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-bienvenidos a Tanzania- sonrió la morena

-se ve igual a donde veníamos- dijo Mikey limpiándose el sudor de la frente

-claro que no, aquí es un clima más tropical, es agradable- rió levemente

-así que estamos en tu tierra natal...- habló la rubia -es... Verde-

-así es, es finales de mayo, así que es un momento agradable para estar aquí, buen clima, las lluvias torrenciales acaban y es un poco más fresco que en la costa- ella se quitó los zapatos y comenzó a caminar descalza -se siente bien volver a hacer esto...- susurró mientras movía sus pies en el verde pasto

-¡Ardilla!- Mikaela corrió detrás de una pequeña ardilla entre gris y marrón

-¿La dejamos ir? ¿Y si encuentra un león?- dijo Dakota

La pelinaranja estaba terminando de atarse el cabello en un moño alto, al igual que la morena, su cabello era rizado, sin embargo, la morena le ganaría en un concurso de quién tiene más cabello.

-Eri le dará pelea y Shane se lo comerá después de que Mik lo envenene- sonrió el de anteojos

-solo me he comido a alguien dos veces, no es para tanto- el pelirrojo se cruzó de brazos

-y las dos veces les diste muerte- la castaña se ataba las agujetas de sus botas

-gracias por recordarme eso Kiri, eres un pan dulce- le dió un empujón que la hizo caer

-imbécil- sonrió y se puso de pié

-¿Estás bien?...- James se acercó a la castaña para asegurarse de su bienestar

-claro pequeño tonto, soy más fuerte y resistente que un humano promedio- ella se sacudió la tierra de sus piernas -está húmedo...-

-tengan cuidado, a veces puede parecer pasto normal, pero pueden ser arenas movedizas- la morena dejó sus zapatos en el camión -finales de mayo, principios de junio... Deberían de estar a unos cuantos metros de aquí...-

-¿Quiénes?- Leonardo se paró a un lado de Winda

-mi tribu- soltó un pequeño suspiro -hay mucho pasto verde por aquí, el ganado lo necesita para comer, así que, estamos cerca, ellos deben saber si ha habido algo extraño en los últimos días-

-Vladimir debió de haber llegado hace un par de días... ¿Podrás enfrentarlo si nos topamos?- puso una mano en el hombro de su pareja

-claro que si, se las verá conmigo si es que quiere hacerles daño- sonrió levemente -ustedes son mi tribu ahora, así que los protegeré con mi vida si es necesario hacerlo-

-no será necesario, nosotros lo detendremos y volveremos a casa- sonrió y le dió un pequeño beso en la frente

-¿Crees que a Splinter le molestará si me quedo con ustedes unos días?- sonrió aún más

-siempre y cuando no planees algo más, te aceptará con gusto- la abrazó por la cintura para acercarla más a él

-oh, es una lástima, planeaba no dejarte salir de la habitación un par de días- rió entre dientes

-quien no te dejaría salir de la habitación sería yo- sonrió juguetonamente -menos si sigues mostrándome así tus piernas- dijo refiriéndose al short de mezclilla que ella llevaba puesto

-tan recto y tan caliente- rió la morena y le dió un pequeño beso -haré lo posible-

-¡Hay niños!- gritó la rubia

Winda rió y comenzó a caminar hacia adelante para dirigir al equipo hacia donde debería estar la tribu.

-¡Mami! ¿Me la puedo quedar?- sonrió la pequeña pelinegra mientras traía a la ardilla sujetada de la cola

-¡Mik!- la pelinegra se infartó al ver a la pobre ardilla

-déjala- el de bandana roja se cruzó de brazos -libera a la ardilla-

La pequeña pelinegra hizo un puchero para luego soltar a la ardilla y verla correr lejos de ellos.

-quiero una mascota- se cruzó de brazos

-ya tienes cuatro tortugas, un tejón Melero y un lagarto venenoso, conformate- el temperamental la cargó sobre su hombro y comenzó a caminar junto a los demás

Luego de unos cuantos metros de caminata cuidadosa, lograron divisar unas cuantas telas coloridas colgando de unos telares, casas hechas con barro y paja y un corral con unas cuantas vacas blancas pastando.

Rápidamente un hombre bastante alto con un atuendo de tela colorida se les acercó, en sus manos llevaba una lanza y un escudo.

Todos se sorprendieron al verlo escupir hacia el suelo, Winda se puso hasta el frente e imitó el gesto del hombre.

-habari- dijo aquel hombre (hola)

-habari...- Winda respondió con nerviosismo, estaba un poco oxidada en el idioma

-kekijaa?- la miró con el ceño levemente fruncido (¿Cómo te llamas?)

-aaji Winda- ella suspiró levemente (me llamo Winda) -aing‟ua Amerika, kerenket le New York- (vengo de América, ciudad de Nueva York)

-americanos- sonrió el hombre para luego hablar en un idioma que entendieran todos -tortugas gigantes, eso no se vé todos los días- rió entre dientes

-no queremos molestar, simplemente queremos averiguar algunas cosas ¿Han visto algo extraño por aquí?- sonrió la morena

-solamente a otro grupo de americanos, pero ellos eran más normales que ustedes- sonrió

-¡Mami! ¡¿Me puedo llevar una?!-

-¡Mik! ¡Baja de ahí!- Erika corrió hacia su pequeña hija que estaba trepada en el corral de las vacas

-linda vaquita- acariciaba con mucho amor y ternura la cabeza de la vaca que se había acercado a ella

-no te preocupes, aquí los niños cuidan las vacas, están acostumbradas así que no le harán daño- sonrió la morena al verlas

-¿Qué hicieron los otros americanos?- dijo Leonardo acercándose al hombre que era de su misma altura

-pasaron por aquí, tomaron unas muestras de agua en un abrevadero cercano, nos preguntaron sobre nuestra salud y se fueron por allá- señaló hacia la derecha

Las tortugas entre cerraron los ojos para poder divisar algo, pero no pudieron ubicar nada.

