Capitulo 17
Kyle miró a las escaleras al oír los pasos de Elisa.
—¿Ya casi terminan?— preguntó Jack saliendo de la cocina con un sandwich.
—Pues...
Un ruido interrumpió a la chica, seguido de unos gritos;
—¡Deja de quemar mi brazo! ¡Te voy a quemar la...!
—¡¡Megan!!
A Elisa le parecía sorprendente que desde abajo se pudiera escuchar los gritos.
—Ya casi...
—Creo que arriba es un ring de boxeo —murmuró Ethan que entraba a la sala en traje y con su corbata muy bien atada.
—Empiezo a creer lo mismo— murmuró Kyle.
—¿Dónde esta Nicolas?— preguntó Tresh— Pensé que iría a la fiesta con Indie.
Jack chasqueó la lengua.
—Todos van en pareja, que aburrido...
Indie bajaba de las escaleras con Nicolas a un lado, había separado a Megan y Luna antes de que iniciaran otra pelea. Ella tenia un vestido ajustado hasta la cadera que después caía liso de color vino con una abertura, sus zapatillas eran altas de un color oro y joyería del mismo color. Tenia como peinado una cebolla ladina.
—Ya vienen...— murmuró Indie con una sonrisa.
Kyle y Tresh se pusieron en pie.
—Tienes una sonrisa boba en la cara— le murmuró Tresh—, y eso que aun no has visto a Luna.
Kyle rió divertido.
—Cállate.
—Megan tenemos que bajar — susurró Luna jalando a la chica que abrazaba la puerta.
—No, ya no quiero ir—murmuró.
—¡Megan!
—¡Diviértanse!
Luna la jaló de la cintura pero al ver que no daba resultado se quedó pensando unos segundos.
— Aquí viene el monstruo de las cosquillas. Cuchi-chuchi — dijo en un tono aniñado haciendo que Megan se soltara gritando en carcajadas.
—¡Ya basta!— río a gritos moviéndose lo suficiente como para que Luna la zafara.
Luna tomó a Megan y a Emily del brazo.
Megan se había ondulado todo el cabello, sus aretes eran largos de color oro, su vestido color beige con escote en forma de "v", su espalda estaba cubierta en encaje ajustado en su cintura para después caer en tela ajustándose un poco a su cuerpo con pedrería esparcida. Gracias a que Indie la había castigado ya no le era tan complicado caminar en tacones.
Luna, en cambio, tenia un vestido turquesa de tirante, sin escote ajustado en su cintura con un cinturón grupo lleno de pedrería color plata largo con una abertura y zapatos del mismo color. Había recogido su cabello de lado con el cabello ondulado con una fina diadema trenzada, aretes largos plateados y el mismo hermoso collar de siempre.
—Aquí vamos— murmuró Emily, cuando comenzaron a bajar las escaleras.
Kyle ensanchó la sonrisa al ver a Luna. Tresh le sonrió a Megan. Jack murmuró un "Ya era hora" entre dientes.
Megan contuvo su respiración para bajar la miraba mientras descendían de las escaleras.
—Al parecer la espera valió la pena — dijo Ethan sonriendo.
Tresh caminó hasta Megan.
—Hey— dijo, sonriendo—, te ves muy linda, no bajes la mirada.
—Gracias...—murmuró Megan— Es que yo... No estoy acostumbrada a estas cosas— confesó.
—Tranquila.
Emily respiró profundo, sentía que el corazón se le iba a salir. Se acercó a Ethan y sonrió tímidamente.
—Te ves muy bien en traje— dijo.
—Gracias, Emily— rió para tomar su mano y darle una vuelta—. Y tu luces muy guapa si me permites decirlo.
Ella esbozó una pequeña sonrisa.
—Debo decir que siempre estas hermosa— dijo Kyle, acercándose a Luna—, pero hoy estas radiante.
Tomó su mano y depositó un beso en ella mientras la chica reía.
