Capítulo 16: Pagando Deudas
Gray Fullbuster
Me sobresalté cuando noté como algo tapaba mis ojos. Me puse nervioso, muy nervioso por no saber qué ocurría, quien me estaba atando, pero cuando intenté defenderme, unas manos ágiles cogieron las mías deteniendo mi ataque. Escuché entonces la voz de Natsu intentando tranquilizarme, diciéndome que me calmase, que estaba con él y esto sólo era un juego. La verdad es que después del susto que me había dado, me costaba un poco calmarme, pero empecé a hacerlo poco a poco. Me calmé de golpe cuando noté sus labios sobre los míos, juntos en un beso tierno y lento ¡Estaba completamente seguro de que era Natsu! Y la calma me llegó en cuanto lo verifiqué.
No veía nada y me toqué lo que sea que me había puesto en los ojos, parecía un pañuelo de una tela extremadamente suave. Natsu se apartó de mí un segundo y me quedé perdido en la sala, estaba de pie donde Natsu me había dejado y escuchaba ruido a mi alrededor, pero no tenía muy claro donde estaba exactamente, no sé si la cama estaba tras de mí o no, si estaba en la cocina o en el salón, si tenía algo cerca o no, estaba desorientado, así que no me moví por miedo a tropezar con algo.
Escuché a Natsu a mi espalda acercar sus labios a mi oreja, acariciarla con los labios y susurrar como sólo él sabía hacer, con aquel tono de voz dominante que le salía tan perfecto.
~ Me debes una apuesta - me dijo - y voy a cobrármela.
Ahí si temblé, Natsu no era de los que dejaban las apuestas incompletas, pero no creí que fuera a encontrar a alguien tan rápido. Pensé en quien del gremio podía ser, alguien en el que él tuviera confianza, eso seguro. ¿Esto quería decir que en la habitación había alguien más con nosotros en este momento? ¿Por eso me había tapado los ojos? ¿Para qué no supiera de quién se trataba?
~ Natsu... - le llamé con cierto temblor en mi voz, no me terminaba de gustar la situación, no sin saber quién era el que iba a follarme delante de él.
~ ¿Confías en mí? - le escuché preguntar.
~ Claro que confió en ti - le dije muy seguro.
~ Entonces, disfruta, es alguien de confianza, créeme.
Alguien me tocó la mano y subió por el brazo haciéndome cosquillas, por lo que no pude evitar reír, pero supe enseguida que esas manos eran de Natsu, eran muy cálidas y su calor corporal le delataba. Mi gran duda era saber quien estaba allí con nosotros viendo esto, viéndome aquí de pie mientras Natsu pasaba sus manos por mi cuerpo y besaba mi cuello desde la espalda.
~ ¿Dijiste que harías todo lo que yo te pidiese? - me preguntó de nuevo con sus labios en mi oído.
~ Sí - le respondí.
~ Vale, pues aquí va lo primero que quiero - me dijo - quiero que le trates igual como si fuera yo, que disfrutes de ambos, que le excites tanto como lo haces conmigo. Veamos si le reconoces - me dijo sonriendo y escuché un ruidillo, como si Natsu hubiera chasqueado los dedos para llamar a alguien.
Alguien se paró delante de mí y no era Natsu, porque le sentía detrás de mí, su pecho tocaba mi espalda así que no sé quién era el de delante. Noté su respiración en mi mejilla y supe que era alto, por lo menos unos centímetros más que yo. Me tensé por el simple hecho de no saber quién era, de no saber quién iba a tocarme, de no saber de quién era esta respiración que me golpeaba el rostro.
Su mano en mi mejilla fue lo siguiente que noté, pero ni siquiera escuchaba su voz, seguramente Natsu le habría prohibido hablar para que yo no le identificase. Me tensé un poco cuando noté su mano y esa persona lo notó, pero no la apartó. Tenía un tacto delicado y movía su pulgar por mi mejilla intentando calmarme.
~ ¿Le reconoces? - preguntaba ahora Natsu a mi espalda.
