- ¡¿Que necesitas que hagamos?! - dijo Ikeni dando un paso al frente - ¡Estamos a tu disposición!
- ¡Ikeni, quiero que traigas las armas! - dijo Rachel señalando a cada hombre que nombraba -¡Shiru, arco y flecha!¡Oseias, quiero que reúnas a 30 hombres jóvenes y fuertes para que entrenen, necesito que ellos protejan el campamento en nuestra ausencia!¡Jairo, espero verte entre ellos!
- ¡Cuanta conmigo, Rachel! - dijo el mencionado eufórico.
- ¡Los quiero reunidos en este lugar en media hora, atacaremos al anochecer! - dijo Rachel para susurrar a Amenhotep - Necesito que me ayudes a planear la estrategia... y me des fuerzas, algo me dice que van a querer MAS explicaciones de las que ya les di.
Todo el mundo se disperso y Rachel prosiguió a ir a su tienda para cambiarse, entrenar y planear la estrategia... claro que no lo hizo delante de todos. Moisés entrenó a los guardias que protegerían el campamento mientras que Rachel entrenó a los soldados egipcios para luchar con los ojos vendados ya que la batalla sería en la oscuridad de la noche; a algunos les pareció extraño que los soldados tuvieran tanta facilidad para guiarse sin ver pero no hicieron caso.
En la noche...
Los soldados ya estaban preparados para partir, sólo estaban esperando a que su "general" terminará de vestirse para irse; en cuanto a Eliseba, su estado era algo grave pero sólo una persona sabía que ella no iba a sobrevivir... y no dijo nada, no lo hizo porque no tuvo el valor de decirselos en la cara.
- Estamos listos - dijo Moisés a Ur y Miriam, entonces noto la ausencia de alguien - ¿Y Rachel?
- Fue a cambiarse, no puede luchar con vestido - le informó Ur.
Jairo, quien pasaba por casualidad, miró a Rachel y la quijada le cayó al suelo (como a todo aquel que la vio y no sabe nada, figurativamente) al verla vestida como un oficial egipcio y no cualquier oficial, como el GENERAL del ejército.
- Lamentó la tardanza - dijo Rachel acomodando la espada que le obsequió el príncipe Jahi en su lugar - ¿Se despidieron de sus familias?
- Por supuesto - dijo Ikeni, los demás afirmaron con la cabeza.
- ¿De donde sacaste ese uniforme? - dijo Miriam saliendo del shock.
- Cuando regresemos, te cuento - dijo Rachel sonriendo con nerviosismo.
Antes de irse, Elena abrazo a su hermana como si su vida dependiera de ella y dejo que se marchara. Era su primera batalla en 200 años pero, aunque la mayoría lo ignorara, Rachel estaba preparada para ganar.
Continuara...