Capitulo 28
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-¿Puedes detenerte un momento?-Pregunta exasperado Luciano. Desde que nos fuimos del cementerio, empezamos a caminar, yo iba muy rápido tratando de escapar de todos los pensamientos de mi cabeza y de Luciano, el cual caminaba cojo y no podía caminar a mi ritmo.
Que se joda...
Ignoro su comentario y camino aún más rápido, pero su mano me detiene, haciendo que suspira exasperada y cansada a la misma vez.
-¿Qué quieres ahora? ¿Volver a mentirme?-entrecierro mis ojos en su dirección y miro su mano, la cual estaba sujetando mi brazo para que yo no me escape.
Jodido Luke.
-No seas así, dios santo- hace una mueca con sus labios y mira fijamente mis ojos. Su mirada me intimidaba demasiado así que traté de esquivar su mirada, pero sus hermosos ojos café me atraparon y observé esos ojos tan mentirosos pero tan hermosos.-Si dejas de caminar tan rápido, podría explicártelo, pero como la jodida orgullosa que eres, no me permites hablar-sentencia serio.
-¿Jodida orgullosa?-Abro mis ojos, Luke está empezando a que mi enojo salga a flote. Él asiente con la cabeza concordando con mi pregunta, enojada trato de zafarme de su agarre pero es imposible.-Tu eres un mentiroso y nadie te lo está retrucando en la cara, así que no me jodas. Todavía no nos conocemos bien para que vengas a decirme tantas cosas ridículas, bobo.
Luciano hace un amago de sonrisa y su agarre en mi brazo afloja un poco, pero no tanto como para poder escaparme y encerrarme en mi habitación. Aprieto mi mandíbula y fulmino al chico de ojos café.
-¿Crees que todas las cosas que digo son ridículas?-parecía ofendido y me sentí culpable por un momento, solamente por un momento, hasta que recordé como besaba tan "apasionadamente" a aquella pelirroja.-Como tú digas, para mí, mis palabras son reales-aprieta sus labios agrandando sus ojos y río brevemente. Afloja su agarre y mira mis ojos tiernamente, haciendo que entrecierre mis ojos con confusión. Levanta su mano y acaricia mi mejilla con sus dedos-Eres tan hermosa...-susurra acercándose de a poco hacia mis labios.
Pensé en besarlo, pero sería una traición hacia mí misma, sería mentirme y yo no quería eso. Suficiente tengo con todos mis problemas. Cuando estaba rozando mis labios, coloco mi mano en su pecho, haciendo que se detenga y mire a mis ojos.
-No.-sentencio firme, dolió decirle no a esos labios, pero realmente no quería ser usada por una distracción ni mucho menos para una mentira.
-¿Qué?-Luke sonríe pero no se aleja. Presiono su pecho para que se aleje, pero es imposible, es mucho más fuerte que yo y él lo sabe.
-Tengo que ir a trabajar-murmuro cohibida por sus ojos y su cercanía. Luke suspira exasperado y se aleja rendido.
-Tenemos que hablar seriamente-murmura pasando una mano por su cabello. La brisa hace que mi cabello se despeine y el jopo de Luke se mueva. Río porque es imposible mover esa cosa de su pelo.
-Lo sé-murmura acomodando mi bolso-Pero ahora no.
Luke asiente cabizbajo mientras pasa su mano por su cabello. Me doy media vuelta para irme, sabiendo que me estaba metiendo en la boca del lobo. Él tenía ya una dueña y yo no estaba para juegos. Tenía que decirme la verdad.
*****
Abro la puerta de casa dejando las llaves arriba de una mesita y coloco mi abrigo junto a mi bolso en el perchero y avanzo hasta la sala, donde escucho ruidos extraños y una risa de una mujer muy chillona.
Prendo la luz y abro mis ojos mientras me tapo mi boca con mi mano para ahogar un grito.
Espero pacientemente que Tomas se dé cuenta que hay alguien más en la sala, pero está muy entretenido besando a aquella chica rubia.
Bueeno, se está poniendo caliente la cosa.
