MITOS MAPUCHE (parte 1)
Antes de llegar al majestuoso fin del mundo, allí, alrededor de la región donde finaliza la cordillera más extensa de nuestro planeta, los Andes, al sur de Chile y en el sudoeste argentino, se encuentran los vestigios de una civilización mágica y poderosa, que resistió guerras y ocupaciones y cuyos últimos descendientes viven hasta nuestros días fieles a sus creencias y a sus costumbres. Una cultura repleta de colores, de mitos, de leyendas y de seres fantásticos que no podíamos dejar de lado en nuestro querida recopilación de Bestias de Ensueño.
Es por ello por lo que hemos querido dedicarle más de un apartado a las criaturas e historias que habitan dentro del fantástico imaginario mapuche y este es el primero de ellos.¡Pónganse cómodos y acompáñenos en este viaje!
CALEUCHE.
Conocido con diversos nombres, como lo son El buque de Arte, Buque de fuego, El marino, Barcoiche o Caleuche. Este último nombre, formado de los vocablos "caleul caleutum", que se refiere al cambio de algo o de alguien y "che", que significa gente. El Caleuche se trata entonces de una embarcación fantasmal que navega por las aguas de Chiloé y en general por todo Chile.
De considerables dimensiones, con perfecta iluminación, música propia de grandes celebraciones y revestido con imponentes velas de color rojo, este buque hace aparición solo en las oscuras noches de niebla. Se dice que tiene la capacidad de desaparecer a voluntad o de convertirse en objetos inanimados como rocas o trozos de madera a la deriva cuando se acerca alguien por el que no quiere ser visto.
También es común que en el lugar donde se creía haberlo visto solo se halle un pequeño grupo de animales como focas o albatros, esto debido a que son sus tripulantes camuflados con la fauna de la zona. Algunos cuentan que quienes navegan en él son brujos poderosos y almas en pena que transitan eternamente con una pierna pegada a la espalda y que atraen solo a marineros de poco intelecto o distraídos para llevarlos con ellos a las profundidades del mar y mostrarles ciudades subacuáticas y grandes tesoros que pueden obtener solo si guardan el secreto.
Por otro lado, si alguien no deseado llega a ver la embarcación, este es embrujado y se le enchueca la boca para que no pueda contar la anécdota. O en ocasiones es desmemorizado o asesinado: por ello si buscas observar el barco sin ser visto es necesario que te tapes la boca con algún objeto.
Resulta bien sabido, también, que cuando en un pueblo costero surge un nuevo comerciante acaudalado y este es poseedor de gallinas negras y botes alquitranados, es porque ha hecho un trato con los tripulantes del Caleuche, a quienes les gusta encallar y visitar tierra para intercambiar provisiones a cambio de las hijas de los campesinos. Otra costumbre del buque es acercarse y recoger náufragos o personas ahogadas. Existen relatos o leyendas de quienes han sido transportados por la embarcación en momentos de necesidad, sin embargo, también recogen el alma de quienes fallecen en el mar abierto y lo llevan con ellos para así cumplir su eterna penitencia.
CAMAHUETO.
El camahueto es una criatura fantástica con aspecto de ternero de brillante pelaje verde, en ocasiones, con cuartos traseros de lobo marino y en otras con el cuerpo completo de vacuno, rematado con un hermoso cuerno dorado en la frente, similar al del unicornio.
Se dice que nace del mismo cuerno de otro camahueto que ha sido enterrado en tierras pantanosas, cerca ríos, lagos o cerros cercanos al mar. Poseedor de una fuerza descomunal, de gran tamaño y su cuerno posee propiedades curativas importantes, pues los machi, sacerdotes encargados de la salud de las personas, codician las raspaduras de los cuernos por su alta valía, ya que cura desde infecciones cutáneas leves hasta enfermedades degenerativas como el reumatismo y un gran abanico de otras.
Cuando el camahueto crece lo suficiente y pasa de ser una joven cría a un adulto, busca regresar al mar, que es a donde en realidad pertenece, provocando destrozos y desastre a su paso y este es el momento en el que los machis suelen aprovechar para interceptarlos y cortar el preciado cuerno. Primero deben atarlo con un lazo de sargazo, el único capaz de controlar su poderío, tras ser inmovilizado y despojado del cuerno, lo dejan en libertad. El cuerno servirá entonces para volver a sembrar parte de él y que después de veinticinco años vuelva a nacer un camahueto. El resto lo utilizan para venderlo a altos precios o para recetar a los pacientes.