Intentaba pensar en alguien con ese tacto, no era frío así que no podía ser alguien de hielo, no era cálido, así que no era nadie como Natsu, era alto pero no podía saber mucho más de él. Le escuché sonreír y tenía un sonido bonito pero idéntico al de Natsu, dominante. ¡Tenía que ser alguien con un carácter fuerte como el de Natsu, de eso estaba seguro!
Notaba algo cerca de mis labios, creo que eran sus propios labios y me tensé cuando me rozó, ni siquiera me besó, sólo pasó sus labios por encima de los míos y sonreía. Cogió una de mis manos y la colocó sobre su cuerpo ¡estaba tan nervioso que ni siquiera había pensado en tocarle! Quizá por eso ahora era él quien me incitaba a hacerlo. Escuché a Natsu sonreír a mi espalda.
~ Vamos, tócale, quiero saber si le reconoces - sonreía y la otra persona también sonreía - Recuerda Gray, trátale como si fuera yo - fue lo último que escuché de Natsu mientras me besaba el cuello.
Vale... pues nada, si Natsu quería jugar, jugaríamos a esto. Me armé de valor y quien fuera, soltó mi mano en su pecho. En cuanto noté que me dejaba libre, empecé a tocar ¡Era fuerte! Tenía musculatura y supe claramente que era un hombre cuando llegué a sus pectorales. Subí las manos por su cuello, tocando sus orejas y enredé mis dedos en su cabello ¡Era parecido al de Natsu! No sabría decir si igual exactamente, pero muy parecido. ¿A quién narices había traído? Entonces pensé en sus palabras cuando dijo que había pensado en Laxus ¿Podía ser Laxus?
El cabello podía encajar, la altura... más o menos podría encajar, la musculatura no sé, nunca vi a Laxus desnudo, pero yo creo que debería quizá tener más cuerpo que al que estaba tocando. No, éste chico era más como Natsu. Pensé en Freed, pero su cabello era largo, así que imposible, quedaba descartado.
Bajé mis manos hacia el pantalón. Parecía un cinturón, pero no lo era, era más bien un botón. Lo desabroché y escuché esa mueca de sonrisa mientras tocaba mis manos y las detenía justo cuando solté el botón. Volvía a notar su respiración cerca de mí y notaba la erección de Natsu creciendo en mi trasero mientras me gemía levemente en la oreja.
Volví a notar aquellos labios sobre los míos, volviendo a rozar y fui yo quien empujé su labio superior hacia arriba para poder colarme entre ellos y besarle. Me besó y era un beso tranquilo, calmado, no me estaba forzando, no era cálido y no era frío, era simplemente normal. No podía ser un mago con un elemento característico.
~ Vamos Gray - me dijo Natsu a la espalda - ¿Quién es?
Me separé de sus labios y pensé antes de responder a Natsu un "no lo sé". Natsu sonreía y seguía provocándome, bajando sus manos ahora por mis pantalones, metiéndolas dentro y jugando con mi miembro. Jadeé una vez abriendo mi boca y dando paso entonces a que el otro chico introdujera su lengua en mí ¿Quién podía ser?
Natsu seguía en mi miembro, de arriba abajo, notaba sus caricias por lo que supe, que las manos que estaban ahora tocándome el torso, no eran de mi novio. La lengua del chico paseó por mis pezones y volví a gemir, haciendo que notase aún más la erección de Natsu a mi espalda.
~ Todo tuyo - le comentó Natsu al chico y éste sonrió.
Natsu se alejó de mí y escuché como tiraba algo al suelo ¡Creo que estaba cerca de la mesa! Y no me cupo ninguna duda cuando volvió para susurrarme.
~ ¿No querías que te follase sobre una mesa esta mañana? - me preguntó y yo sonreí
~ ¿Vas a follarme encima de la mesa pequeña lagartija? - le pregunté sacando una sonrisa del otro chico por el apodo, a Natsu no le pareció tan gracioso.
~ No Gray, no voy a follarte sobre una mesa, vamos a follarte sobre una mesa.