-Shane- dijo el de azul

-a la órden- se paró a un lado de las tortugas

Lentamente cambió sus ojos humanos por los de lagarto, comenzó a examinar el área hasta encontrar un pequeño campamento.

-250 metros, tres tiendas y un Jeep Wrangler, posiblemente unas diez a doce personas- volvió a cambiar sus ojos y miró a su tío

-un equipo de vigilancia- Leonardo miró a su equipo para decidir a quien enviar -Mik-

-¡¿Estás loco?! ¡Tiene 2 años!- Erika se acercó a él y le golpeó el pecho levemente -podrían capturarla-

-convertida en lagarto, todos la pasarán por alto- él fue por su sobrina y la tomó en brazos -necesito que me ayudes Mik ¿Podrás hacerlo?-

La pequeña pelinegra asintió y sonrió en grande, Leo le explicó el plan, Mikaela a pesar de su corta edad, comprendió todo lo que tenía que hacer.

-Shane, acerca a tu hermana y mantenla vigilada- el de azul le ofreció a la niña

El pelirrojo se convirtió en lagarto, posicionándose en cuatro patas, esperó a que su hermana se montara en su lomo.

-grita si algo sale mal- dijo el lagarto

Su hermana asintió y de igual forma, pero con un poco más de esfuerzo, se convirtió en lagarto, muy pequeño en comparación con su enorme hermano de casi 3 metros.

Ella se subió en su hermano y con velocidad el pelirrojo acercó lo más que pudo a su hermana al campamento.

Ágilmente Mikaela se metió entre algunas cosas del campamento, sus ojos verdes escanearon todo lo que pudieron, se quedó un momento muy quieta, logró escuchar y ver por 15 minutos.

-¡¡Serpiente!!- dijo una mujer después de ver a Mikaela y dar un salto del susto

Ahí supo que era la retirada, corrió hacia su hermano lo más rápido que pudo.

-es solo una lagartija- dijo un hombre vestido como para un safari

-no es solo una lagartija- un hombre muy rubio miró fijamente a Mikaela -tortugas-

-Vladimir...- Shane corrió para interceptar a su hermana, Vladimir había sacado un arma y comenzó a disparar por donde corría la pequeña lagarto

-¡Shane!- su corazón latía rápidamente mientras usaba todas sus fuerzas para correr

Pronto ambos hermanos se encontraron, el pelirrojo como pudo detuvo el impacto del Jeep con su cuerpo mientras protegía a su hermana.

-¿Todo bien?...- la miró preocupado

-tu mejilla está roja- ella lo abrazó con fuerza al ver un poco de sangre en la mejilla de su hermano

-quedate junto a mí...- el la abrazó y la sostuvo con un brazo

-vaya, vaya, así que son ustedes- sonrió el rubio

Shane gruñó levemente y le dió un coletazo en la cara, Vladimir retrocedió por el golpe, del Jeep salieron el hombre vestido de safari y la mujer de antes, ella lanzó una daga que pasó rozando el brazo del pelirrojo.

-¡Corre!- le dijo a la pequeña pelinegra

Ella lo miró confundida y luego de otro grito sus piernas y brazos se movieron lo más rápido que pudieron, por encima de ella pasaron sus padres, quienes al ver que no regresaban salieron en su búsqueda.

Raphael de un golpe dejó inconsciente al vestido de safari, Erika dejó inconsciente a la mujer.

-déjate de juegos y llevemos esto por las buenas- el de bandana roja miraba fijamente al rubio

-Raphael, 40 años y dos hijos, te casaste con la primer mujer que viste- sonrió Vladimir -he de admitir que tu sangre y la de tus hermanos, me ha sido de gran ayuda-

-cierra la boca y olvídate de esto- la pelinegra mantenía su posición

-Erika, 37 años, dos hijos, te casaste con la tortuga gruñona y la sustancia púrpura fluye por tus venas, eres toda una maravilla genética- rió entre dientes -me temo que debo irme, así que, adiós-

Sin remordimientos Vladimir le lanzó una navaja a Shane, justo en el centro del pecho, el joven mutante sintió el filoso objeto incrustarse justo en su esternón.

-diablos...- se desmayó del susto

-¡Shane!- la pelinegra corrió a un lado de su hijo -despierta...- lo sacudió levemente

El rubio subió al Jeep junto a los otros que habían despertado recientemente y condujo hasta la lejanía, Raphael no pudo detenerlo pues, había quedado en shock después de presenciar como su hijo estaba herido.

-¡Hay que llevarlo con Donnie!- ella sacudió a Raphael con fuerza -por favor...-

Él reaccionó y levantó a Shane en sus brazos, ambos corrieron hacia donde estaban los demás, mientras recogían a Mikaela en el camino, preocupándose por el como su hijo palideció con el pasar de los minutos.

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