Capítulo 19
7 de febrero
Estaba bastante convencido que hoy era el día, paso mucho tiempo que llevamos esperando esto, con lo que paso ayer es más que suficiente para saber lo que siente. Yaiza me vendría a recoger de mis clases de inglés para irnos al centro comercial para hablar. Como mis clases del colegio aun no inician solo asistía a clases de inglés, como siempre mis padres insistiendo como no tenía más que hacer acepte ir a las clases en las tardes para mi buena suerte hoy no tenía academia así que estaría durmiendo casi toda la mañana, estaba algo nervioso por lo que pasaría después de mis clases, pero algo preocupado paso casi dos años desde que no volvería a preguntar esto, a veces me hubiera gustado no tener que enamorarme para evitar todo este asunto.
Casi eran las tres de la tarde tenía que alistarme para ir a mis clases, me di una ducha de agua fría, todos los días tuve que bañarme con agua fría para evitar irritación en mis cicatrices, me puse algo clásico, un polo blanco con una chaqueta negra, unos jeans negros, unas pulsera, mi collar y mi arete en forma de cruz. Algo que siempre cuidaba era mi cabello, a veces me causaba gracia por la manera de cuidado que le daba, pero eso era lo que mantenía perfecto mi cabello. En poco tiempo llegue a mis clases, las horas eran interminables estaba bastante aburrido de seguir escuchando la voz de la profesora.
Al fin escuche la campana de la salida por lo que tome mis cosas y me retire del salón, algunos esperaban la indicación de la profesora, pero para mí era suficiente con que la campana sonada, baje las escaleras y a lo lejos no podía distinguirla por esa estatura baja que presentaba, era gracioso el verla por lo que me acerque para sorprender a Yaiza
- Buenas tardes señorita, ¿A quién está buscando? – le digo mientras le sonrió
- Disculpe joven, pero ¿Lo conozco? – me responde riéndose
- Si señorita, nos conocimos el día de ayer ¿acaso no se acuerda de los besos? – fue gracioso verla que se sonrojada
- Cállate, mejor ya vámonos a caminar un rato – me responde mientras agarra mi mano llevándome a caminar
Fuimos a varias tiendas de ropa, libros, videojuegos y la infaltable sala de comida no me esperaba menos de Yaiza siempre tenía hambre creo que cuando no me mencionaba eso pensaba que estaba molesta. Nos fuimos a comer un helado y casi todo el camino no paraba de hablarme sobre lo que le hacía renegar su hermana, caminamos por bastante tiempo así que decidimos descansar un rato, la lleve al último piso donde no había gente. Nos recostamos en la pequeña baranda que nos daba una hermosa vista.
- ¿Cuánto tiempo llevamos conociéndonos? – le pregunto a Yaiza
- Ya casi un año, llevamos bastante tiempo conociéndonos y por eso nos tenemos bastante confianza – me dice con algo de nostalgia
- Hasta ahorita no puedo creer que me gustes siendo una chica testadura, terca, renegona, chillona y sobre todo estresante. Las cosas que odiaba se convirtieron en cosas que amo – Yaiza estaba avergonzada y nerviosa
- Entonces que era lo que me querías preguntar – lo dice mientras desvía sus ojos
Me acerco a ella, tomando sus manos, suspiro un poco - Yaiza, ¿Quieres ser mi enamora? – le digo mientras la observo fijamente a los ojos
- No lo sé, déjame pensarlo – me dijo mientras se reía
- ¿Enserio lo pensaras? – le digo de forma sarcástica
- Es broma baboso, Si quiero ser tu enamorada – me dice mientras se acerca a mí y me da un beso
Agarro su mano y la llevo conmigo a un lugar un poco especial - ¿A dónde me llevas Daren? – solo la observé y sonríe, vi como en sus ojos mostraba la confianza que me tenía.