Las manos del chico bajaron a mi trasero y apretándolo, me subió encima de la mesa de un ágil movimiento ¡Vale, era alguien con fuerza! Hasta ahí estaba seguro. Volvió a besarme mientras sus manos ahora bajaban hacia mi pantalón apretando mis muslos y haciéndome temblar. Esta vez fui yo quien volvió hacia el pantalón de aquel extraño y terminé de desabrocharlo mientras el chico se entretenía lamiendo, besando y pellizcando con cuidado mis pezones, haciéndome ahora gritar de placer.
~ Grita Gray - decía Natsu una y otra vez - vamos, vas a hacer creer a nuestro invitado que no te excita lo suficiente y no querrás enojarle ¿Verdad?
~ No - le dije metiendo la mano por el pantalón del chico y sacando un gemido de él cuando cogí su miembro.
Me sorprendí hasta yo, pero... ¡Era grande! Juraría que me recordaba mucho a la de Natsu. La rocé con mis dedos y luego empecé a moverla mientras el chico se terminó de deshacer de los pantalones y continuaba ahora besando mi cuello, cogiéndome del pelo y tirando hacia atrás para dejar aún más visible mi cuello para él.
~ ¿Seguro que no sabes quién es? - sonreía Natsu - Te daré una pista... Es alguien importante, es alguien muy importante - me dijo y entonces caí.
~ No me jodas Natsu - le dije.
~ No Gray, yo no te jodo, él lo hará primero. Además, es como mi hermano y entre hermanos... lo compartimos todo - me dijo dándome una palmada en el trasero.
Desde luego Natsu se lo estaba pasando en grande, sobre todo cuando me recordó que yo le había prometido cumplir todos y cada uno de sus deseos, así que tenía que mantenerme obediente a lo que dijeran. Me cabreó haber perdido ese reto ¡Pero de esta se acordaría!
Fue el mismo Sting quien me quitó la venda de los ojos y pude verle sonreír justo antes de volver a acercar su rostro al mío, esperando por si yo le daba el permiso para besarme, así que moví la cabeza hacia delante para besarle. Su cuerpo se echó hacia adelante y con un impulso subió sus rodillas encima de la mesa donde yo estaba sentado, provocando que me tuviera que tumbar bajo el peso de su cuerpo.
Pude ver en un sillón a Natsu masturbarse con la escena, mirándonos fijamente ¡Qué bien se lo estaba pasando! Sobre todo por los gemidos que intentaba aguantarse. Decidí entrar al juego entonces ¿querían obediencia esos dos? Pues la iban a tener, podía ser extremadamente seductor cuando me lo proponía y podía tenerles jadeando por mí sin tocarles apenas. Sting me miraba ahora, tocando con sus manos mi torso.
~ ¿El maestro está aburrido? - le pregunté a Sting con una voz seductora y él se paró de golpe abriendo mucho los ojos - ¿Necesita que haga algo por él?
Sting miró hacia Natsu que ahora sí había gemido al escucharme meterme en el papel. Fue entonces cuando Sting se relajó y sonrió.
~ ¿Cómo es la polla de un maestro Sting? - le pregunté con voz morbosa - ¿Me la dejarías ver?
~ Voy a dejarte algo más que sólo verla - me respondió - voy a dejar que me excites, que me la prepares, que me la chupes, que jadees por ella, que te la hundas. ¿Harás lo que quiera?
~ No puedo negarme a cumplir las órdenes del maestro ¿Verdad?
~ ¿Querías verla? - me preguntó mientras se bajaba la ropa interior - mírala entonces - me dijo enseñándome su miembro ya erecto y listo para mí. - ¿Es suficiente para ti?
No pude remediar pasarle mi lengua por la punta y éste tembló antes de gemir. Natsu se había levantado ahora y desde mi espalda no dejaba de tocarme la polla, haciendo que gimiese. Sting al escucharme también empezó a gemir. Natsu me cogió de los hombros tumbándome de nuevo, dejando mi cabeza al borde de la mesa casi colgando ¡No podía ver a Sting! Sólo veía a Natsu y éste acercando su polla a mi boca me la metió de golpe.
~ Chúpala Gray, chúpala - le obedecí mientras notaba como otra lengua se metía mi miembro.
