Prólogo: Wade quiere cocinar algo para ti pero termina haciendo todo un desastre.

rayis224
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–¡MIERDA! ¡CARAJO!–Escuchaste a Wade gritar desde el pasillo del edificio donde vivían.

Frunciste el ceño confundida caminando desde el elevador a la puerta, y pronto viste un humo negro saliendo por ella así que abriste lo más rápido que pudiste.

–¡¿Wade?!–Exclamaste entrando asustada tratando de alejar el humo de tu rostro con tu mano y tosiendo ligeramente.

–¡¿Ya llegaste?!–Preguntó casi que ofendido y volteandose confundido, en una mano una sarten con comida quemada y saliendo humo de ella con el fuego apagado y en su otra mano una cuchara de palo.

–¡¿Qué carajos estás haciendo?! ¡Hay humo saliendo de la puerta al pasillo!–Le dijiste cerrando la puerta y tirando tu bolsa al sillón para luego abrir las ventanas.

–¡¿Que qué estoy haciendo?! ¡¿Tú qué estás haciendo aquí tan temprano?!–Te reclamó de vuelta mientras te acercabas a la cocina.

Fue recién ahí que te pudiste dar cuenta del gran desastre que había.

Estaba todo sucio, comida quemada en la basura junto con dos trapos de cocina quemados, un dedo con sangre en la tabla de cortar junto a unos vegetales, y en el fregadero aún más cosas sucias.

–¿Wade qué mierda fue lo que hiciste?–Le preguntaste viendo boquiabierta su desastre.

–Primero que todo, no es "Wade" para ti, es cuchurrumin.–Te dijo apuntándote con la cuchara.

–Nunca te he dicho así.

–Muy mal hecho porque pues deberías. Y segundo, estaba tratando de cocinar algo para ti y sorprenderte después del trabajo, pero llegaste antes y lo arruinaste.–Se quejó como niño pequeño tirando la sarten y cuchara en el fregadero mientras que tenía una venda alrededor de su dedo meñique izquierdo cortado que comenzaría a crecer en cualquier momento.

Soltaste un suspiro y te acercaste a él dejando tus manos en sus caderas y viéndole con una pequeña sonrisa.

–Gracias por intentarlo, pero ambos sabemos que no puedes cocinar y es por eso que soy yo quien lo hace.–Le dijiste con suavidad y una sonrisa tierna.

–¡Por eso quería intentarlo! Siempre cocinas tú y ahora yo quería sorprenderte.–Se quejó dejando ambas manos en tus brazos.

–Y te agradezco por eso, ¿pero qué tal si mejor solo ordenamos algo y nos sentamos a ver películas? Solo nos relajamos y ya.

–Mmm... me parece una buena idea bomboncito.–Dijo con una sonrisa besando tus labios.–¿Vemos una película porno?

–No, Wade. No vamos a ver porno.–Rodaste los ojos riendo y alejándote de él para sacar tu teléfono de tu bolsa.

–¿Y si hacemos nuestra propia película porno mientras esperamos la comida?–Te preguntó abrazándote por la espalda mientras buscabas en tu teléfono lo que podían ordenar.

–No lo sé, ya veremos.–Reíste mientras él dejaba un beso en tu cuello y apretaba tus pechos con sus manos.