- Llegamos – le digo mientras sujeto su cintura
-Este lugar nunca lo vi, ¿Cómo descubriste el lugar? – me pregunta mientras se apega más a mi
- Pues son los beneficios de pasar todo el día en la calle – le digo riéndome
- Chistoso – me responde mientras voltea su rostro sujeto mi mano a su rostro acercándome, nuestros labios a centímetros dándole un beso que ambos no podíamos parar, tomo mis manos guiándolos a su trasero y las deja ahí. Fue la primera vez que me deje llevar por alguien, siempre era quien llevaba el control de la situación, pero con ella era muy distinto. Nos detuvimos nos observamos fijamente tan solo sonriamos
-No esperaba eso de ti, pensé que eras un angelito, pero veo que no – le digo mientras sujeto su mano dejándose llevar
- Cállate, tú tampoco eres el chico que no le gusta ser contralado – solo desvié mi mirada diciendo – eres estresante – mientras me rio.
Después de mucho tiempo no pasaba estos momentos con alguien, al parecer esa intriga que sentía por ella se terminó convirtiendo en algo más, aunque era algo estúpido para mí el amor porque solo eran sentimientos momentáneos para que al final todo se desmorone terminando de una manera dolorosa, pero como siempre Yaiza me quito esa mentalidad arriesgándome a estar en una relación, a pesar del pequeño miedo que tenía decidí confiar en ella, espero que no termine arrepintiéndome.
14 de febrero
Era el segundo 14 de febrero que lo pasaríamos juntos la diferencia era que esta vez éramos pareja estaba un poco nervioso, pero al mismo tiempo me sentía raro puede ser porque paso bastante tiempo que alguien intentara cambiarme nuevamente, dios con solo pensarlo yo mismo me estresaba. Yaiza tenía planeado venir a mi casa, claro yo conocía a casi toda su familia; era normal que quisiera venir a mi casa. Lo bueno era que mi cuarto ya estaba limpio no me gustaba dejar las cosas desordenada, solo tenía que limpiar el polvo que se presentaba siempre en mi cuarto, limpie todo dejándolo impecable. Nos encontraríamos en el centro comercial para que llevarla a mi casa porque obviamente no conoce donde es el sitio y dejarla venir solo se perderá, con lo bastante despistada que es Yaiza prefería traerla que estar preocupándome. Nos encontramos en el sitio que indicamos, Yaiza estaba hermosa como siempre con ese short jeans y su polo se le veían increíble.
- Al fin, como siempre llegas tarde nunca cambiaras que estrés – le mencione porque se demoró como 15 minutos
- Perdón de verdad, es que estaba ayudando a mi tía – me dijo abrazándome con esa voz tierna, ya sabía mi punto débil que nunca podía decirle que no y hablarme con voz tierna.
- Ya está bien, mejor vámonos se nos hará tarde – le menciono mientras sujeto su mano para subir al autobús
El recorrido fue un poco largo, lo que se me había olvidado es que Yaiza odiaba los trayectos largos lo recordé al ver su expresión de molestia, le quise decir que se calmara, pero temía que de un golpe.
- Listo llegamos renegona – le digo mientras estamos bajando del autobús
Su silencio fue suficiente para notar que aún seguía molesta, dios a veces esta niña era tan estresante. Abrí la puerta de mi casa, entramos y nos fuimos directo a mi habitación no era tan grande, pero era cómodo y espacioso. Dejo sus cosas y se hecho en mi cama, me recosté a su costado estaba agotado por el viaje.
- Eres estresante, molestarte por demorarnos en el viaje – le digo mientras acomodo mi almohada
- Ya sabes como soy así que no te quejes – me dice mientras se voltea para descansar
- ¿Enserio dormirás? – le digo mientras me recuesto a su lado
- Si tengo sueño – me dice algo molesta, sabía que no tenía cosquillas, pero de todas maneras lo intente moviéndose y sentándose encima mío.
- Daren, esto es algo raro ¿si tu papa nos ve? – me dice un poco nerviosa
- No nos vera está en el primer piso trabajando aparte las puertas están cerraras – me digo mientras ella se acerca a mi poco a poco y antes de terminar la oración.
