Romina y Damián se aman tanto que es imposible dar un número preciso de cálculo, y en retrospectiva nunca se cuantifica el amor. El corazón, es difícil de explicar cómo funciona, pero lo que ellos saben es que un abrazo es una forma para solucionar cualquier problema, sin embargo eso no fue así, durante los primeros meses que se dieron una oportunidad en su relación.

Los desacuerdos existen dentro del núcleo, en algunas ocasiones y no es para menos, pues la diferencia de personalidades es muy marcadas.

Ella, decidida e imperiosa y él calmado y razonador.

Pero ambos conocen que cuando es hora de dormir soñaran juntos un futuro mejor.

Después de todo tienen siete años de casados y dos hijos.

Cassandra y Alejandro dos adorables mellizos.

[...]

- Cariño, ¿cómo te fue hoy?

- Me fue bien en el trabajo, ¿y a ti?

- Genial, los niños y yo hicimos galletas y un pay ¿quieres?

- Claro, me encantaría, fue un día muy cansado en el despacho

Damian sirvió las galletas que hizo, en compañía de los niños y una rebanada de pay a su esposa, ya que él queda en casa por razones de que no tiene un empleo fijo.
Mientras que Romina trabaja en el despacho jurídico desde su juventud.

Charlan juntos, cada noche platicando de su día, ríen de sus anécdotas y conocen que la noche es su hora más preciada.

- Buenas noches, amor -

- Buenas noches, cariño descansa -

Me siento muy feliz con este relato y espero que cada lector se sienta igual.

Los ama.
Lady-Xo.

Publicado 21/04/2022