i extra.

RyuJin aferró su manito a la bolsa de regalo que su mami le había dado, mientras que su otra mano era sostenida por la mano de su mamá, le dirigió una mirada rápida y la alfa le sonrió ante su rostro algo inquieto, dándole un leve apretón a su mano, avanzaron a través del pasillo y finalmente pasaron por la puerta abierta que daba acceso al patio de aquella casa, donde música infantil resonaba a un volumen bastante moderado, y las decoraciones que indicaban que se trataba de una fiesta infantil estaban muy presentes.

Al instante MiYeon notó su presencia, sonriendo tan linda como ella solía hacerlo, acercándose para recibirlas como era debido, la omega se miraba bastante bien arreglada y alegre para la ocasión.

—Que bueno que llegan, pensé que ya no vendrían —saludó la chica en primer lugar.

—Ya sabes cómo es ChaeYoung, cuando necesitamos salir rápido, más se tarda en bañarse. —confesó Lisa, mirando directamente a su esposa, que se hizo la desentendida, sonriendole como si le estuviera contando un chiste.

RyuJin por su parte se dispuso a observar el panorama, algunos niños corriendo y jugando por el lugar, otros entretenidos el castillo inflable que se encontraba allí instalado, los adultos vigilaban desde sus sillas y conversan con los otros, no parecía ser muy divertido desde su posición.

Solo podía escuchar la conversación aburrida que mantenían sus madres con la mamá de Lia, pero no entendía lo que decían, ya que no prestaba demasiada atención.

—Oh RyuJin, Julia está jugando con algunas amiguitas, si quieres puedes darme el regalo a mí. —comentó MiYeon, agachandose un poco para estar a su altura.

Ella se encogió de hombros, le deba igual después de todo, así que se le pasó la bolsa con diseño de Kumamon, ella la había elegido y estaba bastente orgullosa de ello, pero no dijo nada al respecto.

Mm, veo que SoYeon vino. —señaló Lisa hacía la mujer que se encontraba allí conversando con una alfa que reconoció como Jennie, y algunos otros invitados desconocidos.

—Sí, el año pasado JiSoo estuvo muy triste porque no había estado, este año pidió permiso en el trabajo, es lo menos que puede hacer por su hija ¿No? Casi no se ven.  —la omega se cruzó de brazos al hablar de su ex pareja, era un tema un tanto controversial para ella, tenían una buena relación, pero siempre estaba aquella espinita.

ChaeYoung soltó la mano de su hija y su omega ya sabía bien a dónde iba, porque no todos los días era libre para tomar algo de soju en compañía de otras alfas, así que al ver ese par de botellas verdes en las manos de las otras, sus ojos brillaron.

—SoYeon, mi vieja amiga. —decía con una sonrisa y brazos extendidos, caminando hacía el grupo de alfas allí reunidos, Lisa rodó sus ojos, ya la había perdido por ese día.

MiYeon rió por ello y avisó que iría a dejar el regalo adentro, la omega Tailandesa asintió y se dispuso a caminar hasta el lugar donde JiSoo estaba sentada vigilando a su hijo y al pequeño hijo de MiYeon, quienes juagaban juntos, RyuJin apretó su dedos al rededor de la tela del pantalón de su mamá, como se había acostumbrado a hacer, sonrió cortamente al estar cerca de aquella omega, rápidamente su mamá tomó asiento en la silla de al lado, y ella en sus piernas.

—Hey Lisa, RyuJin. —saludó la mayor, recibiendo una sonrisa de parte de la pequeña.

—Saluda hija. —le dijo su mami.

—Hola. —respondió algo tímida.

—¿Hola quién? —insistió Lisa.

—Hola tía Chu. —dijo la niña.

JiSoo sonrió ante su ternura, extendiendo sus brazos invitandola a abrazarla, y RyuJin estaba lista para hacerlo, sino fuera por el fastidioso de DoYoung, quién apenas miró las intenciones de su mamá se levantó del suelo donde se encontraba jugando, corriendo para ser él quién abrazara a la omega.

Esta negó por el acto de su hijo, pero aún así lo recibió dejando algunos besos sobre su cabecita; RyuJin no evitó pensar en lo caprichosos que eran los niños pequeños, sobre todo los varones, definitivamente no le caían para nada bien.

—¿No quieres ir a jugar al castillo inflable? —le preguntó Lisa a su hija, quién volvió a acomodarse en sus piernas, pero esta negó.

Demasiados niños saltando en un solo lugar no le parecía atractivo.

—¿Y qué tal si juegas con SooBin? —señaló al niño que se había quedado sin su compañera de juegos, luego de que DoYoung corriera a brazos de su madre y se quedara allí, colgandose de su cuello.

RyuJin lo pensó, ¡Ya no era una bebé cómo para jugar con SooBin! Tenía como dos años, y apenas sabía hablar algunas cosas.