Aclaro mi garganta haciendo que Tom deje de besar a la chica y me observe. Abre sus ojos y tapa su "amigo" con un almohadón que estaba tirado en el piso.
Alzo mi ceja parpadeando sorprendida por lo caliente que estaba Tomas besando aquella chica.
Abro y cierro mis labios sin omitir ninguna palabra, todavía sorprendida. Hago una mueca con mis labios mientras la chica se levanta en ropa interior y empieza a vestirse.
-¿Hola?-pregunto inocentemente, apropósito hago una cara de asco para hacer enojar a Tomas, sabiendo que interrumpí su momento íntimo.
-¿Ella es tu...?-La chica tenía una cara de susto e internamente me burlaba de ella.
Lo sé, me he convertido en maléfica...
¿Acaso dio a entender que Tom y yo...? Dios no, ni siquiera puedo pensarlo.
-¡No!-exclamamos Tom y yo a la misma vez, nos miramos fijamente y sonrío.
-No, no, no, ella...ella, es...-Tomas tartamudeaba y yo me reía internamente.
-Soy su hermana.-Sonrío sin mostrar mis dientes observando como la chica se cambiaba lo más rápido posible.
Olivia salvando el trasero de su hermano desde tiempos inmemorables.
Thomas asiente con la cabeza mientras se coloca un pantalón y me fulmina con la mirada y se sube el cierre. Río y coloco una mano en mi cadera esperando pacientemente en la sala sin irme para poder dejar a los "amantes apasionados" seguir con su objetivo.
-Espero que hayan usado protección-comento con una sonrisa mirando burlescamente a mi hermano-No quiero ser tía todavía-río y observo a la chica guiñándole un ojo, ella se ruboriza haciendo que su rostro quede como un tomate y agache la cabeza, inmediatamente me cayó muy bien.
-Oli, deja de molestar ¿No tienes que ir a trabajar?-pregunta Tom cruzando sus brazos y le entrega el bolso a la chica rubia.
-Sí, pero me llamaron diciendo que entro más tarde y tengo que cubrir el turno de la noche, así que voy a venir más tarde de lo normal-hago una mueca recordando aquél episodio del chico que quería un café y Luke me defendió.
Tomas suspira y asiente rendido.
-Bien, te voy a buscar cuando termines...-Asiento conforme, no quería caminar a medianoche sola con el frío que hacía a esa hora, daba miedo.
-Está bien-murmuro. Giro mi cabeza hacia la chica que estaba observando a Thomas, pero cuando siente mi mirada, me mira y se ruboriza dándose cuenta que la vi. -Soy Olivia.-me presento.- ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Alexandra, pero dime Lexy. Lamento eso...-sonríe tiernamente y se ruboriza al instante. Sonrío y salgo de la sala.
Coloco un poco de café en mi taza y bebo un sorbo escuchando la puerta siendo cerrada y los pasos de Tomas acercándose hacia la cocina.
Abro mis labios para decirle que me iba a trabajar en este momento, pero él me interrumpe.
-No quiero saberlo, no quiero oír tus sermones, no quiero nada de eso.-alza su mano en señal de que no comente nada. Levanté mi ceja derecha incrédula de su arrebato.
-Tú sabes lo que haces, Tom, yo no soy mamá para decirte lo que tienes que hacer o no.-murmuro mientras tomo un sorbo del café.-Es una linda chica, creo. -susurro mirando de reojo a mi hermano que se había quedado en la puerta.
-Gracias por arruinar el único momento que tendré con ella, Oli-murmura.
-De nada-río-Hubieras visto tu cara y su cara, pobre-río a carcajadas y mi hermano coloca sus ojos en blanco. -Ay, dios, amo estos momentos. Estabas cachondo ¿he?-río bebiendo del café.
Tomas no dice nada y niega con la cabeza rendido.
-No estábamos haciendo nada.-murmura.
-Si eso no es hacer nada, no me quiero imaginar que es hacer algo contigo, querido-río y coloco la taza en la pileta de la cocina. Niego rendida y golpeo su pecho pasando por su lado.
Tom sale de la cocina y viene detrás de mí.