—Gracias, y tu no eres la excepción; te ves muy apuesto— se acercó para deposita un beso en la mejilla de Kyle.
—Luna, lo manchas — murmuró Indie.
—Lo siento—se apresuró a limpiarle la marca con su pulgar.
Indie sonrió.
—¿Y tu no me dirás nada lindo, Nicolas? — preguntó.
Nicolas solo rió.
—¿Para qué te diré algo si solo me contestaras con un "ya lo sabia" o un "yo siempre"?
—Pero no estaría mal que lo hicieras.
Nicolas asintió.
—Estas preciosa, despampanante, bellísima Indie.
La chica rió y sonrió ampliamente.
—Gracias... —no lo podia evitar —Ya lo sabia, yo siempre soy así.
Nicolas negó sonriendo.
—Bueno... tantos lindos cumplidos me enfermaran. Los esperan afuera así que... largo — dijo Elisa intentando sonreír.
Kyle rió un poco por el comentario de Elisa.
—¿Señorita?— ofreció su brazo para que Luna lo tomara.
Tresh hizo lo mismo.
—La verdad, yo tampoco estoy acostumbrado a estas cosas, la prueba es que tarde media hora en anudar bien la corbata— le murmuró a Megan y rió—, solo hay que tratar de relajarnos y divertirnos ¿no crees?
—Tienes razón —Ella soltó el aire sonriendo para tomar el brazo de Tresh.
—Eso es— dijo Tresh, sonriendo y comenzando a caminar.
Jack rodó los ojos.
—Por cierto... — Luna sacó sus celular —Lucy me dijo que no me despegara de el por si ocurría alguna emergencia, ¿podrías guardarlo?
Kyle asintió.
—Claro— dijo, tomando el celular y echándoselo al bolsillo del saco—. Asegurado.— le guiñó el ojo y comenzó a andar a la salida.
Ethan se acercó a la puerta y la detuvo.
—Las señoritas primero—dijo echándose a un lado para que Emily pasara primero.
Ella no pudo ocultar una sonrisa cuando pasó al lado del chico. Jack se metió las manos a los bolsillos de manera desinteresada y también salió. Una camioneta negra les esperaba afuera. Elisa los siguió hasta a entrada, para despedirlos en el porche.
—Diviértanse mucho, no lleguen tan noche. No acepten bebidas de extraños, es mas, no beban alcohol y no hablen con extraños. Abríguense bien, todo con moderación y...
—¡Ya entendieron Elisa!— renegó Yamir mientras bajaba de las escaleras.
—Crecen tan rápido— Elisa fingió limpiar una lagrima.
—Yo conduzco — gritó Nicolas al acercarse al auto—No confío nuestras vidas a Ethan.
Kyle y Tresh se miraron entre si y se encogieron de hombros.
—Decidan ustedes— dijo Kyle.
—¡Pude conducir hasta acá!— renegó Ethan.
—Un volado— propuso Nicolas lanzando la moneda y una vez estando en el aire Luna la atrapó.
—Conduzco yo—Lucy extendió su mano para que Luna le entregara la moneda. Su vestido era de un verde esmeralda con pedrería color plata a la altura del busto y vuelo que caía como cascada— Nicolas, cariño, no pasaste tu examen de conducir en tres ocasiones— Ethan solo rió—Y tu, Ethan—continuó—, como conductor eres un gran cazador, créeme. Suban todos.
Kyle soltó una risita.
—Ya se me hacía raro que Lucy no apareciera— dijo Jack.
Tresh abrió la puerta del auto para que Megan entrara primero. Emily esbozó una sonrisa; Megan y Tresh no quedaban mal juntos.
—Somos 10, ¿Crees que todos cabremos?— preguntó Luna.
—Yo creo que no —murmuró Lucy. Sacó de su bolso unas llaves—. En la cochera esta mi auto, conduce...— miró a Ethan y a Nicolas. Ambos sonreían—. Conduce Luna.
