iii extra.

La joven omega había llegado hace una media hora aproximadamente, y en ese momento se encontraba atracando la nevera, buscando algo para comer mientras veía alguna película y así disfrutar del inicio de su fin de semana, ya luego el domingo en la noche se ocuparía de sus tareas, pero sus madres no tenían porqué saber eso. Hacía un sándwich con toda tranquilidad, moviéndose de un lado a otro en la cocina, sin darse cuenta de lo tensas que se encontraban las mayores, sentadas en el sofá de la sala.

Lisa recostó su cabeza en el hombro de su esposa, como tanto le gustaba hacerlo, bostezó cuando encontró la comodidad deseada, unos segundos después sintió el brazo de la alfa rodear su cintura, apretando un poco provocándole algunas cosquillas, se deshizo en sus brazos, comenzando a llenarse de su aroma, pero antes de dejarse llevar reaccionó, últimamente amaba ser mimada y ponerse cariñosa.

—¿Crees que no se ha dado cuenta? —le susurró a su esposa cerca del oido

—Creo que no. —respondió esta, susurrando de la misma forma, aun no comprendía porque estaban siendo tan discretas.

La omega suspiró, no sabía porque se sentía algo nerviosa ante la situación, mordia sus uñas de vez en cuando sin darse cuenta.

RyuJin salió de la cocina con un plato en donde estaba su sándwich, una botella de refresco en su otra mano, y un paquete de galletas debajo del brazo, caminaba confiada con intenciones de irse directo a su cuarto. En ese momento Lisa le hizo una seña a ChaeYoung modulando un ‹‹ahora›› con sus labios, y esta carraspeó su garganta, llamando la atención de su hija.

—Hija, ven acá. —dijo la alfa.

La omega menor refunfuñó bajito al escucharlo llamarla, pero hizo caso, retrocediendo los pasos que había avanzado y volviendo a la sala, contemplando a sus madres allí sentadas, Lisa se acomodó mejor, abandonando el hombro de su esposa.

—Deja tu comida ahí un momento. —volvió a hablar su madre.

RyuJin enarcó una ceja, dejando lo que había preparado en la mesita de la sala, esperaba que lo que sea que estuvieran planeando fuera rápido, la curiosidad se había instalado en su mente.

—¿Pasó algo? —preguntó curiosa, pasando su mirada de su mamá omega hacía la alfa.

Ellas se contemplaron unos segundos, como pensando en quién debería hablar.

—Queremos hablar contigo. —fue Lisa quién finalmente habló.

La chico pensó un momento, umm... Sus notas iban bien y casi no se dormía en el colegio, así que dudaba que fuera algo sobre eso; abrió sus ojos de repente ¿Y si habían revisado su computadora?

Lisa al ver que su hija estaba absorta en sus pensamientos y no decía nada, continuó hablando.

—Es algo que supongo que te tomará por sorpresa —continuó hablando la omega—, pero iré directo al punto, no me gusta crear tanta expectativa, tendrás una hermanita.

—O hermanito. —dijo ChaeYoung, no escondía su deseo de añadir a un niño a su pequeña familia.

RyuJin salió del mundo de su cabeza a la realidad al escuchar aquellas palabras, ¿Hermana? ¿A esas alturas de la vida? ¡¿Qué estaban pensando sus madres?! Las miró incrédula unos segundos, sabía que a su mamá Rosie le encantaba jugar y hacerle bromas, pero su mamá Lili...

Ambas se miraban totalmente serias, la omega Tailandesa mordía su labio inferior, quizás ansiosa al no recibir alguna respuesta.

— ¿Es en serio? —dijo finalmente la menor.

—Por supuesto, no jugaría con algo así. —dijo Lisa, con una sonrisa, pensando que su pregunta se debía a la emoción del momento.

—¿Ustedes todavía tienen sexo?

Lisa abrió la boca ante la pregunta de su hija, sus mejillas tornandose de un color carmesí por el atrevimiento de la menor.

—¡Claro, de que hablas n-... —Lisa dio un pequeño pellizco en la pierna de su esposa, antes de que empezara con detalles que no hacían falta, ni nadie había pedido.

—¿No te agradó la idea Ryu? Me habías dicho que querías una hermanita algunas veces. —dijo la omega.

—¡Cuando tenía como siete años! —exclamó la adolescente— Ya tengo quince, ¿Tendré que soportar a una mocosa?

Lisa suspiró con fuerza, haciendo saber su descontento a ambas personas en la sala, estaba en una etapa dónde cualquier cosa le ocasionaba estrés, y lo menos que necesitaba era a su hija reclamandole.

—¡Y ni hablar del desorden! ¡El olor!