-En dos semanas es tu cumpleaños-murmura mirando hacia las escaleras.- ¿Qué vas a hacer?-pregunta.
Me detengo y la sonrisa que se encontraba en mi rostro, desaparece. Trago saliva y giro en dirección de mi hermano.
¿Qué voy a hacer?
Tardo en responder.
-Nada-le contesto firme.-No quiero ninguna fiesta sin mamá-mis ojos se cristalizan y carraspeo para sacar ese nudo en mi garganta que se estaba formando.
-A mamá le hubiese gustado que hicieras esta fiesta, Oli-murmura dolido. A él también le dolía la muerte de mi madre, creo que tienes una culpa bastante grande en no poder asistir al funeral de su madre, pero a mí me duele mucho más. Ella murió en mis brazos, delante de mí. Él no se mataba trabajando hasta tarde para poder pagar los remedios que ella necesitaba, ella siempre estuvo para mí, por eso, yo siempre estuve cuando más me necesitaba.
Estaba pagando el favor que hizo ella hace mucho tiempo....
-No hice fiesta para mi cumpleaños por dos años, por ti-confieso mirando sus ojos. Tom se sorprende bastante y empieza a tartamudear-Ella era especial y esos dos años que no quise festejar, me hacía un pastel de cumpleaños, solamente porque me veía triste por ti.-trago saliva, sigo mirando a sus ojos y veo un destello y empiezan a cristalizarse-Me deprimí bastante cuando te fuiste. Imagínate, eras mi príncipe y te fuiste dejándome sola, abandonada y no podía contarle a nadie lo que estaba pasando conmigo, Tom.-susurro-Mamá empezó a trabajar más y no la veía mucho y bueno, papá empezó a tomar, gritar por las noches e insultarme.-unas lágrimas caían lentamente de mis ojos, pero no les hice caso, seguí murmurando los recuerdos que me carcomían la cabeza todas las noches.
-Oli, no sigas-susurra Tom.-No quiero oír cómo te hice daño, me arrepiento demasiado-murmura. Niego con la cabeza sorbiendo por mi nariz y sigo con mi relato.
Quiero hacerle entender a Tomas que no todo es de color rosa, no quiero arruinar su día tan maravilloso, pero necesito decirle lo que pasé desde que él se fue por aquella puerta, tengo que decirle todos los golpes, gritos e insultos que pasé con mi madre. Necesito que sepa todos los demonios que tengo y que no tome a la ligera cuando me suceda algo.
No quiero caer de nuevo....
-Él me golpeaba, golpeaba a mamá pero cuando ella no estaba, aprovechaba en gastar el dinero, lo poco que teníamos, en alcohol y me insultaba, te diría todos esos comentarios que me destruían de a poco, pero realmente no quiero recordarlos-trago saliva y el nudo que tenía en mi garganta seguía presente, haciendo difícil el tragar saliva.
Dolía, dolía recordar todos esos momentos, necesitaba contarle a alguien sobre lo que pasaba en casa. Pero dolía ver más la mirada de Tom, dolía ver su culpa a través de sus ojos que estaban al borde de las lágrimas, cuando los míos lloraban sin parar.
Mi corazón se rompía de a poco y no sabía qué hacer para sanarlo. No sabía qué hacer en mi vida, no sé qué camino elegir...
-¿Y sabes lo peor?-pregunto en un susurro.
-Oli-murmura Tom con la voz entrecortada.
-Que tu no estabas Tom, te necesitaba.-hago una mueca recordando todo lo que pasé y me armo de valor para decirle lo que me marcó de por vida y todavía las recuerdo y siguen en mi-Que solamente el dolor salía de una sola manera y empecé a hacerlo con frecuencia, si te preguntas que quería decir el médico cuando fuiste a buscar a papá, es que la única solución que tenía para no matarme por dentro, era que el dolor saliera hacia afuera y funcionó.-Alzo una ceja acompañada con una mueca en mis labios y susurro- Y no sabes cuánto me arrepiento-susurro terminando la frase mirando los ojos de mi hermano que me miraban sorprendidos y arrepentidos a la vez.
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Sin palabras...
T.R.W. ♥
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