La chica sonrió orgullosa tomando las llaves.
—¡¿En serio?! ¡¿Mi hermana?!
—Yo pasé mi examen a la primera—Luna presumió cantando mientras volvía a entrar a la casa,
—Esa es mi chica— murmuró Kyle, sonriendo.
No tardo mucho para que Luna volviera con el auto platino.
—En qué estaba pensando—murmuró Lucy —. Cuida a mi bebé.
—Bien, Indie. Vamos con la abuela—Nicolas encaminó a la chica para que subiera a la camioneta—. Tal vez nuestras vidas corran menos peligro.
Tresh se subió al lado de Megan mientras que Kyle se subió con Luna en el asiento del copiloto. Jack se encogió de hombros y se subió al auto con Lucy, en la parte del copiloto.
Emily miró a Ethan.
—¿En manos de quien vas a poner tu vida?— bromeó.
Ethan pasó una mano por su cabello.
—Pues, para nuestra desgracia decidimos demasiado tarde y con Lucy va lleno —se encogió de hombros—. Solo recemos para que Luna no choque contra un árbol, una roca, una banca o que se yo—sonrió.
—¡Puedo escucharte!— gritó Luna.
Ethan se acercó y abrió la puerta para que Emily entrara. Ella sonrió ligeramente y se subió al auto.
—Bien, estamos listos— dijo Kyle.
—De acuerdo—Luna inclinó un poco su cabeza mirando el volante y el tablero— ¿Cómo se prendía esto?—Ethan entre cerró sus ojos suspirando—¡Solo bromeo! No aguantas un chiste... —murmuró mientras giraba la llave.
Kyle negó con la cabeza, sonriendo. Emily miró a Kyle unos segundos y él solo asintió.
—Bien, aquí vamos. Wii—la chica puso en marcha el auto siguiendo a la camioneta negra.
El camino a la casa de los cazadores no era tan largo, solo unos 15 minutos en auto para al pueblo, y otros 15 para llegar a la casa de los cazadores.
La casa de Ethan estaba llena de Luces, era fácil de distinguir. El tiempo que Luna no había estado se adornado el patio con jardines, su mayoría rosales, y una hermosa fuente prendida en medio. Habían expandido la casa puesto a que la familia de Ethan crecía cada vez mas. Luces giraban de un lado a otro en el cielo para llamar la atención y muchas personas caminaban a la entrada como si fuera una premier de Hollywood; vestidos de muchos colores y formas, algunos extrañas.
Emily sonrió al ver la casa de Ethan. No estaba como la recordaba, pero tenía una sensación familiar al estar allí.
—¿Podrían adelantarse ustedes?— preguntó Kyle, girándose un poco para ver a Ethan— Quisiera hablar con Luna un minuto.
La nombrada frunció ligeramente el ceño.
—De a cuerdo— murmuró Ethan mientras el auto aparcaba cerca de la entrada.
Ethan bajó y esperó a Emily extendiendo su mano, quien la tomó con una sonrisa tímida y bajó del coche cerrando la puerta.
Kyle se giró.
—Hay algo que— se aclaró la garganta, ansioso—... hay algo que me gustaría que tuvieras.
—¿Qué cosa?— preguntó con curiosidad. Se giró un poco para prestarle atención.
El lobo metió la mano en el bolsillo interno de su traje, sacando una cajita de terciopelo negro. La abrió, dejando ver un anillo, de lo que seguro era platino, coronado con un singular diamante pequeño color azul oscuro, con otros diminutos diamantes a su alrededor.
—Este anillo ha estado en mi familia desde siempre—comenzó a explicar—, siempre lo lleva la prometida del siguiente alfa. Y... quisiera que lo llevaras tú ahora.
Luna sonrió nerviosa tapando su boca con ambas manos. Las bajo un poco sonriendo como tonta.