No obstante, es importante mencionar que la dosis administrada de raspadura de camahueto debe ser muy específica, pues sí alguien se excede al tomarla puede tener episodios de violencia y locura e incluso quedar en ese estado de forma permanente. En referencia a este acontecimiento es que las personas recurren a la expresión coloquial de que alguien se encuentra "encamahuetado".
Además para transportar el cuerno sin que pierda todo su poder, se debe hacer de forma cuidadosa en un recipiente con harina tostada.
Otra creencia popular, es que si alguien llega a verlo cerca de una comunidad puede vaticinar el futuro de esta, pues si se le ve de forma animada y dando saltos significa un buen augurio, mientras que si se le haya molesto y dando tumbos se traduce en desgracias para los lugareños.
De forma curiosa, hasta el día de hoy hay zonas donde se venden ungüentos curativos que prometen ser o llevan el nombre del camahueto, aunque se trate en realidad de raspaduras de concha de mar.
CALCU O BRUJOS.
En el pueblo mapuche existen dos tipos de entidades capaces de manipular elementos de la naturaleza y desarrollar sus dotes mágicos. Unos son los machis, sacerdotes o curanderos encargados del cuidado de la comunidad, que enfocan su magia y sus habilidades en curar enfermedades y los cuales pueden diagnosticar a sus pacientes solo viendo su orina.
Los calcu, por el contrario, son brujos que trabajan en conjunto con las fuerzas malignas, por y para causarle daño a otros. Además de calcu, también son conocidos por otros motes como pelapechos, flecheros, macuñeros, mal cristianos, mágicos y mentados. Tienen dominio elevado sobre la naturaleza y pertenecen a una organización mayor en la que se encuentran afiliados, algo así como un aquelarre.
Sumado a ello, tienen la habilidad de volar gracias a un chaleco mágico de nombre macuñ, fabricado con la piel del pecho de un cristiano, casi siempre el de una mujer, esta prenda advierte del peligro emitiendo un chillido o grito e ilumina el camino con una luz de color blanco.
También pueden observar lo que ocurre en otro sitio gracias a un canal de comunicación parecido al que sería un circuito cerrado de televisión en una bola de cristal, y, al igual que sus equivalentes en las culturas mesoamericanas, los nahuales, pueden transformarse en animales, usualmente perros y aves negras.
Entre las maneras de atemorizar a sus víctimas están provocarles laceraciones o cortes superficiales sin que estas se den cuenta, confundirlas haciendo que un camino den vueltas en círculos por horas y aplastarlas mientras duermen en sus camas.
Se cuenta en leyendas que dichos aquelarres se reúnen en cuevas o túneles al interior de las montañas y que una forma de acabar con ellos es invocar el nombre de Dios o de algún santo cerca de estos lugares sagrados.
IVUNCHE.
El nombre de ivunche proviene de los vocablos "ivum", que significa animal pequeño, y "che", traducido como gente.
Como otras criaturas de la cultura mapuche, cuenta una leyenda que fueron creados por la ingeniería genética araucana, aunque a su vez, es sabido que son el producto del secuestro de niños varones por parte de los brujos, quienes se los roban recién nacidos y hasta los seis meses para después, deformarlos despojándolos de sus intestinos y cerrando todos sus orificios, dejándolos sin poder hablar y solo comunicándose a través de sonidos guturales y gestos.
Son de aspecto hinchado por el daño causado por sus amos, tienen la cabeza vuelta atrás, una pierna pegada a la columna vertebral y cubiertos por un vello suave, aunque también se les describe desnudos con barba y cabellos blancos y largos.
Son, por excelencia, los sirvientes de los brujos, guardianes de sus cuevas, oráculos de magia negra y consultores, pues poseen un amplio conocimiento por estar tanto tiempo recluidos. En síntesis, son instrumentos de los brujos para atormentar a sus víctimas.
Para que un ivunche te deje pasar a través de los túneles que cuida debes hacer una reverencia y solo abandonan las cuevas en festividades o si estas han sido destruidas y deben cambiar de morada.
Se alimentan succionando la sangre de otros bebés recién nacidos que los brujos roban para ellos o bien de fetos abortados. También son los encargados de castigar a los cazadores que solo asesinan por diversión y no por necesidad.
Y bueno, queridos lectores, esto ha sido todo por hoy en esta primera recopilación de leyendas de la cosmovisión mapuche. ¿Ya habían escuchado de alguno de estos seres?
¿Es común saber de ellos en donde viven?
¿Tienen algún otro dato o anécdota sobre ellos que les gustaría compartir?
Como siempre queremos leer su opinión en comentarios.
¡Nos leemos en la próxima! ¡Saludos mágicos!
Escrito por Anheleis_HP.
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