Capítulo 48: El valor de la vida

Cuando la energía o la vida comienza a acabarse, el espectro comienza a buscar otra fuente de vida para lograr mantenerse en éste mundo sin desaparecer. La forma más sencilla y práctica es encontrando a un humano triste y solitario que no tenga demasiados deseos de vivir, que esté a tan solo un pequeño empujón de entregar su horrible vida por cualquier cosa, cualquier tipo de ofrecimiento. Ya sea: poder hablar un instante con alguien amado, poder volver a ver a un ser querido, encontrar una salida, terminar el sufrimiento...

Estos son apenas algunos ejemplos de lo que una persona puede llegar a considerar tan importante para entregar su vida, su horrible vida, su triste, solitaria y horrible vida llena de dolor y sufrimiento.

Pero... Hay una cierta ironía en todo este asunto.

La pregunta es: si la vida es tan horrible, tan triste, tan solitaria, tan dolorosa, entonces, ¿Por qué los espectros la desean tanto?

Si alguien le hubiera preguntado ésto, tal vez habría entendido en ese momento la gran mentira que le fue enseñada. Tal vez no hubiera entregado algo, sabiendo que si alguien más lo quiere es porque ese "algo" tiene un valor.

La gran e increíble mentira que le habían enseñado es que la vida es horrible, cuando la verdad es que no es la vida la que es horrible, es la circunstancia la que es horrible.

Cuando crees que la vida es horrible, te sientes atrapado, sientes que no habrá una salida nunca, porque un humano solo tiene una vida y si ésta es horrible entonces no hay escapatoria. Sin embargo, si te das cuenta de que no es la vida en sí la que es horrible, es la circunstancia que estás pasando la que es horrible; entonces te das cuenta de que las circunstancias no duran una vida.

Las circunstancias son momentáneas.

Nadie podría llegar a decir que todas las circunstancias de su vida son horribles, porque habrá circunstancias para reír, circunstancias para divertirse, circunstancias para sentirse feliz, circunstancias para disfrutar. Así como también habrá circunstancias tristes y dolorosas.

Entonces la vida no es horrible, la totalidad de la vida no puede ser horrible.

Esa es la gran mentira. Si Seokjin hubiera sabido que su circunstancia cambiaría en algún momento, entonces no habría intercambiado su vida por un instante con sus padres. Si hubiera sabido que la soledad y los estudios solo serían un periodo de su vida, que después podría ir y buscar un empleo y tener tiempo libre, dinero para gastar en alguna cena con colegas, tiempo para conocer a alguien y enamorarse, tiempo para tener pasatiempos, si tan solo lo hubiera sabido; entonces habría sabido que la vida no es horrible, lo horrible era la circunstancia que atravesaba. Él habría sabido que su vida era lo suficientemente valiosa para hacer el esfuerzo de atravesar esa circunstancia, y que incluso durante esta circunstancia pudieron haber otras pequeñas circunstancias que lo hicieran feliz, como saber que, aún en su soledad, había llamado la atención de un chico tan lindo como Hoseok.

Pero no pudo darse cuenta de esa gran mentira, no hasta que fue demasiado tarde.

No pudo darse cuenta hasta que se vió a sí mismo atrapado en un intercambio que nunca fue un intercambio para comenzar. No pudo darse cuenta hasta que no fue él viviendo en su cuerpo, sino que un espectro. No pudo darse cuenta hasta que ese espectro comenzó a reír con sus compañeros, a recolectar bonitos recuerdos de celebraciones, a disfrutar las clases que le gustaban, a disfrutar algunos libros que leía, a visitar a un tío que era un borracho dormilón pero que resultó ser muy buen conversador.

No se dió cuenta hasta que hubo alguien más viviendo su vida, hasta que hubo alguien más que sabía que atravesar esas circunstancias si valía la pena.

Por eso, cuando la energía comenzó a acabarse y el espectro buscó otra vida que vivir, le dolió demasiado al darse cuenta que su nueva víctima sería Hoseok. La única persona que había visto algo lo suficientemente bueno en él como para acercarse e invitarlo a salir.

El espectro se encargó de correr la voz sobre la confesión del chico, se encargó de esparcir la burla, se encargó de convencer a un grupo de idiotas de que era divertido molestar al chico que caminaba sólo y abrazando sus cuadernos cerca de su pecho mientras atravesaba un pasillo lleno de gente.

Él fue quien se encargó de empeorar las circunstancias de Hoseok por poco más de un año, sólo mientras Hoseok aprendía aquella mentira sobre que su vida era tan horrible...

Pero Seokjin no quería que Hoseok terminara igual que él, no quería que esa única persona tan preciosa para él, no supiera que su vida era hermosa en realidad y lo único que se le ocurrió para demostrarlo fue quitarla él mismo.

─ Por favor, alguien más, escoge a alguien más que no sea Hoseok...

─ ¿Qué? ¿Tan importante es ese chico que hasta te atreves a hablarme?─ respondió la otra voz en su cabeza. La voz que mandaba.

─ Si, es importante para mí.

─ Si es tan importante, hagamos un trato tú y yo, Seokjin. Ayúdame, lo conoces. Ayúdame a convencerlo rápido y entonces lo encerraré contigo, y podrás tenerlo Seokjin. Ya no estarás sólo, Seokjin.