—Kyle, es... es hermoso.
Él sonrió relajándose. Tomó la mano izquierda de Luna y deslizo el anillo en su dedo anular.
—Se ve mejor en ti— dijo, sin soltar la su mano.
Luna sonrió, pues le era inevitable. Se levantó de su asiento para lanzarse a los brazos de Kyle, no le importaba lo que hubiese en medio. Él soltó una risita, rodeando a Luna con sus brazos.
—Te quiero—dijo él apretando un poco más su abrazo.
—Te quiero— murmuró ella de vuelta haciendo un poco mas fuerte el suyo. Se separó un poco para depositarle un corto beso en los labios—Te quiero.
—Y yo a ti—murmuró Kyle con una sonrisa, aunque unos tonos mas profundo.
Acercó su rostro al de ella poco a poco, hasta juntar sus labios en un beso dulce, tranquilo, con amor... mismo que fue interrumpido por unos toques al cristal del copiloto.
—¿Piensan bajar algún día de allí?— preguntó Jack.
Luna volvió a su lugar a regañadientes.
—He de admitir que me sorprende que esta vez no sea Lucy quien mate el momento—murmuró mientras miraba a Jack.
—A mi también— murmuró Kyle mientras se limpiaba discretamente el labial de Luna de la boca. Salió del coche para rodearlo y abrir la puerta de Luna. Le tendió la mano a ella para que bajara—Sera mejor que vayamos antes de que aparezca Lucy también— sonrió.
Jack se encogió de hombros y camino en dirección a la fiesta.
—Tienes razón, ella se volvería loca —susurró tomando la mano de Kyle, no sin antes tomar las llaves y cerrar la puerta.
—No la provoquemos, entonces— dijo, ofreciendo su brazo a Luna para comenzar a caminar.
Ella no pensó ni dos veces en tomarlo. El aire estaba frío pero nada, que no pudiera soportar. La nieve había sido quitada del camino para que se pudiera transitar. La gente se encontraba caminando en los jardines o dentro de la casa de los cazadores.
Al entrar al salón Luna con tuvo el aire al encontrarse con la mirada de Lucy, quien solo siguió su camino.
El salón de los cazadores era amplio. Si hubiere sido una reunión de pueblo todos habrían cabido perfectamente. Las paredes estaban tapizadas de color perla, y había varios cuadros colgados de tiempos y artistas que ellos no reconocieron, pisos de mármol, grandes ventanales, techo alto con candelabros. Las mesas eran circulares y estaban cubiertas con manteles de color blanco y dorado, con un centro de rosas de base de vidrio pintadas del mismo color. Hileras de cuentas cayendo como cascada y personas en el centro del lugar tocando música clásica.
Luna solo sonrió al recodar las palabras de Megan. La gente caminaba de un lado a otro, y otros se encontraban sentados o bailando. Indie no había perdido el tiempo para hacerlo. Ya se encontraba en la pista con Nicolas.
—Espero y nada salga mal esta vez— murmuró.
Kyle miró a su alrededor. Le parecía como sí su madre hubiera decorado y organizado personalmente aquella fiesta. Divisó a Jack recargado en uno de los pilares de la pared, observando a las personas bailar. Tresh hablaba con Megan no muy lejos de él.
—Eso esperemos— murmuró— ¿Ves a Emily y Ethan en algún lado?
—Eh...—intentó ver más allá de un metro y medio, pero no veía nada. Literalmente—Nop.
—En el auto me dijo que después de la fiesta necesitaba hablar de algo conmigo y con Tresh— reveló Kyle—, de casualidad ¿sabes algo de eso?
—No—contestó enseguida —¡Oh, mira! Un... este de los de estos...— dijo mientras caminaba.
Kyle la detuvo, tomándola de la mano.
—¿A dónde crees que vas?— rió— Solo preguntaba, no salgas corriendo. Mejor bailemos— sonrió. Tomó a Luna de la mano y con la otra la tomó de la cintura.
