Capítulo 13 El amor que florece en un lugar abandonado por los dioses Parte 4.


Han pasado un par de horas desde que Bell y Ais cayeron en el piso 100. Durante ese tiempo, ambos han estado hablando y conociéndose más debido a no tener nada que hacer. 

Durante su tiempo juntos ambos aventureros, se habían conocido y acercado más… lo que nos lleva a la situación actual.

Bell se encontraba recostado en el sillón de lo que se podría considerar la sala, con Ais a su lado, mientras usaba sus muslos como almohada y ambos hablaban alegremente, a pesar del ligero sonrojo de ambos, Ais lentamente comenzó a inclinarse, con una clara intención. 

Mientras la princesa hacía su movimiento, tanto Bell como Ais tenían una gran duda que surcaba por sus cabezas ~¿¡Cómo llegamos a esto!?~ Ambos pensaban frenéticamente mientras intentaban recordar cómo habían llegado a su situación actual, Ais había conseguido su objetivo pero ambos aún intentan recordar… Intentaban recordar, los acontecimientos que los llevaron a besarse una vez más. 

*4 horas atrás*

Después de haber comido, ambos aventureros se habían dirigido a la sala, con Ais ayudando a Bell a caminar hacia el sillón, ya que aún le dolían las costillas rotas y debían tener cuidado de que Bell no se lastimara aún más. 

Cuando llegaron al sillón ambos se sentaron uno al lado del otro. 

~Gracias Ais-chan, siento ser una molestia~ Dijo el albino con un tono de voz que la princesa de la espada jamás pensó que oirá en su voz, el tono de Bell era triste. 

El corazón de Ais se apretó al escuchar la tristeza de Bell. La princesa de la espada rápidamente intentó hacer que el deprimido albino mejorará su estado de ánimo. 

~No tienes por qué agrádeser, soy tu compañera, así que te ayudare en todo lo que pueda, y no eres una molestia~ Habló la princesa de la espada, sin notar que sus palabras en lugar de ayudar al albino,lo hirieron un poco más. 

~Así que solo me ayuda porque es mi compañera… Supongo que era de esperarse~ Pensó el albino mientras se deprimida aún más. 

La hermosa aventurera de primera clase noto como el albino parecía estar infinitamente peor que antes, ella pensó que lo más sano era no decir nada más, pero no quería ver triste al chico que del cual ella comenzaba a sentir atracción, así que no podía quedarse de brazos cruzados. 

La princesa de la espada, lentamente recostó al albino en el sillón y colocó gentilmente la cabeza de Bell sobre sus muslos, dándole una almohada de regazo. 

Bell se sonrojo exponencialmente y cuando iba a hablar, la poderosa aventurera de primera clase, lo callo dándole un gentil y amoríos beso en la frente mientras jugaba con sus mechones de cabello blanco como la nieve. 

~No deberías estar triste, siento que mi corazón es destrozado cuando te veo así… Por lo que, como mi manera de pedir disculpa solo déjame seguir haciendo esto~ Dijo Ais, completamente sonrojada, omitiendo el hecho de había sido Riveria quien le había dicho en la mañana que debería hacer eso con Bell cuando tuvieran la oportunidad para poder hablar más. 

Bell no dijo nada, en su lugar le regalo una brillante sonrisa a la hermosa espadachín que le devolvió el gesto con una sonrisa tan radiante como la de él. 

Ambos aventureros se quedaron ahí, viéndose fijamente por algunos minutos, sin decir nada, solo viéndose y disfrutando de la atmósfera llena de paz y relajación que los envolvía, era tan relajante que incluso habían olvidado ligeramente que estaban en la mazmorra o mejor dicho, habían decidió ignorar ese hecho por un largo rato. 

~Oye Bell-kun~ Ais finalmente rompió el silencio, decidiendo que era hora de comenzar a conocerse mejor.

~¿Hmmm?~ Bell solo hizo un sonido en forma de pregunta, mientras se perdía entre los gentiles toques de los dedos de Ais por su cabello con sus ojos cerrados. 

~¿Qué piensas de mí?~ Preguntó Ais, una ligera preocupación por la respuesta del albino clara en sí voz. 

Bell abrió levemente los ojos y miró curioso a Ais, antes de responder. 

~Creo que eres hermosa, poderosa y hábil. También eres bastante divertida y cariñosa, aunque más cuando estás borracha~ Dijo Bell, con un tono completamente sincero mientras que Ais se sonrojada enormemente. Aunque hizo un ligero puchero en la última parte. 

La princesa de la espada, al ver la sonrisa alegre en el rostro de Bell cuando ella hizo un puchero, rápidamente contra ataco, evidentemente sabiendo que dos podían jugar el mismo juego. 

~Gracias Bell-kun, en realidad tú también eres muy guapo, poderoso e interesante… Realmente me arrepiento de que aquel monstruo nos interrumpiera cuando nos estábamos conociendo mejor…~ Dijo Ais, con la voz más coqueta que pudo hacer. 

Aunque ella misma se había sonrojado, él ver como el albino se volvía tan rojo que podría rivalizar en el color de sus ojos, Ais soltó una risita alegre y le dio a Bell una sonrisa victoriosa y un tanto juguetona. 

