papá, mamá?—No entendía nada.

—¿Soy buen actor, verdad?—Sonríe.

¿Quién demonios es este hombre? ¿Dónde está mi padre malhumorado? ¿Molesto porque su hijo está de novio con un alfa?

—Alden, ¿crees qué no sabíamos de tu relación con él?—Alza sus cejas.

—¿Por qué crees que te seguíamos insistiendo con respecto a las citas a ciegas?—Cuestiono Zoel—.Era para que nos dijeras que estabas saliendo con él.

—¿Cómo es qué...?

—¿Lo sabíamos?—Terminaron la pregunta de Alden.—Somos tus padres, nos ofendes con tu pregunta.

—Entonces, ¿están de acuerdo?

—Alden.—Zoel sostiene en sus manos el rostro de su hijo.—Tu felicidad estará siempre primero, y nunca te habíamos visto tan feliz como lo eres ahora.

Alden soltó un gran suspiro, aliviado. De sus hombros se había desligado de una inmensa carga de nerviosismo y preocupaciones.

—Te lo dije.—Bese la frente de mi amado.—Todo iba a salir bien.

Alden solo asintió con una gran sonrisa. Como un niño pequeño terminó por lanzarse sobre los brazos de sus padres. Diciéndoles cuan agradecido está de ser su hijo. Jalando a Donovan, también tenía que unirse al abrazo familiar, como parte de su familia.




Fin.🥺🤧 Aquí terminan los extras de estos dos, ahora solo quedan los de Claudio y Camilo. Esos extras van a empezar cuándo Camilo estába enfermó, y Claudio fue a cuidar de él.

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