Poquísimos segundos después Lia pasó corriendo junto a dos niños que RyuJin conocía del preescolar: YeJi y HyunJin, pasó así como así, ¡Cómo si ella no existiera! Enfurruñada, se levantó de las piernas de su mami, caminando los pocos pasos que lo separaban de SooBin, quién jugaba en el suelo.

El pequeño tenía un autito de juguete entre sus manos, y era con el cual jugaba, había otro a su lado totalmente abandonado, RyuJin se acercó para tomarlo, pero el pequeño se puso alerta.

—¡No! —gritó, soltando el que tenía entre sus manitas, tomando el otro autito antes de que RyuJin lo hiciera.

La niña frunció su adorable ceño, acercándose entonces a tomar el que había dejado de lado.

—¡No! —volvió a gritar el bebé.

¡Por eso no le gustaba jugar con bebés!

—Hey SooBin, prestale uno a RyuJin ¿Si bebé? —ni siquiera se había dado cuenta de que MiYeon ya estaba ahí, sentando junto a las otras dos omegas.

—¡No! ¡Mío!

No había pasado ni una hora desde que habían llegado, y la pequeña RyuJin ya estaba estresada, ¿Es qué era muy difícil compartir? Um, bueno, ella tampoco compartiría a sus mamás, ¡Pero sus juguetes sí! Quizás, dependiendo de la persona.

Pero no se daría por vencida, así que queriendo ser terca, tomó uno de los autitos de SooBin, sin esperarse lo que se venía, el bebé empezó a chillar con rabia, y en un movimiento rápido tomó su brazo, encajando sus dientecitos en este, sin ni una pisca de arrepentimiento.

RyuJin soltó con rápidez el juguete, alejándose del pequeño salvaje, empezando a llorar ella también, volteandose en busca de su mami, y de paso llamando la atención de las personas en aquella tonta fiesta.

—¡SooBin! —regañó la omega ante la travesura de su hijo, levantándose del lugar para tomarlo en brazos, para seguir regañándolo—, eso no se hace niño malo.

RyuJin corrió para abrazarse a las piernas de su mami, quién acarició su cabello consolándola, diciéndole que tenía que calmarse un poco, pero sintió como alguien la tomaba en sus brazos, percibiendo rápidamente el aroma de su mami Rosie, estando a esa altura vio a varios niños chismosos acercarse, y a Lia correr en dirección hacía su casa, enterró su carita en el cuello de su mamá.

—Lo siento mucho, SooBin todavía no entiende muchas cosas RyuJin, ya lo regañé, también lo siente mucho. —se disculpó la omega con la bebé en brazos, pero la pequeña Park ni siquiera quiso verla.

Esa fiesta no estaba gustandole para nada, quería irse a su casa con sus mamis.

Un ratito después, ChaeYoung sintió alguien tirando levemente de su pantalón, entonces miró hacía abajo.

—¡Tía! —una vocecita que reconocía muy bien habló desde abajo—. Baja a RyuJin por favor.

La pequeño se separó del cuello de su madre, curiosa de ver que sucedía y pronto ya estaba en suelo, frente a la sonriente cumpleañera, que parecía bastente confiada en lo que hacía.

—Déjame ver tu brazo, Ryu. —pidió esta, al parecer entusiasmada, RyuJin la miró seria, molesta de que su situación la alegrara, pero aún así hizo caso, levantando su brazo herido, enseñadoselo.

Podía verse perfectamente la forma de los pequeños dientes del salvaje SooBin, su pálida piel se miraba rosada luego de la mordida, y solo verlo hizo que tuviera ganas de llorar de nuevo, ¿Qué podía hacer? Era una niña.

Lia hizo una mueca al verlo, y dejó ver algo que traía en su mano, tomando el brazo de la mayor con su otra mano, comenzó a colocar lo que traía con sumo cuidado sobre la piel lastimada, dejando ver que se trataba de una curita con diseño de gatitos bebés.

—Ya está, ¡Mamá SoYeon me las trajo de GaepoDong! ¿No te gusta? —comentó orgullosa.

Los adultos miraban la escena enternecidos, aún si sabían que aquella curita no tendría efecto alguno sobre aquella mordida.

—¿No es precioso mi bebé? —susurró MiYeon, con intención de que solo Lisa la escuchara, quién asintió con una sonrisa, sabía bien lo especiales que serían esas dos la una para la otra.

La mayor asintió ante la pregunta de la risueña Lia, que aplaudió contenta.

—A SooBin no le daremos pastel. —determinó la niña, mirando a sus madres, quiénes le dieron un asentimiento entre pequeñas risas.

RyuJin no pudo decir algo más, porqué Lia ya estaba tirando de su mano para que fueran corriendo a jugar junto a los otros niños.

Bueno, jugar con ellos sería mejor que jugar con SooBin ¿No?

Lo que restó de la fiesta, Lia protegió a RyuJin de los malvados dientes de SooBin.

Las JinLia bbys son taaaaan cutes ><

¡Gracias por leer!

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