Ella le miró unos segundos.
—Esta bien.
Una pequeña manada de niños y niñas entre 4 a 6 años corrían de un lado a otro. Uno de ellos se detuvo para mirarlos fijamente, otro paso corriendo detrás del niño y este solo le golpeó el hombro para que volteada a verlos también. No pasaron ni dos segundos para que el resto de los niños volvieran para también mirarlos fijamente.
—¿Deberíamos preocuparnos?— murmuró él, percatándose de los niños que los observaban.
—Pues...— Luna miró de reojo a los niños mientra tomaba el hombro del forastero.
—¿Y qué opinan de esta?— preguntó el primer niño que se había parado, interrumpiendo a Luna.
Los niños tomaron a Luna jalándola un poco para separarla de Kyle. Una niña de cinco y vestido rosa dio un paso al frente mirándola fijamente.
—Esta princesa es bonita.
—Pero viene acompañada— murmuró uno de los niños.
—Podría ser su hermano o primo, sus ojos y cabello se parecen—opinó otra niña de vestido amarillo.
—O su padre—prosiguió un niño que ser más pequeño.
—¡¿Cuantos años crees que tiene?!— preguntaron todos al mismo tiempo.
—No se—el niño se encogió de hombros—¿Cuarentaveintitrés?
—Déjenlo, no sabe contar—contestó la niña de cinco.
—¡A que si! Mira, uno, uno, tres, cuarenta, diez, ochenta y cinco, zapato, seis...
—"Zapato" ni siquiera es un numero, Sebastian—corrigió otra niña de vestido blanco.
—¡Esperen, estamos en algo importante!— gritó la primera niña
—Sus ojos son bonitos—dijo un niño.
—Tal vez sea perfecta.
—¿Cual es tu nombre?—preguntó la de blanco.
Kyle y ella estaban tan sorprendidos por la platica entre los pequeños que la chica tardó unos segundos en responder.
—Luna—susurró.
—¡Y su nombre es bonito!— gritó el más pequeño.
—¡Esperen!—detuvo otro niño—Tenemos que hacer la pregunta importante... —miró fijamente a Luna entrecerrando sus ojos—¿Te gustan los niños?
Los niños la miraban fijamente esperando la respuesta.
—Eh... si...—se encogió de hombros—Me encantan los niños...—murmuró.
—¡Es perfecta!
—¡Alto! — gritó otra niña— Tiene un anillo... — dijo con desilusión extendiendo la mano de Luna.
Los niños se quejaron e hicieron berrinche al mismo tiempo.
—Llegamos tarde...— murmuró la del vestido amarillo.
—¡Estuvimos tan cerca!
Luna los miraba confundida.
—Niños, dejen de molestar a los invitados —habló el abuelo de Ethan que se acercaba con pocos miembros de su familia.
Los niños se miraban unos a los otros para salir corriendo, a excepción del niño que se había detenido primero.
—¡Si tu compromiso no sale bien llamanos!— dijo para después irse corriendo con los demás.
—Pido disculpas por mis primos y sobrinos —murmuró Zamira, quien iba llegando.
Kyle rió un poco.
—No hay problema— dijo sonriendo y volviendo a tomar a Luna de la mano—Solo por curiosidad, ¿qué es lo que ellos hacían?
— "Buscar a la princesa que rompa el hechizo del monstruo malvado"— aclaró apenada—Les he leído muchos cuentos en estos días, creo que se lo tomaron muy en serio y han estado así últimamente.
—Suena divertido — Luna sonrió.
—Bastante—murmuró Kyle.
—En todo caso, espero y disfruten la fiesta — comentó Zamira mientras se retiraba.
—Gracias—dijó Luna —. Espero que los niños encuentren a la princesa que buscan.
Kyle sonrió y miró a Luna.
—Yo ya encontré a la mía— murmuró.
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