- Bueno – dándome un beso y moviendo lentamente sus caderas, sujeto mis manos dirigiéndolos a su trasero apretándolo suavemente, no parábamos de besarnos nuestras respiraciones se aceleran mientras que ella seguía moviéndose de esa manera tan sexy. Nos detenemos, ella solo se levanta permaneciendo aún encima mío
- No pensé que fuera así, siempre me sorprendes – le digo mientras ella solo me sonríe
- No eres el único con sorpresas – mi mira de forma picara
- De lo santa que te veía eras todo lo contrario pareces una diab...- se acerca a mi dándome otro beso cortándome la oración antes de terminar, Yaiza se movía un poco más rápido sujetando su trasero con la misma intensidad, nuestras respiraciones volvieron a acelerarse no podíamos parar, era algo que tan solo fluía en nosotros, pero teníamos en claro que tener sexo aun no pasaría. Yaiza se detiene echándose a mi costado.
-Ahora me doy cuenta lo que las hormonas provocan – me dice agitada
- Si las hormonas y el mismo pensamiento que tenemos – le digo con la voz agitada mientras me rio
- Cállate, mejor comamos algo tengo hambre – me dice bajándose de mi cama
- ¿Si mejor nos comemos? – le digo mientras la sujete de las caderas
- Ya hablamos de eso Daren – me dice voltea su rostro
- Era broma renegona, aunque igual tendré que esperar a pesar de eso sabes que te amo así que espero que no te aproveches de eso y no me hagas esperar tanto – le digo en forma sarcástica
- Veremos qué pasa más adelante, ahora tengo hambre cocíname algo – me esta ordenando debe ser una broma, obvio no le hare caso
- Si está bien ahora te cocino algo – Pero que acaba de pasar, me acabo de dejar mandar por alguien, cada día me desconozco más ser mandado por una chica que mide menos de 1.60 hasta a veces me doy vergüenza.
Le cocine mientras ella ponía una película, era tierna cuando me ordenaba pretendía ser seria, pero nunca la tomaba enserio por esos cachetes y esa carita tan tierna.
- Apúrate que tengo hambre – me reclama
- ¿Te puedes esperar? – le miro de forma fría haciendo que guarde silencio
- Si perdón, pero no te demores mucho – lo admito puede que le haga caso, pero tampoco me dejo ordenar tanto.
-Ya está listo ahora te sirvo – Era tallarines verdes la verdad casi preparo tallarines rojos, pero me acorde que ella odia eso.
- Prueba espero que no seas tan criticona – le digo mientras voy a servir un plato para mi
- Tengo que admitirlo esta delicioso – me dijo mientras daba otro bocado
- ¿Qué más quieres?; Te cuido, te protejo, te consiento, te cocino, te doy consejos, el paquete completo – le digo mientras me rio
- Qué bueno que eres mío – me dice sarcásticamente.
- Mejor come y ve la película – le digo mientras tomo asiento para ver también la película.
Terminamos de comer y nos percatamos de la hora, si la llevaba tarde a su casa estoy seguro que su mamá no tendrá piedad de mí cuando vaya a su casa, por lo que decidí mejor llevarla a su casa, al salir tomamos un taxi por lo que casi no demoramos en llegar a su casa.
- Ahora si me tengo que ir – me dice mientras baja del taxi
- Espera – voltea a verme y le doy un beso
- Ve con cuidado, te escribo cuando llegue a mi casa – Yaiza estaba avergonzada, pero al mismo tiempo veía esa sonrisa que me encantaba.
- Si, solo no te olvides – me dice mientras cierra la puerta del taxi.
Aunque me lleve bastantes sorpresas al ver las reacciones de Yaiza, casi siempre era tranquila, pero hoy me demostró todo lo contrario era gracioso cuando le mencione y se molesta un poco eso, pero me encanto pasarla de esa manera con ella.
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