Intenté gemir, pero con la polla de Natsu dentro me era imposible, pero no podía dejar de pensar en cómo me excitaba tenerles a los dos allí, uno follándose mi boca, el otro comiéndose mi polla mientras preparaba mi entrada con sus dedos.
Natsu fue el primero en correrse en mi boca e intenté tragarme todo su líquido mientras él gemía y Sting continuaba con su trabajo. Gemí tan alto como pude cuando Natsu salió de mi boca y no pude evitar cogerle del cabello a Sting tirando levemente de él por el placer que estaba sintiendo.
~ Gray... te contaré un secreto - me dijo Natsu acercándose a mí - estos maestros están acostumbrados a sentarse en una silla y no hacer nada, prácticamente le hacen todo el trabajo a él - me dijo sonriendo y Sting empezó a reírse porque no era verdad, pero yo entendí por donde iba.
~ Oh... cuanto lo siento maestro - le dije incorporándome y levantándome de la mesa
Empujé al maestro hasta que cayó sentado en un amplio sillón. Me coloqué encima a horcajadas mirándole y paseé mis labios por los suyos sin besarle, aunque sé que Sting lo habría deseado en ese momento por la excitación que llevaba encima.
~ ¿El maestro necesita que metan su polla? - le pregunté y Sting tragó hondo - ¿Necesita que le monte?, ¿Qué le haga correrse?¿Quieres que sea tu esclavo? ¿Qué cumpla todos tus deseos? - Le pregunté excitándole - ¿Necesitas follarme Sting? - pregunté ahora directamente mientras masajeaba su polla
~ Sí - me dijo Sting - quiero que me montes, que gimas, quiero que Natsu te escuché bien alto como disfrutas de mi polla. Quiero correrme en ti Gray
Sting metió la polla de golpe en mí y gemí tan alto que creo que jamás lo había hecho a este nivel. Observé la cara de Sting al profundizar en mí y escuchaba sus jadeos ¡Me estaba excitando escuchar su varonil voz en mi oído! Su polla me llenó por completo y cuando empezó a moverse no pude evitar jadear frente a él.
~ ¡Joder! - exclamó Sting.
~ Ya te dije que era estrecho - le comunicaba Natsu con una sonrisa.
~ Sí, lo comentaste, pero no imaginé que tanto - le aclaró Sting - métete hasta el fondo Gray - me decía y bajé un poco más hundiéndome en su gran polla, gritando aún más.
~ ¡Oh dios! Muévete Gray, fóllame - decía Sting y yo más excitado aún con sus palabras, empecé a moverme al mismo ritmo que él, que gemía cada vez más repitiendo lo estrecho que era.
~ ¿Así que el maestro quiere que me folle su gran polla? - le pregunté sonriéndole.
~ Sí, quiero que te hundas en mí, que te la metas toda, que me montes como no lo has hecho en tu vida, quiero correrme en tu precioso y estrecho culo Gray - me encantó su voz, su tono, me gustó todo lo que decía Sting y no pude evitar bajar hasta el fondo en cada penetración - Así Gray, métetela toda.
Natsu nos miraba y sonreía. Al final acabó colocándose a mi lado, besándome el cuello, besando mis labios, tragándose mis gemidos mientras ambos escuchábamos los gritos de Sting y como pedía que me hundiera en él o que le follase.
~ ¿Qué te pasa Gray? ¿no decías que son pollas de lagartijas? ¿Es suficientemente grande para ti? - me decía Natsu.
~ Sí - le dije gimiendo - es grande, la quiero, me gusta, quiero que me penetre - Natsu me beso con pasión mientras Sting empezaba a moverse cada vez más rápido en mi interior
¡Por dios que era grande! Lo hacía con más fuerza de la que generalmente utilizaba Natsu, creo que porque Natsu aún tenía miedo de hacerme daño, pero Sting no tenía ese problema, no sabía lo que yo había pasado, así que venía con todo y ¡buf! Pensé que este chaval iba a ser todo un rompecorazones en cuanto al sexo, igual que lo era Natsu. Mientras Sting seguía penetrándome cada vez con mayor rapidez y rudeza buscando correrse, Natsu me masturbaba y yo creí que iba a morirme del gusto allí mismo. Sting penetrándome, escuchándole gemir como un loco y Natsu intentando que yo me corriera.