Había dedicado muchos años solo a su cachorra mayor, desde que se enteró que un bebé venía en camino, supo que las cosas no serían iguales, dejó su trabajo solo para poder cuidar de su pequeña a tiempo completo, verla crecer y no perderse ninguna de sus etapas más importantes, así también lo hizo ChaeYoung, siempre tratando de estar muy presente, aunque tuviera un trabajo a veces muy exigente, jamás dejó que a su hija le faltara amor de familia.

Pero luego cuando RyuJin ya no necesitaba tanto de ella, sintió que podía dedicarse más a sí misma, así que se dispuso a cumplir uno de sus sueños, tener su propio estudio fotografico, después de todo, por algo se había mudado a Corea para estudiar esa carrera.

Fueron algunos años de intentarlo cuando comenzó a dar frutos, estaba muy feliz de ver a su pequeño negocio crecer, y más aún lo estuvo cuando recientemente empezó con el proyecto de crear otra sede en otro lugar de la ciudad, y sabía que pronto vería como se materializaba.

A todo esto se dio cuenta de que su hija ya estaba grande, en unos años la vería partir y ella no podría aferrarse a tenerla entre sus brazos para siempre, dándole paso al síndrome del nido vacío, le haría mucha falta; fue cuando surgió la idea, no, un hijo no ocupaba el espacio de otro, pero el deseo empezó a crecer en el fondo de su corazón, era algo que empezó a anhelar, recordó que en su sueños también estaba tener una familia grande, luego de haber cuidado de su primer hijo y alcanzado algunas de sus metas, parecía un buen momento, y se lo comentó a su esposa.

ChaeYoung casi saltaba de felicidad al oír a Lisa, había esperado mucho por ese momento, sabía que muchas veces bromeaba con ello, pero jamás sería capaz de obligar a su omega a tener otro bebé cuando ella no tenía el mismo sentir, esperaría a que el tiempo perfecto llegara, aún si dicho tiempo no llegaba nunca, ella iba a comprenderla y a aceptarla.

Pero finalmente llegó.

—RyuJin, no nos hacemos más jóvenes —Habló la alfa hacía la chica que se mantenía de brazos cruzados—. Es algo que tu mamá y yo conversamos bastante, y llegamos a la conclusión de que ambas queríamos esto, y así lo quieras o no, el bebé ya está en camino, tendrás un hermano y creo que ya estás grande como para comprenderlo.

—P- pero... —balbuceó la joven omega.

Pronto se quebró, dejó su posición altanera y se lanzó a los brazos de la alfa, abrazándola con fuerza. ChaeYoung aunque estaba sorprendido por la repentina acción, le devolvió el abrazo, acariciando su espalda, suavizando su carácter de inmediato.

—¿Qué está mal, cachorra? —preguntó con voz amena, dejando un beso sobre la coronilla de la menor, intentando calmarla, aun cuando no estaba llorando, se notaba bastante agitada.

—¿Por qué yo no puedo ser su única cachorra? —susurró RyuJin.

Lisa, quién contemplaba todo, rió ante la actitud de su hija, pensó que era algo que había superado pero al parecer no, seguía siendo una pequeña cachorrita.

—Que tengamos otro cachorro no significa que tu dejes de ser nuestra bebé —dijo la omega, acercándose para unirse al abrazo—, No cambia absolutamente nada nuestra forma dr amarte.

Su esposa e hija le hicieron un espacio para recibirla, creando un hermoso ambiente familiar.

—Lo sé... Pero eso no evita que me sienta así, no quiero ser egoísta. —habló nuevamente la omega.

Lisa se separó del abrazo, recordando algo.

—Cuando te estaba esperando a ti, tu madre se volvió loco por unos meses, le gruñia a quién se acercara a mí y me abrazaba, creo que es un sentimiento protector, aunque no deja de ser primitivo, quizás lo heredaste.

ChaeYoung en vez de separarse se abrazó aun más a su hija, haciéndola reír por el excesivo cariño.

—Sólo estaba cuidado de quienes más me importaban —respondió la alfa—, y aquí no acaban las noticias, dejaré mi trabajo para unirme al negocio de tú mamá, creo que de esa forma podremos dedicarle más tiempo a nuestros cachorros ¿No te parece?

RyuJin asintió, estaba grande, pero siempre necesitaría de sus madres, era mejor dejar el orgullo de lado; aún cuando a veces dijera que la molestaban, sabía que no era así, sobretodo agradecía tenerlas a ellas como sus madres.

Entendió entonces que no podía ser tan egoísta como para reclamarles por el nuevo bebé, pero solo por esos minutos quería serlo, quería que sus madres estuvieran solo con ella, debían aprovechar antes de que una nueva bola de grasa llegara a la familia.

Pregunta: ¿Que idol quisieran ver cómo el fututo hijo/a de las ChaeLisa?

¡Gracias por leer!

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