Cuando Bell vio la sonrisa en el rostro de Ais, inmediatamente supo que había perdido, si él sabía algo mejor que muchas personas, era que jamás podrá ganarle a una mujer en este tipo de juegos y mucho menos si es una mujer por la que tiene sentimientos encontrados. 

Así pasaron algunas horas, entre bromas, ligeras insinuación, conversaciones sobre la vida de ambos, sus sueños y objetivos para ser aventureros (en una nota lateral, cuando Ais supo que Bell solana ser un héroe lo bautizó con un nuevo apodo por el que lo llamara siempre que estén solos, experto cuando esté enojada con él) en fin, ambos se conocían demasiado, aunque no habían tocado el pasado de ninguno, principalmente porque ninguno quería hablar de su pasado y no querían insistir en el tema. 

~Entonces "conejo heroico"... ¿piensas unirte a alguna familia después de la expedición?~ Ais pregunto, genuinamente curiosa de la respuesta de Bell, aunque se podía ver el deseo que ella tenía de que se uniera a su familia. 

Bell sintió que debía decirle a Ais que se uniría a la familia Loky, es más, él quería decirle justo eso, pero tuvo la sensación de que eso sería imposible, como si el destino no lo quisiera, así que con pesar en su corazón, él habló. 

~En realidad no lo sé, realmente me gustaría unirme a la familia Loky, pero tengo el presentimiento de que eso sería imposible~ Dijo el albino. 

Los rojos orbes de Bell, se cruzaron con los entristecido orbes dorados de Ais. Y en ese momento, el corazón de Bell se derritió, el poco hielo que cubría su corazón para impedir que las personas entrarán en él, para después sufrir al perderlos como había sucedido con su abuelo.

El albino, dando gala de su máxima velocidad, a pesar de tener las costillas rotas, en menos de un microsegundo, se encontraba de pie, abrazando a Ais que no supo en qué momento había sido obligada a levantarse. 

La princesa de la espada parpadeo un par de veces en shock, no supo cuando Bell se levantó, ni cuando la levantó para abrazarla, pero ella inconscientemente le devolvió el abrazo. 

Ambos aventureros de primera clase se habían fundido en un abrazo lleno de sentimientos. 

Un rato después el abrazo se había terminado y Bell pagó el precio de haber usado su velocidad máxima en una condición bastante lamentable. Bello tosio un poco de sangre en su mano, señal de que una de sus costillas rotas había lesionado algo. 

Con algo de dolor el albino se volvió a recostar en la cama, con Ais que volvió a colocar su cabeza en su regazo y le había dicho que se curará usando su magia. 

Aunque Bell quería refutar la orden, lla simple mirada de Ais le impidió hacerlo y a regañadientes, lentamente comenzó a usar su magia para sanar sus órganos internos y un poco más sus costillas, aunque eso posiblemente se llevaría gran parte de la magia que había recuperado. 

~Si estas tan mal herido… ¿porque hiciste eso?~ Preguntó Ais, la curiosidad pura rebosando en sus palabras. 

~Te veías triste, así como tu dijiste, cuando te veo triste mi corazón se entristece igual… Así que si puedo evitarlo, lo are… Aun si eso me cuesta salir lastimado~ Respondió Bell, con un tono serio y honesto con el que el corazón de Ais se aceleró. 

De esa manera, la princesa de la espada sabía con certeza algo, ella Ais Wallenstein estaba enamorada sin ninguna duda de Bell Cranel. Y por el cómo actuaba Bell, ella estaba casi segura de que si no la amaba, al menos si la quería como más que a una simple amiga.

Siguiendo esa línea de pensamiento, Ais lentamente se inclinó hacia un Bell que estaba recostado sobre su regazo. 

Cuando los labios de ambos se rozaron, los corazones tanto de Ais como de Bell se aceleraron con emoción. 

Ante la aprobación de sus corazones, ambos aventureros se fundieron en un amoroso beso, un beso que daría inicio a una relación más íntima entre los dos poderoso aventureros. 













*Fin del capítulo*

¿Qué les pareció el capítulo? Espero les haya gustado. 

Ok siento la demora, pero cuando acabe el capítulo, simplemente no me gustó como había quedado, así que lo borre y volví a escribir. 

Aquí concluye este pequeño arco del amor, dentro del arco del laberinto el cual finalmente está a punto de terminar (estoy asombrado de lo mucho que se alargó, originalmente sólo debía durar tres capítulos y bueno, creo que me deje llevar)

Como disculpa también he súbito el siguiente capítulo… Así que corran vallan a leerlo, por cierto ese capitulo ya consiste en que la familia Loky se reúne con ellos, una batalla que supongo es esperable e intuitivo contra que. Y comenzarán a ascender pisos para finalmente darle fin a este arco. 

Harem. 
*Ais Wallenstein 
*Bell Fem
*Loky
*Hefesto
*Freya 
*Hestia
*Tiona Hiryute
*Tione Hiryute
*Riveria Ljos Alf
*Syr Flova 
*Ryuu Lion
*Eina Tulle
*Welf Fem

PD. Lamento las faltas ortográficas y de redacción, no he dormido para escribir este y el próximo capítulo.

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