~ Dame más Sting - le grité y él reaccionó volviendo a tirar de mi cabello hacia atrás mientras lamía mi cuello y seguía penetrándome. - No puedo aguantarlo, voy a correrme - les dije a ambos y Sting sonriendo, me metió su polla lo más que pudo mientras me besaba provocando que mi cuerpo temblase y me corriese en ese mismo momento.
Sting tardó un poco más, aún tuvo que aumentar el ritmo un poco y supe que se había corrido cuando sus manos se agarraron con fuerza a mis piernas empujándome hacia abajo mientras él subía el culo hundiendo todo lo que pudo su polla en mí, gimiendo y gritando. Sting no podía ni moverse y yo la verdad, es que poco ¡Estos dos me agotaban!
~ No hemos acabado Gray - me dijo Natsu - ya te dije, que yo siempre sería el último en follarte.
Sting me levantó y me llevó hasta la mesa dejándome allí frente a Natsu. Se subió encima de mí tumbándome y quedando sentado sobre mi rostro, me hundió la polla en la boca mientras Natsu metía la suya en mi interior empezando a penetrarme como un loco. No creí que Sting fuera a volver a correrse, pero quería probar como la chupaba ¡De eso no me cabía duda! Hundió sus dedos en mi pelo y me marcó el ritmo, gimió y me susurraba guarradas que excitaban tanto a Natsu como a mí, hasta que escuché la voz de mi novio.
~ ¿Te gusta follarte dos dragones? ¿Te gusta follarte a un maestro? - preguntaba Natsu ahora.
~ Folladme - les grité - Fóllame Natsu, métemela hasta el fondo.
~ ¿Vas a ser nuestra Puta, Gray? - me preguntó Natsu.
~ Sí.
~ perdona Gray ¿Qué eres?
~ Soy tu puta - le grité mientras notaba el placer recorrer todo mi cuerpo
~ No Gray, eres nuestra puta.
~ Soy vuestra Puta - le repetí - folladme, folladme los dos.
Sting volvió a meter su polla en mi boca para que se la chupase, por lo menos hasta que Natsu acabó corriéndose en mi interior hundiendo su miembro en mí.
~ ¿Te ha gustado chupármela? - me preguntó Sting
~ Si - le dije relamiéndome.
~ A mí me ha encantando como te la comes - me dijo con una sonrisa - me encanta como gimes, me encanta como gritas y me excita verte montarme, ver cómo te clavas una y otra vez en mi polla pidiendo más.- me sonrió y yo le sonreí a él - Ha sido un placer Gray - me dijo Sting besándome una última vez de forma lenta y calmada, metiendo su lengua y recorriendo toda mi boca para luego bajarse de encima de mí y de la mesa.
Les habría acompañado a esos dos, pero no podía ni moverme de allí ¡Me habían reventado! De verdad... que vitalidad y que fuerza tenían los dragones ¡No podía competir contra ellos! Ambos se vistieron y Natsu le acompañó a la puerta dándole las gracias por haber hecho el trío, claro que Sting comentó que "Había sido todo un placer". Una vez cerró Natsu la puerta tras él, se acercó a mí besándome con pasión.
~ ¿Estás bien? - me preguntó.
~ Sí Natsu - le dije.
~ ¿Te ha gustado la experiencia? - preguntó dudando mi respuesta - Quizá preferías a otro... pero yo sabía que podrías aguantar a dos Dragon Slayer y que lo disfrutarías.
~ Sting me gusta - le dije -es atento y no me ha hecho daño, ha estado bien Natsu - le besé yo esta vez - pero nadie te iguala a ti.
~ No sé yo... gritabas mucho con la polla de Sting - dijo sonriendo.
~ Es grande - le dije - es como la tuya.
Natsu sonrió y cogiéndome en brazos me llevó desde la mesa a la cama para tumbarse junto a mí, ambos abrazados. Me acurruqué en su pecho y me dormí en pocos segundos con las caricias de Natsu en mi espalda.
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