Seokjin guardó silencio un tiempo, hasta que decidió hablar.

─ Lo haré pero debes cederme tiempo para hacerlo.

─ ¿Tiempo?

─ Sí.

Ahora fue el espectro el que guardó silencio. Ceder el cuerpo débil de Seokjin por un tiempo a cambio de más vida, parecía un precio muy bajo a pagar. Seokjin parecía seguir siendo muy estúpido y él lo usaría a su favor.

─ Está bien, te cederé tiempo para que me ayudes a convencerlo más rápido.

Así fue cómo Seokjin llenó de hojas la cabaña abandonada dónde el espectro había abierto su puerta, hojas con marcas que tuvo que investigar, teniendo cuidado de sí mismo. Hojas que estaban tiradas en el suelo de una cabaña sin ventanas abiertas en un parque abandonado, el cuál convencería a su decano para utilizar en Halloween.

Así fue cómo Seokjin le quitó la vida a Hoseok y lo envió a un mundo sin vida, para que entendiera lo hermosa que era la vida. El espectro creía que aquella situación serviría para hacer más miserable a Hoseok, celebró cuando Seokjin aceptó que encerraran al chico en aquella habitación, pensaba que aquello quebraría más rápido al humano. Pensó que Seokjin estaba cumpliendo. Eso fue lo que pensó hasta que volvieron a la habitación y Hoseok ya no estaba, y había usado la puerta de Seokjin para irse.

Fue entonces cuando comenzó a enloquecer.

-👻-

Hoseok despertó de golpe de aquel extraño sueño. Se sintió débil mientras buscaba a Seokjin con la mirada. Seokjin sonrió al verlo despertar, pero si lo que Hoseok había visto en sueños era verdad, entonces el que sonreía no era Seokjin.

El espectro caminó de nuevo hacia la cama y se sentó a su lado. Levantó su mano y la dirigió a la mejilla de Hoseok, el cuál cerró sus ojos con fuerza. Sin embargo, Seokjin se detuvo y desvió su mirada a la puerta de la habitación de Hoseok mientras fruncía el ceño de manera muy pronunciada.

Entonces la puerta fue tocada.

─ ¿Hoseok? ─ Seokjin se giró con intención de tapar la boca de Hoseok, pero éste ya había logrado hablar.

─ Voy, Jimin─ dijo en voz bastante rota y carrasposa.

─ Está bien─ respondió Jimin al otro lado de la puerta.

Seokjin continuó con el ceño fruncido, no se suponía que Jimin viniera, les había vuelto a enviar mensajes sobre Hoseok estando enfermo y no queriendo ser molestado. Se suponía que nadie vendría a ver a Hoseok porque él estaba sólo.

─ ¿Hoseok? ─ Insistió Jimin al ver que no se apresuraba a abrir.

Entonces Seokjin se puso de pie y fue hacia la puerta. Le diría que se fuera. Pero al tan solo abrir la puerta, Hoseok llamó a su amigo desde la cama y Jimin empujó a Seokjin afuera del camino para ir hacia su amigo.

─ Estás pálido─ comentó Jimin sentándose a un lado de Hoseok.

─ Por eso deberías irte y dejarlo descansar. Yo lo seguiré cuidando─ dijo Seokjin con evidente molestia.

─ No te vayas─ le pidió Hoseok, extendiendo su mano a la de Jimin en la cama y tomándola.

Seokjin observó aquello con demasiada molestia y los espectros comenzaron a llenar la habitación de gritos.

─ No me iré─ dijo Jimin, luego volteó a ver a Seokjin.─ Gracias por cuidarlo éstos días, pero llamé a sus padres para comentarles que se encontraba mal y me pidieron venir por él. Hana nos espera afuera, así que ya puedes irte.

Seokjin no pudo controlar un gruñido de evidente molestia mientras Jimin ayudaba a Hoseok a sentarse. Hoseok levantó la mirada hacia él con un evidente nerviosismo que confundió un poco a Jimin.

─ Vete─ le dijo, entonces Seokjin sonrió.

─ Me iré por ahora, pero volveré, Hoseok, siempre podré volver.

El chico se giró y salió por la puerta, caminando demasiado rápido.

─ ¿Qué fue eso? ¿Qué quiso decir con eso? ─ preguntó Jimin, pero Hoseok lo abrazó con las pocas fuerzas que tenía y comenzó a sollozar bajito.

─ Jimin... Eres el mejor amigo que he tenido─ susurró mientras Jimin lo abrazaba de vuelta, después de la sorpresa inicial. ─ Nunca te lo he dicho, pero eres una de las razones por la cual la vida es hermosa.

─ No digas eso, me vas a hacer llorar─ respondió su amigo, aunque la verdad fuera que ya se le habían salido unas cuantas lágrimas. ─ ¿Nos vamos?

Hoseok asintió y se dejó ayudar de Jimin para poder caminar. Sabía ya por experiencia que la energía volvería a él en poco tiempo, así había sido incluso cuando Jungkook le quitaba cantidades incluso más grandes que las de Seokjin.

─ Aún no me has explicado, ¿Qué quiso decir Seokjin con lo que dijo?

─ Te explicaré en casa─ susurró Hoseok mientras cerraba sus ojos para no ver a los espectros que los seguían.

-👻-

Hola! Ya falta poco para terminar la historia, espero les esté gustando mucho.💖

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