Salimos hacia la cancha y poco después llega Jackson.

Nam y él tienen una pequeña charla, organizando los entrenamientos y el plan de equipo, luego empezamos.

Hacemos físico, para quemar todo lo que nos comimos en las fiestas y sí que sudamos a morir. Jackson, nunca abusa de nosotros, no como Mike, el otro entrenador, porque Jackson también juega con el equipo si hace falta y entrena lo mismo que nosotros, así que sabe de sobra cuando hay que parar. Se pone en nuestro pellejo y después de unos cuantos ejercicios de carrera y salto por fin empezamos a tocar balón, que obviamente es lo que más me gusta. Hacemos varias sesiones, sobretodo de triples y tiro libre y cerramos, finalmente, con un mini de diez minutos.

Al terminar, Jackson, me comenta algunas cosas y enseña algún ejercicio y técnica nueva, para mejorar aún más mi tiro, mientras Nam guarda el equipo. No es por presumir, pero soy buen tirador, tanto de triples como de tiros libres, pero me pide que practique un poco más con Nam, quizá unos quince minutos extra, antes de poder irme a casa.

Me fijo que Nam está en la cancha haciendo unos triples, y me uno a él, pero antes de eso, Jackson me da un abrazo y se despide de Nam. Me dice que debe irse, porque tiene que ver a alguien en las canchas de futbol y sale del polideportivo.

Al final estuvimos casi media hora lanzando, y jugando uno contra uno, en una sola canasta, donde aprovechamos en toquetearnos por todos lados, dejando a Nam jugar al ataque mientras yo hacía de defensor, así podía aprovechar mucho más para tocar su cuerpo mientras movía mis manos intentando robarle el balón, y a él no le disgustaba para nada, es más, disfrutaba cuando mi mano rozaba su culo o sus muslos... incluso su nada pequeño paquete, y eso le robaba gemidos.

Anoté desde la línea de 7 metros... y pegué un grito de victoria, hacia Nam.

—Un triple en la cara del capi... ¿Qué te parece?

—Cállate pequeño —me dice, y salta hacia mí, chocando su hombro contra el mío.
—Clarooo, no te discuto eso, soy el más peque, pero te acabo de meter un triple desde 8 metros, querido.

—No negaré que tienes madera de tirador, pequeño Jinnie, siempre te lo he reconocido.

—Bueno, aun me falta igualarme al mejor —Le digo, guiñándole el ojo y reconociendo, que, aunque había mejorado, él, era claramente mejor que yo.

—Ni que jugaras mal, mi amor. Cuando yo estaba en primero no jugaba nada, hay un salto muy grande de las ligas de instituto a estas y mira, tú, ya juegas de titular desde que entraste a la uni. Además, entrenando como entrenas, vas a llegar lejos, ya verás. —Todo eso me lo dijo, mirándome directamente a los ojos, mientras acariciaba mi cabeza con la palma de su mano y me despeinaba.

—Ey mi pelo, Nam...

—Te lo lavarás ¿verdad? —Le miro frunciendo el ceño— Bueno, ya vámonos Jinnie. Estoy roto... —Me dice, y es verdad, después de todo el viaje que ha hecho, aún ha entrenado y jugado.

» Se quita la camiseta, mientras dejamos la cancha, y la usa para secarse el sudor de la cara. Su pecho desnudo, perlado por el sudor brilla y yo me quedo paralizado ante tal obra perfecta de la naturaleza. Su pecho ligeramente fibroso destaca, sus pectorales brillan por la humedad. Lo mismo podía decir de sus abdominales, sin ser algo exagerado se le nota la tableta y puedo ver como un par de gotas de sudor ruedan por ella hasta sucumbir en la delgada línea de vello que desciende desde su ombligo y se pierde bajo el elástico de su calzoncillo donde se fusiona con el vello púbico de su polla.

—Y-yo... también estoy roto —alcanzo a decirle, antes de que se dé cuenta de que estoy babeando por él.

—Pues tomemos un baño y como nuevos. —me da una palmada en el trasero mientras caminamos hacia los vestidores.

De camino, pudimos hablar de algunas cosas, como de la mejoría de su padre y lo mucho que insistió en comprarle la camioneta, le dije porque no contesté sus llamadas y también le conté cómo, encontré el departamento, con todas nuestras cosas ahí, y arreglado perfectamente, había sido un alivio que la administración se encargara de toda la mudanza mientras estuvimos de vacaciones.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